sábado, 10 de mayo de 2014

LA ESCUELA DE CALOR


Saber o no saber. Disponer de información o no. Esa es hoy parte de la cuestión. Uno puede leer a escritores como Carmen Martín Gaite o Juan Benet y sumergirse en su prosa sin necesidad de saber nada más que todo lo que sus historias y su prosa nos ofrecen, que es mucho. Sin embargo, es imposible que la percepción del lector no cobre otra dimensión cuando sabe que ambos mantuvieron una correspondencia muy intensa en la que la autora de “Nubosidad variable” le decía cosas como “el tener que sentirme avergonzada de acudir a ti me parece la más injusta y dolorosa servidumbre a que puedo estar sometida”. Incluso es necesario tomar un respiro, ya que a esto le añadía frases como “de tarde en tarde me veo acorralada, impelida a caer en ti como único expediente posible”. Nada de esto debiera afectar a su calidad literaria ni al goce de su narrativa. Y sin embargo…
En el cine ocurre otro tanto. Y más cuando ha pasado el tiempo. El espectador actual puede darse el lujo de ver “La Piscina” libre de polvo y paja. Pasando olímpicamente de toda la carga morbosa que la acompañó en su estreno. No tiene por qué saber que Romy Schneider y Alain Delon fueron la pareja más chic del cine europeo, que mantuvieron un romance sonado que finalizó de aquella manera y que esta película suponía su reencuentro profesional tras la ruptura en una cinta de alto voltaje cuya primera escena los muestra en su faceta más icónica y mítica.



Él tumbado junto a una piscina tomándose un coctel con sus inconfundibles “rayban” negras. Marcando estilo. Ella dándose un baño en la misma piscina, luciendo figura y bikini negro, escultural y magnífica. Una auténtica efigie saliendo del agua…Conste que por razones de puro análisis cinematográfico (la duda ofende) antes de describir la escena la he visto dos veces. Se pulsa pausa…atrás…adelante y Romy reaparece como una diosa subiendo otra vez la escalinata de la piscina. El encuentro entre ambos es como la fusión del átomo: “ráscame la espalda, nadie lo hace como tu”.
Parece ser que en 1969 se montó mucho revuelo por esas escenas en la que la antigua emperatriz de Austria perdía el bikini y se entregaba al deseo. Y uno no sabe si el hecho de que lo hiciese con su antigua pareja añadía más leña al fuego en la mente del espectador o no. Es un juego de espejismos que en su día avivó el celuloide.
La cuestión es que hoy podemos ver “La piscina” desprovistos de esas cargas adicionales. Sin el plus de esa información extra que cuatro décadas después resulta meramente anecdótica. Hoy, pese a conocer, el espectador puede, si lo desea, tomar distancia y disfrutar de este drama psicológico y sensual a pleno sol. Recrearse en la exploración visual de esta deconstrucción de la pareja progresivamente obsesiva y envolvente abstrayendose de asuntos privados.



La premisa es sencilla y tiene ecos impresionistas en el trazo. Una pareja, Romy Schneider y Alain Delon disfrutan de sus vacaciones en una envidiable casa de campo con una no menos envidiable piscina. Alejados del mundanal ruido. Las caricias del sol, el tacto de la piel, la sensualidad de un entorno natural y el verde intenso de los árboles invitan al goce continuo, al sexo sin prisas, a la exploración de los sentidos entre cócteles y baños. Apuntados a una particular escuela de calor en la que el reloj no cuenta, pronto descubriremos que el tiempo libre también da para jugar con los sentimientos y el deseo. El animal no duerme dice la poeta Ada Salas. Como diría mi vecina, son ganas de complicarse la vida…
La excusa propicia la proporciona un amigo de la pareja que es invitado a pasar unos días (Maurice Ronet). Un ejemplar de seductor amante de la juerga continua y el ego sin fronteras. No viene sólo. Le acompaña nada menos que su hija de 18 años (estupenda Jane Birkin). El director nos la muestra como una auténtica delicatessen recién salida de una de las comedias y proverbios de Rohmer. Un aparentemente asustadizo cervatillo entre lobos. Sensual, lánguida, fresca e irresistible incluso sin mover un solo músculo. Absolutamente francesa. Luciendo unas inocentes minifaldas que Jaques Deray filma deliberadamente como una llamada a la puerta del pecado.



Como es lógico, con estas piezas sobre el tablero, la tensión sexual se empieza a masticar a varias bandas. El cuadro dramático es más complejo de lo que aparenta. El amigo ha sido amante de Romy y antiguo jefe de trabajo de Alain Delón, que adoptando las formas sinuosas de Ripley ve la posibilidad de consumar la venganza de todas las humillaciones sufridas en la carne del cervatillo. Se van desvelando cosas inquietantes. Como que Alain es un escritor fracasado y maldito que ahora se dedica a hacer publicidad. Para colmo el recién llegado, una versión masculina del mito Rebeca, no duda en dar rienda suelta a su fama de maduro ligón de la costa azul, exhibiendo su egolatría sin disimulo. Su imperial narcisismo. Su inagotable vanidad.
Hagamos un paréntesis. En este punto uno termina por acordarse de Carly Simon y su canción enigma en la que pone firme a un hombre tan vanidoso que va de yate en yate y de fiesta en fiesta mirándose al espejo y acostándose con las parejas de sus amigos. Tan vanidoso que, como dice la letra, pensará que la canción está dedicada a él. Carly Simon nunca ha desvelado a quien se refería cuando escribió “you’re so vain”. Y aunque las especulaciones son muchas, todo el mundo sabe que hay dos candidatos claros en la parrilla de salida: Mick Jagger, que hizo los coros, y Warren Beatty, que en un acto de pura vanidad no tuvo complejo alguno en auto atribuirse el dudoso honor de afirmar que la canción está dedicada a él. Al final coloco el tema. Fin del paréntesis.



Volviendo a la película, instalados los cuatro el film avanza en un continuo flujo y reflujo de aparente mansedumbre en el que los embates emocionales y las cuitas dialécticas se mezclan con una exploración visual de la explosión de los sentidos y los dilemas éticos. Toda la marejada del juego de la seducción se pone al descubierto y a la parrilla al abrigo del tacto de la piel, el charme francés, los rayos de sol, los baños en la piscina y los límites del deseo. La liberación y relajación de las costumbres sin embargo es sólo aparente y sobrepasa a los protagonistas, a los que el juego se les va de las manos.
El acierto de la película está en presentar a presuntos personajes liberados y desinhibidos atrapados en férreos dilemas morales. Es entonces cuando el relato adopta las formas de un tejido pesimista en el que la servidumbre humana y las llagas del pasado hacen su aparición.
Con el paso de los minutos el espectador, junto con los personajes, va sintiendo también la transformación de un decorado, que ahora ya no es un relajante y envidiable remanso de paz, sino una cárcel sin salida de la que todos desean escapar sin saber cómo. Es el atractivo, discreto,  obsesivo y engañoso encanto de la burguesía y su doble moral. Ese que permite, en una cena al aire libre, compartir un arroz chino y charlar sobre comida tailandesa mientras subyace de fondo la certeza de que todos han sido infieles a todos hace diez minutos. Magnífico el momento en el que la presunta educación plagada de sonrisas pretende soslayar lo evidente.



Y si en algunos momentos “La piscina” parece una curiosa e imposible mixtura entre el preciosismo de Renoir, la placidez entomológica de Rohmer, el misterio de Hitchcock y la intriga criminal de Patricia Highsmith, finalmente el castigo moral se impone en un pulso que corrobora que la toma de riesgos en biología supone pagar una factura ética. Estos personajes, tal y como afirma Paul Bowles en “el cielo protector” viven como si cada uno de sus actos no tuviera consecuencias. Y el precio que se paga es caro: “jamás podré volver a bañarme en esta piscina” afirma Romy cuando es consciente hasta dónde han llegado los juegos estivales.
Y es que, el delicado arte de mantener el equilibrio, no en un columpio ni en una piscina, sino el emocional y ético, resulta más complicado de lo que parece. También para el director, Jacques Deray, que en 2014 también ha de pagar el peaje de construir su película con una banda sonora sesentera a lo dabadabada. Cuando esto pedía a gritos una orquesta clásica o incluso la ausencia de música. De todos modos, el complejo armazón dramático-criminal bañado por el sol funciona. Y con esos actores más. Esta película muestra que Hitchcock no debió preocuparse tanto cuando Grace Kelly dejó el cine. Precisamente en la costa azul tenía una sustituta perfecta para dar rienda suelta a sus obsesiones.



Y como lo prometido es deuda, aquí dejo el misil en forma de balada que Carly Simon dedicó en 1972 a todavía no se sabe quien, aunque bien pudiera ser el de la foto. Aunque como decíamos al principio, en el fondo da igual. El tema funciona por si solo sin necesidad de conocer su trastienda privada.

49 comentarios:

  1. No he visto la película (igual cae algún día). Gran tema el de Carly, más allá de en quién se inspire... y tienes un mail.
    Un saludito.

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  2. David. Cuando gustes. Estoy de acuerdo, gran canciòn. Un abrazo.

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  3. No había oido hablar de ella jamás. Pero me has puesto los dientes larguiísimos, así que he dejado de leer a mitad de la entrada para no perder la sorpresa. Cuando la vea te cuento.
    Buena entrada (por lo menos hasta donde he leido... JEJEJE)
    Saludos

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  4. Hoy cierras la entrada con una canción poderosa, casi tanto como la película La piscina. Ya me he enganchado y voy a tenerla en la cabeza toda la tarde, digo la canción.
    La película, sobre una de las novelas de Patricia Haighsmith, tiene como las novelas de la autora, la capacidad de descolocarnos porque detrás de lo bello anda lo siniestro: nada es lo que parece, ni siquiera los sentimientos de los protagonistas, tampoco la hermosa casa es de ellos. Un escenario prestado. Alein Delon estaba perfecto en su papel de castigador, y Romi Schneider ponía la guinda, por su atractivo y también por la tensión amorosa de los cuatro. Esta película y Lo que importa es amar, de Zulawski, son en mi opinión, sus mejores interpretaciones.
    Un abrazo.

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    1. Desde luego que tiene mucha importancia ese escenario prestado y esos sentimientos que siempre ocultan pasiones y obsesiones que solo se insinuan pero que van tomando cuerpo. Frustraciones tambien.
      La influencia de la Highsmith marca el relato, sinuoso y lleno de sugerencias.
      Gran pelicula lo importante es amar...Romy ahi sufre en directo. Aunque personalmente en esta cinta la que me ha sorprendido muy favorablemente es Jane Birkin. Sin desmerecer al resto.
      Viendola me acorde de esa gran cancion. Me alegro que te guste. Un abrazo

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  5. Leon. No se desvela el desenlace. En todo caso encantado de que el texto te haya interesado x la pelicula. Gracias x tus palabras...espero la disfrutes. Un abrazo

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  6. Amigo Víctor, no sé dónde consigues estas películas para mí inencontrables. Yo no me he cruzado nunca con esta, aunque he querido verla desde que leí, siendo niño, el asunto de la conflictiva historia de amor entre estos dos grandes del cine europeo en alguna de las revistas que compraba mi madre. Creo recordar vagamente que se trataba de contar la trágica vida de Romy Schneider, y junto con algún fotograma de “La piscina” mi memoria trae también la imagen de un niño ensartado en el extremo superior de una verja de hierro, el hijo de Schneider, creo recordar, sin duda una imagen muy Hitchcock, también. Qué acertados los adjetivos con que calificas el encanto de la burguesía –y su doble moral- más allá de su conocida y buñuelesca discreción. Highsmith y Delon están indefectiblemente unidos a través de aquel talentoso Ripley que navegaba y asesinaba a pleno sol…

    Estupenda reseña marca de la casa. Un saludo.

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    1. En este caso no debiera ser asi pues fue un gran èxito comercial en su momento. Pero desde luego con el tiempo ha pasado al olvido...
      No se si es facil o dificil de encontrar. Yo esta la tengo hace tiempo.
      Sobre el calvario que sufriò Romy....me quedo sin palabras. Fue durìsimo lo que tuvo que vivir. No he visto esas imagenes y casi prefiero que sea asi.
      gran pelicula a peno sol, desde luego. Un abrazo

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  7. No te he leído, Vícto,pero fue ver a Romy, bellísima siempre, y querer escribirte. Una peli que vi de jovencilla y me chifló, pero en realidad lo que recordé de ella al verla fue su actuación en Lo importante es amar, que peliculón, uno de mis prefes en el ranking.
    Volveré con tranquilidad, besos besos

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    1. Es una actriz extraordinaria y en esta pelicula luce mucho. Los conjuntos minifalderos tan tipicos de los sesenta le sientan de maravilla....y la pelicula explota mucho el look de ambos.
      Desde luego lo importante es amar es de esas que golpean de tal forma que no se olvidan. Un abrazo y gracias x pasar

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  8. Vi esta película hace algunos años, bastantes si he de decir la verdad y me gustó mucho, no sólo pro la intriga que se desarrolla como pausada y firmemente, sino por los actores, todos los que dieron ese énfasis al guión hasta lograr dejar concentrado al espectador.
    En mi caso al menos.
    Sin embargo, me has puesto de nuevo al borde de querer volver a verla!
    :)
    Ignoro a quién iba dedicada la canción, pero como bien dices, es lo de menos.
    Besos.

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    1. Tienes mucha razòn, no solo son los actores que esconden mas de un enigma, es que poco a poco se va masticando una intriga entre baño y baño que hace mucho x la pelicula.
      Me alegro si te apetece revisarla. Espero la disfrutes. La canciòn...pues estupenda para mi gusto. Lo demas pues es la gindilla nada mas...un abrazo

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  9. Mi querido Victor, llevo tiempo detrás de esta película... Has conseguido que me vaya a la biblioteca a probar suerte por si la tuviesen. Así que ya te contaré.

    La historia de Alain y Romy (aunque sé que quien te ha robado la mirada esta vez ha sido Birkin) tiene su aquel. La joven preciosa, de vida de cuento, con aire de princesa eterna y el joven rebelde, bello con la ley de la calle en el rostro. Romy siempre me ha parecido un personaje bastante trágico y con una trayectoria cinematográfica curiosa. De princesa de cuento a mujer trágica. Como su vida..., así evolucionó también su filmografía.

    Ahora sí ¡qué hermosos eran los dos!

    Besos
    Hildy

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    1. Bueeeeno que eficacia la tuya....ya veo que has dado con ella...espero que te guste. Las relaciones como veras son maquivèlicas y tortuosas a varias bandas...eso de que Maurice Ronet le diga al otro que sabe muy bien que a Romy le gusta dormir y que siempre se despierta tarde...en fin
      Jane Birkin me ha recordado mucho a las adolescentes de Rohmer, como en la coleccionista o Pauiline en la playa o la rodilla de Clara....la confesiòn que le hace a Delon sobre quien es su padre, como la utiliza y lo que piensa de ellos es tremenda. Nada inocente.
      Y no la gusta bañarse....pero en el mar y con compañia si....esas sutilezas estan muy bien resueltas...
      Espero que te guste el chapuzòn piscinero. Un abrazo

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  10. La canción es una maravilla.

    La película creo haberla visto pero apenas recuerdo algo. El mundo burgués de la doble moral siempre da mucho juego para un director que sabe mover las fichas (en este caso además contaba con unos actores/actrices interesantes por muchos motivos).

    Y por último, se me había pasado ese libro sobre la correspondencia entre Martín Gaite y Benet. Admiro mucho a la primera y menos a Benet pero siempre me interesa ese mundo privado que tanto juego da cuando los protagonistas son escritores. Entiendo que merece mucho la pena ¿no?

    Un abrazo!!

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    1. A mi me ha encantado siempre...muy buena. Y sobre lo demàs pues si, aqui uno ya no sabe si hay doble o triple moral burguesa...es tremendo.
      Y sobre el libro....puesssss te dirè que no soy un gran aficionado a ese gènero epistolar privado....pero es que en este caso escriben tan bien y sin tapujos que....sì, merece la pena. Aunque me quedo con su obra literaria. Es cuestion de gustos. Un abrazo

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  11. Ya tengo La piscina en mi poder...
    Beso
    Hildy

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  12. Nos adelantas el momento chapuzón...¡y con esos bodys..! Bromas aparte. No recuerdo la película pero sé de su existencia y por supuesto de la biografia (triste realmente) de su protagonista..pero ¡qué bellas y tortuosas pasiones ! dentro y fuera de la pantalla.
    El me parece uno de los hombres más bellos ( y fijate que digo bello ) del cine, más que europeo, mundial (con una sola excepción..tú ya sabes), un tipo chulesco y sinuoso como su Ripley o como Rocco y sus hnos. o ese Tancredi Falconeri del Gatopardo.
    Y de ella..todo bueno..¡una pena que no tuviera más suerte en la vida! Los dioses son así de crueles..les conceden la belleza y les roban la felicidad..bueno como a todos los mortales.
    Me gustaria hacerme con la película. De la nena, es decir la Birkin, que es otro icono, con esa cara y ese estilo suyo tan moderno..se la recuerda más por sus suspiros susurrantes en ESTE famoso tema.

    ¡Total que como te darás cuenta no he visto la peli! pero todos me resultan muy muy familiares

    Un abrazo of course

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    1. Pues fijate que en este papel Alain Delon recuerda en algunos pasajes al bello que te gusta. Esa escena en la que Liz la gata le dice que no tiene alicientes y que se ahoga y el con la copa en la mano le contesta "buscate un amante"....ese ambiente de hastio y amoralidad y muchas cosas subterraneas està tb aqui. Y Alain termino bebiendo igual....
      la pelicula aprovecha mucho el tiròn de la belleza de ambos. Es normal y creo que hacen bien.
      Luego esta su vida, que como bien dices ufff fue tremenda para ella. La vida es asi de cruel. Y de eso tb sabia el que te gusta como number one....
      la pelicula te puede gustar, creo....
      y Jane Birkin...bueno aqui esta jovencìsima y muy bien. Todavia no habia empezado a susurrar. Gracias x el enlace.
      Candidatos a ser el man de la cancion....jo...es que cuando dice lo de la mafia podrian ser unos cuantos....aunque si Warren dice que es èl....ella no suelta prenda. Un abrazo

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  13. P.D. ¡Ah..el tema musical de lo mejorcito! Y qué aplicable a más de uno..(o una)

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  14. Ayer, cuando todavía no había ningún comentario, te leí con detenimiento.
    Solamente había algo que me llamaba poderosamente la atención y necesitaba comentarte en privado, pero no encontré tu mail en ningún lado, por más que busqué en tu perfil.
    Hoy entro y veo que ya lo has arreglado.
    Y me alegro muchíiiiiisimo.
    Un abrazo.

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    1. Muchìsimas gracias. No sabes cuanto me alegro. Se perfectamente a lo que te refieres. Vamos, los dos lo sabemos y efectivamente el lapsus està corregido.
      Y me alegra enormemente que lo vieses a la primera e intentaras avisarme. Gracias y un abrazo.

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  15. Como siempre,me dejas pensando respecto a las piscinas en el cine,y no ya a la película que tan bien reseñas. En el género negro literario abundan mucho.Por ejemplo,en las novelas de Ross McDonald: La piscina de los ahogados,entre muchas otras.El detective es llamado siempre a una lujosa mansión y debe pasar siempre por delante de una piscina donde es irremediable no ver a la Lolita de turno. Lancaster en El nadador, y Holden que siempre quiso tener una piscina y lo dice, pero cuando ya estaba muerto. Las piscinas vacías de J.G.Ballard. Las piscinas del cine de terror. Dustin Hoffman tumbado en un flotador en una piscina sin saber qué hacer con su vida en El graduado. La joven del agua de M. Night Shyamalan con aquella guapa chica que vive en el interior de una piscina. Inabarcable,amigo,como tu texto.

    Un fuerte abrazo

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    1. Bueno amigo Francisco....que repaso tan jugoso...la verdad es que no lo plantee asi pero si que daria para una entrada buenisima. El cine y las piscinas. Me ha gustado que recordaras a JG Ballard. Y en lo de el detective....es que es asi.
      para contribuir voy a añadir dos. Paul Newman con el agua al cuello y swmming pool de Francois Ozon, con Charlotte Rampling.
      Muy buena tu perspectiva...gracias y un abrazo

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  16. No sabía yo lo de este tema musical. Y, por supuesto, tengo que ver la película que ganas tengo con todo eso que cuentas.
    Saludos

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    1. Pues de eso se trata Nury...de rescatar un poco del olvido pelìculas que merecen la pena....un abrazo

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  17. Lo privado-público, la química real aprovechada por el celuloide y viceversa, siempre es un ingrediente difícil de aislar en cine o en cualquier arte cuando se conocen las implicaciones personales de los protagonistas, más allá de sus obras. Todo suena y da diferente “ en pantalla”. Desde aquella peli genial “tener o no tener” en la que Bogart sucumbió a los encantos de la preciosa e inquietante Lauren Bacall, a la rutilante pareja llena de tatus y niños formada por Angelina Jolie y Brad Pitt que se unieron en la vida real tras descerrajarse mil millones de tiros en Mr and Mrs Smith, el morbo real, se mezcla indefectiblemente al cinematográfico.

    No conozco esta peli... pero por tus letras, la tensión ( de todo tipo) se masca en el ambiente y sí, sin duda todo lo que hacemos tiene un precio a pagar, aunque lo olvidemos. Mala cosa la vanidad, lástima que en mayor o menos medida sea un mal del que no se libra casi nadie. En fin, como siempre mil gracias por lo mucho y bueno que muestras aquí V.


    Muchos besos y ocurra lo que ocurra que no dejemos de tiranos nunca a la piscina, con agua a ser posible:-)

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    1. Si que existen muchos ejemplos....es verdad...y en todas las artes....podriamos llegar hasta Camille Claudel...pero los que tu pones de diferentes èpocas e intensidad nos muestra lo que ha cambiado el cine y sus stars.
      si que hay tensiòn, lo curioso es que se desarrolla en un ambiente de absoluta relajaciòn.
      y si Maria a la piscina con agua siempre. Un abrazo

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  18. El título me llevó a una parte lejana de mi memoria. El comienzo me condujo a otro lugar aún más sigiloso de mi fantasía literaria. Y, por último, aterricé en otra de las películas que nunca vi y que tanto espero. En esta puerta de entrada, me has abierto varios caminos y yo, naturalmente, prometo seguirlos. Un abrazo

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    1. Pues esa era la idea...no sabia còmo titular esto y tb tirè de memoria musical...de la literaria y de lo queda de una pareja mitica. El celuloide que filmaron....espero te guste...gracias y un abrazo

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  19. ¡Ah, ya no recordaba muchas de las cosas que cuentas! Una de las cosas es esa salida de Romy (lo asocio a Faye Dunaway en El compromiso) de la piscina.
    Habrá que verla nuevamente, en esa época no había leído ni a Highsmith ni Bowles.
    Tampoco a ti :) besos besos

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    1. Yo tampoco no creas...muy apropiada la comparaciòn...son dos mujeres que convierten los actos mas cotidianos en magnèticos....a mi me ha pasado al revès...los habìa leido antes. Yo no la vi en su estreno....un abrazo

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  20. ... Oye, querido Victor, que me encantó verla. Me encantó esa atmósfera sensual en un espacio idílico... que esconde un mundo oscuro, oculto, que de pronto estalla.

    Me quedo con esa cena de los cuatro mientras hablan de temas intrascendentes y cómo notamos el torbellino de sentimientos, emociones y volcanes que esconde cada uno. Y la escena clave nocturna en la piscina... inquietante.

    Besos bajo el agua
    Hildy

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    1. Vaya, me alegro mucho de que te haya gustado. Tienes mucha razòn, hay muchas corrientes subterraneas en ese placido verano. Un abrazo

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  21. Empezando por el final, la canción la he escuchado mucho desde que, hace ya unos años, me la grabara en un cd un americano al que visité en NY. No conocía la trastienda, pero aún así siempre me ha gustado mucho la canción y, sí,alguna vez me he preguntado para quién la escribiría.

    En cuanto a la peli, no la he visto :( aún, pero tratándose de Alain Delon en su mejor época ya estoy tardando. Como siempre tu análisis es muy sugerente.
    Gracias!

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    1. Eso si que es nivelazo Sue, grabada por un yanky de pura cepa...a mi tb me encanta
      Y si te gusta Delon....pues poco mas hay que añadir....aqui esta en su mejor momento..gracias a ti por pasar....

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  22. "finalmente el castigo moral se impone en un pulso que corrobora que la toma de riesgos en biología supone pagar una factura ética. Estos personajes, tal y como afirma Paul Bowles en “el cielo protector” viven como si cada uno de sus actos no tuviera consecuencias. Y el precio que se paga es caro."

    Un análisis impecable. Deray lo hubiese suscrito de cabo a rabo.
    Y ciertamente que la película suscitó ese morbo de la víctima y el villano... menos mal que por ese entonces, no existía el Sálvame :S

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    1. Muchìsimas gracias...no sabes cuanto me complace que coincidas...asi da gusto...no se que opinarìa Deray....gracias y un abrazo

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  23. Nada como lo que transita subterraneamente, no se ve pero se intuye, se palpa. Actorazos, sin duda alguna. Un beso V

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  24. Hola Fiorella....es asi, aqui lo subterraneo se intuye y en varias capas. Un fuerte abrazo

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  25. Puede que yo sea de los pocos concurrentes que vió esa película en el cine meses después de su estreno, quizás ya en el 70 y no he vuelto a verla.

    (Sí he escuchado, en más de una ocasión, el vinilo de la Carly, de la misma época, pero eso ya es otro tema)

    Recuerdo bastante bien la película y tu estupendo texto, Víctor, me ha hecho revivirla intensamente aunque mi conclusión de espectador adolescente no coincidiera con tus apreciaciones, por lo que tu crítica me impele a revisarla sin demora: estoy seguro que ahora, ya, la veré con otros ojos, forzosamente.

    Forzosamente porque cuando la ví, Rommy no era para mí una treintañera apetecible sino una señora de muy buen ver y desde luego Jane Birkin focalizaba toda la atención -aún siendo un pelín mayor, también- a causa del escándalo de su éxito musical (que sorprendentemente no mencionas) Je T'aime... Moi non plus.... que, por lo menos, en estas patrias concitó poco menos que excomuniones después de ser prohibida en las emisoras de radio.

    Con todos estos mimbres, La Piscina dispuso -supongo, porque entonces no era muy consciente- de un ambiente caldeado, al que hay que añadir la consideración, leída si no recuerdo mal en un Paris Match, del deseo de la Schneider de enterrar de una vez y por todas a Sissí.

    Lo consiguió, a medias, creo...

    Un abrazo.

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  26. Muy buen texto,... me he enganchado del todo!!!!!

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  27. Josep...Pues me alegro de que la vieras y la disfrutases...yo la cazé hace un tiempo. No se me ha olvidado el tema de Jane, pero preferí poner este, que me parece va más con el tema, aunque el otro tampoco desencajaría...pero de todos modos para estais los amigos...gracias x el enlace...y es verdad...el ambiente sí que se caldeó, la prensa rosa o como se llamase en aquellos tiempos debió ponerse las botas...un abrazo

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  28. Sesiónm discontinua....me alegro y gracias...espero que la disfrutes. Un abrazo

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  29. Me ha enganchado porque yo todo lo que se lo he aprendido en el cine, y en los libros y ahora estoy aprendiendo la maldad en las series. Gracias por visitarme.

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  30. Gracias Marcela, espero que si la llegas a ver la disfrutes...bueno de la vida tb se aprende...las series actuales tienen malvados? Vaya, tomo nota que me las pierdo todas...un abrazo

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  31. Bueno Victor, como siempre has hecho un buen análisis de una película que he visto pero que una vez que te he leído es como verla con una nueva visión más rica y plena de detalles. Muchas gracias.

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  32. Gracias Maripaz, eres un encanto de amabilidad....un fuerte abrazo.

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