jueves, 9 de junio de 2016

RAICES PROFUNDAS


Cualquier excusa sirve para volver al cine y abrir la sala oscura. En este caso, un spot publicitario sobre la última película de Icíar Bollain “El olivo”. Decía que era “una película necesaria”. A nadie sorprenderá que Bollain y su guionista Paul Laverty continúen inasequibles al desaliento inmersos en su particular cruzada por mostrar al espectador todas aquellas lacras que asolan al mundo moderno elaborando una vez más un film de tesis con varias lecciones morales. En este caso en torno al ecosistema, las raíces, nuestra íntima relación con la tierra y los lazos sanguíneos que nos unen a la naturaleza para terminar apuntando su diana al corazón de la tormenta económica. Todo en el marco de esa aldea global presa de una globalización mal entendida. Al respecto he de decir que este humilde cronista se equivocó, como la paloma de Alberti. No atiné bien las coordenadas cuando en 2011 finalizaba la crítica de la película de Bollain “También la lluvia” pronosticando que tras agitar su bienintencionada conciencia turística de tesis en Sudamérica, su próximo destino tal vez fuese Birmania, Marruecos o el Sahara.


Craso error de cálculo, se fue a Katmandu, film que no he tenido oportunidad de ver. Para cerrar el círculo ineludible, en esta ocasión, siempre acordes a su sincero compromiso social,  Laverty y Bollain nos proponen un viaje al corazón del problema. Convencidos sin duda de que ya han aleccionado y avisado suficientemente al espectador mostrando las desigualdades sociales y derramas éticas en diferentes partes del planeta, toca dirigirse al núcleo, al alma en el que yace el mal del neoliberalismo capitalista depredador. Por tanto su film opera en dos direcciones. Por un lado, el citado apego a la tierra, al vínculo intrínseco que nos une a la naturaleza como marco. Una lección que lleva en la mochila un claro aviso a la necesidad urgente de recuperar el humanismo más solidario como fuente de salida a nuestros muchos problemas.


Pero el asunto no queda ahí. Bollain da un paso más y embarca a sus protagonistas en una misión tan quiijotesca como valerosa apuntando con su lanza hacia el origen del mal, introduciendo a sus héroes en las mazmorras del castillo de donde surge toda la mancha que corroe el sistema. Un molino de viento muy real. Abusando de simbolismos un tanto impropios para una empresa de este calibre no duda en cargar a sus héroes con una enorme estatua de la libertad viento en popa hacia una multinacional alemana sita en Dusseldorf, empresa falsaria que por supuesto, engaña implantando como marca de fábrica la imagen bíblica del olivo del abuelo de la protagonista, mientras incumple deliberadamente con los niveles medioambientales contaminando a destajo. La lección de pedagogía fílmica no deja ningún cabo suelto a la hora de elaborar un discurso evidente, que habrá quien disfrute, si se reactiva esa conciencia que Bollain considera dormida y habrá quien ignore.


Y aquí volvemos al comienzo. Al debate sobre el carácter pedagógico del arte. No deja de ser curioso que sea John Fowles en su ensayo titulado “El árbol” quien manifieste que” la naturaleza y el arte son hermanos, ramas de un mismo árbol”. La utilización del arte en sus diversas expresiones como elemento de arma política, partiendo de la idea primigenia de la función docente del arte, fue objeto de agitadas discusiones al hilo del pensamiento decimonónico. En un artículo publicado en 1879 Emile Zola se alineaba en contra de la función pedagógica del arte defendida por Proudhon, quien consideraba que la pintura debía decir algo más allá de lo estrictamente pictórico. Zola, defendiendo a Manet, atacaba a Proudhon considerando que no se puede exigir al artista obligatoriamente que nos instruya, negando tajantemente la influencia de una imagen presuntamente didáctica sobre las ideas y costumbres de la sociedad. Joseph Sloane reivindicó lo importante que es la conquista por el artista de lo que él denominó la “neutralidad del sujeto”, afirmando que lo importante en el arte es cómo se pinta y no solo lo que se pinta.


No obstante, y viajando hasta el celuloide, el debate sigue abierto. No faltan voces que denuncian en la actualidad la mística de las imágenes vacías. Films plagados de fotogramas huecos e inertes, carentes de cualquier discurso articulado y destinados al mero disfrute fugaz, con ausencia de tema, discurso, alma. A Iciar Bollain no podrá acusársele jamás de eso. Su cine de tesis está plagado de ideas. Su periplo fílmico, del que “El Olivo” no es una excepción, viene siempre cargado de un didactismo que roza el adoctrinamiento. No estamos ante el disfrute del epicúreo, sino ante la lección moral. Y ello no tendría por qué ser un debe en el film, si sus valores intrínsecamente fílmicos estuviesen a la altura. 


Pero lamentablemente, es precisamente en el apartado fílmico en el que Bollain tropieza una vez más pese a sus  intenciones. No se trata ya de lo obvio, esquemático y simbolista del guión, es que su plasmación en imágenes aleja al menos a este espectador de aquello que se busca desesperadamente con cada fotograma: la indignación y la toma de conciencia de aquellos presuntos valores olvidados. Sus lecciones sobre la importancia de la tierra y el vínculo con la sangre están muy lejos de Milton y “el paraiso perdido”. Su simbología con el abuelo y el árbol de la vida resulta pedestre, esquemática y azucarada. Muy lejos de la complejidad que se expresa en novelas tan contundentes y recias como “la higuera” de Ramiro Pinilla.  La peor noticia llega cuando una película que se pretende revolucionaria en sus planteamientos reivindicativos, termina asemejándose en su primera mitad a conservadoras películas amables de reconsideración moral, como “Un buen año” de Ridley Scott, en la que un agente de bolsa redescubre sus valores esenciales olvidados al abrigo de los viñedos de su abuelo. 


Y en su segunda parte, la del viaje y enfrentamiento a una multinacional, el planteamiento de misión al filo de lo imposible no está muy lejos de otra película de Ridley Scott. En este caso “the martian”, en la que también se hace un canto humanista de corte naif, un “sí se puede” sideral al otro lado de la galaxia, mientras el héroe redescubre el valor de sembrar patatas. Lejos estamos aquí de “el árbol” film de Julie Bertucelli, con aromas místicos y fantásticos o “Amama” film de Asier Altuna que deja, por la belleza y sinceridad de sus imágenes y complejidad dramática casi en pañales al de Bollain. Planteando idénticos temas pero profundizando con mucho mayor pulso en las razones atávicas y esotéricas del conflicto del hombre ante el milagro natural, los lazos de sangre y el apego a la tierra. Sin esconder sus aristas. Aun así queda en el aire si esta es o no una película necesaria, pues pese a su eje dramático de corto alcance (esto tampoco es “una historia verdadera” de Lynch) dibuja un relato, que sin tanta carga ideológica podría resultar sugerente, incluso como metáfora o cuento. 


Iciar Bollain y Paul Laverty, dibujan parábolas que aspiran a hacernos mejores personas en un hipotético mundo mejor, desconociendo que hay personas irrepetibles, que sin dar lecciones de nada, sí reactivan el flujo sanguíneo y moral sin impartir grandes discursos. Personas que simplemente dan un ejemplo de libertad, compromiso e independencia insuperable. Personas, estas sí, necesarias, que disfrutan de la vida y de la naturaleza en todo su esplendor practicando la camaradería, la generosa solidaridad y el humanismo sin necesidad de sermonear. Personas que no necesitan que nadie les explique la importancia de plantar un árbol, ya que tienen su finca llena, de amigos y de manzanos, limoneros, perales y ciruelos en flor. Personas en suma de raíces muy profundas. En un rincón de Orense hay un árbol bautizado V.

 Esta entrada está dedicada a la memoria de mariajesusparadela 

39 comentarios:

  1. Dice Oscar Wilde que una obra de arte es el resultado de la fidelidad del autor a sí mismo. El arte es la forma más intensa de individualismo que el mundo ha conocido. Un obra de arte malsana es una obra cuyo tema es elegido deliberadamente, no porque el artista encuentre placer en él, sino porque cree que el público se lo pagará. ¿Será eso lo que le ha pasado a Bollain o es simple torpeza al querernos adoctrinar?

    No me gustan las lecciones morales cuando voy al cine, además eso de la importancia de la tierra y el vínculo con la sangre me provoca escalofríos y no me emociona nada, más bien me da pavor. Esos esencialismos que nutren los nacionalismos me dan repelungo.

    Tuve la oportunidad de verla y no me decidí, opté por otra película... parece que tuve un pálpito :))

    No conocía a María Jesús, pero me la había cruzado en algún blog. Lo siento.

    Un abrazo!!

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    1. buen aporte el de Wilde. Lo que le sucede a Bollain es que su película una vez nmás es un recetario en el que se ella plantea las preguntas y te da las respuestas...no deja margen al espectador para que saque sus conclusiones ya que ella te las suministra.
      En lo referente a la tierra, no se refiere a nacionalismo alguno, es un canto a la madre naturaleza y nuestros vinculos con ella. Tal vez lo expliqué mal. Un abrazo

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    2. Muchas gracias, ya me gustaría pero uno hace lo que buenamente puede. Un saludo

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  2. Jo! Qué fuerte lo de mariajesus y eso que yo ni seguía su blog. Pero cuando he visto tu línea me he acordado de la entrada que le dedicó Blue así como del motivo y...pues eso.
    Me he acordado también de Anro, claro.
    En fin...
    La peli no la he visto, así que no sé si falla, acierta o lo que sea.
    El debate que planteas me parece muy interesante. No es solo lo de forma-contenido, sino la utilización o las distintas funciones que pueda tener el arte: formadora, educativa, conciencidor... lo que sea. Al final es un poco lo que decía ¿Wilder? Primero debes entretener, el resto es secundario. Y es que si aburres, da igual lo interesante, importante o trascendental que sea eso que cuentas...nadie prestará atención.

    Un abrazo y ya era hora!!

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    1. Una auténtica pena, desde luego. Su blog con sus impagables cortos sigue abierto. No me atreví a poner uno ya que sale su voz y lo descarté, aunque estoy seguro que a ella no le hubiese importado.
      El debate tb a mi me parece interesante, es más, es el que me ha llevado a hacer la entrada. Coincido con Wilder y contigo...creo que Disney era de la misma opinión. Un abrazo

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  3. Primero que nada..un gusto volver a tu sala que debía estar cerrada por reformas..no sé. ;P
    Y el tema interesantísimo. No he visto la pelicula, sí la de Rusell Crowe ya sabes..yo soy más de films amables y superficiales ;P
    Tampoco me gusta que me den todas las respuestas. Prefiero finales abiertos o cuando menos historias que me entretengan, ahí a muerte con Wilder..luego si tienen algo más..mejor que mejor.
    En el arte, en general o en particular, no sé..umm..casi estoy más con aquello de "cómo se pinta que lo que se pinta"..es dificil separarlo. De cualquier modo te tiene que llegar sino te dice nada me da igual que sea la quintaesencia de la perfección.

    No conocia a la bloguera, sí, la he visto por aquí. ¡Mira que lo siento de todos modos!. Te encariñas con la gente aunque no la conozcas en persona..ya sabes..siempre volvemos al mismo ausente.

    Un abrazo

    P.D. No tardes (porfi) otros nueve meses..esto ha sido un parto..;P

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  4. Posdata:

    Al ver el título de la entrada pensé que ibas por el western clásico..me dije ¡mira qué bien!..Ay la tierra y los árboles, la naturaleza..yo soy como el perro de Obelix..lloro cuando derriban un árbol.

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  5. Abril. te respondo en pack. En la película en la que aparece Shane ya sabes que se esfuerzan y mucho para arrancar el tronco del arbol, que se resiste y mucho.Espero no tardar tanto
    Un buen año no es una mala película aunque se la dió mucha tiza...y no me parece superficial, pero responde a un esquema clásico que funciona. No creo que a Bollain lke agradase la comparación, pero salvando las distancias, tienen puntos en común.
    El tema del arte y su función o no función da mucho de si.
    Y si, uno termina tomando aprecio a gente que en fin...para la próxima intentaré acabar de forma más alegre. Un abrazo

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  6. Abril. te respondo en pack. En la película en la que aparece Shane ya sabes que se esfuerzan y mucho para arrancar el tronco del arbol, que se resiste y mucho.Espero no tardar tanto
    Un buen año no es una mala película aunque se la dió mucha tiza...y no me parece superficial, pero responde a un esquema clásico que funciona. No creo que a Bollain lke agradase la comparación, pero salvando las distancias, tienen puntos en común.
    El tema del arte y su función o no función da mucho de si.
    Y si, uno termina tomando aprecio a gente que en fin...para la próxima intentaré acabar de forma más alegre. Un abrazo

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  7. Un alegría que hayas vuelto para seguir leyendo tus suculentas entradas.
    Desde luego, el arte forma parte de la naturaleza, es la mirada humana filtrada por nuestras emociones y experiencias e intenciones. Un árbol es un símbolo poderoso, representa la vida, la plenitud de una existencia dedicada a dar.
    Pues no tenía pensado ver la peli de Bollaín pero he cambiado de opinión mientras te leía. Iré y la disfrutaré. Gracias

    Un abrazo

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    1. Pues si, aqui estamos de nuevo. Y el arbol como simbolo y metafora de la vida tiene largo recorrido, raices y frutos.
      Espero que la disfrutes, un abrazo

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  8. Bien sabes que ando estos meses muy arborecido, así que tu reseña me viene al pelo, que se dice. No he visto la película de Bollaín (a la que sé siempre bien intencionada cuando cuanta una historia), de modo que no puedo sino fiarme de tu buen criterio cinematográfico. Por lo que cuentas, parece que le falló el péndulo de zahorí que recibió en El Sur de manos de su padre de ficción y no halló agua con que alimentar las raíces del discurso social de su Olivo, y bien que lo lamento, porque es necesario atacar a esos molinos de viento que son las multinacionales. Pero, como bien dices, hay que hacerlo partiendo de la idea de que el espectador puede y debe acudir a capas más profundas de las tesis planteadas: al parecer, en este caso la película prefiere quedarse en la superficie, que es la forma en que hoy en día se pretende llegar a un mayor número de “consumidores”… Veré la película, antes o después, y juzgaré por mí mismo. Mientras tanto, bienvenida sea la luz de nuevo a esta sala oscura. Abrazos.

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    1. Me consta Juan...y sigue x ese camino que no tiene precio. Muy atinado ese recuerdo de Omero Ontonutti buscando agua. Haces bien en verla y juzgar x ti mismo. En mi opinión las mejores intenciones no siempre bienen acompañadas del mejor cine, aunque su voluntarismo y su compromiso no lo pongo en duda. Un abrazo

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  9. No he visto la película, Víctor, por lo que poco puedo opinar. Sí te diré que me seduce poco ir a verla. Quizá por la publicidad poco seductora según mi entender. De ella he deducido eso que tú calificas en tu entrada como contenido pedagógico. Y es que cada vez aguanto menos las moralinas directas, mondas y lirondas. Me resultan encorsetadas, faltas de frescura, como tomadas de un manual y teñidas de una cierta intransigencia que no me es agradable.
    Por el contrario, prefiero cualquier manifestación artística que me lleva a pensar y a sacar una serie de conclusiones sin que me adoctrinen.
    Tal vez nos hemos hecho muy mayores para repasar catecismos.

    Me ha llegado tu mensaje a través de Virgi. No sé la causa de que no puedas comentar en mi blog. Pero sí sé que Google potencia el uso del Google + y, que una vez adoptado, es casi imposible salir de él (a mí me lo resulta al menos).
    Gracias por tu visita y por tu lectura (supongo que de «Diario de una fuga», última novela que publiqué). Y gracias también por la molestia de acudir a casa de Virgi para hacerme llegar el mensaje. Eres un encanto, Víctor.

    Un abrazo enorme y me alegro de tu vuelta.

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    1. Que alegría me das Isabel, como siempre deduciendo con mucho tino. Lo cual no hace a la película descartable. Yo mismo fui a verla pero efectivamente, la lección de historia y debidamente amenizada se ve lastrada x esa voluntad de implantar sus tesis en el espectador.
      Hace tiempo que no puedo decirte ni siquiera paséx aquí, y curiosamente te vi chez Virgi y se me ocurrió la idea de dejartelo allí. Intenmtaré dar con la tecla...aunque soy un cero a la izquierda en informática y derivados. Un fuerte abrazo

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  10. Hoooooola en tu casa recién aireada ... Mmmm qué rico huele este cine en su reapertura prveraniega jaja lo siento, recién llego y voy a ser malísima... "A veces te tienes que lanzar de cabeza y la gente te ayuda por el camino… otras ...te quedas plantada como un pino ; ) me parece que este olivo pesó demasiado y se ha llevado al fondo las buenísimas intenciones de Icíar, aunque en conjunto es una peli agradable y se nota sentida... en mi opinión, por demás ;)

    Me parece, que al contrario que en sus anteriores películas - siempre respetuosa y ecuánime - erige y nombra a su prota .. la inefable ALMA ( su nombre no creo que haya sido elegido por casualidad) jueza inapelable de su padre y toda la generación a la que pertenece ... zoquetes, ambiciosos, superficiales, ciegos e insensible que se han cargado el arbolito de su abuelo para nada ... ¡¡ malos !! porque claro, ella, a sus poquitos años lo sabe todo y por eso, ni un ápice de comprensión para las que más que respetables buenas intenciones de su padre, que equivocado o no, pensaba en ella, aunque no saliera bien... sin embrago, la niña para trerse el arbolito de vuelta a casa a su abuelo, engaña y deja sin trabajo a quien haga falta pero es que su misión es noble, siendo así todo está permitido ¡faltaría! parece Mari Sol en esa escena del carrito con los cascabeles cantando el corre corre caballito solo que a lomos de un camión con sus dos Sancho Panzas por Dios... si no fuera porque lo facilón que resulta todo a toro pasado, valdría de fábula... con la moraleja ... ¡abuelito, no estés triste si te arrancan la voz que Heidi traerá la casa de los Alpes en un cuatro ejes para que recobres el habla! ;)

    Has sido muy generoso con esta peli V, su directora se lo merece, su peli esta vez en mi opinión, no.. aunque ALMA quede muy mona y emotiva con diez cañones por banda olivo en popa a toda vela .... jaja por cier en la foto de mi avatar estoy sobre mi olivo ... solo que yo no tuve que ir a buscarlo a Dusseldorf ni es milenario (aun;) Un placer inmenso volver a leerte en tu casa y siento haber sido tan bruja esta vez ( te confesaré que en alguna ocasión hasta me emocionó pero no has leído nada;)

    Siento muchísimo la imagino pérdida de tu amiga bloggera a la que dedicas la entrada ¡por qué siempre será tan terriblemente difícil decir adiós!


    Un abrazo inmenso V ¡qué suerte tienen en Orense!

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    1. Hola María....rrecien aireada....en fin...tenfgo que pasar la mopa...
      Claro que el nombre no está escogido al azar...en realidad nada es azaroso...ni la estatua de la libertad tampoco, ni el viaje quijotesco, ni la empresa especuladora y contaminante...ese es tal vez el problema, que se ven demasiado las costuras del puzzle, y sobre los personajes...creo que están poco desarrollados, pero en fin.
      Lo lamento, pero yo a personas como esta o como tu nunca les digo adios...de eso nada. Queda mucho camino. Un abrazo

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    2. jaja qué bonito esto último que has dicho... meencanta que no digas adiós! yo tampoco a ti ;)

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  11. Indudablemente, el arte y la naturaleza tienen cosas comunes, sobre todo, la belleza, eso que nos hace mejores y nos ayuda a sobrellevar la vida.
    No he visto la película (las últimas han sido El juez y El hombre que conocía el infinito, hace más de un mes), pero eso de que fuera en torno a un olivo ya me pareció interesante cuando leí algo sobre el film.
    Como siempre (menos más que has vuelto...¡hurra hurrra hurra!), aprendiendo de ti y recordando que, si no me equivoco, a Proudhon le encantaba Courbet por su decidida apuesta por el realismo.
    Un abrazo, V. y bienvenido de nuevo. Gracias también por tus estímulos.

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    1. siempre vuelvo Virgi....tardo pero vuelvo....gracias a ti por tus palabras. Efectivamente a Proudhon le encantaba Courbet precisamente por esa razón. He visto el Juez y me quyede anonadado con la actriz protagonista...un abrazo

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  12. No he visto la peli y poco puedo decir hasta que lo haga. La verdad es que no me llamaba mucho la atención, pero... a lo mejor me lo planteo, no sé. Últimamente me atraen más las películas en las que lo bueno y lo malo no está muy bien delimitado... no sé si me explico... donde lo correcto no está muy claro y le das muchas vueltas a la cabeza y que cada uno deduzca según su propia moral. Me estoy enrollando y ni la he visto, pero algo quería decir para darte de nuevo la bienvenida.
    Un saludo.

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    1. hola Nuri....pues planteatelo...me refiero a verla, pero no te tragues la medicina, ni la de ella ni la mia....y saca tus propias conclusiones...un abrazo

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  13. Que alegría tu regreso, Victor.
    Me encanta esa manera tuya de diseccionar como buen cirujano cada una de las partes de la película. No soy amiga del cine que me lo da todo hecho, que me impide pensar por mi misma. Tampoco me gusta que me adoctrinen con moralinas sobre el bien y el mal. He oído hablar de la película mucho, pero no he tenido la oportunidad de verla. Gracias por tu valiosa aportación.
    Me he emocionado recordando a nuestra amiga María Jesús. También yo le dedique una entrada en mi blog al enterarme de su marcha.
    Llore con todas mis ganas, y siempre que la necesito, acudo a su blog y me cobijo en sus letras.
    Bienvenido, querido, Victor.

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    1. Y ami me encanta tu visita. Gracias por tus palabras...muy buena idea que yo tb practico...su blog está abierto y nos dejó la puerta abierta para visitar su mundo...gracias x pasar y un abrazo

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  15. ¡Dios mío, qué alegría volver a leerte y además un texto tan bueno! Sobre todo planteas un debate apasionante y ¡además ilustrado con otro debate apasionante de ilustres voces del XIX! Y es que hay debates que siempre están ahí presentes.
    Es curioso, porque no he visto ninguna de las películas que citas: El olivo, Amama, Un buen año... pero, sin embargo, me llega tanto lo que expones.
    Yo sí que creo que el arte puede servir para abrir puertas y mover algo en el interior de las personas... porque, a veces, ofrece caminos o miradas nuevas, libres o distintas... o miradas apegadas a la realidad, que de pronto te tocan. Me gusta menos aquel arte que mastica lo que plantea y te dirige hacia un pensamiento... porque ahí no gozó de la libertad como espectadora, pero reconozco que en el caso del cine en algunos momentos me dejo llevar por este tipo de películas si logran pulsarme las teclas de la sinceridad y la emoción... Vamos, no sé si me explico.
    La última película que vi de Bollaín fue Te doy mis ojos. No me preguntes por qué...
    Ay, Victor, no te digo porque te enfadas conmigo por pesada, pero no nos prives tanto tiempo de tus textos, de verdad (jajaja, al final te lo he dicho).

    Un beso feliz y de dimensiones enormes por volver a leerte
    Hildy

    PD: no conocía a María Jesús ni tampoco su blog, pero siempre siento cuando alguien se marcha y deja a mucha gente sin el gusto de sus palabras y compañía. Seguro que le encanta allá donde vayamos... este texto y esa dedicatoria.

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    1. Es imposible enfasarse cointigo miss Hildy...de eso nada...ya sabes que soy un tanto intermitente, pero cuando menos se espera aparezco.
      Me pareció interesante relacionar todas esas peliculas, que aunque no lo parezca tienen mucho en comun. De dimensiones enormes es tb mi agradecimiento, y encantada de verte x aqui...un abrazo

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  16. Buenas: llego muy tarde, pero supongo que no importa...
    Desarrollas muy bien (como siempre, Víctor) el verdadero meollo, el hueso a roer, la cuestión: la necesidad de la utilidad del arte, en lo que nos ocupa, cinematográfico.
    Habría que hacer un distingo, supongo: la pintura, la escultura, no tienen la potencia comunicadora -salvo excepciones- que el cine tiene por su propia naturaleza, ya que éste es un arte de masas.
    Estoy de acuerdo con la cita del gran Wilder que hace el tipo ése de los sombreritos: primero, el cine debe ser atractivo: fíjate que no uso el adjetivo "divertido", más que nada por alejar la presunción de unas risas; pero evidentemente, mal puede servirse a una idea, mal puede trasladarse un mensaje al público si la sala está vacía porque resulta, ¡ay! que la película es un tostón.
    Que para recibir adoctrinamiento no hay más que enchufar la caja tonta: hay sabios de todos los colores y mś que habrá.
    El cine político (entendida, obviamente la política como lo que interesa a la "polis") es para mí un género muy difícil, porque caer en panfleto resta fuerza: las buenas intenciones de Bolláin se perciben incluso en el tráiler, que es lo único que he podido ver; del uso de los olivos como árboles decorativos habría que hablar también largo y tendido, incluyendo la real fobia que la inmens mayoría siente respecto a la naturaleza...
    Me ha alegrado ver que sigues en forma.
    Un abrazo.

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  17. Un Loro, nunca llega tarde ni pronto, llega cuando tiene que llegar. Es muy cierto que es un género dificil si se intenta evitar el panfleto...y ese meollo da frutos muy dispares, aunque las intenciones sean siempre buenas.
    Que voy a estar en forma, estoy agarrotado, necesito una pepsi...un abrazo

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  18. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  19. Hola. No he visto esta película. Después de leerte he buscado esta película en la red y tienes razón, quizá haya demasiados estereotipos aleccionadores: el grupo viaja a Alemania en busca del monumento del olivo. Pero aún así, me acordaré de ti cuando la vea. Como siempre, una excelente y comprometedora lectura.

    un saludo cordial Víctor

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    1. Gracias x la visita....espero la disfrutes, un abrazo

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    2. Gracias x la visita....espero la disfrutes, un abrazo

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  20. Ya no recuerdo si he comentado antes sobre este post tuyo y esta peli de Bollaín, pero diré (y lo mismo me repito) que es una de las que tengo anotadas para ver porque ME ENCANTA BOLLAÍN. En todas sus pelis encuentro algo que me gusta, que me remueve, que me alerta... será su moralida o su manía de mostrarnos problemas que creemos superados, ecología, sociedad, racismo, machismo...
    Cuando la vea volveré a leer tu análisis a ver qué pasa :)

    Un beso y feliz veranito Víctor.

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  21. A mi también me encanta Bollain, por eso voy a ver sus pelis. Otra cosa es que unas me convenzan más que otras. Creo que en esta tb encontraras cosas que te remuevan....lo mismo para ti Sue

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  22. A mi también me encanta Bollain, por eso voy a ver sus pelis. Otra cosa es que unas me convenzan más que otras. Creo que en esta tb encontraras cosas que te remuevan....lo mismo para ti Sue

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