sábado, 15 de diciembre de 2012

OSCUROS LINAJES


Para el caso que nos ocupa vamos a comenzar con una cita. “Mi familia siempre ha sido muy extraña, supongo que como todas las familias de este mundo. A simple vista, parecía que todos estábamos firmemente ligados, unidos por unos lazos indestructibles, cohesionados por un cemento que nos amalgamaba en una visión unívoca de la existencia. Pero una observación más detenida me reveló pequeñas fisuras, tensiones ocultas y resentimientos diversos”. El párrafo pertenece al último y muy recomendable libro de la escritora Isabel Martínez Barquero, novelista y poeta que ha reunido para la ocasión un conjunto de relatos con la familia como eje vector. Lleva por título “Linaje oscuro”, de adorables ecos decimonónicos.
En él se conjugan de forma magistral dos conceptos que unidos dan como fruto un resultado tan hondo como brillante: Por un lado, una innata y asombrosa capacidad de observación de la naturaleza humana. Aplicando la minuciosidad del entomólogo, la paciencia del relojero, la refinada mirada siempre atenta a cada uno de los meandros, contradicciones y paradojas que encierra la institución familiar en sus diversas variantes, la autora demuestra un profundo conocimiento de lo que trata. Y lo mira de frente. Pero la cosa no queda ahí. Quien se adentre en sus páginas encontrará no sólo eso, ya que añadido a todo lo anterior el lector caerá presa del misterioso néctar que exhibe una narradora nata y apasionada, que se mueve con igual soltura dentro del costumbrismo como en las vertientes más psicológicas e incluso los impulsos criminales.



Un mosaico además, repleto de segundas lecturas y sorpresas inesperadas en lo temático. Y un festín en el exquisito manejo del idioma. Es tal la riqueza de matices que el proyecto en su conjunto no deja lugar a dudas. Su aparente sencillez es por tanto engañosa, ya que el atento lector, a poco que escarbe, descubrirá una obra de indudable personalidad y envergadura, capaz de aunar pasión, ironía y reflexión. Un viaje en el que los espejismos y las heridas abiertas conviven con un rico anecdotario que no excluye ni las espinas ni los enigmas, ni las sombras ni los abismos insondables que rodean al ser humano.
Decía Orson Welles que el impacto de toda obra importante es directamente proporcional a tres factores: la sacudida emocional e intelectual que provoca, el inmediato reconocimiento de lo que se nos cuenta como algo vivo e identificable y la infinidad de imágenes que evoca, sean de la experiencia propia o ajena.
Todas esas facetas “Linaje oscuro” las sobrepasa con creces. Centrándonos en el último apartado, este hermoso libro de relatos trae a la memoria personal pasajes varios sobre la faceta más íntima del ser.



También puede permitir e invitar al aficionado al cine a recuperar ciertas cintas relacionadas con el tema. Pero dada la alta calidad del libro no sirve cualquier cosa. Uno ha ido descartando propuestas como las de Ettore Scola o el almíbar simplista carente de aristas con el que hoy es descrita la familia occidental en el moderno cine americano. Aunque existan excepciones, como “Winter`s Bone”, “En la habitación” o “Las horas”.
Sin embargo, estos relatos van mucho más allá y en otra dirección. Teniendo en cuenta que cada lector es irrepetible y diferente, si nos pusiéramos a imaginar que clase de imágenes pudieran llegar a evocarse en el subconsciente del lector aficionado al cine, los resultados serían muy dispares. En mi caso particular, tal vez acudiría a cineastas mayores como Saura (La prima angélica) Buñuel (Viridiana) Victor Erice (El sur) o Montxo Armendariz (Secretos del corazón). No obstante, la experiencia literaria puede llevar a cotas aun más elevadas y terminar en lo más alto. Si la lectura de una obra de Tennesse Williams evoca los fotogramas de “La noche de la iguana”, la lectura de “Linaje oscuro” puede llevar a pensar en Ingmar Bergman. Tal es su profundidad y su alcance.
Por tanto, cuando uno lee un párrafo extraído del relato “los ingredientes secretos” que dice “miro a mi madre con lentitud. Me gusta observarla cuando está atareada y no es consciente de que mis ojos escudriñan todos y cada uno de sus gestos y acciones” a parte de terminar ese relato y los que le siguen, uno siente una imperiosa necesidad de revisar “Sonata de Otoño”, film de Ingmar Bergman de 1978.



Lo raro es vivir, decía Carmen Martín Gaite. Y hacerlo de forma digna y entusiasta sin que las sombras de Kafka, Paul Bowles o Chejov acechen es aun más complejo. En “Sonata de otoño” Bergman vuelve a enfrenarse a la carcoma, a mostrarnos su particular sinfonía de la vida de las marionetas humanas repletas de gritos y susurros. Una película de proporciones inabarcables que arrastra al espectador a un espejo nada deformado en el que se reflejan los complejos lazos familiares, la aflicción, el resentimiento, la soberbia, el perdón, la teología, el egoísmo y la ira.
El cuadro familiar es de altísimo voltaje. Un pastor casado con una mujer que no le ama pero con la que ha firmado un falso armisticio, un amable pacto de no agresión. Una esposa fría y desorientada por carencia de afecto, de carácter aparentemente suave, dócil y pusilánime que esconde un continuo debate interior, un inmenso dolor tapado por el manto de los buenos modales, con fantasmas familiares sin resolver. Hay más. Un hijo perdido pero muy presente, algo así como el reverso de “El sexto sentido”. Una hermana impedida psíquica y físicamente en la que vuelcan sus cuidados. Una búsqueda de refugio espiritual a una tormenta de hielo que no cesa. Y una carta que es a la vez una invitación y una plegaria. Como respuesta llegará la madre ausente, gran diva de la música y de si misma. Madre e hija tras largos años de ausencia se encontraran frente a frente.



El programa musical incluye un preludio de fingidas buenas maneras y afecto, un entreacto en el que asoma la implosión, humillaciones y velados reproches,  un plato fuerte con explosión restallante, un vendaval sin descanso y a tumba abierta. Y por fin los rescoldos del desolado campo de batalla. Todo en un continuo desfile por la pasarela del dolor más íntimo y lacerante, el reproche, la autocompasión y finalmente el acceso de ira. Una noche de insomnio será el marco en el que la hija intentará ajustar cuentas y resolver problemas de imposible solución. Una lucha feroz entre el raciocinio y lo instintivo. Entre el acceso de furia y la súplica de perdón. Y por encima de todo, un deseo último de aplacar y poner paz en el alma torturada. Por supuesto, de semejante combate sin remisión nadie sale indemne.



El encuentro de madre e hija no puede soslayar otro no menos volcánico para los aficionados. El de Ingmar e Ingrid. Bergman versus Bergman. Este apartado merece alguna consideración. Es imposible soslayarlo sabiendo todo lo que sabemos sobre la vida de Ingrid Bergman a partir del día en que se le ocurrió ver “Roma citta aperta” de Roberto Rosellini. El calvario que sufrió durante décadas tanto en Italia como sobre todo en Usa, es difícil de soportar para cualquier corazón sensible con la mente lúcida. Que en 1978, Ingrid Bergman se atreva con este vía crucis saltando al vacío asombra. Máxime, cuando ya había demostrado todo en el cine y estaba fuera de toda duda que es tal vez la mejor actriz de la historia.
No debió ser decisión fácil. Y menos bajo la batuta microscópica de Ingmar Bergman. Pero como dice el clásico, siempre hay una estación más dolorosa en el camino hacia el infierno de Dante. Por tanto, por si no hemos visto sufrir de mil maneras a Ingrid Bergman, desde “Encadenados” hasta “Atormentada” pasando por “Strombili” y “Juana de Arco” aquí llega al más difícil todavía. Nada menos que una diva del piano que abandonó a su marido y a sus hijos para correr mundo junto a sus amantes, y que alcanzada la gloria profesional y asomándose a su ocaso, ve como su confusa hija invierte la ecuación, se convierte en un remedo de Saturno y tras constatar que no la comprende intenta devorarla. ¿Estamos o no ante un linaje oscuro?
Ese plano soberbio en el que Liv Ullman contempla a su madre tocar el piano con el talento del que ella carece, intentando descifrarla, parece una mirada al abismo, al propio averno. Admiración, incomprensión, envidia y autocompasión se dan la mano de forma majestuosa en un solo plano. Que tiene su réplica en uno anterior igual de soberbio cuando toca la hija y escucha la madre.



Los muchos demonios interiores de madre e hija se afrontan de forma aparentemente diferente pero en el fondo idéntica. La madre mirando de soslayo al dolor, sin atreverse a enfrentarse a fondo a las deformidades del alma humana y sufriendo en tormentosos soliloquios, consciente de su soberbia y sus errores. Ya lo dijo Maquiavelo “la naturaleza de la soberbia es mostrarse insolente e indolente en la prosperidad y abyecta y humilde en la adversidad.” Por su parte la hija vive el autoengaño de una aparente y piadosa vida plácida que esconde un furioso y voraz apetito de venganza que nunca se verá saciada. Ese al que da rienda suelta cabalgando en alas de la ira y del que después se arrepentirá buscando la reconciliación, con su madre y con su espíritu.
Ambas se retuercen y cargan con una pesada losa de dolor pero algo finalmente las distingue. La madre no oculta e incluso exhibe su vida licenciosa, vestido rojo incluido. La hija finge ser un ejemplo de mujer comprensiva, sumisa y piadosa que canta en la iglesia y cuida de su hermana. El tiempo de forma implacable pasa, y la carcoma prosigue incansable su trabajo y corroe a ambas por igual.
El resto del cuadro no queda atrás. No conviene olvidar a ese marido que prefiere confesar sus más íntimos temores a su suegra que a su esposa. Ni a esa hermana cuyas entrañas despiertan en una escena escalofriante cuando avanza como un reptil por el suelo pidiendo su turno en el debate femenino de reproches, humillaciones y sangre hirviendo. Al final, Bergman nos asoma al cuarto oscuro del alma humana. Una ceremonia de seres sin brújula, refugiados en extrañas soledades abocadas al nihilismo.



Hay quien considera “Sonata de otoño” un Bergman un tanto tremendista y menor, lejos de su admirable trilogía del silencio. Se olvida tal vez que esos adjetivos no son aplicables al maestro sueco. Capaz de indagar en nuestras llagas más profundas y a la vez introducir gotas de humor e ironía a un drama sin paliativos. Un experto en radiografiar las distintas caras del ser vivo y sus tormentos a través del rostro. Un cineasta incomparable a la hora de poner en imágenes oscuros linajes.   


40 comentarios:

  1. ¡Menuda sorpresa, Víctor!
    Lo primero: muchísimas gracias por esas palabras sobre "Linaje oscuro". Me han llegado muy dentro y me cuesta comentarte, pues la vergüenza me lo impide. Pero te aseguro que me has dado un alegrón. Que te hayas leído el libro es ya todo un halago y que hayas sacado de él esas conclusiones, miel sobre hojuelas. (Me late fuerte el corazón).
    Por último, y como guinda del pastel, nos metemos de lleno en "Sonata de otoño", una magnífica película de Bergman que recuerdo muy bien, pues son de las que impactan, de las que se quedan grabadas en la memoria por la intensidad de las emociones que en la misma se despliegan. Como tú, no estoy de acuerdo en que sea una película menor; para mí, es un "pedazo" de película que hace meditar al espectador sobre muchos recovecos de las relaciones familiares. Por no hablar de las dos actrices en estado de gracia que llenan la pantalla y hacen toda una sinfonía con sus gestos. Liv Ullmann e Ingrid Bergman quedaron para siempre en mi recuerdo como una virtuosas de la interpretación por esta cinta.
    Era joven cuando vi esta película y tu recuerdo de ella hoy me ha avivado las ganas de volverla a ver. Mucho, mucho, aparte de sentirme muy honrada porque ese "linaje" haya derivado en tu comentario sobre la soberbia "Sonata de otoño".
    Gracias. Me has emocionado.
    Ah, y un grandísimo abrazo.

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  2. Hubo un momento en que confundí la fotografía cuarta con Isabel...

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  3. A buena narradora, gran comentador. Menudo encaje. No sé cómo me las arreglaré para leer tu libro, Isabel. Pero ya me darás la dirección de la librería, para perderme de lleno en ese mundo tuyo tan entrañable y a la vez tan fantástico.
    Amiga del alma.

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  4. Isabel. La verdad es que pensaba utilizar simplemente la segunda cita para introducir la película. Luego la idea fue creciendo y pensé que el libro merecía un comentario.
    Y la verdad es que he sido un tanto pudoroso. Ante todo, debido a que esta es una página de cine, no de literatura.
    Sin embargo,vencieron las ganas de poner por escrito que la grata sorpresa me la he llevado yo. Es un libro excelente y ha sido un placer leerlo. Por tanto,las gracias en todo caso las da el lector a la autora, como debe ser.
    La película, que hacía un tiempo que no veía, dibuja un cuadro familiar, que como tu en tu obra, aborda muchas facetas y no esconde sus muchas aristas. Y es verdad, ambas actrices están sobresalientes.
    Por tanto, a quien desee ahondar en las muchas caras de la familia, que sepa que dispone de una opción en cine,muy buena, y de otra literaria igualmente rica y excelente. Por cierto, para cualquier interesado publica Ediciones Oblícuas. Un abrazo.

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  5. Paradela. Pues ahora que lo dices...Pero bueno, ya sabes que yo soy un tipo muy soso que le da tantas vueltas a todo que se le olvida fijarse en lo principal, en cosas como la belleza...Con lo fácil que es decir que son muy guapas las dos.Saludos

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  6. Tecla. Pues te agradezco el comentario y la visita. De todos modos entre la gran narradora y el humilde comentarista que simplemente elogia lo leido hay un mundo...De todas formas gracias. El libro es fácil de conseguir. Y lo disfrutarás seguro.Saludos.

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  7. No he visto el filme y no veo un tema para analizar por lo que me abstengo de dar algún comentario mayor pero como es Bergman es algo que tiene talento sin duda, lo veré en cualquier momento, que me intriga ver a los dos Bergman juntos. Un abrazo.

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  8. No he leido el libro de Isabel pero en eso de las familias..todos tenemos algo en común, fisuras y pequeños resentimientos.., no tengo más argumentos que añadir, pero si todo ésto te ha llevado a Ingrid Bergman me vale.
    La vida de la genial actriz tiene cierto paralelismo con esa historia en lo que concierne a su relacion con la hija sueca a la que dejó con su padre para irse con Rosselini, su biografia da lo suficiente como para ser una novela o película de su compatriota con el comparte apellido. Cineasta que como nos señalas urga en el alma y suele hacer llaga. Muy denso todo.

    Y me has dejado sin palabras porque me pierdo en la inmensidad de las tuyas.

    Un abrazo.

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  9. No tengo el gusto de conocer a la escritora Isabel Martínez Baquero. Pero, se atisba un libro interesante visto las interrelaciones entre los personajes de Bergman. Una debilidad cinéfila -especialmente- Liv Ullman.

    Por cierto, no conocía tu blog -pienso. que es muy interesante.

    Saludos, Ann@

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  10. Leyendo laa reseñas de Isabel Barquero, que muy cuidadosamente recoge, en un apartado de su blog, he llegado a la puerta de un buen crítico de cine. Y hay muy pocos. Pero lo que quiero resaltar ahora es su aspecto como crítico literario, que me ha gustado mucho. Lo explicas mucho mejor que yo, pero el fondo el mismo pensamiento: Que Isabel escribe con palabras sencillas los mas complicados, dramas de las relaciones familiares. No se corta un pelo, si ha de describir la escena del crimen, ni el crimen mismo. Utilizando su estilo de siempre, que es, hacer fácil lo más difícil.
    Saludos

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  11. Mario. Gracias por la visita en todo caso. La película con esos mimbres merece mucho la pena.El libro también. Un Abrazo.

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  12. Abril. La familia como institución es una auténtico manantial para extraer petróleo. Puede retratarse desde sus aspectos más dulces y entrañables hasta los más amargos y oscuros. El libro es muy rico en matices y me llevó a revisar la película de Bergman.
    En reaidad de los dos Bergman. Tienes mucha razón. Hay que ser una profesional como la copa de un pino para interpretar un papel tan complejo como este, y que tiene su paralelismo con su vida privada.
    Gracias por tus palabras,eres muy amable.Un abrazo.

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  13. Anna Genovés. Bienvenida y gracias por tus palabras. Quienes frecuentan esta página saben que no soy amigo de los halagos gratuitos, antes al contrario. Isabel ha escrito un libro soberbio. Y en una página de cine, tal vez la mejor manera de explicarlo es evocando una película que estéa la misma altura. No obstante, el libro también practica la fina ironía y hasta el negro sentido del humor. Si me permites un consejo, regálatelo para Navidad. No te arrepentirás.
    Me alegro de que menciones a Liv Ullman, que está impresionante, a la misma altura de los dos Bergman.Un abrazo.

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  14. Montserrat Sala. Bienvenida y gracias. Soy un auténtico despiste,no había reparado en ese apartado de reseñas. De todos modos no dejo de ser un aficionado que opina y que lo llamo crítica. Carezco de carnet.
    Cada uno lo percibe y lo cuenta a su manera. A mi me ha sorprendido tanto la descripción de ambientes como la construcción de personajes (esa tía Manoli, esa Maravillas).Pero sobre todo la personal e incisiva mirada que aporta al devenir cotidiano. Sí que hace fácil lo complejo. Saludos

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  15. Siempre es una buena noticia la publicación de un libro de relatos. Así que mis felicitaciones a Isabel por su Linaje oscuro. El tema de la familia es apasionante y por lo que escribes sobre su libro (y lo que he leído en los comentarios) promete ser una buena lectura.

    Así lo enlazas con una película que casualmente he vuelto a ver hace poco y que a pesar de su dureza se me hace hermosa, SONATA DE OTOÑO. A mí la escena clave y deslumbrante de la película es aquella que tan bien describes en de nuevo otro brillante post (espero que no te agote tanto piropo... pero, lo siento, es irremediable), la del piano. Cuando la misma pieza es tocada por hija y madre. Las miradas de ambas y su forma de tocar son una revelación continua...

    Besos
    Hildy

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  16. Hildy. Uno lo hace lo mejor que sabe o puede. El halago no molesta. Pero te pongo una condición: Cuando me salga una chapuza ahí te quiero ver también.Te lo agradeceré.
    En este caso es que una cosa llevó a la otra. Y del libro me fuí directamente al rescate de Bergman. La película mantiene un nivel altísimo. Me gustan mucho los soliloquios del marido y de la madre sola en la habitación. Las confesiones en voz baja... Pero es verdad, esa escena del piano a ritmo de Chopin es cine de muchísima altura. ¡Y como estan las dos actrices!. Un abrazo

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  17. Hola V. Suena muy bien el libro tal y como lo describes. Y la modesta opinión de la autora en este mismo post hace aún más apetecible su lectura. Mis ratos destinados a la lectura cada vez son menores, así que no voy a decir que lo leeré pues no lo sé, pero lo tendré en cuenta.
    Decirte que tanto Viridiana como El sur me parecen películas magistrales sobre el tema familiar, para que no se diga. También Secretos del Corazón, aunque varios peldaños por detrás y lamentablemente, aún no he visto "Mi prima Angélica".
    Soy muy fan de Bergman y he visto casi toda su filmografía. Pero Sonata de Otoño la recuerdo vagamente, lo que quiere decir que quizás no me impactó tanto como otras. Apetece revisarla tras leerte. De Bergman me quedo con "Persona" o "Los comulgantes" o "Fresas salvajes" por encima de las otras. Pero bueno, no es el tema que nos ocupa hoy.
    Es cierto que es difícil tratar el tema de la familia y que hoy día se tiende a edulcorarlo todo. También hay familias y familias, porque si todo fuese como Bergman lo ve sería para un suicidio colectivo, pero bueno. Hace tres o cuatro años se rodó y estrenó una película en catalán Tres dies amb la família, pero que seguro se puede encontrar o bien subtitulada o bien doblada, que trataba el tema desde una perspectiva muy seria. Era una ópera prima de una recién graduada en dirección de cine, lo que aún la llenaba de más mérito. No sé si la conoces. Si no, y si me permites, te la recomiendo.
    Un abrazo.

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  18. David Amoros. Conozco la existencia de la película ya que si no recuerdo mal su actriz principal optó al goya e incluso la película también, como mejor producción novel, Pero ya sabes, a provincias no llegó.Por supuesto que tomo nota.
    Hoy coincdimos. La modestia de la autora es inversamente proporcional a la calidad del libro, de gran interés. Y no solo interés, es que se saborea con gusto. Cuestión a parte es el tiempo del que se dispone.
    La filmografía de Bergman es harina de otro costal. Me costaría elegir,la verdad. Por cierto, no se si lo consideras un autor en activo. Y ya sabes por donde voy. Creo que tal vez no, ya que se va, vuelve, hace guiones, dirige teatro o tv, se vuelve a ir.
    Y claro que si, hay "familias" a lo Coppola, a lo Tenesse Williams "la gata sobre el tejado de cinz" e incluso familias distópicas como la de Leon de Aranoa. Bergman tiene de todo, desde esta a "fanny y Alexander" o el guión de "las mejores intenciones". Un abrazo.

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  19. El libro de Isabel Martínez Barquero debe ser muy interesante y entretenido para que tú, un especialista en el arte de comentar detalles y análisis minucioso sobre el compartamiento humano a través de la imagen real y representativa de los libros, haya decido publicar este post. Comparar Linaje oscuro con Sonata de otoño, supone una revalorización del libro.

    Un abrazo

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  20. Esilleviana. Bueno, en realidad el libro tiene valor en si mismo y se revaloriza por si solo. Lo que ocurre es que esta es una página de cine. Tal y como explico la cosa fue engordando. Pensaba hacer una somera cita para introducir la película, y finalmente me lancé a realizar un comentario más amplio del libro por dos razones: La primera, que fue el propio libro el que me llevó a volver a ver la película. La segunda es que en mi modesta opinión, tienes mucha razón, el libro se lo merece, así de sencillo. Gracias por pasar. Un abrazo

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  21. Amigo, Víctor. Un post lleno de generosidad y elucubraciones hermosas, en torno a la última obra de la escritora IMB. Y desde aquí, le envío un saludo y feliz trayecto literario. Volviendo al eje del comodín entre “Linaje oscuro” y la temática de obras tan introspectivas, de Buñuel, Daldry, Erice, para desembocar en “Sonata de otoño” del maestro sueco con su film producción Made in Germany. Pero, de rubrica —indeleblemente— de D. Ingmar. Un drama familiar sobre los anhelos, las incertidumbres y la frustración. Fantástico paralelismo, que he de aplaudir porque nos estás diciendo mucho de las letras de esta escritora. No obstante, te voy a ser sincero. No soy muy Bergmaniano. Me pasa como con Saura. Es decir, soy muy de Sven Nykvist y su padre intelectual, el irrepetible V. Sjöström. Un cineasta irrepetible, que le faltó suerte y confianza en sí mismo por los USA. Pero, amigo hay tres films del discípulo—citado en el post—,que como dijo aquello tan socarrón mi amigo Ford ¿Y quién es ese sueco que tanto me quiere? El primero, “Las fresas salvajes” (1957). El segundo, “Noche de circo” 1953— me vuelve loco—todo lo que ocurre en ese Carnivale. Y el tercero, “El séptimo sello” (1957) repitiendo añada. Por lo tanto, siempre le estaré eternamente agradecido todos los días gracias por existir. Y haber disfrutado con las interpretaciones de estos maravillosos actores: Max Von Sydow, Bibi Andersson y la magnética Liv Ullman (aquí en este film, lo borda) y lo largo de todas sus colaboraciones. Cuando veo su mirada, entro en un estado de sobredosis endorfínica. Resumiendo, espero seguir Viajando “por la sala oscura” durante mucho tiempo. Un abrazo

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  22. Bueno Victor, felicidades has hecho un estupendo comentario, ligando libro y película para despertar en tus lectores la necesidad de lanzarse al consumo de ambos para experimentar todas esas emociones desgarradoras que describes con emoción y devoción.
    Me pondré a ello.

    Saludos

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  23. Bueno V, con la magistral Saraband aseguró que se retiraba del cine (de hecho ni era un producto pensado para el cine) así que fiándome de su palabra (y te aseguro que por desgracia) no lo considero un director en activo para el cine. Un abrazo.

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  24. JC Alonso. Gracias, la sala está abierta permanentemente. Unicamente decirte que el acomodador es un poco vago, de modo que tu mismo escoges fila y butaca.
    La perspectiva del paralelismo es muy personal, aunque he respirado cuando la autora ha dado el visto bueno. Y estoy seguro de que te agradece el comentario.
    Para no ser muy Bergmaniano, veo que has disfrutado, sufrido, gozado de muchas de sus películas, Y de esa forma de dirigir actores y actrices extrayendo auténtica magia. Escoger un film suyo, o dos o los tres mejores me resulta muy dificil. Es más, me niego. Esun autor tan enorme y con tal capacidad de sugerencia que me quedo con el pack completo.
    Muy interesante el apunte sobre el protagonista de "Fresas salvajes" del que en ocasiones se habla menos de lo que merece. Saludos.

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  25. David. Muchas gracias. Estoy convencido de que disfrutarás tanto del libro como de la película.Un abrazo.

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  26. David Amorós. Lo suponía,ya que en realidad es así. Es cierto, él mismo lo anunció. Aunque para un personaje como este,debe ser dificil decir adiós del todo. Por eso creo que escribe guiones o dirige alguna pieza teatral. Y lamento igual que tu que no esté en activo como director. Un abrazo.

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  27. Creo que has sabido relacionar muy bien el contenido del libro con la película de Bergman que, mmm, vergonzosamente no he visto.
    Últimamente creo que están proliferando las películas de corte más intimista, donde se analiza el microcosmos de las relaciones familiares. Y qué mejor ámbito para analizar eso que la familia! Creo que hay elementos comunes con los clásicos como el que presentas. Como tú mismo dices y como te comentan, sin embargo cuando se trata de cine edulcorado con final feliz, no solo resulta no creíble sino también cargante.
    En ese sentido me he acordado de Ana Karénina, que estoy leyendo ahora, cuyo principio es ya un lugar común en la sabiduría: "Todas las familias felices se parecen, pero las infelices lo son cada una a su manera."
    No me extraña que el ámbito familiar haya generado tantos ríos de tina y tantas cintas, es donde podemos analizar muchos aspectos del ser humano y de la sociedad de que forma parte.
    Un abrazo, V.!

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  28. Dona Invisible. De vergüenza nada. A todos nos falta mucho por ver y por leer, sobre todo al ritmo al que se publica.
    Gracias por tus palabras. Comparto lo que dices. La familia es un microcosmmos en el que caben galaxias completas, con sus agujeros negros incluidos.
    Que bueno lo de Anna Karenina, y cuanta influencia tiene la sociedad y la familia en su destino. El tema seguirá generando ríos de tinta,no te quepa duda. Un abrazo.

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  29. El texto es tan rico en matices y propuestas que difícil lo pones para poner un comentario en este cuadrito tan pequeño.Magistral,de verdad.Sobre ese linaje oscuro me viene a la memoria la obra del genial Nathaniel Hawthorne.Es que no somos más que eso.

    Aprovecho para desearte unas felices fiestas,amigo y un fuerte abrazo.

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  30. Francisco Machuca. Viniendo de vos se agradece infinito. Gracias Paco. Mis dudas tengo sobre lo que somos, pero no le faltaba razón al maestro. Por mi parte, intento descifrarlo ganando tiempo al tiempo.
    El abrazo y la amistad compartida espero poder experimentarla en persona en esa terraza que frecuentas algún día. Mientras tanto,lo mismo te deseo, felices fiestas salud y viento favorable.

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  31. Me quito el sombrero como muestra de respeto por una reseña que me descubre aspectos inadvertidos en la primera y única visión de esa buena pieza que me confirmó, años ha, mi incompetencia a la hora de enfrentarme al cine del Ingmar Bergman, al que habré de darle una nueva oportunidad -o mejor, dármela yo, ya adulto- para comprobar si esas bondades que articulan tus opiniones me siguen pasando desapercibidas o es que no me acaban de convencer.

    Lo cierto es que en ocasiones me siento como un bicho raro porque el cine de Bergman siempre me ha parecido un pelín artificioso y por tanto increíble en el peor aspecto de su acepción.

    Felices fiestas: que sea leve la sesión "cinéfila" de este año.... :-)

    Un abrazo.

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  32. Josep. El sombrero ya sabes que no conviene dejarlo lejos. Es mejor tenerlo a mano. En realidad me sorprende que un buen gourmet como tu no disfrute con esta pieza de cámara.
    Pero bueno, admitiendo que Bergman en ocasiones no es un cineasta que lo ponga fácil, creo que esta precisamente es una de sus obras más accesibles. Pero si repites y no te gusta, eso no te convierte en bicho, ni en raro. Para eso ya está un servidor.
    En esta página no comento esas sesiones por temor a que se lean. Hay que tener cuidadín. Pero en tu casa tendrás cumplida información. Felices fiestas.

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  33. V, paso con el tiempo justo, esta semana ha sido una locura, para felicitarte las fiestas y desearte un prospero 2013. A ver si con el principio del año vuelve la normalidad, es decir visitar los bloggers habituales con más calma.
    En calquier caso, Felices Fiestas.

    Roy

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  34. Roy. Señor Juez, o Señoría, muchísimas gracias. Te mando los mismos deseos. Cuida esos acres. Salud y felices fiestas.

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  35. No he podido terminar el libro de Isabel, necesito un tiempo de serenidad que ahora no tengo por distinto asuntos familiares, pero lo que es indudable es que borda esos pequeños, y en el fondo enormes, lunares que existen en las relaciones. Y que se deforman si son en las familiares, pues con tal de mantener las formas, el cariño o la costumbre, van derivando en diferentes y variadas "cargas de profundidad".
    Su finura al narrar las distintas historias, sin que aprentemente ocurra casi nada, me asombra.
    En cuanto al gran Bergman, ídolo de aquella lejana juventud, tantas veces incomprensible (je je, tanto la juventud como su cine), será siempre uno de mis referentes, con su bisturí frío y decidido ante la vida y el amor.
    Querido Víctor, mis mejores deseos, los posibles digo, para estas fiestas, un fuerte abrazo y te sigo en el 2013. Ciertamente.

    P.D. Me gusta mucho que hayas escrito tan acertadamente sobre Linaje oscuro, me encanta su autora, como escritora y como persona.

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  36. Virgi. Pues sin tener el gusto de conocer a Isabel más allá de los comentarios y sus textos,suscribo la posdata.
    Pero te diré más, independientemente de que ha sido un honor mencionar el libro, he intentado abstraerme de la autora a la hora de leer y decir algo sobre el libro que estuviese a la altura. Comparto todo lo que dices. Finura para tratar temas delicados y potentes. Exactamente.
    Espero alcances cuanto antes esa serenidad necesaria. Y una vez que sabemos que el mundo sigue, mis mejores deseos también para ti. Antes, durante y después de las fiestas. Un fuerte abrazo.

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  37. Te diré que, a consecuencia de esta entrada, me apetecía mucho volver a ver "Sonata de otoño". En el momento que pude, volé a por ella y nada, que no andaba por ningún lado. Pero tuve fortuna en uno de los sitios de mi peregrinaje, hubo suerte y se quedaron encargados de pedírmela. Estoy deseando que me llamen para que me digan que ya ha llegado.

    Otra cosa que se me olvidó decirte fue que también me parecieron de gran altura el resto de las películas que citas, como las de Buñuel, Saura, Armendariz Víctor Erice (aunque en esta última prefiero a su Adelaida por escrito, deformaciones de "letraherida", un pecadillo que sé que me perdonarás).

    Un abrazo y gracias de nuevo por esta entrada. Te confesaré que es para mí una auténtica joya, pues ya nos conocemos de tiempo y sé de tu cultura y buen gusto literario. ¡Qué suerte la mía!
    Otro abrazo, hala.

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  38. Isabel. Espero quie disfrutes de la película.Es verdaderamente intensa.Y sobre lo demás, creo que en algún otro comentario lo he dicho. Las gracias a ti, escritora. Yo simplemente me limito a glosar y comentar. Lo que tiene verdadera valía es tu empresa. Por tanto discrepo:Suerte la mía y la de todo aquel que se recree en la lectura de tu libro. Un abrazo.

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  39. Angel Lys. Muchas gracias, bienvenido.

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