jueves, 13 de junio de 2013

EL ESPIRITU DE OTRO CINE




Ahora sí que podemos vivir, no los lunes, sino toda la semana al sol. Se consumó el invierno de nuestro descontento. Cuando Iciar Bollain acudía al cine Arcadia en una provincia del norte cerca de “la gaviota”, contemplaba pensativa el cartel de “La sombra de una duda”. Nunca pudimos llegar a sospechar que Victor Erice y Elías Querejeta nos estaban enviando un serio aviso, una advertencia de socorro. A día de hoy, volvemos a ver esas imágenes y nos damos cuenta, pero ya es demasiado tarde. Las salas han cerrado de forma masiva. Sin embargo, eso no impide que asistamos perplejos a uno de los espectáculos de prestidigitación más bochornosos que uno recuerda en mucho tiempo.
Ahora resulta que se nos ha ido un hombre de cine imprescindible, único e irrepetible. El paradigma del productor que amaba su oficio contra viento y marea. El que se colgó de las cortinas de la sala para impedir el estreno de su propia película “ Pippermint Frappé” en muestra de solidaridad con el mayo revolucionario. Aquel que dijo “yo creo que el término creador es una palabra hinchada, de la que se hace una utilización abusiva. Según la Biblia creador solo hay uno y yo sospecho que ni siquiera eso”. El obsesivo y contradictorio, capaz de debatir con el director de turno durante toda una noche para decidir si una escena debía estar más o menos iluminada. Un Hombre enigmático, ejemplo de autonomía, talento y libertad. A buenas horas.


Y lo dicen ahora con la mayor naturalidad, sin ruborizarse lo más mínimo, desplegando elogios y alabanzas sin tregua. Cómo si uno no tuviera memoria, que la tiene. Es lo que tiene vivir durante tanto tiempo criando cuervos. La desvergüenza termina dándose la mano con el descaro más absoluto en el yermo páramo seco del cine español. En el falso celuloide prefabricado con una plastilina que se consume día a día. Y resulta que ahora que se va, los mismos que dejaron morir a la vaquilla cinéfila se acuerdan de Elías Querejeta y se deshacen en elogios. Cuando, salvo algunas excepciones, casi todo es un triste lodazal banal y sinsentido.
Pero no lo olvidemos, todo es fruto de nuestra propia arrogancia. Amparada por un sistema viciado plagado de intereses que nos ha llevado a donde estamos. Parece ser que pocos se acuerdan ya de aquellas machaconas cantinelas. De cuando debíamos abandonar por fin esos oscuros dramas rurales con boina y abrazar la modernidad mal entendida. Cuando debíamos alcanzar el respeto internacional a base de ataques de nervios postmodernos y pisando alfombras rojas, como si nunca lo hubiésemos hecho. Tanto empeño pusimos en ello que sí, lo conseguimos. No hace tanto que se convirtió en una obsesión alcanzar la presunta mayoría de edad olvidando lo mejor de nosotros mismos, perdiendo por el camino y fotograma a fotograma nuestras señas de identidad, nuestro talento, nuestra historia, nuestras obras maestras y las enseñanzas de nuestros auténticos genios.



Pero, quién los necesitaba hace bien poco, si nos vendieron la mercancía averiada, la moto trucada de que por fin teníamos un actor en Hollywood a la altura de Rodolfo Valentino (Antonio Banderas). Para qué acordarse de nuestro mejor cine, si por fin nuestras actrices presentan la gala de los oscars (¡¡Peeeeeedroooooo!!) y disfrutan de estrellas en el paseo de la fama. Si al parecer estamos conquistando el mercado y hasta nos permitimos el lujo de trabajar con estrellas internacionales. Ahora que fabricamos tsunamis espectaculares con Naomi Watts y escalamos en el box office de la taquilla americana. Ahora que se alaba que somos capaces de realizar películas con una factura visual que nada tiene que envidiar a los blockbusters americanos. Cuando disfrutamos de orfanatos, rec uno, rec dos, rec tres, rec cuatro y vivimos muertos de risa al otro lado de la cama. Ahora que a las instituciones y muchos medios no solo no les avergüenza, sino que proclaman a los cuatro vientos que sabemos imitar como nadie el peor cine comercial de usar y tirar y que nuestro fast & fourious particular es capaz de batir en taquilla al original.
Viviendo a tres metros sobre el cielo, a base de mentiras y gordas, codeándonos con las estrellas internacionales, orgullosos de meter a un actor en la saga Bond  ¿Quién necesita a tipos como Querejeta? Y sobretodo, para qué volver sobre su cine si ahora por fin disfrutamos de obras excelsas y carísimas como “Agora”. Una película, como tantas otras, que actúa como espejo y nos muestra cristalina la miseria institucional y sus complejos.
Es un hecho inexplicable que en determinadas instancias exista quien se avergüence de nuestro cine más puro y esté encantado de verlo mutar y parecer otro buscando hacer caja, a la vez que se finge poner en marcha la operación nostalgia por tiempos pasados. Algo no va bien cuando se valora como mérito un fin de semana sí y otro también que hacemos films que, por fin, no parecen españoles. Ya sean thrillers rutinarios como “Celda 211” o “Grupo siete” ya sean moderneces como “Verbo”. Sí, a ese extremo hemos llegado. A tener nuestra propia versión fotocopiada de “scary movie”.



Luego las lágrimas de cocodrilo y el rasgarse las vestiduras no cuelan, salvo para el público que añora aquel cine inmortal. Si, salvo raras excepciones, se decidió tirar por el camino del cine güay de consumo rumbo al precipicio, lo que no procede ahora es articular una mascarada infumable añorando el cine de Elías Querejeta. Y hacer como que se le llora mientras se espera con ansiedad el estreno de la próxima montaña rusa de Bayona, con reparto internacional y efectos especiales de lujo. Esa ruta ya sabemos a dónde conduce: a la fugacidad, al producto empaquetado y al cierre de los cines convencionales. Para no dejar lugar a dudas, digámoslo claramente. En el hipertrofiado y aberrante panorama actual, películas como “El desencanto” o “El espíritu de la colmena” no tendrían posibilidad de ser estrenadas. Claro que hasta ayer mismo, como en economía, algunos creían que seguían jugando en la champions league cinéfila. Y parece ser que no.
Y ahora que los miles de cines Arcadia ya no existen, cuando la bufonada se viene abajo, ahora que somos conscientes de nuestra propia miseria, nos acordamos en el velatorio de nuestro cine de que hubo un tiempo en que tuvimos una identidad y parimos obras maestras de la mano de directores de gran talento y personalidad. Y de que junto a ellos, con sus más y sus menos, sus broncas y reconciliaciones, existían productores enigmáticos y con un talento irrepetible que con presupuestos muy modestos elevaron el cine español a lo más alto antes de que la obsesión postmoderna propia del nuevo rico llevase a instituciones y patrocinadores a intentar vendernos productos caducados, avergonzándose de nuestra esencia y olvidando nuestro mejor patrimonio cultural.



Ahora que se acabó la subvención, resulta más pertinente que nunca recordar como Carlos Saura y Elías Querejeta pusieron de su bolsillo un millón de pesetas cada uno para poder realizar “la caza”. Y que con los rollos bajo el brazo se plantaron en Berlín y recibieron el reconocimiento personal del mismísimo Pasolini.
A pesar del destrozo que sufre el cine español, no se sabe muy bien si por casualidad o por fortuna aun queda algún pequeño vestigio. Algún autor que desde la modestia intenta contar historias sin olvidar el oficio y el ejemplo que los maestros dejaron. Volver a la narración sin complejos de nuestra actualidad más cotidiana y humana. Curiosamente Gracia Querejeta es una de ellos. Y el destino ha querido que el adiós de su padre coincida con el estreno de su última película. “15 años y un día” se sirve de los problemas cotidianos de un adolescente problemático, enigmático y temperamental para ahondar en otros muchos temas. Pero que nadie piense que estamos ante una variación de los últimos ejemplos en pantalla caso de “Tenemos que hablar con Kevin” o “Thirtheen”. Tampoco se deben buscar referencias en Truffaut ni en el cine clásico. La presentación de la familia disfuncional y desestructurada, con comunicación dispersa que forman una sólida Maribel Verdú y su hijo adolescente arroja luces y sombras.



Gracia Querejeta trabaja una narración pausada, muy atenta al gesto, a la réplica, a la composición del plano, muy apegada a los conflictos internos de cada personaje y profundizando en el trazo psicológico. Estamos ante un chaval esquivo y de mirada penetrante, que parece vivir en una realidad paralela, tenaz y obstinado en su ascetismo vital. Pero el espectador está ante un espejismo que no se concreta. La directora ha dedicado la película a la figura de su padre. Y quien haya visto la obra producida por él lo entiende.
Ese chaval parece en algunos instantes tan enigmático, libre y consciente de su independencia inquebrantable como lo era él mismo y como lo eran muchos de los personajes de las películas que produjo. Desde la niña de “el espíritu de la colmena” hasta “Tasio”, sin olvidar a Estrella en “El sur”, los protagonistas de “Historias del Kronen” o el mismo Alou. Todos ellos personajes singulares, a contracorriente y con una compleja relación con su entorno emocional y físico. Aunque bien pensado, debido a su frialdad y a su sólo aparente falta de empatía, el paralelismo más evidente se produce con los personajes de esa película enigmática, existencialista y hermosa que es “27 horas”, en la que curiosamente Maribel Verdú era una adolescente que bien podría ser un antecedente directo del protagonista de “Quince años y un día”. Ambas cintas ubican a chicos jóvenes en la ciudad de Donosti, aunque con resultados diferentes como luego se verá.


Especial importancia tienen para Gracia Querejeta dos aspectos: Por un lado, el valor de la mirada como elemento clave para ubicar la relación del protagonista con su entorno. Por otro, la sangre y la familia como catalizadores de sensaciones y experiencias que marcan la vida.
Y no se le pueden negar a la directora ni la voluntad ni el honesto intento de realizar una película con vida y personajes de carne y hueso. Especialmente acertada en la dirección de algunos actores de los que sabe extraer el motor de sus propias contradicciones.
Sin embargo, una vez más, otro de los cánceres de nuestro cine – el guión - vuelve a hacer acto de presencia. Y uno termina de comprender más que nunca las razones de los interminables debates y desavenencias a propósito de “El sur”. En “Quince años y un día” la nave pierde un tanto el rumbo en el momento en el que se decide que el chaval con problemas y expulsado del colegio debe cambiar de aires. Y que pase una temporada justo en el lugar que a Estrella nunca le vimos conocer: El sur. El problema es que la visita al pueblo del abuelo resulta sospechosamente familiar, y para mal.


El encuentro nos depara nada menos que una versión actualizada del ínclito Chanquete con los rasgos de un Tito Valverde demasiado forzado por ser generosos. Un tipo que no vive en una barca, pero sí en una casa sin comodidades de ningún tipo y que actuará como bálsamo para el chaval, del mismo modo que sucedía en “Verano azul”: Aplicando recetas básicas en las que el paternalismo de carácter redentor se da la mano con la sacarina lacrimógena. Una relación, nieto-abuelo, que como marcan los cánones, comienza mal pero finaliza con una despedida cargada de emotividad en la que ambos se han retroalimentado tras ciertas tensiones.
Explicable cuando uno ve el apellido Mercero como coguionista de la película (sea padre o hijo). En ese momento se comienzan a entender muchas cosas asociadas a cierto barniz sociológico de segunda mano que en esa segunda parte alterna el matiz acertado y sutil con lo demagógico. Sobretodo respecto de una visión un tanto gruesa en la descripción de las diferentes etnias.


La película termina navegando entre dos aguas y moviéndose en un desequilibrio continuo entre la inspiración y lo formulario. Gracia Querejeta apuesta por la carta que mejor domina: la sutileza emocional y narrativa. Ello le permite apuntar interesantes detalles que se busca que el espectador intuya y resuelva, caso del colateral pero muy interesante personaje de la policía que incorpora Belén López o los intuidos cataclismos familiares no exentos de polvora. Ahora bien, esa opción narrativa no se juega a fondo y se complementa con largos monólogos explicativos, como ese en el que una espléndida Maribel Verdú nos cuenta en plano único quien y como es su hijo y que pasó con su padre. Lo cual resulta tan potente como redundante.
El resultado es una película fallida, aunque ciertamente honesta en sus propósitos. No es una de aquellas obras míticas que tanto se añoran. Y aunque sabido es que la genialidad y el talento no se heredan, ni se contagian por asistencia a ciertos rodajes, el gusto por el trabajo y las cosas bien hechas está visto que sí. Por tanto, la directora puede estar tranquila ya que como afirmaba su padre “yo todavía sigo siendo un espectador ingenuo al que le gusta ir al cine con placer, muy por encima incluso de lo que algunos llaman mi enorme capacidad crítica”. Así pues, Gracia(s) Querejeta.

28 comentarios:

  1. No es ya que suscriba tus palabras sobre el cine español actual, es que todo cuanto dices en la primera parte de tu entrada es exactamente lo que me hubiera gustado escribir a mí (decirlo ya lo digo a quien conmigo va). Nuestras películas han perdido conexión con nuestras vidas y han renunciado a su propia identidad, a su propio lenguaje, a su propio tempo. Leyendo la lista de películas que llevan la firma de Elías Querejeta a uno le viene de golpe una España real, unos personajes reales. Incluso las más recientes, como las “Siete mesas de billar…”, respiran autenticidad. Yo no entendí aquel cine de Saura (por ejemplo) hasta haber cumplido más de treinta: me ahogaba el ritmo. Luego entendí que en esos silencios, en esas miradas, estaba el abismo de la historia… Es que firmaría todo lo que dices, de verdad. Esos dientes apretados con que lo has tenido que escribir es también mi mandíbula endurecida.
    Abrazos

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  2. Me pasa como a Juan, no falta ni sobra nada en tu post. El anterior ya venía perfilado y lo de Querejeta como que disparó el cierre de una crítica que daría para ampliar. Querejeta también supo "marcar" con su cine de este lado del charco. Un beso.

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  3. La honestidad como propósito no es moco de pavo. Es cierto que "Los santos inocentes" o "El espíritu de la colmena" hoy no llegarían a los cines. Pero también es cierto que, en la actualidad, nadie en su sano juicio se atrevería a escribir "Ágata ojo de gato" ni "La familia de Pascual Duarte". El mal está en ambos lados de la pantalla. En el cine y en su público: la sociedad. Un abrazo

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  4. Juan Herrezuelo. Pues si, con mucha rabia contenida. Lo que más agradezco, aparte de tus amables palabras es el hecho de ver que no estoy solo, que hay muchos más aficionados o simples espectadores que sienten que ahora mismo se les está vendiendo humo, y que seremos muy modernos y comerciales pero como bien dices, cuando se anda mirando de reojo a la taquilla se pierde la conexión con la realidad.
    Hay excepciones, cierto es. Pero ya sabes, había que ser modernos a toda costa, estamos donde estamos. Y el resultado es el que es. Conste que a algunos si que nos gusta cierto cine español. Mucho. Pero por desgracia,nos intentan vender otro que da pena. Un abrazo

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  5. Fiorella. Muchas gracias guapa. No sabes cuanto me alegra lo que dices. Aunque bien mirado es normal...el cine producido por Querejeta es tan local como universal. Y por tanto me alegro de que haya saltado el charco. Un abrazo.

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  6. Jose Luis. Pues no se que decirte, es verdad que en ocasiones contribuimos al consumo de productos de quita y pon. Pero en líneas generales me cuesta culpar al público de estas cosas.
    El otro día entré en una librería. Es difícil que ciertos autores salgan a la luz y la gente los conozca si la maquinaria coloca en primera línea de estantería las novelas ¿? de las presentadoras de tv Sandra Barneda y Marta Robles. En ese panorama, luego nos quejaremos también de que no hay nuevos autores en nuestras letras...Pues como en el cine. Hay que escarbar para encontrar esas excepciones que merecen la pena. Un abrazo

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  7. Mi querido Victor, tu texto es para degustarlo y leerlo con calma. Invita al debate y a la reflexión.
    En estos últimos días ha habido, entre muchas noticias cinematográficas, dos tristes, y alarmantes:

    -La muerte de Elias Querejeta, un productor que ha escrito una cuantas páginas de la historia de nuestro cine.

    -El cierre de unas multisalas en Pontevedra convirtiéndola en una ciudad sin cines... sin absolutamente ninguna sala.

    Tu radiografía del cine español la comparto pero no totalmente. Y te cuento o trato de explicar por qué. De siempre, pese mi pasión por el cine, he mantenido una relación ambigua y contradictoria con el cine español, y continuo en ello. Continuo con esa relación ambigua. Hago esfuerzos por conocer nuestro cine (siendo bastante complejo el acceso a obras de tiempos pretéritos y no tan pretéritos... mismamente las producciones de Querejeta y Saura no es fácil encontrarlas todas ni verlas en ediciones buenas y cuidadas en dvd y menos en blu ray) y tratar de encontrar caminos que me hagan conectar con él. Y te confieso que me cuesta más que con otras cinematografías, quizá por muchas de las cosas que has escrito...

    (Continuará)

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  8. (Continúo)

    Y actualmente creo que está ese panorama al que aludes... pero también pienso que hay otro cine, ese que nombras en el título, que existe en los márgenes y que deja obras cinematográficas interesantes (un mundo de óperas primas y realizadores con trayectorias interesantes). Que está buscando nuevas formas para realizarse y para llegar al público. Creo que ahora se está viviendo un buen momento de transformación y que hay obras que merecen la pena verse y directores con trayectorias interesantes.

    Y también creo, fíjate, que aquí por estas tierras hay mucho espíritu cinéfilo, y mucho 'loco' o 'loca' que organiza festivales, ciclos en distintos circuitos para hacer llegar esas obras al margen que a veces provocan agradables sorpresas y muchas esperanzas en un panorama que conecte con los espectadores.

    El otro día asistí a una sala de cine a un festival que en un principio no casaba con mis gustos cinéfilos (lo fantástico y el terror no se encuentran en mis prioridades pero sí que hay obras cinematográficas que me interesan)... y me quedé sorprendida al ver una sala absolutamente abarrotada, llena de vida, energía positiva y buen rollo, para disfrutar de una película sobre el fin del mundo de varios realizadores españoles... ¿¿?? Y yo te confieso que disfruté muchísimo del ambiente que viví en la sala, de lo que se transmitía... y de algún que otro fragmento de esta película que me provocó la emoción y la risa. Así que me dije: la gente quiere ir al cine... a la sala de cine.

    Y también pienso que hay un cine en los márgenes por el que bucear (yo la primera) que está dando sorpresas. Y me refiero a márgenes no hablando de un cine meramente experimental sino un cine que no entra en los 'circuitos' normales por distintos motivos y trata de ser visto.

    Quizá es mi manía de ver siempre un poco de luz en lo oscuro. Creo que hay mucha gente apasionada y que ama el cine como para dejarlo morir y creo que hay espectadores apasionados (como tú y como yo) que queremos que nos encierren en la sala oscura y nos ofrezcan historias que merezcan la pena... Porque eso es lo que queremos historias buenas.

    Y todo este rollo viene también porque me he llevado buenas sorpresas últimamente con el cine español. Me espera el dvd de El muerto y ser feliz porque Javier Rebollo es un director en el que me interesa indagar. También disfruté con Los ilusos de Jonas y antes con Madrid 1987 de David Trueba. Me acerqué a los trabajos de León Siminiani (Mapa) o Oskar Alegria (La casa Emak Bakia)y me hicieron reflexionar. Y me interesan los proyectos futuros de Pablo Berger o Isaki Lacuesta. O que se vean películas de nuevos realizadores como la encantadora Ali de Paco R. Baños... O que nazcan iniciativas que empiezan en Internet y logran pasar a salas de centros culturales o festivales pues la gente se interesa como la iniciativa de Little secret film... quizá de todo lo oscuro pueda surgir algo que conecte con el espectador, otro cine, otra forma de hacerlo y vivirlo. Quizá, sólo quizá...

    Besos
    Hildy

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  9. Hildy. Efectivamente existen excepociones, posibles futuras promesas y festivales alternativos, completamente de acuerdo y se apunta en el texto. E incluso algún que otro nombre que puede deparar alguna sorpresa. Y jóvenes cortometrajistas con ilusión. Cierto.
    Pero como muy bien apuntas, todo ello se mueve en los márgenes, en el extrarradio de un cine en el que hay que excavar como un pionero para encontar esas escasas pepitas...
    En mi opinión el cine español que producía Elías Querejeta, nacido desde la más absoluta modestia y convicción está a años luz de cualquiera de las propuestas que mencionas. Y en cierto sentido se renegó de él en busca de la modernidad. No te digo nada la distancia que separa aquel cine del actual cine comercial que pretende competir en igualdad de condiciones con el peor cine extranjero.
    Has mencionado el cine fantástico y de terror. Ahí existe un coctel tremendo que mezcla copias descaradas de films impactantes procedentes de oriente con escasísimas propuestas insólitas que solo se pueden ver a duras penas en circuitos minoritarios.
    Yo no veo el revulsivo, y me encantaría verlo y tener tu optimismo. Hay tres o cuatro nombres aislados, nada más. El grueso de nuestra cinematografía se ha dado cuenta de que acabadas las subvenciones, es necesario hacer películas lo más comerciales e internacionales posibles. Es una obsesión que lleva a manufacturar cosas como "combustión" ejemplo del cine español moderno que puede competir en las multisalas. Lo que denuncio no es eso. Siempre hubo hay y habrá mejores y peores películas. En todas las épocas. Lo que indigna es comprobar como de repente se ha convertido en valor por ejemplo que "lo imposible" es muy buena debido a lo que ha recaudado en dos semanas. Ver para creer. De todas formas ya se apunta que aunque escaso, algún brote existe. Un abrazo

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  10. Fijate, yo recuerdo además a Elías Querejeta como editor de libros (Elías Querejeta, ediciones) de Equipos de Estudio. Recuerdo especialmente uno titulado El hombre mercancía. La familia, la enseñanza y el consumo, en la producción de fuerza de trbajo. Un libro muy interesante dentro de una concepción marxista muy renovadora que los tiempos, que tan bien has sintetizado, devoraron (me refiero a análisis y debates, posibilidades de transformación y renovación de ideas) para acabar en el pensamiento único de los que tienen el poder y no sigo por aquí que no es el tema.

    He admirado mucho la faceta de Querejeta como productor y las películas que has ido desgranando y que he visto, incluso varias veces.

    No he visto la peli de Gracia Querejeta 8acabo saturada de adolescentes de todo tipo y condición...).

    Me encanta tu faceta crítica y combativa...

    Abrazo!!

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  11. Mi aplauso ferviente y emocionado a tus palabras sobre Querejeta.
    La peli de su hija no la conozco, ni sé si la veré.
    Leerte es siempre un gozo.
    Gracias, V.
    Un beso

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  12. Laura. Muchas gracias. La verdad es que Querejeta tiene muchas facetas. Fue jugador de futbol y envidiado por medio pais cuando se convirtio en pareja sentimental de Amparo Muñoz. Imaginate el intelectual y miss universo.
    No cpnpzco tanto su faceta como editor. Solo se que la practicó. Pero desconocia ese libro en concreto.
    Y no creas q te sales del tema. En el fondo esa perdoda de odentidad y esa evolucion hacia el pensamiento unico estan en la raiz del problema. Menos mal q existen versos sueltos, gente q actua como excepcion. Y como ejemplo la propia hija.
    Gracias Laura. Seguiremos combatiendo y reflexionando con pasion. Un abrazo

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  13. Tienes razón en todo. Así es este país en el que de vivos molestan y a su muerte les ponen las medallas...

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  14. Virgi. Y recibir visitas como la tuya un placer. Muchas gracias. Aunque al final me ha servido como acicate la figura de Querejeta para ppner de manifiesto que hubo um tiempo en que surgio un cine cpn mayusculas que hoy cuesta encontrar. Un abrazo

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  15. Paradela. Una tesis o varips expertos serian necesarios para psocoanalizar nuestra particular forma de ser. Desde luego no tengo la respuesta. En fin... Un abrazo

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  16. Existió y existe. Ese cine, digo. Está ahí, como el cine con mayúsculas que amamos todos. Solo que tristemente se nos acaba y que las salas oscuras se nos van alejando del centro de la ciudad en busca de otros macroespacios llenos de tiendas y burguerskings.
    Todo está en receso me temo y no veo por dónde llegar al final del tunel..y si nos queda "tunel".
    Nada más que añadir y solo admirar tu análisis.

    Un abrazo

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  17. Amigo, Víctor. Artículo, texto y lectura clarividente— a modo de ovatio— de quien, posiblemente, haya sido el mejor productor de la historia del cine español (eso que se denomina, cine de autor o con una marca personal) de los últimos 50 años. Yo tuve la ocasión de conocerlo —personalmente—cuando Aranoa, rodó “Familia”. Era un gran tipo (soy muy de Wilder y no me gusta darle demasiada bola a la persona que ya no está presente). Es verdad, que la gente se vuelve—extremadamente— generosa y en ocasiones, a sottovoce, rajan lo que el micro quisiera grabar. Luego, esta la faceta más juvenil. Pues como delantero era muy bueno y no escaqueo ni un euro como algunos divos de la Playstation. En sus años mozos con la mítica Real de los 50. Nos ha dejado un gran legado y uno de ellos ha sido su hija; Gracia. Ha mamado muy buen cine. La otra cara del artículo, no quiero comentarla. Me da mucha lástima que una ciudad como Pontevedra no tenga ninguna sala de cine. Pero, daría para un gran debate. Un abrazo desde la brisa mediterránea.

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  18. Abril. Por supuesto que existe. Y para eso esta la estanterias de dvd imprescindibles que se guardam como un tesoro.
    No creas que disfruta uno especialmente escribiendo esto. Pero soy un convencido de que revertir la situacion pasa por un profundo y sincero ejercicio de autocritica. Ese que en ocasiones se obvia ya q todos preferimos ver el vaso medio lleno y agarrarnos a algun oasis que palie la sed de cine de verdad.
    Animo. Seguro q a la vuelta de la esquina hay un buen libro o una buena pelicula de estreno. A iluso no me gana nadie. Un abrazo

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  19. J. C Alonso. Pues muchas gracias. No sabes cuanto te envidio en estos momentos. Tenerlo en la distancia corta, que lujo. En una entrada de hace algun tiempo ya deje por escrito que si me dieran la oportunidad de de tomarme un largo cafe con un personaje español ligado al cine lo tenia muy claro. Seria Elias Querejeta. Ya no va a poder ser.
    Si que fue buen futbolista. Y tuvo buen ojo para saber con que directores trabajaba. En mi opinion un hombre de cine cien por cien.
    Y aunque haya quien le reproche el affaire del sur, decir que gracias a el hay lo que hay que es mucho. Hoy ese proyecto tal vez estaria en un cajon.
    Y sobre las ciudades huerfanas de cine....una lastima. Te lo dice uno q tb vive en provincias. Un abrazo

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  20. He recordado que ―como reza el by pass― “Es curiosa la amabilidad de la gente cuando estás muerto”. William Holden en Sunset Boulevard by B. Wilder.

    Los humanos, somos así de despreciables. Quizás, por suerte, no todos.

    Que puedo decirte… Parecería el sí perpetuo a todas las verdades que dices. Esta entrada te ha salido bordada.

    Querejeta se fue al ver que los cines se morían.

    Un abrazo, Anna

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  21. Anna Genoves. Pues si, asi de tarde llegan los laureles a vecez. Maz valdria tomar ejemplo y revisar su forma de hacer las cosas.
    La frase de Sunset bulevard viene al pelo.
    No se que haremos cuando ya no haya salas...organizar quedadas en casa del dvd mas cercano. Todo sea por la causa...un abrazo

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  22. Uff, habría tanto que comentar que no me atrevo. A ver, ¿no te gustó "Ágora"? ...
    Me pliego ante tu manera de contar esto que cuentas y en lo que estoy de acuerdo casi al 100% (¿no te gustó Ágora?), por Querejeta y por el cine patrio en general y en particular. Aunque no he visto la última peli de su hija, he escuchado una entrevista con Tito Valverde y me quedaron ganas de verla.

    Cuando alguien muere, suele pasar que le dediquen palabras de alabanza, aunque en vida le defenestraran. Ha pasado con tantos...

    Da todo mucha pena.

    Es horrible lo de Pontevedra, cuando me enteré no podía creerlo...

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  23. Siento este retraso en visitarte y leer tus reflexiones pero he estado algo liada. Después de buscar muchas de las películas en las que realizó de productor con muchos directores famosos y de reconocimiento suficiente, solo se puede decir que esta persona tenía una cualidad especial para sacar la película adelante. No solo es indispensable la labor del director sino también la figura del productor hace posible que la película salga adelante en todos los aspectos: personal, financiero, supervisión y autorización de todos los aspectos, Por tanto, una persona como E. Querejeta que se ha dedicado la mitad de su vida a este oficio merece todo el respeto y toda la consideración de la sociedad donde ejerció esta labor.
    Interesante visión de la película de su hija. Cuando la vea también esta vez, me acordaré de ti.

    Un abrazo
    ps: siempre es interesante leerte.

    :)

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  24. Sue. Vamos con "Agora". Pues me resultó decepcionante. Y eso que cuenta con una Rachel Weisz entregada a la causa. Pero me parece el perfecto ejemplo de película más preocupada por su look internacional y licuado que por desarrollar la tesis que propone, que por otra parte se hace de forma bastante plana. El asunto tiuene muchas aristas que no se tocan. Me parece el ejemplo perfecto de hacia no debe ir el cine español. Estas macro producciones con estrellas internacionales y discurso rebajado de calorías que solo pretenden demostrar que somos capaces de hacer cine comercial tan colosal y adocenado como los demás.
    Hay gente joven con talento deseando realizar su primer largo. Y se ven privados de desarrollar su obra incipiente debido a que ahora jugamos (salvo honrosas excepciones) a ser nuevos ricos.
    La película de Gracia no está mal, pero se queda a medio camino de lo que promete. Un abrazo

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  25. Esilleviana. No hay razón para disculparse, solo faltaba...Te agradezco la visita. Efectivamente Querejeta es ahora mismo un ejemplo de como sacar adelante proyectos personales e interesantes contra viento y marea y con escasos presupuestos. Y con resultados muy buenos. Que tomen nota unos cuantos. Un abrazo.

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  26. Aunque un poco tarde por haber estado de viaje, no quiero faltar a mi cita en tu rincón.
    Grande Querejeta. Es verdad que solemos valorar a los genios una vez que se han ido de este mundo, que le vamos a hacer, somos así.
    Me gusta tu espiritu crítico y estoy de acuerdo contigo en todo lo que dices.
    Siempre es un placer visitarte.

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  27. Martipaz. Nunca es tarde. Espero que hayas disfrutado del viaje. Comparto lo que dices e int6entaremos mantener el espíritu crítico cuando sea necesario. Un abrazo.

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