En los tiempos de la guerra fría surgió el denominado movimiento de paises no alineados. Ante la hegemonía de las dos superpotencias se trataba de buscar una posición de neutralidad que a su vez hacía una tímida declaración de intenciones en contra del imperialismo en cualquiera de sus dos formas imperantes. La lista de paises incluía miembros de todos los continentes, unos más influyentes y conocidos que otros. Por ejemplo, dentro del grupo se encontraban paises como Bali o Papua Nueva Guinea, cuyo peso específico aun dentro de los no alineados era meramente testimonial. En similar tesitura me siento yo ante el cine de Pedro Almodóvar, un señor con el que al parecer hay que posicionarse. Parece que con su cine no hay términos medios, o se es pro Almodóvar con pasión o se le ignora, odia y menosprecia con saña. Hay fieles devotos de su obra que lo consideran un autor total y a su vez hay quien jamás pisará una sala donde proyecten algo suyo. Conozco ejemplos de ambos casos. Y me da la sensación de que dentro del panorama cinematográfico actual donde todo es muy light, esta guerra de filias y fobias sin matices, y esa controversia constante le deben satisfacer al manchego. Vamos, que para mí que le va la marcha. El caso es que cada estreno, bien sea por una razón o por otra viene acompañado de alguna que otra polémica, en algunos casos prefabricada y totalmente artificial.
Ya, pero ¿y los no alineados, que? Pues de entrada como estamos un tanto alejados de la irrefrenable adhesión y del odio visceral, pues como que respiramos más tranquilos ajenos a toda controversia. Lo cual no quiere decir que uno no pueda verse alcanzado por la tentación de ser un tanto prudente para no herir sensibilidades, no sea que alguna de las dos facciones se moleste. Aun así, se procurará que no sea este el caso.
Habiendo dejado transcurrir más de una semana desde el momento en que vi “la piel que habito” y curiosamente también “Volver” en tv, ya adelanto sin fisuras que el último film del manchego constituye a mi juicio uno de los esenciales de su filmografía, una pieza clave en su trayectoria, una auténtica radiografía involuntaria de si mismo. Por mucho que se diga que Almodóvar es un autor personal, creo que es aquí donde revela por fin de forma diáfana y cristalina tanto su papel como cineasta como la forma en que está construido ese tan traido y llevado mundo o universo propio.
Para decirlo más claro, creo que esta es una obra profundamente autobiográfica. Y no hace falta adivinar a que personaje se asemeja nuestro manchego universal. Al igual que ese doctor experto en transgénesis que reconstruye la piel de sus criaturas hasta transformarlo todo en algo nuevo, Almodóvar utiliza mil trozos de celuloide distinto para confeccionar, armar y dotar de vida sus complejos y atrabiliarios proyectos. El resultado final, ya lo conocemos, es siempre un híbrido, un ente complejo y difícil de definir. Para su última operación de transgénesis fílmica utiliza trozos de diferentes pieles y texturas: Douglas Sirk y sus desaforados melodramas, Ingmar Bergman y su estudio sobre la identidad, Liliana Cavani y la provocación sexual, Marco Ferreri y los demonios de la carne, Joseph Losey y su admirada “el coleccionista”, Georges Franju y esos “ojos sin rostro”, David Cronemberg y la mutación (de nuevo de la carne) Fritz Lang y sus “deseos humanos”,sin olvidar la “repulsión” de Polanski. Todo ello cuidadosa y meticulosamente ensamblado, una operación quirúrgica que bebe de muchísimas fuentes y en la que se trabaja con espíritu de relojero, colocando (como en la película) cada pequeño trozo de piel fílmica en su exacto lugar tratando de dar con la fórmula perfecta que de cómo resultado el tan celebrado e inimitable mundo Almodóvar. Por tanto, su reputado estilo no surge por generación espontánea, aquí hay muchísimo cálculo y más bien poca experimentación. Cuestión aparte es como resulta para el espectador la digestión de semejante gazpacho con sobredosis de ingredientes y si todas las piezas del complicado puzzle encajan perfectamente en su sitio o no.
Se nos ha vendido esta película como una absoluta ruptura dentro de las constantes que conforman su argumentario. Una especie de giro total en el rumbo y temas que pueblan su cine para configurar un film de terror absoluto. Lo decía él mismo. Pues para nada, esto es para regocijo de unos y reproche de otros un nuevo capítulo reconcentrado de sus constantes más identificativas, solo que para mayor goce contemplativo de sus fans aquí se muestran al desnudo y en su más pura esencia. Ahora bien, sucede que pese a la milimétrica operación de laboratorio, Almodóvar, como le pasa a Banderas en el film, se ensimisma y obsesiona con su criatura, esa que él cree perfecta pero que lamentablemente no lo es tanto, hasta extremos impensables. Conste que aquí ya no hay petardeo, este es un film de gran fisicidad plástica, una obra pensada y muy diseñada en la que se ha cuidado con mimo la puesta en escena y la utilización de la banda sonora más aun de lo habitual, con un Alberto Iglesias muy inspirado. Pero pese a esos suaves travellings estilizados por una casa de diseño con monitores de tv en la que cuelgan cuadros clásicos, y un pormenorizado tratamiento fílmico del trabajo en el laboratorio, no todo es lo que parece, o si.
Si se tira un poco de esa piel fílmica diseñada vía transgénesis por el manchego, sus obsesiones y su mundo de siempre no tardan en aparecer. Sus tramas enrevesadas, retorcidas hasta el paroxismo, su gusto por lo bizarro y extremo, su afición por la transgresión, su gusto por retratar aberraciones sexuales a la par que morales como si no lo fuesen, su particular sentido del humor y la venganza, su extravagancia (ese tigrinho…). Todo ello se da la mano en un itinerario ambiguo y moralmente subyugante marca de la casa, una entrada para un viaje que ¡lástima! empieza a ser demasiado reconocible, tanto que algunos pasajes se adivinan. Ejemplo: Este director es tan consciente de lo decididamente extremo de sus propuestas que no hay película en la que no nos regale a mitad de metraje una especie de descanso a modo de relax o visite nuestro bar en su particular ascensor para el cadalso. Debe ser, digo yo, para que el espectador tome aire y respire ante tanto frenesí, pero el caso es que nunca falta a la cita esa canción en vivo alusiva al tema tratado (en este caso interpretado por Concha Buika). Ahora que lo pienso, no me extrañaría la existencia de un cd con canciones de los films de Almodóvar.
“La piel que habito” se convierte a parte de una nueva parada y fonda en el retrato de sus particulares neurosis coloristas, muy apreciadas en determinadas cancillerías (léase festivales) en toda una declaración de principios, una auténtica confesión en la que el propio cineasta está a punto de autoinmolarse al revelarnos a través de la transgénesis como procede para dar vida a sus criaturas fílmicas híbridas e inclasificables. Olvídense de la frescura de films curiosos como “Que he hecho yo para merecer esto”. En esos momentos aun no era tan ambicioso, solo buscaba divertirse. Ahora, como en todo su último cine se dan cita lo mejor, lo sugerente, lo inspirado, lo discutible, lo muy malo y lo peor. A momentos e ideas de auténtica inspiración les siguen otros de auténtico sonrojo. Mientras Elena Anaya se encarga de componer un complejo y rico personaje, el director no puede evitar cargar con el fardo de todos los tópicos posibles a Marisa Paredes, ama de llaves torturada, con otra historia tremebunda detrás que nos tiene que explicar su delirante drama como en las peores fotonovelas para que nos enteremos. Y al buscado hieratismo de Banderas, yo lo llamo de forma más sencilla, inexpresividad. La estructura dramática es tan aparentemente compleja que al cirujano-director al coser su particular frankenstein le quedan algunos cabos sueltos. Por ejemplo, el interesante y nada mal perfilado personaje de la hija, ha de convivir con su última extravaganza u ocurrencia “graciosa”, ese vergonzante “tigrinho” brasileiro sobre el que mejor sería correr un manto de silencio. Por cierto, lo peor del sujeto no es el disfraz, sino la simplona y bochornosa cutrez que despliega, impropia de cualquier autor que se precie, con mayúsculas o con minúsculas.
Aun así, entre todo el irregular conjunto se destilan entre plano y plano momentos de verdadera autenticidad, ambiguas sensaciones atractivas y actores como Barbara Lennie que saben poner el contrapunto a un proyecto fallido debido a que la operación quirúrgica, la maquinaria del artefacto se revela en toda su plenitud, afectando no solo al personaje cobaya, sino lo que es más grave al propio celuloide. Lo dicho, una auténtica transgénesis fílmica. La cual también atañe de modo indudable y definitorio a Raimunda, el personaje protagonista de “Volver”, película que tuve ocasión de ver esa misma semana. Penélope Cruz no compone e interpreta, como puede parecer a primera vista, un personaje costumbrista de modo naturalista, sino que es otra construcción de laboratorio en la que la mamma maggioratta de los 50 se funde con la tradicional mujer española de rompe y rasga, algo así como una fusión transgenética entre Sophía Loren y
Ahora bien, ¿significa todo lo anterior que estos films carezcan de personalidad? En absoluto, más bien podría decirse lo contrario, que poseen una acusada y excesiva personalidad. Y si algo puede afirmarse es que los giros de guión al límite de lo verosímil y la abundante carga psicológica, psicotrónica, obsesiva y sexual supone en muchas ocasiones un equipaje muy voluminoso y enrevesado al cual no siempre se logra dotar de la forma fílmica más adecuada. Estamos pues ante una aparentemente nueva pero ya conocida rareza (ahora de tintes clásicos) que bucea de forma abrupta en la obsesión y que en ocasiones toca fibras muy sensibles y de alto voltaje. Decididamente irregular, atractiva a ratos, muy decepcionante otros; en todo caso al autor, su acusado empacho de autoría le hace perderse por los vericuetos del exceso made in la mancha. Tal vez en el próximo experimento transgenérico y transgenético de laboratorio haya más suerte y se mejore el resultado, o el cirujano tenga las manos menos temblorosas a la hora de mezclar ingredientes y sabores.
Tu texto, compa V, es excelente, y plasmas en él tesis más que plausibles acerca de este último producto almodovariano (por cierto, he reconocido algunas de sus líneas maestras en el comentario que dejaste en mi cibercasa sobre mi reseña, con lo cual algo ya me podía barruntar). Pero, ay, pillín, te has tomado muy a pecho lo de tu afiliación al movimiento de no alineados: ¿te ha gustado, no te ha gustado, te ha parecido buena, no te lo ha parecido? Supongo que ni sí, ni no, sino todo lo contrario, pero tengo curiosidad por que me lo confirmes (si no tienes inconveniente, claro...). Por lo demás, ya te digo, chapó (aunque yo voy a seguir reivindicando la coherencia de ese "tigrinho" que tan de los nervios ha puesto a todo el mundo -hasta a Boyero, según me cuentan...-).
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y buena tarde.
Has hecho un análisis largo y meditado. Con los apectos positivos y negativos que ves en la película. Voy aprendiendo sobre las motivaciones de Almodóvar, leyendo las entradas sobre la película que vais haciendo en los blogs de cine que leo.
ResponderEliminarMi problema es que me aburro con su cine. De hecho, por primera vez desde hace muchas películas de Almodóvar, he ido a verla en los primeros días de estreno. Todo por influencia de las entradas que había leído.... pero va a ser que no......... amos... que lo dejo ya... odiar su cine no lo odio, y menos a él,pero no hay manera.
Abrazos!!
Pues a mí me divierte el tigrinho. Creo que a tu excelente, y por otro lado coherente crítica (con la que comparto mucho, pese a considerar a Almodóvar de los grandes) le falta algo fundamental. Almodóvar puede ser muy pretencioso y todo lo que quieras, pero es consciente de su exceso y para disfrutar sus películas es necesario dejarse llevar por su sentido del humor, muy pronunciado, y que la gente parece que se esfuerza en ignorar. Yo también creo que los extermos, en el fondo, favorecen al director, y pese a mi entrega a su obra global hay títulos que no me convencen en particular (y cuidado, que son los multipremiados) quizás porque en ellos sí deja de lado el delirio y el sentido del humor, que a mí me lo distinguen del resto. Un abrazo
ResponderEliminarManuel. Ante todo gracias por tus amables palabras. Vamos a ver ¿que si me ha gustado y pericido buena? Vamos, que me moje. Vale. No me parece una obra sobresaliente y ni siquiera notable. Ahora bien, tiene momentos de verdadera inspiración y uno se lo pasa bien descubriendo referencias. Te diré una que olvidé poner. "el malvado zaroff". Pero te diré que tu mismo dices que "nace desde lo más profundo del absurdo y sin lógica", aunque comprendo que eso y otras cosas se lo perdoneis los que sois seguidores o admiradores del manchego. Me parece una película irregular, con virtudes y defectos notables.Me da cierta cosa, ya que con un poco más de criterio el proyecto podría haber sido redondo, pero no es el caso.
ResponderEliminarPor supuesto el tigrinho es coherente, pero con su filmografía previa, no con la historia que está narrando. Un saludo.
Laura. No hay que ser experto ni aprender de nadie. La medida que marca la diferencia entre el buen cine y el malo,la marca el aburrimiento, decía Billy Wilder. Si tu te aburres, no te empeñes ni le des más vueltas. A mi me pasa con el "ulises" de Joyce, esa presunta obra maestra que me aburre de tal modo que jamás he pasado de la página 50. Un saludo.
ResponderEliminarDavid. Ante todo, gracias por tus palabras. Pero te diré que es el propio autor el que se ha puesto muy serio de un tiempo a esta parte. Ahora va en plan autor con mayúsculas y en ocasiones es él el que ha ganado en solemnidad pero ha perdido frescura y se ha olvidado de su sentido del humor, no yo.
ResponderEliminarY ahora vamos con el tigrinho, ya que veo que es motivo de polémica. Verás, estoy de acuerdo contigo, es coherente con su mundo previo,el de sus comienzos, pero creo que no pinta nada en esta historia. En realidad lo considero una burda trampa y te explicaré la razón. Creo que ese personaje supone un guiño al seguidor fiel del manchego. Esta película es en principio tremebunda y muy seria. Para desengrasar introduce con ese personaje ese toque bizarro y extravagante, ese que el público reconoce como almodovariano cien por cien. Cumple en la película el mismo papel que Carmen Machi en "los abrazos rotos", la cual tb aparecía de la nada, contaba un par de chistes y decía dos tacos, como para dar al público la esperada ración de petardeo típica del manchego.
Los que sois admiradores suyos no debierais dejaros atrapar en esa red. ¿Que me debo tomar su aparición con sentido del humor? Pues no se, un tio que aparece en un severo drama como este, atracador que maltrata y amordaza a su madre y directamente viola sin compasión a la que cree que es su cuñada...pues no se... Si esto fuese una comedia irónica, pase, pero no es el caso, creo.Nos dijo que era una de terror, si no recuerdo mal.Un saludo.
Eso de encontrar lugares conocidos en el filme es normal y además el cine como el ser humano gira en base a constantes que lo definen, no extraña encontrar relaciones en la gran pantalla pero igual me parece interesante como intelectualización personal, Almodóvar a estas alturas ya es una marca identificable, pero igual cada proyecto merece ser visto individualmente con la apreciación "despercudida" por eso creo que tu posición la del que no ama ni odia es la más conveniente pero eso resulta casi inalcazable porque en el fondo hay una cierta inclinación, una experiencia que señala y aún así hay que seguir buscando ese camino, pero por ese lado tus argumentos resultan decisivos, luce bien tu apreciación aunque diga que no te entusiasma la película. Un abrazo.
ResponderEliminarMario.
¡uuuuuyyyy! Ha ido de un pelo que no leyera la reseña.
ResponderEliminarPor suerte la foto, con su titulín, me ha advertido.
Volveré cuando la haya visto.... o no.
Un abrazo.
Espero con ansias la llegada de la película al Perú.
ResponderEliminarJosep. Esta película, que viene como es habitual con una carga publicitaria enorme y opiniones de todo tipo. Ese o no me gusta, ya que no es de visión obligada. Aunque si la eligen para los oscars, no te quedará más remedio de ver que mandamos.Saludos.
ResponderEliminarDavid C. Pues la ansiedad no es buena. Espero la disfrutes más que yo. Un saludo.
ResponderEliminarMario. Tienes mucha razón en dos cosas. El manchego se ha convertido en una marca, y no es mi cineasta favorito. Pero eso no debe impedir enjuiciar el film de forma objetiva, si es que eso es posible.Un saludo.
ResponderEliminarNo la he visto, aún. Me encuentro entre los que ni le sigo con fervor ni le odio. Unas me han gustado y "entretenido" y otras nada de nada. Bueno la verdad es que indiferente nunca te dejan, sea para gustar de ellas o repudiarlas.
ResponderEliminarAunque afirmas no ser "alineado" se te nota más bien inclinado hacia el lado de los que le "detestan"..un pelín. Esa es mi impresión al leer tu excelente análisis o disección de su obra o de ésta peli en particular.
¡En fin que ni filias ni fobias ! Lo mio es el cine que me 'llega', venga de quien venga.
Pero tengo que confesar que tampoco soy imparcial con algunos actores y/o directores.
¡Nadie es perfecto !
Saludos :-)
P.D. Por cierto hay muchos "spoilers" en ésta reseña..;-( jeje
Abril. Igual el lector lo capta mejor, no se. De verdad, no le odio ni le detesto, ni a él ni sus películas. Pero tampoco me entusiasma, he de admitirlo. Ya se que parece dificil, sobre todo con un caballero ante el que parece que el último calificativo a aplicar sería la indiferencia.
ResponderEliminarlo de "spoiler" debe significar que doy demasiados datos de la trama, creo. Si es así y pretendías verla lo lamento. Aunque como esta película tiene como cinco subtramas paralelas, no te preocupes, hay muchísimas cosas que no están ni remotamente dichas. Un saludo
Vaya, aun no la he visto, pero me has dado pistas, pues por lo que había oído por ahí es que al cambiar de género era completamente nueva. Supongo que Almodovar es de la clase de directores como Woody Allen, que siempre tienen que referirse a su propio universo personal. Un saludo.
ResponderEliminarExcelente disección de una película de la que he oído casi de todo, salvo el elogio absoluto. Ni la más partidaria reseña deja de incidir en las debilidades. Ocurre, a mi entender, que el cine de Almodóvar se caracteriza por jugársela siempre en sus propios límites, de tal manera que varias imperfecciones en el resultado suelen dejar un mal sabor de boca en el conjunto. Veremos en qué queda la relación Banderas-Almodóvar si la interpretación que le pidió el director es rechazada. Un saludo.
ResponderEliminarEmilio. Pues no, no cambia de género,este hombre vive prisionero de sus temas y estilo de siempre.Y si hiciese una del espacio, el piloto de la nave sería travesti o algo así.Un saludo.
ResponderEliminarJuan. Bienvenido y gracias por tus palabras. No puedo llegar alelogio absoluto, ya que como digo la película tiene aciertos y errores. Pero eso no significa que al decirlo descalifique a su autor. Simplemente creo que el film le ha salido así. Por lo visto el tratamiento del personaje de Banderas ocasionó más de un roce entre ambos, o al menos eso cuentan ellos.Un saludo.
ResponderEliminarAhora me da rabia no haber visto la peli aún para poder digerir mejor tu critica, aunque, sin verla, casi diría que estoy de acuerdo contigo.
ResponderEliminarCuando escuché que esta peli era un "corte con lo anterior" del director manchego pensé "¿no será una estrategia de marketing?". Me refiero a una estrategia de ciertos "críticos del sistema", o de la industria para crear expectación sobre la historia y, sobre todo, aumentar el público, ya que de esta forma el público que pasa de lo anterior de Almodovar tiene más posibilidades de acercarse a verla (porque los incondicionales del cineasta ya sabemos que no necesitan empujón ninguno y la irían a ver así leyeran que es el mayor bodrio de la historia del cine).
Siempre fui una firme defensora del cine de Almodovar de los 80 y 90 porque me parece que en esa época rompe moldes y abre un camino nuevo no solo en la industria sino también en la forma de entender el cine, las historias, los personajes... Pero con el tiempo y tras ver un montón de películas suyas, he perdido la ilusión. Quizás es porque me parece que ha degenerado, o que se repite, no sé, el caso es que sus últimas películas no me han gustado y ahora me cuesta sentarme a verle.
En cualquier caso, tu post es muy ilustrativo. Se nota que entiendes de cine.
Un saludo.
Sue. Bienvenida. No creo que haya perdido la ilusión. Lo que si me parece es que se divierte menos, ya que de un tiempo a esta parte va de trascendente y de serio con resultadois dispares.Los que disfrutabais de su sentido del humor rompedor comprendo que os sintais decepcionados, ya que ahora cada película va en busca de la obra maestra absoluta. Antes pensaba menos en los premios, desde luego. Un saludo.
ResponderEliminarNo V, me refería a que yo he perdido la ilusión en el cine de Almodovar, no él. Supongo que él seguirá teniéndola, aunque es cierto que ahora tiene pinta de que le importan más los premios que otra cosa.
ResponderEliminarPor cierto, me encantaron "Certified copy" ,"Midnight in Paris" y "También la lluvia", entre otras de las que he visto por acá. Volveré para leer algunas de tus críticas.
Un saludo V.
SUE.
V, en lo personal, vi Mujeres al borde de un ataque de nervios y recuerdo las carcajadas en aquel cine de barrio, la sorpresa. Era fresco también en el sentido "cubano" de la palabra, distinto, íntimo. Esta última, igual volver, llegan a cansar, son lentas, a pesar de los giros y las sorpresas que tratan de ser constantes. Sin embargo, no puedo dejar de verlo y creo que en ese ánimo de atisbar en la vida de los otros y las oscuridades de nuestro interior, va uno de su mano quizás por el mismo deseo de encontrarse con la obra maestra o de la gran película. Esta última me decepcionó y reconozco que su cine ha dejado de gustarme, aunque voy como la mariposa hacia la llama, buscando la luz.
ResponderEliminarBelkys Pulido. Bienvenida.Entiendolo qwue comentas. Su cine ha cambiado mucho desde aquellas mujeres atacadas de los nervios. Aquel era más espontaneo,este muchomás pensado.Por eso creo que ha perdido cierta frescura. De todas formas ya está en pleno proceso con la siguiente, donde puede que esa mariposa encuentre más luz. Un saludo
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