Hacía un tiempo que no se comentaba por aquí una película de estreno. Por descontado, había una razón. Estaba enfadado. Con el cine de estreno y con el sitio donde voy a ver el cine de estreno. Lo curioso es que estos cabreos infantiles son completamente inútiles y absurdos. Yo me lo guiso, yo me lo rumio, y como todo personaje voluble pasado un tiempo yo solo me apeo del burro y me olvido de mi lado obtuso. La verdad es que el asunto tampoco era tan grave ni da para tanto. Y encima he hecho trampa. No por negarme a ver cine de estreno durante dos meses eso significa que no haya visto cine. Lo he visto en casa, at home, cosas varias y clásicos que tenía pendientes. Pero el caso es que he estado casi dos meses sin ir al cine. Y no pasa nada.
Pero pongamos las cosas en su contexto. Vamos con las razones del enfado, que no son otras que el hecho de que durante los meses de diciembre y enero tuve una sensación creciente de que con cada película que iba a ver me estaban tomando el pelo descaradamente y previo pago. Incluso más de lo habitual. Y como ya decía Godard que ver una película debía ser un ejercicio moral e íntimo de tú a tú entre el film y el espectador, me lo tomé como algo personal. Siguiendo el consejo de una frase lapidaria que repite sin cesar una amiga de la que se sienta conmigo en el cine que dice “lo contrario al amor no es el odio sino la indiferencia”, decidí que esas películas que me habían sacado de mis casillas no iban a recibir ni la consideración de que les dedicase ni media línea. Y ya afirmo que algunas han sido de grandísima actualidad. Pero ah, como estaba enfadado…Pues ahí se han quedado. Y mejor no remover el asunto sobre algunas de ellas. Dejémoslo estar.
Para colmo, cuando por fin decido abrir la veda y vuelvo me encuentro con un capricho del destino. Ahora es el cine el que está enfadado conmigo. Y a punto de entrar a la sala para ver “Young adult” me cuentan una historia muy larga sobre que se ha estropeado la copia digital, que el proyector de la sala no va, que no hay proyección y que como llego con el tiempo justo no puedo ver ni esa ni otra. Segundo enfado light, en este caso con los multicines de marras. Igual, pienso, es que yo soy también un poco young adult. No lo descarto.
El caso es que mi vuelta al cine coincide con ¿a ver? ¿como? Atiza, con el mismo tipo que protagonizaba la última que fui a ver antes del cabreo. El del nespresso. O sea George Clooney segundo asalto. Y encima aquí también dirige. ¿Me coloco ya los guantes y el equipo completo de full contact para la ocasión? ¿Empiezo a disparar los bazocas y toda la munición a saco? O eso, o me atengo al pretencioso subtítulo de esta página. Ya saben “un espacio de crítica cinematográfica”. Que conste que el blog me lo diseñaron de arriba a abajo pero la frasecita se me ocurrió a mi solito. Ahora no valen excusas.
Vamos en serio. La verdad es que tenía verdadero interés por ver “Los idus de marzo”, y todo lo demás son florituras. Me atraen especialmente estas historias que diseccionan y analizan la gestión de la cosa pública. Los mecanismos y entresijos que se ocultan tras las democracias occidentales. Clooney director parece dispuesto a mostrarnos todo el conjunto de servidumbres, arribismo, alianzas a contrapelo y fontanería de baja estofa que se cuece en torno a una campaña electoral. Y como es muy liberal y progresista, decide que el partido se juegue en casa. Por tanto opta de modo aparentemente valiente por dibujar las sucias trincheras de su propia y confesa opción política, lo que apunta a una pretendida reflexión autocrítica. Y nos muestra el teatro y las bambalinas de la política, ahí donde se cocina y se le vende al público un producto higiénico y transparente, políticamente correcto e impoluto en las formas. Calculando todas las posibles variantes y atando bien todos los cabos. Un sistema donde todo debe estar perfectamente previsto.
El asesor de campaña que interpreta Ryan Gosling (correcto) dice estar “casado con la campaña”. Su papel es desatascar tuberías, aportar ideas brillantes, y por supuesto anularse a si mismo como persona si es necesario rompiendo con todo ideal propio en función de un solo objetivo: ganar. Aunque bien mirado, este no tiene ideal que romper por que carece de ellos. Interpreta y falsea desde el minuto uno. Y juega al despiste y oculta verdades sin pestañear incluso al propio candidato, que cuando le pregunta como va la campaña le miente dos veces. La primera vez contesta, “estupendamente”. Y cuando el candidato, que no es idiota, le pide la verdad, pues le vuelve a mentir: “muy bien señor, incluso mejorando las expectativas”.
Estamos ante un film elegante en el que se juegan varias partidas de ajedrez simultáneas, y en el que cada personaje tiene sus propias aspiraciones y juega sus cartas. Se agradece la limpieza de estilo, sobrio y de calidad. Y sobre todo se agradecen las buenas interpretaciones de sólidos actores. Podría decirse que Clooney mete el dedo en la llaga y pone en tela de juicio los vicios numerosos de los procesos democráticos. Podría decir que este es un film adulto que aborda cuestiones esenciales y que es muy valiente sacarlas a la palestra y denunciarlas. Se podría añadir que el maquiavélico juego de equilibrismo que se practica sobre el alambre revela un conocimiento profundo de lo que se habla. Incluso si me despisto podría aseverar que estamos ante un severo correctivo, un soberano ejercicio de autocrítica, meticuloso y audaz. Excelentemente interpretado y solvente. Bien mirado parece que la crítica es puntillosa y no deja cabos sueltos, sobre todo en lo referente a las relaciones con el cuarto poder. Hasta el título parece perfecto, ya que parece avisar al espectador que si hubiésemos estado atentos a esos augurios que muestra la película, igual hoy no estaríamos padeciendo el vía crucis actual. Por cierto y ya que hablamos de lo de la prensa. No me importaría ver una precuela o secuela (me da igual) protagonizada por el personaje de Marisa Tomei. Por pedir que no quede.
Sin embargo y pese a todo, surge una y otra vez una pregunta. Esta película nos muestra como confeccionar un líder prefabricado, políticamente correcto, intachable, y la oscura trastienda de todo ello. Ya, pero una vez visto ¿y si me da por pensar que la propia película es igual? Es decir, que la propia película es como el candidato que se describe, prefabricada y empaquetada para que me crea que estoy viendo, no una estupidez más, sino un producto adulto, serio ,comprometido con su tiempo, crítico con el sistema y audaz en el análisis. ¿Cabe la posibilidad de que esta película sea en el fondo una candidata de cartón piedra? ¿Es posible que George Clooney director sea y actúe en el fondo como Ryan Gosling en la película?
La respuesta por desgracia es sí. Rotundamente. Y esa es la razón de que casi todo lo dicho un poco más arriba esté escrito en tiempo verbal condicional y amenace con esfumarse.
Mala suerte Clooney, que le vamos a hacer. La vida tiene casualidades imprevistas. Una de ellas es que mientras atravesaba el periodo de enfado, he leído un libro de Stefan Zweig dedicado a Fouché. Para quien pueda estar interesado, lo publica la editorial Acantilado y su título es “Fouché, retrato de un hombre político”. Un personaje que se movió con astucia inigualable antes, durante y tras la revolución francesa. Intrigante, carente de escrúpulos, tránsfuga profesional y capaz de retorcer sus argumentos hasta el límite de poder servir a causas antagónicas, en ocasiones a un mismo tiempo. Un tipo brillante, oscuro y malévolo que sirvió tanto para aconsejar a Robespierre como a Napoleón, y que supo a la vez conspirar a espaldas de ambos en función de sus intereses. Un ser absolutamente amoral, que navegó con firmeza en tiempos convulsos y cuya lectura, diagnóstico y conclusiones deja las andanzas de Ryan Gosling y a la película de Clooney en un juego de niños pequeños, casi en un chiste. Aunque en ambos casos no se nos está contando nada novedoso, la radiografía implacable de Zweig es de muchísimo mayor alcance que la más pedestre y sobada de “Los idus de marzo”. Hay además una diferencia sustancial. Y es que lamentablemente George Clooney director y su guionista juegan con el espectador e intentan dárnosla con queso.
Y aquí viene lo peor. Lo anterior en el fondo no es grave. Se puede pasar por alto que el film no aporta nada que no supongamos o que no nos hayan contado en otras ocasiones. Lo que resulta intolerable es que exista trampa ideológica de muy baja estofa. Y las consecuencias de ello. A ver si lo explico, aunque ya aviso que desvelo un giro de la trama.
En su autopsia sobre la salud ética de los procesos electorales, a George Clooney no le basta para emitir su dictamen pericial con un examen de la faceta pública del candidato. Su estudiado programa electoral, las promesas prefabricadas, las frases hechas para conquistar, las calculadas y programadas respuestas en las entrevistas, el carácter de representación “teatral” de todo el proceso, la codicia del animal político. Todo eso debiera servir para sondear el tema. Al menos a mi me basta. Pero a Clooney director y a su guionista no. Como si lo anterior fuese insuficiente o de segundo orden, necesitan dar un paso más. Hay que meter carnaza. Para el caso, un desliz sexual con una becaria. O sea un asunto personal. Y a partir de entonces, y no antes, el director se encarga de que veamos al candidato de otra manera. Esa es para él la puntilla. Luego Clooney terminará cuestionando no solo el aparato burocrático y la gestión pública (que sería lo procedente) sino que se centra muy especialmente en una conducta privada, auténtico plato fuerte de la función. Y claro, pretende que le acompañemos en ese viaje.
Es justo en ese momento cuando descubrimos que el director no es el impoluto demócrata autocrítico que dice ser sino un personaje muy conservador y machista. La dudosa gestión de lo público, las trampas y los manejos políticos le resultan insuficientes para articular su discurso y necesita valerse de un asunto privado de faldas para poner en tela de juicio a su personaje, y que desconfiemos de él. Lástima. Da la casualidad que a mi poco me importa si el gobernador tiene un desliz o no. Me da igual y es irrelevante de cara a sacar conclusiones sobre los temas puestos sobre la mesa. Lo triste es que Clooney no piensa igual. Si estos son los progresistas de última hornada, apañados estamos.
Y si alguien cree que le llamo machista de forma gratuita, pues de eso nada. Ahí va el justificante: este director se cuida muy mucho de no mostrar la faceta privada sexual del gobernador y sus deslices. Pero curiosamente no hace lo mismo con la becaria. Con esta no hay miramientos. Y en un ejercicio de machismo ultra sin precedentes George Clooney nos presenta a una becaria depredadora, activa sexualmente y clara provocadora del encuentro sexual. Lo sabemos por como toma la iniciativa sexual con Gosling: “El bar de mi hotel es el mejor, deberías pasarte una noche a tomarte una copa” dice ella insinuante. Gosling contesta confuso “¿Cuál es la mejor noche?” la becaria responde firme “esta misma noche, te he grabado mi número en tu nuevo movil ¿de acuerdo? llámame”. Para disipar cualquier duda la chica lo deja claro durante la cita “hace tiempo que tengo ganas de follar contigo” afirma con total solvencia. Y lo sabemos por como se toma el encuentro sexual: riendo le dice a Gosling tras una noche de cama y cuando este trata torpemente de aclarar que aún no hay nada entre ellos “no hay problema, sexo sin compromiso, perfecto”. Para luego añadir maliciosa “¿No está nada mal y tiene peligro eso de tirarse a una becaria eh?”.
Luego ya tenemos claro como pudo comportarse con el gobernador. Exactamente igual. Esa diferente forma de tratar a los protagonistas del desliz revela mucho y no precisamente bueno. Pero claro, Clooney pese a todo es amigo personal de Clinton. Critica el sistema pero eso no le impide comer de vez en cuando con el ex presidente. Me parece que con Mónica no. Y el guión tropieza seriamente cuando en el tercer acto, y viendo lo que hemos visto, se nos pretende transformar a la becaria de depredadora sexual y ambiciosa en víctima llorosa y baja colateral.
Es una verdadera lástima por cuanto el film contiene muy buenos momentos, ritmo y acertadas interpretaciones. Y retrata la codicia y el sucio manejo de cartas marcadas con cierto tacto y frialdad en la exposición. El problema es que la película es como el candidato que nos muestra. Está perfectamente diseñada para que nos traguemos el anzuelo de la presunta “qualité”. Para que salgamos del cine pensando que hemos visto un cine más culto, más serio, aseado y muy bien planchado. Con la corbata en su sitio, la frase precisa y la réplica oportuna. Muy bien afeitado, con un apurado perfecto y el toque justo de colonia. Y es que ya lo dicen los que saben, haciendo publicidad se aprenden muchas cosas. La primera, que hay que saber vender el producto. Por tanto no hay problema, eso a nuestro hombre se le da de maravilla.
Magistral tu crítica, Victor. La verdad es que no he visto esta película, pero tengo algo con Clooney. Siento que ahora quiere dejar atrás la etapa de sex symbol que tan bien supo explotar e ir por cine serio. Hay algo en su actuación que personalmente no me termina de convencer, no me conmueve, no le creo.
ResponderEliminarVeré que hago con esta película: The Descendants no la terminé, a pesar de que la tengo at home y podría haberla visto en cuotas, pero no me importaron todas las recomendaciones y las alabanzas con las que venía. La cosa es con Clooney, qué le voy a hacer...
Un saludo.
Víctor, ¿dos meses sin ir al cine? Me sorprendes, la verdad.
ResponderEliminarNunca me ha pasado no ver una película porque se ha estropeado la copia digital... hummm... raro raro raro...
Empiezo diciendo que no he visto "Los idus de marzo" y que no me atrae demasiado, la verdad. Y menos después de leerte. Tampoco he leído el libro que mencionas de Stefan Zweig dedicado a Fouché. De este autor he leído dos novelas, "Veinticuatro horas de la vida de una mujer" y "Carta a una desconocida" y su autobiografía: "El mundo de ayer". Las tres obras me han interesado.
No me sorprende lo que explicas de Fouché, la Revolución Francesa creó muchas criaturas semejantes, por otro lado tuvieron que lidiar con una época confusa y caótica y a la que se descuidaban caía la guillotina (simplifico para hacer referencia a una época compleja desde el punto de vista político).
"Los descendientes" ya me pareció muy moralista y conservadora bajo una pátina moderna y ésta parece que va en la misma línea.
En fin, buscaré otras películas...
Buena crítica cinematográfica.... Un abrazo!!
En lo de Marisa Tomei coincido.
ResponderEliminarY en más cosas. Sí, el lío de faldas sobraba...pero parece que si no ocurre eso y luego lo otro, no hay un motivo de peso para ver hasta dónde puede llegar el personaje de Gosling.
Por otra parte, mira, yo lo había visto de forma diferente...la becaria quería lío con el Gosling, pero fue el Gobernador el que más o menos se "aprovechó" de ella (o ella lo cuenta así). Que una tía se acueste con un chico aunque lo haya hecho con otro que además es como su jefe y al que está haciendo campaña no ... en fin.
Lo de Fouché. No he leído el libro de Zweig, pero vi en el teatro "La cena" (que no estuvo mal).
Y como vengo de casa de Josep que ha opinado también sobre la peli, pues allí puedes leer también lo que pienso...que soltarlo dos veces seguidas empieza a aburrirme.
Un saludo.
Muchísimas gracias Fer, aunque una vez más creo que es demasiado extensa. De todos modos, creo que la película tiene sus aciertos. Y uno de ellos,para que nadie piense que hay manía persecutoria o envidia, es una interpretación muy ajustada de Clooney y del resto del reparto. Igual olvidé decir que independientemente de otras consideraciones, ha reunido a un grupo de actores en estado de gracia. Y eso no se ve todos los días. Sobre los descendientes ya opiné, puedes acercarte si quieres.Gracias y un saludo
ResponderEliminarLaura. Pues yo tampoco pensaba que hacía tanto tiempo sin pisar una sala. Pero lo verifico al ver la fecha de la entrada de los descendientes.
ResponderEliminarEl rollo que nos metieron a todos sobre la copia digital y que nos teníamos que dar media vuelta, la verdad, no se lo tragó casi nadie. A mi me parece tan raro como a ti.
A mi el tema si que me interesa, siempre y cuando se aporte algo. No estamos ante una cinta vacía, pero algo le falta.
El libro sobre de Fouché es una autentica gozada. En realidad merece más atención que la película. Gracias por tus palabras. Un saludo.
David. No solo es que Marisa tenga un encanto especial, es que tal vez tiene las mejores líneas de diálogo,y una presencia deslumbrante. Gran personaje. ¡Que hagan la película ya!.
ResponderEliminarNo comparto lo de Gosling. Desde la primera escena sabemos quien es y de que es capaz. Queda perfectamente definido en la primera secuencia. Y luego hasta Marisa se lo dice.
Claro que la becaria quiere lio. Esta muy claro. Pero la película la da demasiada caña. Y pasa de ser hija de papa influyente enchufada y arribista, a martir en un plis plas. Ella siempre está en una posición superior a Gosling por ser hija de quien es, por eso es ella quien siempre lleva la iniciativa, incluso la sexual. No me trago su final.
Pues mira yo no he visto "la cena". Otra cosa que anoto. Un saludo.
Hola, Victor, te felicito por explayarte tan abiertamente –sin que ello signifique ser mejor o peor por estar a favor o en contra, que una postura vale por los argumentos que son lo que realmente importan ¿no?- pero voy a exponer unas ideas en contraposición esperando que me perdones el atrevimiento ya que hay puntos que no comparto en absoluto y además porque creo que el diálogo es lo que buscas en tu bitácora de… ¿cómo lo llamas tú sin ser pretencioso? ¿post, entrada? ¿No se llama crítica cinematográfica a dar una opinión sobre una película? Lo pongo más difícil:
ResponderEliminarAnte todo pregunto, cómo juzgar a un director por su estética, querer ser limpio, usar la frase precisa, ser culto, incluso lo que irónicamente defines como qualité, creo que todo ello en una película es tan subjetivo como tu apreciación de cual dirección es la correcta, la humilde, la social, la estrambótica o la minimalista, la que sea, eso no descalifica a nadie.
Me parece que los personajes son muy creíbles, ¿una jovencita americana no puede ser sexualmente activa o no utiliza frases seductoras directas? ¿De qué sociedad o siglo estamos hablando? Que ese sea un recurso más de una falta del personaje de Clooney por qué se le va a descalificar, quien decide hasta que punto entra la iniquidad de alguien, si de repente Clooney como director ha querido ir más allá, volvemos a ser arbitrarios exigiendo un límite personal de cara al del cineasta libre en su obra, como bien dices lo hizo Clinton y para Estados Unidos mucho menos progresista que los europeos en ese sentido sigue siendo lapidario e importante aprovecharse de una becaria (una muchacha avispada sí como bien haces notar –y que se entiende que sirve a la trama- pero menos que un político viejo y zorro al fin y al cabo) de cara al poder directo de su propio partido y al abuso. No se habla de consentimiento, sino de presión y que conlleva un desentendimiento tremendo para una practicante de familia católica ortodoxa como refleja el miedo a su deshonra pública. Que no le creas a una mujer activa sexualmente nos pone en el machismo que tanto atacas donde un mujeriego tiene derechos y una mujer liberal ninguno ¿por puta, no?
Dices que las estrategias políticas que desenmascaran el aparato publicitario y negociador de cara al desconocimiento público serian suficientes para ti criticando el adulterio y aprovechamiento sexual con una jovencita por innecesario, sobrante y personal pero quieres que se aborde mayores trapos sucios sexuales del gobernador. Te contradices ya que es casi lo mismo. Yo creo que es un filme pequeño pero muy bien hecho, no un retrato real histórico político que sería algo mucho más hondo y extenso; nuevamente exiges más ya habiendo dicho que era suficiente para ti. Los peros que le pones resultan incongruentes con esa exactitud y pulcritud que también son una virtud. No sé porque sería una trampa si resulta crítico, puedes llamarlo leve pero no falso ni obviar la idea central ya que no sería juzgar con propiedad lo que se ve, porque muestra una inmoralidad y un acomodo que termina olvidando a una difunta tomada por intrascendente creando un nuevo futuro conjunto para los personaje de Gosling y Clooney por negociaciones por debajo de la mesa, un nexo palpable entre lo personal y lo político que articula un filme cohesionando caminos y que generaliza la impunidad política bajo alianzas de interés. Un abrazo.
ResponderEliminarDigo lo mismo que le dije a Mr. Parrot. No te leo más que cuatro lineas. Pasaré cuando la vea, pero en casa :-P Creo que ante la duda no paso por taquilla pero no quiero dejar de verla.:-) ¿ Me perdonas verdad Victor?
ResponderEliminarUn abrazo
Mario. Te agradezco de entrada el texto y el interés. Te contesto. Voy a ser más claro. En un momento de la película los asesores que ya han cruzado varias líneas éticas dicen "parecemos republicanos". George Clooney (hablo de la persona) es un convencido demócrata. Es su forma de pensar la que dice que se debe separar el ámbito público de la esfera privada. Y que un político debe ser juzgado por su gestión pública no por su vida privada.
ResponderEliminarAceptando esa premisa, es el propio Clooney quien rompe las reglas del juego al introducir un tema privado y sexual en el debate.
A mi me parece muy bien que una chica adopte personalmente una actitud activa en el lenguaje sexual.Faltaría más. Pero lo grave aquí es que no soy yo quien lo penaliza, sino Clooney. Por eso lo critico. Y además por que no existe un trato igualitario. Sabemos como es la chica en sus actitudes sexuales, se nos muestra. Pero las del gobernador no. Y eso es muy pero que muy discriminatorio, hacia la mujer por supuesto.
Y no es que yo pida que se muestre. Al contrario, hubiera preferido que todo el tema de la carnaza y los delices sexuales se hubieran obviado.Sobre todo por que distraen la atención del auténtico debate. La ética en los procesos electorales y en las democracias occidentales.
Para tratar ese tema, y según el pensamiento demócrata, los asuntos privados quedan al margen,oal menos deberían quedar.Es pura bazofia. Clooney lo utiliza y yo me reafirmo en que no era necesario. Y es él quien parece cargar las tintas ahí. Yo no he firmado el giuón.
Conclusión,por si no se entendió.Clooney director no hace una película culta.Ni mucho menos. Otra cosa es que se empeñe obstinadamente en parecerlo. Y eso se nota mucho. Y me reafirmo. La película es exactamente igual al candidato. La diferencia entre la obra de calidad y el simulacro lo marca una sola palabra que a esta película le falta. Autenticidad.Un saludo
Abril. Es que me parece muy bien. De lo contrario podrías llegar a ver la película y tener la sensación de que ya las has visto por que te la han contado y valorado dos veces. Creo que yo haría lo mismo. En ocasiones,cuanta menos información mejor. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Victor,
ResponderEliminarvaya, en realidad casi casi estamos en la misma linea, solo que a mí me convenció un poco más. En realidad te doy toda la razón en que es innecesario y hasta un poco exagerado (morboso?) el giro de la relación entre Clooney y Wood ¿para qué? desde ese momento me dije, bueno puede ser que a la final resulte algo propicio para algo trascendente en la película, pero no, el film no profundiza en NADA en este asunto tocandolo de manera tan superficial y no deja ninguna huella de peso. No lo habia visto desde el punto de vista machista, pero ahora que lo medito sí tiene mucho sentido. Lo que sí me encanta de la pelicula es la dirección sobria y fria de Clooney y las interpretaciones de todo el elenco, asi como la banda sonora.
El film tuvo el suficiente potencial para gustar pero temo que uno termina preguntandose por qué no parece haberte llenado lo suficiente.
En definitiva colega, ve mas al cine, que igual estar en una butaca es una experiencia que no se cambia jeje.
Un abrazo!
Vaya por delante que has conseguido interesarme mucho más por el libro de Zweig que por la película de Clooney. Comparto, y así te lo he comentado aquí varias veces, el desaliento que te produce el cine actual. No he visto, por tanto, esta película de tan shakespeareano título. No creo que sea tan incisiva como “El candidato”, de Redford, de quien Clooney parece querer ser heredero ideológico. No obstante, no me parece a priori tan reprobable desde un punto de vista argumental el incluir en el paquete de la trama el lío de faldas, pues tratándose de política norteamericana hemos de reconocer que no hay escándalo en el que no esté incluido. Los casos serían múltiples, pero acuérdate de que en la que a mi modo de ver es la mejor película sobre los entresijos del poder en USA, “Tempestad sobre Washington”, al final es un lío de pantalones el que juega su papel.
ResponderEliminar(Me reservo un lugar especial en el Olimpo privado de mis devociones para “El ala oeste de la Casa Blanca”)
Un abrazo.
Eres duro cuando te pones, Víctor, pero siempre lo argumentas y eso te salva de ser cruel. Porque uno no va al cine tras dos meses para salir un tanto defraudado ni para que le cuenten lo santo que es Clinton, pese a todo, incluida una becaria-loba insoslayable para un hombre que se considere tal, que en la visión machista siempre el mal proviene de las mujeres y los hombres son abducidos en su calidad de seres que piensan antes con el órgano que se les engrosa y alarga que con el que los amplía y eleva. Nada más que por este argumento no me queda más remedio que aplaudirte, y eso pese a George, que bien sabes que me gusta un rato, como malvada mujer antimachista que soy lo digo.
ResponderEliminarY no quiero irme sin hacerte una apreciación mía, muy personal si quieres y posiblemente desvirtuada por mi querencia suprema, pero lo cierto es que ante un buen libro y una película siempre gana el libro (nos permite aquel tantos matices y juegos de imaginación que la película impide...). Has puesto el ejemplo de la obra de Stefan Zweig con este film, pero los ejemplos podrían ser a centenares. De hecho, como haya leído un libro que me guste, intento no ir al cine si adaptan la historia , y esto por evitarme disgustos (¡cada vez que recuerdo el que me llevé con "El tambor de hojalata"...).
En fin, no abuso más de tu espacio.
Un abrazo de los chillaos (por aquí los mejores).
Hola V. He tardado en comentar porque sabía que iba a ver la película en breve y prefería leerte una vez la hubiese visto. He de decir que aunque no percibo la película como tu, creo que te explicas y te justificas perfectamente y con sentido común. Tampoco quiero enrollarme mucho pero voy a decir que sí estoy de acuerdo con las buenas interpretaciones y la elegancia del film pero no estoy de cauerdo con algunas cosas, te diré un par. Me parece que Clooney tampoco está muy preocupado por el escándalo sexual como interpretas, lo que ocurre es que la sociedad americana, como sabes y él sabe, sí lo está, y por ello le da importancia al asunto sexual. En cuanto a lo de el machismo, tampoco estoy de acuerdo. Que la chica sea lanzada sexualmente, a mi parecr, le da un toque de humanidad y de transparencia que no tienen los hombres de la película que son iguales o peor que ella y que sin embargo juegan a no serlo, así que en mi opinión Clooney es más implacable con el género masculino que con la chica. LA verdad es que sí me parece algo forzado el cambio de actitud de la chica que aludes, aunque creo que el suicidio es muy exagerado, sí que pienso que por muy "echado pra adelante" que seas, las circumstancias puden hacer que te desmorones, pero algo forzado o exagerado quizás sí lo es. Conste que la película no me parece para nada brillante, porque no es nada original y es pulcra pero le falta un punto de emoción, pero sí me parece notable. Y diría, es mi percepción, que como ocurría con la reciente Margin Call, además del obvio tema político trata de la soledad y tristeza a que termina sometida la gente que tiene una ambición (política, económica) desmedida. En fin, mi opinión caliente V, pues justo he terminado de verla hace unos minutos. Un abrazo.
ResponderEliminarPues yo te leído el post enterito, porque -claro- con este desfase que llevamos en Austria, no sé cuándo voy a poder ver la película.
ResponderEliminarOpino sobre tus opiniones, entonces, y te diré que tu análisis me parece excelente, no quedándote en la superficie y yendo más allá de lo que aparentemente muestra Clooney. Se tiene que haber visto mucho cine para darse cuenta de las trampas que una película como esta esconde. A mí sí que me parece un recurso fácil el de cuestionar la moralidad de un candidato por su vida privada, aunque, después de leer el comentario de David Amorós, me pregunto si lo que realmente cuestiona Clooney son los valores de la sociedad americana, que juzgan a un candidato por con quien se acuesta.
Evidentemente, aplaudo tu inclusión de la referencia de Zweig como contrapunto aquí y confieso avergonzada (a pesar del título de mi blog) que no he leído el libro que mencionas y que voy a salvar esta laguna tan pronto como me sea posible.
Sobre el supuesto machismo de Clooney que apuntas, a mí tampoco me parece que el hecho que una mujer sea lanzada implique una actitud machista, pero sí que me lo parece el hecho de presentar a las mujeres como depredadoras que buscan ascender en la escala de poder utilizando su atractivo sexual para con los hombres (que no sé si es el caso).
El tema de la película, como a ti, también me interesa. Estaremos atentas al estreno de la peli aquí en Viena.
Un abrazo gordo!!!
Daniel. Por mucho que uno se empeñe me parece que la afición no desaparece tan facil.Por eso esos enfados son infantiles,por que más pronto que tarde vuelvo.
ResponderEliminarDesde luego tienes razón,este es un claro ejemplo de película con un evidente potencial y ciertos valores que en mi opinión finalmente no se concretan en una gran película. En mi opinión habría que haber pulido más el guión y haber obviado algunos tópicos. Y haber dado más cancha a Marisa Tomei...Un saludo
Cierto!! Q tan desapercibida está Tomei... merecia mas protagonismo, incluso su personaje daba para más, pero bueno... Un saludo.
EliminarIsabel. De eso se trata de argumentar,eso ya lo sabes. Sino ventilaría el asunto diciendo que es una película entretenida donde se hacen leves críticas del sistema electoral y que los actores están bien. Y ya está. Esta página no va por ahí. Supongo que por eso cuento con elplacer de que te pases por aquí.
ResponderEliminarPero te diré que comenzando por Clooney, las interpretaciones merecen mucho la pena. Como eres muy perspicaz, has captado perfectamente lo que no me ha gustado en esta película.No me lo esperaba de George, que para que veas,tediré entre tu y yo que no me cae mal.Por algo voy a ver sus películas, más alláde la percha. Que bien se recibe ese abrazo murciano.Toma otro.
¡Por fin la he visto ! Y acabo de leer tu magnífico texto y los comentarios que son tan interesantes como lo que tu mismo expones.
ResponderEliminarDe entrada te diré que como estoy siguiendo El ala oeste de la Casa blanca no me ha costado nada entender ese "juego" politico enrevesado que son las campañas americanas para elegir candidato ( tambien me gustó en su momento la de Redford )y considerando lo que es la sociedad americana, gazmoña y puritana en según y en qué cosas ( los lios de faldas les alertan enseguida ) supongo que es su herencia o creencia religiosa, aquella de los padres fundadores de la patria, no me parece nada raro que tenga tanto peso.
Tambien el hecho de mentir o mejor dicho mentir y que te "pillen" ( Caso Clinton o el watergate )nada nuevo bajo el sol, es cierto, Clooney no nos cuenta nada que no sepamos o no nos hayan contado ya. Pero ocurre que se rodea de los mejores ( ya lo has dicho tú) Marisa Tomei,
Philyp Seymour Hoffman(magnífico), Paul Giamatti, el mismo Gossling no me parece que lo haga mal, Clooney..a ver a mi me merece un respeto este hombre, aparte del rollo ese de que si es guapo, atractivo y bla bla es que me parece un buen actor y si es activista o militante pues bueno es algo que no deberiamos juzgar tan despectivamente. ¿ Que vende bien? Pues claro..supongo que el cine es una industria o ¿ es otra cosa y yo no me he enterado ?
Me voy de tema. La pelicula sin entusiasmarme por lo mismo que dices que ya conocemos el asunto,me ha gustado, menos que otras pero vamos tampoco la considero de la peores; que la chica está bien pero el desenlace exagerado para mi entender. Si es o no es "depredadora" o Monica Lewinsky..¿ acaso no es algo que viene ocurriendo ? repito los americanos en eso son muy puritanos, aqui los "lios" no tienen tanto peso a la hora de valorar a un politico.
¡ En fin trasladar lo que sucede en los "yunaitesteis" a nuestra aldea global..uff en sentido general, si hablamos de corrupcion-ambición, chanchullos y otras lindezas pues sí, por desgracia para todos. Y el cuarto poder....¿ quedan periodistas independientes ?..Ahí lo dejo que me extendido mucho.
Al menos éstos film dan para charlar largo y tendido de temas más profundos.
Un abrazo Victor :-)
P.D. Seguro que me quedo más cosas en mi tintero pero no quiero aburrir..:-)
Nunca es tarde David. Comparto contigo que se deja caer que tanta mezquindad acumulada lleva a una vida miserable y solitaria, aunque sea de cinco estrellas. Es verdad y Giamatti lo expone claramente. Tambien coincuido en lo de la pulcritud y buenas formas.
ResponderEliminarPero no en lo de la chica, que me parece un despropósito. Y cuanto más lo pienso, más aun.
A ver, fíjaté en el dislate: Una chica a la que le acaban de dejar embarazada, no tiene cosa mejor que hacer que seguir de pendoneo y de juerga con otro del equipo electoral. Y continua con la juerga sexual y el coqueteo ¡cuando la acaban de dejar embarazada! y nada menos que el candidato. No me lo trago.
Pero peor y más falso es eso de que se convierta en martir suicida. David, en la vida real, eso no es así. Su padre, que es un altísimo cargo del partido, le paga una buena y costosa clínica privada para que aborte y asunto resuelto.
Luego eso de que haya que desviar dinero de la campaña y el final de ella me parece tremendista y más falso que la moneda. Clooney y su guionista en ese tema pierden un poco los papeles. A parte de que el candidato bien mirado si le juzgas ¿que ha hecho mal? Se comporta como un candidato más, sonrie, y repite eslóganes, como cualquier otro. El único desliz parace ser el sexual. Fijate que si me pongo a pensar son todos muy capullos menos Phillip Seymour Hoffman y el propio candidato.En fin,un saludo
Juan.Y no te falta razón.ellibro sobre la vida y andanzas políticas de Fouché no tiene desperdicio. Tiene episodios realmente escalofriantes que vistos con distancia dicen mucho sobre la naturaleza humana.Es alatamenbte recomendable. Además disfrutas de la prosa de Zweig, que siempre es una gozada.
ResponderEliminarSi es verdad que el cine contemporaneo de estreno que veo pues en fin...Pero ahí estamos. No comparto las tesis de esas revistas de cine que si las lees parece que hay 4 obras maestras todos los meses. Ya me gustaría.
Esta película no llega a "Tempestad sobre Washington" ni de lejos.Un saludo
Dona Invisible. Osea que no me llamas gordo, sino que el abrazo es gordo. Muuuucho mejor (jaja es broma). Gracioas por la lectura. El apunte que haces es interesantepero en este caso no puede utilizarse por cuanto la sociedad civil apenas aparece en la película. Ni se llega a conocer por los ciudsadanos el affaire sexual.Luego el mensaje lo lanza el director y va dirigido al espectador. Y da la casualidad de que a mi me importa un pimiento con quien se acuesta y con quien se levanta el candidato. Y me pareceque a ti también.
ResponderEliminarEl libro de Zweig, bueno, que te voy a decir a ti, que habrás leido mucho más que yo de él. A parte del interés por el tema, apasionmante, esta su prosa seductora. Te encantará. Un saludo.
Jajajaja iba a poner "Un abrazo grande", pero para ser original lo he cambiado por "gordo" jaja y mira por dónde me sales :-) Me alegro de haber cambiado a última hora la palabra, así me he reído un rato.
EliminarPues aciertas de lleno: me importa un rábano con quién se acueste el candidato de cualquier partido político.
Otro abrazo inmenso! :-P
Abril. Me alegro mucho, tu aportación siempre da mucho de si. Hombre, igual vuelvo a ser un ingenuo (young adult) pero si que creo que el cine americano era una industria y algo más.Por supuesto que si.Ahora dicen que parece más un video juego,no se...
ResponderEliminarCoincido contigo en que la película cumple en parte su propósito, ya que se puede discutir sobre ella detrás de un buen café. Y eso, como no sucede todos los días, es muy bueno. Coincido en lo de los actores también.
Pero en lo referente a esa mentalidad puritana a la que te refieres, esa es la cuestión. Que se supone que George Clooney es un señor liberal, culto y muy alejado de todo puritanismo.
Y no es que él haga una radiografía del puritanismo americano, que estaría en todo su derecho.Es que sin darse cuenta cae en él. Me remito a lo que le acabo dedecir a David Amorós para no repetirme en el asunto de la chica, donde creo que patina.Por eso creo que la película es fallida. Y me pasa como en la anterior. Fui a verla sabiendo que a medio mundo le parecía una obra maestra. Pico siempre (lo dicho young adult)
Por lo demás, sinceramente deseo que siga haciendo películas.Aunque despotrique no me cae mal. Por algo será que las veo ¿no crees? Igual es por que aportan un poquito, aunque sea poco.Yo en lo bellíssimo que es no entro.Un abrazo
A ver querido Victor ¿ obra de arte ? noooo no creo. hay gente muy fan, eso sí pero como la hay de otros pongo por caso Santiago Segura ( y cualquier parecido con Clooney no es que sea ficción o coincidencia es que es imposible) :-D
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en lo que dice del video juego, es cierto totalmente.
Lo que digo es que posiblemente, solo posiblemente que no lo sé, a su manera tambien denuncie ese puritanismo, ese darle tanta importancia al hecho de que un candidato tenga un lio ( eso importa a la esposa o a los implicados)es más el engaño el ir de "santo" varón frente a una sociedad que parece que se engaña a si misma..
Estoy contigo, hay que ver sus peliculas aunque no sea más que para criticarlas y que nosotros podamos entablar debates como éste.
Un placer, un abrazo :-)
Al fin y al cabo, la democracia existe?
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Le has dado duro al candidato/director, eh? Yo, embelesada con Gosling después de Drive, no pillé tanta movida.
ResponderEliminarLos americanos siempre hacen así: nos descubren sus juegos sucios cuando ya están en otros que no desvelan ahora mismo, sino más adelante.
Al final, cada uno juega para sí mismo...¿y no es lo que debiéramos hacer para sobrellevar esta vida? Una frase que me dijeron hace tiempo. "Todos tenemos un cadáver en el armario",me llevó a pensar en su certeza. Cadáveres de todo tipo, actuaciones irresponsables, falta de valor, de honestidad, mentiras gordas y pequeñas...en fin...
A mí me gustó bastante, lo que me pareció más burdo fue lo de la becaria, me recordó demasiado a Clinton. Y que la chica se suicidara también lo encontré demasiado exagerado. El secundario que he visto mucho y ahora no recuerdo el nombre, lo veo muy coherente.
Clooney sí que no me gusta, ni ahora ni nunca. Y de Gosling, ¡uy! ya te dije.
Un abrazo (me releo y no lo veo muy coherente, pero aquí te va.
¡Ah! y el gran Zweig, todo lo que hizo fue excelente...si te digo que lo empecé a leer de algo más que pequeña, mi madre tenía casi todo de él. Sin embargo Fouché no lo he leído, me pondré a ello.
ResponderEliminarAhora besos
Abril. Ten cuidadin no te vayas a encontar a Segura rodeado de señoritas espectaculares anunciando el nespresso. Y con Paquirrin haciendo de Malkovich. Igual nos da un pasmo,o nos reimos,nunca se sabe... Un saludo
ResponderEliminarLa sonrisa de Hiperion. A esa poregunta no puedo contestar en el espacio de un comentario,y me niego a responder de un plumazo y categoricamente. Aun así gracias.
ResponderEliminarVirgi. ¿Como era aquello? la casa de los 1000 cadáveres o algo así. No te contradices y no te falta razón. Todos podemos entonar un mea culpa por una u otra razón.
ResponderEliminarNo se que os pasa a más de una y de dos con Gosling, pero vuestras razones tendreis. A mi me parece que,sin ser mal actor, aun le falta un hervor,pero en fin. Veo que despierta pasiones varias,meparece bien, ya que el star system está un poco bajo mínimos.
Zweig. Que suerte haber leido su obra,y tan temprano. A mi me falta la mitad,pero todo se andará. Un abrazo.
Dona invisible ¿Pero inmensamente gordo ¿no?. Sino no vale. Toma otro.
ResponderEliminar¡Plas!¡Plas!¡Plas! Ya sabes, Víctor, que estoy de acuerdo contigo y realmente en todo: los detalles los obvié porque preferí no entrar en ellos, pero ya que tú lo has hecho, puedo lamentarme contigo por la grosera actitud de Clooney que se muestra casi misántropo y desde luego hace trampa.
ResponderEliminarYo ya digo que lo de Mónica fue más divertido y por supuesto veraz, y, visto desde este lado del Atlántico, sigue pareciendo cuestión de relativa importancia residiendo la misma en todo caso en la descarada forma de mentir negándolo todo.
Curiosamente en la gran película de Preminger Tempestad sobre Washington también hay una cierta mezcla del sexo con las formas parlamentarias, pero, evidentemente, a un nivel muy superior.
Que pasados tantos años un demócrata como Clooney pase de puntillas sobre la forma de algunos políticos de concertar alianzas y desestime una vía abierta en el trato con la prensa, también tan interesante y distinta a lo que conocemos, contando además con la presencia de Marisa Tomei, acaba por resultar un defecto más que una virtud, porque ha tenido al alcance de la mano la posibilidad y la desechado, prefiriendo el ruido a las nueces.
Claro que es lo mismo que ha hecho hace cuatro días al provocar su detención seguida de una inmediata excarcelación, no vaya a quedarse sin su descafeinado y se le arrugue el traje.
La única virtud que le veo es que provoca conversaciones interesantes.
Un abrazo.
A mi tamoco me huele muy bien eso de la detención de famosillos en labores humanitarias. Sobre todo cuando las labores humanitarias se realizan entre anuncio y anuncio, que te voy a contar. Es una lástima lo de la prensa, tema que se apunta pero en el que no se profundiza lo suficiente,sobre todo contanmdo con esa actriz.H entrado en los detalles por que en ocasiones hay que desenmascarar un poco al personaje,como pasa con ciertos candidatos.Gracias y un saludo.
ResponderEliminarTienes la facultad de hacerme desear ver películas que no me atraían en exceso.
ResponderEliminarÉsta es una de ellas que así a voz de pronto, me parecía una de esas pelis americanas donde el arraigo patriótico se ensalza,tergiversando los auténticos valores que de verdad debieran primar-y ellos creen que los tienen por encima de todo el resto del mundo-
Para luego sentir al verla que es poco más de lo mismo donde no ven más allá de sus narices tanto en cuestiones varias y la política no es una excepción.
Desde tu punto de vista favorable y también en lo negativo que tu ojo crítico ha percibido,ahora me llega a mí el deseo de juzgarla desde mi mirada personal.
Este George,está en todas partes últimamente,¿por qué será?
Besos.
Marinel. Me das una alegría. No quisiera que nadie que tuviese pensado verla la desechase después de leerme. Me parece fenomenal y muy lógico que desees sacar tus propias conclusiones. En ocasiones películas como esta con aciertos y deslices en el fondo no deben ser descartadas de raiz. Vas a disfrutar de buenas interpretaciones. Y eso ya te da cierta garantía. Luego, el análisis y el mensaje se puede compartir o no. Ahí está lo bueno. Que la disfrutes. Un saludo.
ResponderEliminarBasada en la obra teatral de Beau Willimon Farragut North, la cinta no cuenta nada nuevo que no sepamos de antemano sobre corrupción política y la falta de escrúpulos de muchos mandatarios. Pero todo cuanto expone lo hace de forma inteligente, si tapujos, directo al grano, disparando siempre allí donde más duele. Dibuja a sus numerosos personajes a la perfección. Con sólo tres trazos es capaz de definir a cada uno de ellos con una brillantez absoluta. Gobernadores, asistentes, periodistas… Las ansias de poder son tan grandes que ninguno de ellos duda en darse un gran baño de mierda con tal de lograr su objetivo, bien sea extorsionando o mediante pactos de lo más bajo y ruin.Aquí lo que eché de menos fue una mayor utilización de los secundarios tan estupendos que tiene la película, en especial de la Tomei, cuyo personaje daría para jugar muchísimo. Y me hubiera gustado que el detonante del conflicto fuera de otro calado.
ResponderEliminarUn saludo,amigo.