viernes, 21 de marzo de 2014

LA ESTRATEGIA HUMANISTA


Se llama Jesse Fisher y se explica así: “el otro día al cruzar la calle empecé a divagar, cosa poco extraña en mi. Gracias por regalarme esta música. Creo que está alterando mi percepción de Nueva York. He descubierto que cambiando los gritos y bocinas por los acordes de Schubert o Vivaldi la ciudad adquiere una belleza insoportable”.
Decía Conrad que hay hombres de acción e individuos más inclinados a la especulación. No todo el mundo es Zalacaín el aventurero, Ivanhoe o D’artagnan. Otros se mueven en un indefinido terreno observando la gran partida de ajedrez de la vida antes de mover ficha. Deleitándose estupefactos ante el panorama que contemplan. Intentando descifrar antes de actuar.
Hoy nos centraremos en la última hornada de tipos taciturnos, anhelantes, reflexivos, meditabundos y nostálgicos. Abstenerse por tanto aquellos que sufran alergia ante ciertas historias ligadas al último cine indie. Acompañaremos a locuaces inofensivos, románticos y modernistas a la vez, silenciosos pero irónicos. Y muy dados a especular (léase divagar). Su sistema coronario y su mente aunque parezcan aletargados hierven y no descansan. Curiosamente, existe una novela de Thomas Wolfe titulada precisamente “Especulación”, en la que un tipo tranquilo vuelve a su pueblo, no lo reconoce y no deja de hacerse preguntas.


Las cuestiones habituales de estos personajes pueden ser de muchos tipos, por ejemplo: ¿en que sociedad vivimos? ¿en la de la mercantilización de la cultura o en la de la culturización de ciertas mercancías? ¿O en ambas?
Pero siempre está presente el eterno misterio del ideal amoroso, las inquietudes sociopolíticas y la vanguardia cultural. Estos urbanitas soñadores conjugan la nostalgia por un tiempo pasado y los infinitos miedos ante un futuro incierto en el que una palabra pesa como una losa. Responsabilidades. Es gente que observa el mundo con asombro y perplejidad intentando descifrar sus enigmas a la vez que destilan melancolía a raudales. Ante lo que surge una pregunta ¿Es la melancolía peligrosa para estos entrañables seres desubicados inmersos en la efímera cultura pop?.
Mejor vamos con ellos. Que vamos a  reducir a tres. Zach Brach, Joseph Gordon Lewitt y Josh Radnor. El primero se ha especializado en componer a ese personaje reflexivo, autocompasivo y taciturno que libra una continua y feroz batalla por comprenderse a si mismo y su entorno. Asolado por implosiones internas, turbulencias varias y dudas existenciales, su objetivo base es que el mundo no se hunda bajo sus pies. En “The last kiss” (no importa que sea un remake) él solito se monta un complejo y monumental embrollo en torno a lo que debe o no debe ser el curso de su vida que lo cortocircuitan completamente.


No es extraño por ello verlo constantemente mirando al horizonte, en un permanente horror vacui, pensando qué hacer ¿Sigo de juerga, bebiendo cervezas y filosofando mientras el tiempo se agota o digo definitivamente adiós y cruzo la puerta hacia la edad adulta?
En semejante estudio sobre la percepción, la mirada contemplativa y la ubicación de quien observa e intenta comprender, se encuentra el mismo actor en “Algo en común” (Garden State). Y podría formar pandilla con los dos anteriores Joseph Gordon Lewitt en “Brick” y “500 días juntos”. Salvo por un detalle.
Aunque todos ellos son gente estupenda, tienen su lado outsider. Un componente extraño que les hace ser vistos a los ojos de quien les rodea como peculiares, curiosos especímenes con un toque excéntrico y singular. Sujetos que pasarían desapercibidos, pero que poseen un poderoso imán que irán llamando la atención en segunda instancia, siendo muy valorados por personajes aun más indefinibles y extraños. Igual de desubicados e infelices.


Josh Radnor en “Liberal arts” (cómo me gusta ese título, amor y letras en castellano) podría considerarse el compendio de todos ellos. Y por eso le vamos a dedicar más espacio. Radnor es Jesse Fisher. A sus 35 años ya denota cierta fatiga ante lo quebradizo de ciertos sueños. Ya vive en una gran ciudad, como siempre quiso. Ya pasó por la universidad, que es lo que deseó. Lee y se interesa por toda actividad cultural, que es lo que le va. Y sin embargo el rostro de la melancolía y el vértigo asoma en cada una de sus sonrisas sin avisar, disfrazada bajo una capa de ironía y cáustico sentido del humor.
Jesse Fisher, paradigma del ingenuo reflexivo e inconformista, de hombre desplazado, dice mantener una relación un tanto hostil con Nueva York, una ciudad que no percibe como soñó. En ese momento, recibe una invitación al pasado. Concretamente al acto de despedida del que fuese uno de sus más admirados profesores.
Eso supone zambullirse en un mundo que hace tiempo dejó atrás. El universitario, del que dice guardar los mejores recuerdos de su vida. A su llegada, cargada de buen rollo e ingenuidad, no puede reprimir tumbarse a mirar el cielo en el verde césped del campus, como antaño. El presunto aroma a “carpe diem” se instala casi de inmediato en sus poros. Y se obra el milagro de volver a revivir esos instantes irrepetibles en los que podía sentarte junto a un árbol a descifrar un poema sin percibir que la rueda del mundo seguía dando vueltas. Cuando el tiempo viajaba a diferente velocidad.


El regreso a la Universidad de Jesse Fisher recuerda al que hace Edward Norton en “La última noche”. Ambos tienen un alto sabor nostálgico. Pero uno es el reverso del otro. Para el personaje de Spike Lee supone recordar con grandísima amargura lo poco que aprovechó aquellos años.
Por eso a la hora de desahogar su frustración, para Norton sobran refinamientos. Su grito desesperado, su alegato contra todo y contra todos cuando la vida le vuelve la espalda es contundente y directo a la yugular. Y puestos a disparar, mejor en todas direcciones: “que se joda la ciudad y todos sus habitantes, que se jodan los mendigos y los negros con su puto basket, que se jodan los puertorriqueños y sus desfiles cutres, que se jodan todos los putos aprendices de terroristas, que se jodan los spaguetti italianos, sus pelos engominados y sus trajes de nylon, que se jodan los agentes de bolsa de wall street, supuestos maestros del universo, que se jodan Bush y Chayne, que se jodan Osama Bin Laden, Al Quaeda y todos los fundamentalistas, que se jodan los polis corruptos y sus porras para dar por el culo, que se jodan los curas que abusan de niños y la iglesia que los protege, que se jodan las esposas de la quinta avenida con sus pañuelos de Hermés, sus trajes de diseño y sus caras operadas y estiradas etc, etc”.


Jesse Fisher en “Liberal arts” jamás se permitiría algo así. Su abultado paquete universitario y su bagaje cultural se lo impiden. Su talante es otro, más apegado a la conjetura. Y el de su película también. La bofetada existencial de Spike Lee es sustituida por un agradable cóctel indie mezcla de melancolía y cinismo. Lo cual no le impide plantear cuestiones: “¿te has dado cuenta de que aquí todo el mundo habla con hipérboles? Todo es lo mejor. El mejor libro, el mejor profesor, la mejor hamburguesa…como si hubiesen leído todos los libros o hubiesen probado todos los profesores y hamburguesas del planeta, lo cual sabemos que es logísticamente imposible”
Pero es que además su regreso cargado de nostalgia supone una especie de puerta abierta a su particular paraíso soñado con sabor a bombón envenenado. Un microclima que en su memoria es idílico y que sólo la sinceridad del director/actor nos revelará sus auténticas luces y sombras.
“Sólo recordamos y nos quedamos con lo agradable” admite. La realidad es bien distinta. Pues esa etapa también lo fue de frustraciones e ideales no cumplidos. Y dolor. En “amor y letras” flota en el ambiente una ambivalencia sobre la etapa estudiantil. Fructífera en sus aspectos más lúdicos, humanistas e intelectuales. Pero que a su vez se rebela como una falsa burbuja, una brújula dorada, una enorme pompa de jabón que poco tiene que ver con la vida real que uno se encuentra después y para la que nadie está preparado. De ahí cierta melancolía y desconfianza en las miradas en su retorno al verde campus.


Eso sí, Jesse Fisher adoptará una visón contemplativa y balsámica con el entorno, ayudando con su experiencia a otros estudiantes e incluso profesores más amargados de lo que presuponía. Él ya ha salido de esa burbuja y sabe lo que hay fuera. A todo ello beneficia y mucho que estamos ante un tipo tranquilo que se toma su tiempo, sabe escuchar y goza de una bonhomía a prueba de bomba, aunque no deje de sentirse (como los demás) perplejo, inseguro y con muchos interrogantes no resueltos.
Y al igual que le pasa a Zach Brach en “algo en común” dos detonantes abrirán aún más sus poros cerrados: una mujer vivaz y espontánea y el contacto con la música. Y si Zach tiene la suerte de toparse con una deliciosa Natalie Portman, Jesse Fisher lo hace con una espontánea, estimulante y sensual Elizabeth Olsen, que a la segunda conversación ya le advierte que presiente que…es más avanzada que él. Hasta el punto de que es ella quien lleva la iniciativa en todo momento, alcanzando la relación, gran frescura, tacto y espontaneidad. Deja de pensar le dice ella. Estas con la persona equivocada, contesta él


El contacto con la estudiante de frases ingeniosas les llevará a ese periplo plagado de librerías de viejo, bibliotecas, cafés a media tarde, paseos por el campus y  charla imparable…En un acierto muy propio del género (como sucede en la película de Jonás Trueba “Todas las canciones hablan de mi”) deciden comunicarse a través de cartas escritas a mano…
Y el eterno universitario irá explicando de forma muy lírica (que a alguno le parecerá pedante) en un tramo delicioso y vitalista como “la experiencia de abandonarse a escuchar en plena calle “cossi fan tutte” de Mozart convierte inexplicablemente a todos los habitantes atractivos, llenando las calles de Nueva York de miles de posibles parejas románticas”. Solo es cuestión de poner la banda sonora adecuada. Son unos momentos de gran sensualidad narrativa e inspiración visual, incluso superiores a los que refleja el pelotazo musical que vive el protagonista de “500 días juntos” cuando cree haber conseguido a la chica de sus sueños. Y que explican la mentalidad ensoñadora y posibilista del personaje.
Estas dos películas cargadas de música, al igual que las de Zach Brach, le llevan a uno a recordar a Tolstoi, cuando consideraba (no sabemos si de forma irónica) que la música debía ser una primordial cuestión de estado, pues no podía consentirse que los acordes de una pieza musical pudieran hechizar irremediablemente a las masas.
El film va ahondando en ese ambiente climático en el que el caos emocional, el goce cultural y la belleza conviven con el dolor a cualquier edad. De todo ello surgen personajes de carne y hueso y una sensación muy inteligente y agridulce en la que “Amor y letras” no se limita a indagar en el complejo carácter del protagonista, sino que el relato adquiere un carácter más global, universal, un tapiz coral realmente estimulante sobre la posición del individuo en el mundo y las relaciones con los demás.



Para la salvación del alma moderna en el globalizado mundo caótico no cabe sino una sensual estrategia dirigida a la empatía solidaria y los afectos, viene a decir Radnor. Una estrategia humanista que enarbola la bandera de la palabra en un retablo abierto a los sentidos y la camaradería.
Al final, todos los personajes dan y reciben una o varias lecciones involuntarias sobre amistad, libertad, compromiso, solidaridad, romanticismo y madurez. En un panorama que puede ser tan hermoso como emocionalmente quebradizo, al borde del fracaso emocional. Y eso hace a la película muy cercana, muy reconocible y muy emotiva. Una decidida y sincera apuesta por el factor humano. Sin esconder dónde nos duele ni nuestros errores, los propios de la naturaleza humana. Por cierto, quien piense que los problemas de Jesse Fisher y los demás son alergias generacionales, se equivoca de cabo a rabo. O al menos eso creo.




39 comentarios:

  1. De Jesse Fisher lo más que he visto e imagino que porque está de moda y me abocó a ella mi hijo hasta acabar por casi engancharme, es cómo conocí a vuestra madre, una serie americana donde este actor junto a sus amigos va narrando su vida a sus hijos, el trayecto hasta conocer a la madre de las aburridas criaturas.
    En cierto modo y por lo que cuentas de esta película, el papel de Fisher no se aleja mucho del que desarrolla en la serie, con ese humor cáustico ante la soledad que lo puebla, sus vivencias y sus anhelos frente al mundo con un toque de modernidad diferente y atrayente al máximo.
    Así pues, creo que me gustará verla.
    Besos.

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  2. Yo tambien conozco a Josh Radnor en ese "viaje televisivo" hasta que conoce a la madre de sus hijos (por cierto que resulta cansino ya, 9 temporadas o0) pero parece que aborda el mismo tipo de hombre. Los protagonistas de las otras dos películas que nos comentas tambien asoman por la pantalla pequeña y creo que no salen demasiado de ese "personaje" al que aludes, tipos pensativos con buena formación al menos con algo más en la cabeza que fútbol y cerveza. Resultan historias amables y sin descalificar para nada el mundo donde se desenvuelven (ninguno está luchando por sobrevivir al menos fisicamente)me resultan muy "light", bueno a lo mejor no es así y la lucha interna por ser solidario y humanista es una tarea muy árdua, en contraposición con gente mucho más frívola que ellos...¡qué sé yo..!. :-P

    Tu texto exquisito, de veras.

    Un abrazo

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  3. Esta peli me gusta seguro, porque yo soy una de esas: reflexivas, dale vueltas a todo, cuestiona mundos, sopesa vidas, perseguidora incansable de la belleza, medidora de valores a la deriva y un largo etcétera. Bien que quisiera ser una mujer de acción, pero nada, como que no me va. Al menos, en términos generales y salvo bajones esporádicos, suelo ser alegre y me mantengo lejos de la melancolía, aunque me considero una pesimista absoluta en el enjuiciamiento de esto que somos los humanos.

    Ah, me enrollé de más, y es que me pones la zancadilla con este verbo tuyo del que tanto disfruto.

    Un abrazo, Víctor.

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  4. Me ha gustado mucho este texto,de verdad,porque no se suele leer con demasiada asiduidad este tema que hoy expones aquí de una manera brillante.Entre el hombre de acción,aventurero que está lleno,tanto el cine como en la literatura,pero sobre todo en el cine que es movimiento y no hay que aburrir al espectador que debe hacer cola y pagar un precio por la entrada.Curiosamente he leído el libro de Wolfe,porque ese tema me interesa mucho,tanto,que incluso conozco una historia de Philip K.Dick titulada Muñecos cósmicos,donde un tipo vuelve a su pueblo natal y nadie le reconoce ni él reconoce nada. En fin,que he disfrutado mucho o,reflexionado,mejor dicho.Disfrutas en con Indiana Jones,reflexión es eso "en la última hornada de tipos taciturnos, anhelantes, reflexivos, meditabundos y nostálgicos."

    Un fuerte abrazo.

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  5. Marinel. Pues tengo que confesar que no he visto jamas esa serie. Es mas, no sabìa de su existencia. De èl solo conocìa su anterior pelìcula, que me parece menos redonda que esta. Eso si, se nota que tiene cosas que decir. Y se nota x cuanto es tb guionista y director de sus dos pelìculas. Espero que te guste. Un abrazo.

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  6. Abril. Siguiendo el criterio del propio personaje he vuelto a ver la pelicula antes de contestarte.
    Me ha parecido aun mejor pelìcula. El mismo hace un inteligente ejercicio de valoracion e incluso autocritica sobre su propia ingenuidad, sobre la idea de ahogarse en un vaso de agua con facilidad.
    Termina considerando sus problemas y cito "una nota a pie de pagina".
    Luego tal vez sean algo lights. Esto no es el abismo de Brando en su ultimo tango ni la leyenda del santo bebedor.
    Pero por eso precisamente he puesto el ejemplo de Edward Norton...para remarcar las diferencias y el contexto. Amor y letras en un tono tal vez mas suave, mas light, termina diciendo muchas cosas. Olvidè relacionarla con otra muy reciente, la alemana "oh boy" sobre otro treintañero que se dedica a conjeturar y observar.
    La serie....no sabia ni que existia. 9 temporadas buff casi nada....no puedo ni imaginarmelo. Un abrazo

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    1. Uff..he contestado primero a tu comentario de más abajo y he pasado por alto éste..vaya despiste el mio..
      Ahora lo tengo más claro.:-)
      En realidad tal vez, digo tal vez, somos todos los que por aquí andamos un poco así..pensadores más que "hacedores"..no sé estoy divagando..:-P

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  7. Isabel. Te gusta segurìsimo. Y no solo debido a que puedas identificarte con este tipo de personaje observador que no deja de saborear cuanto vive y de cuestionarse el curso de los acontecimientos.
    Es que ademas la pelicula es tremendamente dinamica y melancolica.
    Y siendo tu como eres....este tipo se convierte en un camarada a la busqueda de respuestas...un abrazo

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  8. Francisco Machuca. Que bueno....has leìdo el libro de Wolfe. Me encanta cmo trata de manera muy sabia las dos acepciones de la palabra "especulaciòn". Gran novela verdad?
    Tienes razon...los heroes de toda la vida ocupan gran espacio...pero bueno Antoine Doinel, otro que viveinmerso en la duda metòdica tb. Gracias x tus palabras. Un abrazo

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  9. Abril. Aclaraciòn. En realidad el personaje dice eso, que ciertos problemas son una nota a pie de pàgina.....pero en cierto sentido la pelìcula lo desmiente. Se abona a la idea de que aunque algunos parezcan enormes y tal vez no lo sean...los pequeños detalles y sobre todo la continua mirada atenta al mundo y sus contradicciones es muy importante.
    Vamos que lo nefasto es no pensar, no cuestionarse el contradictorio mundo en el que se vive y sobre todo encontrar la mirada adecuada que nos permita disfrutar y sacar jugo a lo mucho bueno que aun pervive en un mundo caotico. Vaya chapa.....

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    1. En realidad estoy en esa linea de pensamiento (valga la redundancia) lo malo es NO pensar, estoy segura que las historias me gustarian. Mi comentario iba más en la linea de que los personajes no son héroes no son especialmente carismaticos, pueden parecer incluso tipos "consentidos" por la suerte que no valoran su situación privilegiada del primer mundo.. que mucho bla bla..pero supongo que no iba por ahí tu argumentación.
      Me gustan tus "chapas"..jeje perdona tú las mias..:-)

      Otro abrazo

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    2. Abril. Bueno hay de todo...y si es cierto que en algunos casos algunos de estos tienden a arreglar el mundo en una cafeteria. Pero no es una regla de este subgenero. No todos padecen lo que algunos bautizaron como el sindrome Friends.
      en amor y letras hay una inteligente combinaciòn entre la vida como reflexion y ojo, la vida como una continua improvisaciòn, lo que esta lejos de sentarse a dudar.
      No son todas iguales. Por eso he dedicado mas espacio a la que dentro del grupo, me parece con mas miga. Pero entiendo lo que dices, desde luego....un abrazo

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  10. No he visto estas películas pero reconozco el modelo.
    No me gusta la nostalgia y la autocontemplación y me da la impresión que germina en este tipo de películas. Me interesa, porque me abre interrogantes, el planteamiento de que hay que pensar y reflexionar, que la vida, y la felicidad que huye de la visión edulcorada burguesa, consiste en vivirla (con lo positivo y lo que no lo es) y no quedarse al margen siendo un sujeto pasivo.

    Te felicito por tu reflexión alrededor de este cine indie.

    Un abrazo!!

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    1. Utopia. No te falta razòn en parte. Hoy la nueva comedia tiene digamos tres vèrtices: la comedia gamberra, resacones y demas. La comedia que intenta recrear el modelo clasico y que se basa en el patron de una recreacion de la cenicienta y que acaba siempre con un par de candidatos para la boda final. Ya sabes las de jenniffer Lopez y sarah jessica, 27 vestidos, etc etc
      Y luego esta la efectivamente muy manoseada etiqueta del cine indie. En la que hay de todo. Y algunas muy poco estimulantes. Destaco esta ya que creo que dentro de ese apartado merece la pena.
      Y hay nostalgia, cierto, pero se critica la autocompasiòn. Pese a que muestren a treintañeros en crisis no todas estàn cortadas x el mismo patròn. Esta me gustò. Gracias

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  11. Es seguro que nada que ver con la generación o la edad.
    Todas las edades sufren y gozan en una espiral sin fin, que creo que nada tiene que ver con ser o no maduro.

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  12. Paradela. Exacto. Por supuesto que no. Das de pleno en el tema clave. Los mismos interrogantes sin resolver, la misma curiosidad se plasma en la pelicula en su relaciòn con su antiguo y ya veterano profesor...que da otro punto de vista muy rico. Estoy contigo...un abrazo

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  13. Releyendo tu reseña y los comentarios he recordado y reconocido a ciertos personajes en Beautiful girls donde una incipiente jovencita ( Natalie Portman) le da sopas con onda a Timothy Hutton. Tipos reflexivos y un poco perdidos..ésta me gustó mucho.
    También la q mencionaste de Jonás Trueba. Creo q también he visto The last kiss. Es la Josh Rasdnor la q tendría q ver.
    Me ha hecho gracia lo del síndrome Friends.

    Saludos otra vez

    Pd perdón por saturar " el corcho"

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    1. Usted no satura nada. Desde luego...lo de Thimothy Hutton y Natali Portman...aunque esa es pelin mas gamberra...pero esta muy bien...o Cusack en "alta fidelidad" aunque ese tiene un claro motivo para divagar....le acaban de dejar.
      Estoy convencido de que amor y letras, te pude gustar mas a ti que a mi. Creo....

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  14. Diría que la literatura anda en el núcleo del personaje contemplativo, melancólico a ratos, consciente de que el mundo - la vida- es un amargo remedo de lo que esperaba en los años gozosos, cuando el amor y las esperanzas eran las señales del camino.
    V de mis entretelas, tus entradas son un auténtico festìn para hermeneutas perezosos. Me ha gustado, y eso no he visto las pelis ni he seguido las series, soy rara, lo sé, y por esa razón mis referentes cuando te leo los busco en otro lugar. Jesse sería un buen amigo de Lucien de Rubempré, aunque con menos ambición y vanidad.
    Un abrazo.

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    1. Amaltea. Con muchisima menos ambicion y vanidad, desde luego.....
      La relacion con la literatura es constante y recorre toda la pelicula. Hasta se habla del romanticismo de William Blake.
      Uno de los handicaps del personaje es que da la sensacion de que ha invertido tanto o mas tiempo leyendo que viviendo a pleno pulmòn.
      Sin que eso quiera decir que no se disfrute de la vida y se aprenda leyendo...
      Este tipo cae bien...es buna gente....Gracias x tus palabras. Un abrazo.

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  15. “Mi consejos es que le pongas una armadura a ese corazón blandengue que tienes” ... cuando escuché esta frase en amor y letras me dije... tomaré nota a ver si dan la receta :)
    Pero no, lástima, no hay receta en esta peli, al contrario, tengo sensación que rn esta peli hace un retrato de los que son incapaces de ponerle armadura a nada. Me gustó, me gustó mucho, tengo muchas cosas en común con el porta aunque muchísimas diferencias, no soy nada melancólica y me gusta muchísimo más la vida desde que salí de la universidad, seguramente por que allí nunca pensé como él que todo fuera posible y viviendo sí que lo creo. Sin embargo me gusta, me rechifla divagar, tampoco yo puedo dejar de pensar aunque sean estupideces la mayoría de las veces, muy de vez en cuando me zambullo en preguntas de esas sin respuesta, la mayoría de las veces intento encontrar la explicación a lo que no comprendo y cuando se la encuentro ( para mi) fin. Paso a otra, así me paso la vida jaja encajando piezas a mi modo, montando mi puzle a mi manera, no importa que para los demás no valga, si a mi me vale, me vale. “ Liberal Arts” la recomiendo contigo, soy de letras puras desde siempre jaja Mmmm qué bien, me apunto una que henos visto juntos.. Graacias por tus letras.

    Muchos besos y feliz primer finde primaveral V.

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  16. Maria. "Pues quiero decirle algo. Pese a todo me gustaban sus clases. En serio. Y si tengo un corazòn blandengue en parte usted tb es responsable".
    Es que esa ingenuidad que le lleva a decepcionarse con la actitud cinica de la profesora de novela romantica es estupenda. Ahi Radnor como guionista y director demuestra que tiene una visiòn no tan idìlica del campus. Y que la ilusion que le generò en su momento provenia de alguien que precisamente va x otro lado. El comentario sobre Byron y su forma de ir por la vida tremendo.
    Y por lo demas...no entiendo esta pàgina sino como un ejercicio de divagaciòn continua. Supongo que por eso los textos son largos etc etc....incluso errados muchas veces. No importa....
    Me alegro de que te gustase. El titulo de claras reminiscencias clasicas me encanta. Liberal arts. Un abrazo

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  17. ... no he visto ninguna de las películas que te han inspirado tan buen y filosófico texto. Tan solo conozco LA ÚLTIMA NOCHE de Spike Lee.

    AMOR Y LETRAS, ALGO EN COMÚN, 500 DÍAS JUNTOS, EL ÚLTIMO BESO..., crece mi baúl de películas pendientes...

    Cuando has hablado de LA ÚLTIMA NOCHE me he detenido en tu segundo párrafo:

    "Decía Conrad que hay hombres de acción e individuos más inclinados a la especulación. No todo el mundo es Zalacaín el aventurero, Ivanhoe o D’artagnan. Otros se mueven en un indefinido terreno observando la gran partida de ajedrez de la vida antes de mover ficha. Deleitándose estupefactos ante el panorama que contemplan. Intentando descifrar antes de actuar".

    Y he pensado en esos individuos que han sido hombres de acción y de pronto, ante una circunstancia, hacen un alto en el camino y se convierten en hombre contemplativos. Y curiosamente estos hombres, cuando se plantean este alto en el camino 'vuelven a vivir' de otra manera una vida que se les iba demasiado rápido. Pero el camino a la reflexión no es fácil... y suele arrastras dosis de tragedia.

    Y me ha venido a la cabeza otro hombre de acción que de pronto se vuelve contemplativo... y curiosamente esta vuelta a lo contemplativo se convierte en tragedia porque su mundo de acción no lo reconoce y a él no le gusta lo que ve. Me refiero a Carlito Brigante y Atrapado por su pasado.

    En fin que como ves tus textos son 'entes con vida propia' capaces de generar un montón de reflexiones y pensamientos...

    Besos
    Hildy

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  18. Hildy. Bueno, la verdad es que Carlito Brigante intenta reconducir su vida...pero no le dejan ni las circunstancias ni su sentido de la amistad...al que no desea renunciar...
    estos de este texto es gente con menos experiencia vital. Tal vez se podria decir que Carlito es Edward Norton a su salida de la carcel...
    Entre este grupo de peliculas hay un poco de todo. Pero todas comparten urbanitas a punto de entrar en la madurez...y que divagan sobre el estado de las cosas...un abrazo.

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  19. Debería darme vergüenza, Víctor, no conocer ninguna de las películas que mentas en tu reflexión, pero me he avergonzado ya tantas veces que no me queda más...
    No es que sea alérgico al llamado "cine indie" (que no sé si realmente existe, pero eso es otro tema) sino que no memotiva sin un aperitivo como tu estupenda reseña, más que texto cinéfilo lugar de de reflexión.
    Quizás esos personajes, todos o casi todos, son representativos de la contemporaneidad por la insatisfacción íntima que se suele hallar en los individuos que carecen de un fin vital, de una vocación, de un empeño: hoy parece que en el cine los héroes se empeñan únicamente en salvar al mundo con sus super poderes, sus super armamentos y sus super facultades, y antes el héroe contaba con un viejo rifle y un par de valores para defender una decisión que no siempre era ajustada.
    Esos personajes divagativos, ambulantes, casi frágiles en su psicología me suenan a íntimos amigos de Allen y me gustaría saber si sus frases tienen la misma brillantez o se acercan hacia el telefilme sabatino celebrado por los amantes del Reader's Digest.
    Un abrazo.

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  20. Qué magníficos retratos psicológicos has logrado en este texto, analizando caracteres que por otra parte me son muy próximos, o son muy próximos a mis preferencias, o un poco de ambas cosas. Desgraciadamente no tengo acceso fácil a este tipo de películas: no llegan a las salas de la ciudad en que vivo ni al videoclub del que debo ser el último cliente, y solo me tropiezo con ellas –albricias- en la biblioteca pública, aunque no tan frecuentemente como me gustaría. No he visto ninguna de las que comentas aquí, aunque trataré de retener sus títulos, particularmente, como tal vez puedas comprender, ese “Amor y letras”. Un abrazo grande.

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  21. Josep.De verguenza nada. Es más...es a algunas películas indies a las que debiera darles un poquito de verguenza. No creas, como ya supondrás que todo el monte es orégano...
    Hay algunas que piensan que colocando una par de cancioncillas de moda de grupos alternativos por supuesto...y cuatro tópicos, tipo "reality bites" ya está todo hecho. Y no.De eso nada. Esa es una etiqueta como otra cualquiera que ha vendido en ciertos festivales y poco más.
    Eso no quiere decir que no haya algunas películas que merezcan la pena. Aquí he cogido un ramillete del que destaco una, amor y letras.
    Y tu intuición no va desencaminada.. La película se desarrolla entre Nueva York y una Universidad de Ohio, donde el protagonista estudió. Y aunque no creo que intente copiar ni emular a Allen, la referencia es inevitable, sobre todo al verle pasear por la gran ciudad escuchando música clásica.
    No obstante, tiene otro tono, más cercano al cine clásico...a mi la verdad es que me parece una película más que interesante. Un abrazo.

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  22. Juan Herrezuelo. Fíjate si amor y letras la siento próxima a ti....que a punto he estado de dedicarte la entrada. Estoy convencido de que sintonizarías con este tipo al instante. Y con el tono de la película, que me apuesto un pincho de tortilla a que te encantaría.
    Una lástima que los que somos de provincias tengamos el accedo tan limitado a determinadas cosas...no creas esta película tiene un par de años, y yo la acabo de ver hace unos días...así nos va...gracias y un abrazo.

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  23. Las mejores lecciones son las involuntarias... la historia del cine está plagada de ellas. Un abrazo, amigo

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  24. Jose Luis. Desde luego. Mucho mejor una lecciòn involuntaria que el discurso panfletario que trate de adoctrinar. Un abrazo

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  25. Ni idea de este trío, sólo reconozco a Spike Lee y las primeras que hizo. Pero ya sabes que leerte es aprender porque ves más cosas en el cine de las que vería yo, así que te sigo con fruición.
    Sólo añadir que cuando el cine logra representar aunque sólo sea una parte, pero con realismo y profundidad, cuaquiera de los temas que nos preocupan, nos llega sea de donde sea o quien la dirija.
    ¡Ah, antes de irme! Nombras NYC...qué ciudad para llenarnos de imágenes, hayamos estado o no, ya el cine se encarga de inyectárnosla en vena.
    Un abrazo, admirado V.

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  26. Virgi. Gracias. La pelicula de Spike Lee es una autentica pieza de orfebreria. Gran pelicula que te recomiendo desde ya.
    En la que se comenta hoy....la ciudad de Nueva York esta muy presente. Y desde luego entra en vena sin problema alguno....gracias a ti por tu atenciòn. Un abrazo

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  27. Me ha encantado el retrato psicológico de los personajes que nos propones hoy. Pienso que esos comportamientos están a la orden del día en cualquier generación y se van repitiendo en mayor o menor grado según la época.
    ¡Muy interesante!
    Es un placer descubrir películas de tu mano y que quizá nunca hubiera tenido la oportunidad de conocer. Por ello, te doy las gracias.

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  28. Maripaz. Muchas gracias por tus palabras. Desde luego eres un aliento continuo. Da gusto con lectores como tu. El placer es mio. Un abrazo

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  29. ¿Sigo de juerga, bebiendo cervezas y filosofando mientras el tiempo se agota o digo definitivamente adiós y cruzo la puerta hacia la edad adulta?

    Incontables, son los viajes de ida y vuelta que hacen/emos? gentes de todos tipos y pelajes a ese tiempo...

    Me encanta tu forma de diseccionar argumentos y personajes. No la he visto, pero te aseguro que me has dejado en disposición de hacerlo. Y lo haré.

    Te sigo.

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  30. Cristalook. Desde luego. No dejamos de hacer incontables viajes, intentando desentrañar....algunos de momento solo estamos en el viaje de ida....
    Conozco a más de uno de veinte que parece venir de vuelta....y por ahí no.
    Gracias por tus palabras. Creí que te había contestado. Te puse que si uno sigue en esa tesitura divagatoria e inevitable termina lost in traslation. Lo que no está mal. Un abrazo

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  31. He buceado un poco por "Amor y letras" y recuerdo que cuando se estrenó y vi el trailer en algún cine me emocioné pensando que ya había otra peli que me iba a gustar. Pero al final no la vi, así que ahora tengo que buscar dónde verla, porque me ha encantado que me lo recuerdes.
    La gente que sabe escuchar (de verdad) es tan escasa que uno se va quebrando un poco con el paso del tiempo, por eso creo que madurar es encontrar a personas que realmente escuchen. Y quedarse con ellas.
    Un personaje muy interesante y una historia que ya me gusta. Tengo ganas de ver la peli YA.

    Un abrazo.

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  32. Sue. Pues creo que no te equivocas y te puede gustar...y mucho. A veces se nos escapan....conste que a mi tb...la he visto en dvd...pero la historia tiene su miga, y ese dulce sabor amargo de la vida cotidiana. Vamos que espero la disfrutes. Un abrazo

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  33. A mi me encanta Liberal Arts, la he visto dos veces y la segunda la disfruté aún más.
    Podría decir más cosas pero te voy a robar un par de frases de la peli que me has recordado para un tweet.

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