martes, 17 de mayo de 2011

NUEVOS AMERICANOS EN PARIS


¿Y si fichamos a Carla Bruni? Sinceramente, nunca se muy bien cuando Woody Allen nos invita a que nos riamos con él, y cuando abiertamente nos toma el pelo. Cuando hace sus particulares variaciones Goldberg sobre un mismo tema y cuando reflexiona profundamente entre chiste y chiste. Hay quienes dicen que lleva décadas haciendo la misma jugosa película. Pero esos mismos no tardan en afirmar que no deja de reinventarse y aportar nuevos caminos a la comedia. Todo esto instala al aficionado en una provisional, jocosa y embriagadora confusión, en la que no se sabe por que arte de magia uno termina pareciéndose a sus personajes. ¿O es al revés?. En el caso de “midnight in Paris” uno puede ajustarse y atender al canon o no. ¿Que qué dice el canon? Pues que estamos ante la celebrada enésima vuelta de tuerca, otro jovial y cómplice divertimento en lo que constituye su actual periplo por ciudades europeas donde sin abandonar sus obsesiones de siempre, realiza leves variaciones  sobre sus constantes temáticas adaptándolas al contexto de la ciudad que toca. La próxima será Roma, y ya le veo seriamente atemorizado ante algún capo de medio pelo, para deleite de sus fans. Olvidaba decir algo, los fans de Allen son muy pero que muy fieles, y salvo alguna leve disidencia a este director se le consiente, alaba y permite de todo. Solo así pueden entenderse los aplausos unánimes al prólogo de este film, un recorrido postal estilo publi-reportaje por las zonas mas chic de Paris de casi tres minutos a los compases de un swing. Otra vez, si.
Para su legión de admiradores Allen no necesita justificar la razón de que apenas varíe su discurso porque se supone que es un genio, por más que él mismo, más modesto, insista en que no. Y si lo hace se argumenta que todo en él son rasgos autorales que forman parte de un continuo y permanente vivir para gozar. Es más, da la sensación de que este hombre vive desde hace tiempo prisionero de una tipología, un desarrollo escénico y unas temáticas de las que ni quiere ni puede escapar o desprenderse. Ya saben, “el sueño de Cassandra” no parece un film suyo, dicen.


En este marco se diría que en “midnight in Paris” vuelve a hacer lo que ya hizo en Manhattan o Barcelona, practicando su ironía, sus gotas de melancolía, sus toques culturales, su particular radiografía de la clase media, patologías incluidas, y todo ello con las ajustadas dosis de humor marca de la casa. En algunas ocasiones está más inspirado y en otras menos, dicen sus exégetas, pero nunca deja de ser Woody Allen.
Si me tomase su último film así, ya anuncio que para mi constituiría una soberana decepción, pues ese catálogo descrito no es nuevo y ya lo enunció y desarrolló   mejor. El ejercicio de mitomanía tampoco es novedad, pues no hay que olvidar que Allen ya tuvo como consejero sentimental en sus correrías nada menos que a Bogart con gabardina y pitillo en mano, y el recurso al escapismo es muy recurrente en su cine, por ejemplo en ”Alice”.
Pero por fortuna, da la casualidad de que “midnight in Paris”, aunque lo parece, no es “otra hilarante comedia del autor de Annie Hall”. Por el contrario, creo que estamos ante una reflexión sobre el ser humano profunda y psicológicamente escalofriante, cercana al horror vacui. Una especie de oscura versión nihilista de regreso al futuro encuadrada en plena medianoche en el jardin del bien y del mal. Dice el filósofo Rafael Argullol en su decálogo de ideas para ciudades imposibles:”quiero una ciudad librepensadora, en consecuencia no quiero una ciudad que se mienta a si misma”.


Asi las cosas, pese al engañoso prólogo y siendo sinceros, no creo que a Woody Allen le entusiasme excesivamente el Paris real. Al menos a su protagonista no le interesa demasiado el Paris de 2011. Como tampoco le interesa la vida en la que está inmerso, ni su proyecto de futuro con una rubia oxigenada, ni sus severos suegros republicanos y otros amigos de la pedantería. Como es costumbre, pronto el atribulado antihéroe hace gala tanto de su ingenuidad (pretende que la inspiración literaria le llegue meditando en una bohemia buhardilla) como de su sempiterna cobardía huyendo a otro mundo artificial, a un paraiso mágico donde confluyen los aromas nostálgicos de todos sus referentes míticos del Paris de entreguerras. Conste que los héroes de este director-personaje no son Spiderman, ni John Wayne, sino Cole Porter y Dalí entre otros.
Pero la sorpresa que marca la diferencia respecto de otros films viene en forma de fino y frio escalpelo. La dulce ensoñación tras las campanadas a medianoche, pese al regocijo de la sorpresa inicial, resulta un absoluto fracaso, por cuanto nuestro mediocre personaje por no saber no sabe ni soñar como es debido. Su tragedia llega cuando descubre que el mundo de artistas, bohemios y pintores, musa incluida, no están basados en la realidad, sino que están construidos sobre los cuatro clichés mitómanos que nuestro hombre tiene en la cabeza. De ahí que no se canse de repetir que todos los célebres tipos con los que se topa son “justo como  los había imaginado”. Aun asi, el autentico quiz sin solución se produce cuando detecta que todos los problemas y fantasmas de los que huía reaparecen de nuevo en un marco en el que no todo es la fiesta movil que él pensaba. En ese mundo ideal también tienen cabida el desamor, los celos, la apatía, los pedantes y las suicidas angustiadas.


El prometedor viaje un paso más allá hacia los tiempos de la belle epoque solo sirve para constatar con desasosiego que bucear hacia cualquier pasado ilusorio en busca de la felicidad, no resuelve nada por cuanto no deja de ser emocionalmente repetitivo y frustrante. Toda época visitada resultará igualmente insatisfactoria, convirtiendo cada situación temporal en una redundancia del presente. Algo que ya comprobó en otro registro más positivo una y otra vez Marty Macfly en la saga de Robert Zemeckis. Asi pues, conste que el film complementario de este en un programa doble no sería en ningún caso “la rosa púrpura del cairo” sino “origen”.
Todo ello permite a la cinta reflexionar sobre el tiempo y la fragilidad de los mitos europeos construidos al otro lado del océano, para concluir que la felicidad y satisfacción humanas no están ni mucho menos en un Paris de película, donde tal vez podamos hacer un ejercicio de escapismo y autoengaño temporal, de hora y media, pero nada más. Al fin y al cabo eso es una película. Demoledora conclusión incrustada en su aparente estilo gracil y festivo. En este caso, el chiste amable esconde el angustioso desamparo del ciudadano medio. El hombre sin atributos cuya vida es insuficiente, y al que ya no se le permite ni siquiera soñar a gusto. Todo termina por convertir en algo mucho más profundo a su personaje-tipo, lo que justifica y explica por fin todos los traumas, neuras y angustia vital con las que nos hemos reído un tanto alegremente durante años en sus films. Ahora por fin entiendo lo del psicoanalista.       

15 comentarios:

  1. Vi la película el sábado. Primero, ¿a quién le amarga un dulce? Preciosas imágenes de una ciudad como Paris, música excelente y protagonistas guapetes... Después, conforme pasa la película te vas dando cuenta de que la trama es un tanto endeble, pero sigues aceptablemente bien porque W. Allen tiene oficio y maestría y sabe manejar los tiempos, la fotografía, la música..., en fín, todo.

    Te ries alguna vez, la mayoría sonries...

    Cuando la película acaba te das cuenta que en ese mundo de sueños, como tú dices, solo tiene cabida el bello París, no el Paris real de 2011. Qué reflexiona sobre el tiempo y sobre la idealización del pasado huyendo del presente, que el protagonista se da cuenta y decide vivir en la realidad (?)

    Me parece una película entretenida y bien hecha, pero nada más.

    He leído con mucha atención tu post. Me has aportado aspectos en los que no había pensado.

    Un abrazo y buen post Víctor (¿¿sabes que se me había metido en la cabeza que eras una mujer??)

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  2. Me ha gusto mucho tu post. Tengo ganas de ver qué ha hecho Woody Allen. Aunque lleva algún tiempo introduciendo ese aspecto que señalas de publi-reportaje. 'Vicky Cristina Barcelona' es un pestiño que se dedica a vender la postal de Barcelona. Pero es que Allen es un genio. ¿Qué cineastas son capaces de hacer una peli al año? Siendo, además, un Juan Palomo: las escribe las dirige y no sé cuántas cosas más. Y poseen calidad, una mirada única, un humor ejemplar.


    Un saludo!!

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  3. Laura Uve. Pues si, de momento y que yo sepa no soy mujer,no me asustes. Respecto a la película, a mi me parece que de forma inteligente Allen permite que se pueda disfrutar como ese sabroso dulce al que aludes de caracter marcadamente cinéfilo y mitómano. Vale. A mi, que no soy cinéfilo y poco mitómano, me parece,no obstante, que por debajo de su habitual envoltorio subyacen cargas de profundidad de hondo calado que llevan a la película cerca del más pésimo existencialismo, por otra parte muy francés. Gracias y un saludo.

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  4. J.feat.J Pues mira por donde, debo ser de los únicos,lo se, pero "vicky Cristina Barcelona" no solo me gusta más que otros films suyos más reputados, sino que me parece un auténtico paso adelante en su filmografía. Y como creo que no se dice a menudo, creo que Rebecca Hall esta inmensa.Aun así,de su última película lo que más me atrae no es la cinéfila visita a la bohemia francesa años 30, sino la ácida crítica que se esconde tras ello. Un saludo.

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  5. Creo que aunque tu manera de expresarte es muy barroca y siempre cercana al negativismo (no es una crítica, lo juro, sino a mi parecer una constatación de lo que vengo leyendo en tu blog) y la mía es mucho más sencilla y quizás "luminosa", a grandes rasgos, creo que estamos de acuerdo en la valoración de "Midnight in Paris" (pronto la comentaré en mi blog), aunque puestos a pensar, en la anterior película de Allen también se mantenía que solo es feliz quien es capaz de engañarse a sí mismo, que quizás no es tan trágico como no poder ser ni feliz en tus ensoñaciones pero no está mal. Y, definitivamente, odio "Vicky Cristina Barcelona", así que ahí, no estamos para nada de acuerdo. Un abrazo.

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  6. Amigo mío, eso mismo que tan bien has expuesto en tu entrada ha sido lo que entendí yo, una vez finalizada esta genial peli del maestro (lo de "variaciones Goldberg" viene al pelo)
    Ya le he comentado a varios amigos la mala baba que hay en esos supuestos saltos en el tiempo. ¡Cómo le golpea al pobre Buñuel!....Por otra parte ese final lluvioso en mitad de la noche prevee un desilusionante nuevo día.
    Magnífica tu reflexión sobre "Medianoche en Paris"¡Felicidades!
    Un abrazote.

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  7. Ya van varias críticas que me alientan a verla si bien yo pertenesco a ese masivo grupo de los seguidores de Allen que digieren todo lo que venga de su mente, me gusta eso de que el principal viaje en el tiempo y que entable diálogos con personajes célebres, como que es más comercial pero de la mano del ingenio de éste icónico director creo que será con un toque mucho más complejo y fino. Un abrazo.

    Mario.

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  8. David.Desconozco cual es mi estilo,caso de que lo tenga, que lo dudo, y si es barroco y un tanto complejo, pues que le voy a hacer,uno da de si lo que da. Tal vez todo se debe a que escribo de un tirón. De todas sigo creyendo que estamos ante una obra densa , magnífica y con un discurso complejo, y no ante otra comedia amable más de Woody Allen. Un saludo.

    ANRO. Muchísimas gracias. Me alegro mucho de coincidir, tanto en el apartado de Buñuel,al que coloca dos magníficos crochet de izquierda que le mandan a la lona, como en el final, que tiende hacia lo agridulce y cuyo amanecer nunca conoceremos, aunque coincido contigo. Gran película habemus. Saludos.

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  9. Mario. Si me permites un consejo, no leas más críticas sobre este film. Déjalo para después de verla. Que la disfrutes. Un saludo

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  10. A mi me apetece un montón, me gusta Allen, me gusta el género, me gusta París....Conocerás al Hombre de tus Sueños de aburrió mucho. Esta me llama, sobre todo el reparto femenino. Las críticas USA y desde Cannes me animaron más si cabe.

    Un saludo V.

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  11. Emilio Luna. pues si te llama y te apetece, corre cual penultimo mohicano a verla. Merece la pena. Un saludo

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  12. quiero verla pronto, cuando llegara al Perú...

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  13. Bienvenido David C. La verdad, yo pensaba que los filoms de Woody Allen tenían simultaneo estreno mundial, pero ya veo que no. De todas formas, no tardará.Igual esperan a que pasen las elecciones por ahí...

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  14. Llego muy tarde a comentar este post, pero es que lo ví en tu lateral y como es una peli que me gustó tanto, tanto (como todo Woody) no puedo dejar de escribir mis impresiones.
    Woody escribe capítulos de una misma historia, cada película es un trozo de su obra, que no es otra cosa que su idea del mundo, sus sueños, sus reflexiones, sus miedos... Como todo artista solo tiene una obra y la muestra desmenuzada.
    Por eso genera sentimientos tan bipolares, porque o ves la vida como o no. Y eso es algo que uno no puede aprender. Es un sentimiento.

    Me encantó "Desmontando a Harry", junto con "Manhattan" y "Poderosa Afrodita" son mis preferidas, aunque, ciertamente ¿cómo elegir? "Si la cosa funciona" o "Scoop" son geniales!

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  15. Nunca es tarde Sue, además yo soy delos que piensa que no hay por que seguir la actualidad. Y si tu ahora mesesdespu´ñesdela entrada has visto lapeli y quieres comentar, perfecto.
    A mi también me gustó mucho,me parece muy interesante. Se que parece que hace variaciones sobre una misma historia en cada film. Pero unos están más logrados que otros y en unos es más ligero (Scoop)y en otros va máslejos (delitos y faltas o maridos y mujeres). Pocas veces me decepciona. También me gustan las que tu mencionas. Un abrazo.

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