martes, 20 de septiembre de 2011

LAS NUEVAS MOSQUETERAS























Nadie obliga, pero en este caso me he impuesto una especie de deberes como espectador. Debido a la nula repercusión crítica y de todo tipo que ha recibido el film “Monte Carlo”, me propuse verlo y comentarlo. ¿Y por que no? me dije. Ya son ganas si, lo se. Esta es en apariencia una de esas películas ante las cuales el más elemental sentido común aconseja huir o abstenerse. Ya, pero resulta que esta última afirmación empecé a cuestionarla unos días antes de su visión ¿Quién es el que ha dicho que este celuloide es peor que cualquier otro? ¿dónde pone tal cosa? ¿quién lo certifica? ¿es que acaso está la cartelera plagada de obras maestras? ¿es que no he vivido más de una decepción disfrazada de falso prestigio a lo largo de los últimos tiempos? ¿Qué puedo perder, dos horas más de mi tiempo? ¿no me ha sucedido tantas otras veces? Pues lo asumo y punto. Entonces, no exento de cierto espíritu suicida me aventuro en busca de la gema cinematográfica perdida de la temporada, el sleeper del año. Vale, que su protagonista es una chiquilla de las series de Disney Channel, lo sé, lo sé, me van a terminar pitando los oídos. Que la banda sonora va a tener cancioncillas teenagers, puede, casi seguro. Pero las entradas ya están compradas. De modo que caminando para dentro.














Nada más entrar muy mala noticia. El techo de la sala se está desprendiendo y ha perdido parte de su estructura, y todo está extremadamente sucio producto supongo de los estragos de la sesión anterior. Hay latas esparcidas, palomitas tiradas en cantidades industriales, sobres de caramelo, en fin, un auténtico panorama. Para colmo el asiento de la butaca se mueve. ¿Significa todo esto que en la sesión previa se ha producido una revolución o batalla campal en la sala ante el presunto esperpento o al contrario, un derroche absoluto de felicidad contagiosa? Como en ese momento no hay respuesta y tras considerar la situación no queda sino hacerse fuerte y olvidar todos esos imponderables. Menos mal que las luces se apagan. Eso si, la ración de trailers me ponen de buen humor, ya que de un plumazo ya se que dos o tres películas no debo ir a ver bajo ningún concepto. Y por fin llegamos a ”Monte Carlo”, the movie.















La película comienza con una descripción gráfica de la arenosa Texas, de donde son las protagonistas, ese árido lugar por donde no querían pasar ni en broma Thelma & Louise. El sentido del humor es light, pero no molesta, y de golpe y porrazo nos encontramos con un bon voyage que promete de todo. Tres mosqueteras  (es un decir, no faltemos al respeto a Dumas) se van a Paris de vacaciones. La protagonista trabaja a la vez que estudia y el viaje conseguido a base de propinas es el premio a su graduación. Se lleva a su amiga camarera, una chica tan jovial y dicharachera como cortita de luces. Y en el último momento el padre decide que se les una la hermanastra, una chica malhumorada, huraña y triste, todo ello producto de un drama familiar que no ha superado. O para resumir, la tierna de buen corazón, la potente que dice las gracias, y la meditabunda intelectual que para colmo es hermanastra, con todo lo que de ellas sabemos por los cuentos.
Esto de los americanos en Paris daría para una enciclopedia de varios tomos. En este caso oh! sorpresa, el aterrizaje parisino tiene muy poco charme y las cosas resultan más bien prosaicas en la ciudad de la luz. Esto no es “Samantha”. Al contrario que Woody Allen, que hace viajar a sus burgueses a Paris y les instala muy cómodamente con todo tipo de alicientes cultos y restaurantes chic, aquí pasa al revés. Estas chicas no tienen a Carla Bruni de cicerone sino a una guía que parece un sargento robocop. El paquete turístico es cochambroso y las tres infelices van sudando a la carrera por Paris en una primera media hora deliciosa. Nada es como habían soñado. Su hotel es de cuarta categoría y cutre, pierden el autobús continuamente y los infernales horarios del viaje, el calor y las escaleras interminables las matan.
Tanto es así, que la película nos regala una escena francamente divertida en la que las tres van casi corriendo por el Louvre a golpe de silbato de la guía de la excursión y tal es su atolondramiento que se paran un momento a reñir entre ellas y a quejarse del calzado que les aprieta justo cuando pasan, pero de espaldas, junto al cuadro de Delacroix “la libertad guiando al pueblo” de lo cual ni se enteran.















Otro tanto les ocurre en el Sacre Coeur, en el que ni se fijan ni conocen y se sientan de espaldas a descansar y hacerse reproches mutuos. Y uno la verdad no se esperaba ese toque de malvada ironía sobre la endémica y enciclopédica ignorancia de los estudiantes usa en una comedia como esta.
Lamentablemente, pasada esa media hora, entramos en un juego de equívocos, un vodevil en el que la chica de buen corazón es confundida con una super pija de la jet set europea, esa que posee mogollón de apellidos. Y ello permite a las tres sufridoras pasarse un fin de semana en Monte Carlo viviendo cual cenicientas y a cuerpo de rey, eso si, con las horas contadas, por que el juego de las apariencias tiene fecha de caducidad.
Y ahí es cuando la película se vuelve excesivamente funcional y un tanto deudora del canal de tv de donde proviene su protagonista. Y aunque se incluyan apartados dramático-sentimentales muy cantados, sobre todo en la resolución del trauma que causa el pesar contínuo de la hermanastra, todo es muy naíf y colorista, aunque eso si muy relajante. Es curiosa la evolución de este género en los últimos tiempos, ya que aquí pese a que las tres chicas prueban la vida fácil de la jet set europea, al final se decantan por otros tipos de vida más cultureta y alternativos. Vamos que, tal y como predijo Sabina, las chicas ya no quieren ser princesas, ahora se lleva más ser de una ong. Sobre las prestaciones del elenco ¿qué digo? Selena Gomez, en fin, pues eso. Katie Kassidy esta más resuelta y para mi la (relativa) sorpresa la da Leighton Mestner que aporta algún matiz interesante a su personaje atormentado. Vaya, se me olvidaba, también salen un par de tíos buenos y cachas que pretenden a las chicas, faltaría más. Hay que ser paritario…















De todos modos, hay tentaciones en las que los directores no debieran caer. Pero claro, a menudo pican y no pueden resistir la posibilidad de citar un clásico. A mitad de “Monte Carlo” la protagonista está en su habitación de hotel de cinco estrellas viendo la tv. En la misma están pasando “Atrapa a un ladrón” y el director no puede ceder a la irresistible tentación de ponernos unas imágenes de Cary Grant y Grace Kelly. Ello tiene un doble efecto rebote. Por una parte, la cinta se resiente ante la visión de los dos mitos y deja al descubierto sus vergüenzas. Evocar el fantasma de Grace o de Audrey en sus andanzas parisinas es un arma muy peligrosa que podría haberse evitado. Pero no juzguemos tan rápido, pues resulta por otra parte que esos fotogramas vuelven a ser otra carga de profundidad contra la actual pero vieja Europa. Nos vienen a decir que la costa azul, su estilo, sus dry martinis y sus bon vivants ya no son ni mucho menos lo que eran. El cine tampoco, añadiría yo.
En este preparado de gelatina de frambuesa todo al final resulta deliberadamente como de cuento, cuando es cierto que la cosa había empezado como muy realista, aunque bien pensado, Cenicienta también las pasaba muy mal al principio. Justo al contrario de lo que le sucede a Woody Allen en su film parisino, que parte de un Paris idealizado, para terminar en una realidad más gris. No obstante, la comedia juega unas cartas conocidas pero siempre dentro de una asumida modestia, lo que en los tiempos que corren es muy de agradecer. Nada es especialmente destacable, pero se mantiene un ritmo narrativo más que aceptable para un film de estas características. Por cierto, los he visto este mismo año mucho peores, y algunos presumían de premios y todo.     


16 comentarios:

  1. Me han causado gracia algunos pasajes de tu reseña, también estoy con tu idea, no todo es oro pero no hay investigador que no se meta en el agua e incluso advirtiendo consecuencias, por ahí que quizás te encuentras con alguna gema escondida aunque con éste filme has sido verdaderamente valiente, y sino no falta algún entretenimiento casual que al final no necesita justificación más que catalogarlo como un placer culposo a los que todos por momentos somos proclives. Un abrazo.

    Mario.

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  2. Me he divertido. En serio, me lo he pasado fenomenal leyendote. Y parece que tú también.:-)
    Pues me alegro porque encontrarse con algo medio decente en el panorama actual y además arriesgando tanto como tú lo has hecho tiene mérito.
    Además es cierto eso de que los viajes apresurados pueden resultar asi de fallidos si no estás atento.
    Hay 'otro' Paris pero hay que descubrirlo sin prisa...como Samantha.:-P
    ¡Te felicito por la crónica ! ¡ Ah ! y no dejes las palomitas en el suelo jiji

    Saludos :-)

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  3. Bueno V, no sé que decir. Es cierto que hay películas que se nos venden como interesantes y que no aguantan el más mínimo sentido crítico pero de ahí a arriesgrase a ver Monte Carlo en le cine, ja,ja... La crítica ha sido divertida y bueno, si esa media hora se podía salvar pues algo es algo. Perdóname si digo algo fuera de lugar, pero he tenido algunas veces la impresión de que entras en el cine con una cierta idea de hacia donde te gustraía encarar luego tu crítica y haces esfuerzos por encontrar y justificar argumentos (que siempre los hay) hacia tu objetivo. Por ejemplo esperas ya encontrar ciertos tics comerciales y faltos de originalidad en Super ( y lo explotas y ahora pretendes encontrar algun buen motivo al que agarrate y lo encuentras. Y lo he notado otras veces en tus críticas. No pretendo ser antipático (y tú lo sabes) sino que quiero plantearte si tu crees que tengo algo de razón en esta predisposición tuya a la hora de encarar una película que luego has de criticar o si por el contrario, me estoy pasando de listo. Por mi parte te digo que a mí me ocurre a veces, sobrtetodo cuando directores me gustan y hago lo imposible para regirar sus películas hasta que encuentro como justificarlas. En parte, también es el arte manipulador de la crítica. Un abrazo.

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  4. Mario.Gracias por tus palabras. Efectivamente a veces tratando de buscar cosas nuevas podemos meternos en charcos, es verdad. Pero no considero ver este film ningún acto de valentía, intento en la medida de lo posible que sea uno más y tratarlo como tal. Aunque si que es cierto que uno intuye que esto no pasará de ser un entrenimiento amable y poco más.Por eso me ha sorprendido en algunos aspectos curiosos. Un saludo.

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  5. Abril. Pues es verdad, tienes toda la razón. Es que yo me reí con la primera media hora y algunos gags afortunados, la verdad. No es que sea nada del otro mundo como podrás imaginar, pero al menos a mi me entretuvo más que otros títulos presuntamente serios.
    Me alegro de que hayas disfrutado de la crónica. Y claro que hay otro Paris, si lo sabreis tu, Samantha y el que la acompañaba en la película y más tarde en la vida entera. Un saludo

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  6. David. Pues no molestas ni te pasas, pero te aseguro que no existe predisposición previa de ninguna clase y mucho menos manipulación, ni consciente ni inconsciente, ni en esta ni en otras críticas. Sería una soberana estupidez engañarme a mi mismo, no le veo el sentido. Además, si existiese predisposición no hubiese ido a verla y punto. Se muy bien a lo que uno se expone al comentar esta película, soy consciente. Pero yo entiendo que todos, absolutamente todos los films, merecen ser tratados con la misma consideración. ¿Y si te digo que sus guinistas han participado en varios films Pixar? ¿Te parecería entonces la elección tan kamikaze?
    Yo creo que se puede (y hasta se debe) hacer la crítica de esta película como de cualquier otra, sin prejuicios previos de ningún tipo. Y expongo los peros muy claramente, es más digo sin fisuras que es "un preparado de gelatina de frambuesa".
    Añadiré más. Comentar este tipo de films está en la esencia del propio blog, me remito a la entrada inaugural. Y no era una provocación, en absoluto.
    Y para rematar, ahora el malévolo voy a ser yo, con todo el respeto claro. Yo tb me interrogo ¿No será toda la cinefilia y críticos de todo pelaje los que ya tienen una opinión cristalina y a priori de un film que no han visto ni veran jamás?. Por cierto y para que no queden dudas, suscribo al cien por cien todo lo dicho, incluida la última frase del comentario.Un saludo

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  7. Entiendo que lo que te disgusta es que haya películas que se van a ver con una idea preconcebida, son buenas o son malas y que no todo es blanco o negro, hay mucha gradación de grises. También entiendo que en casi todas las películas se puede encontrar algo valioso...

    Pero hijo... no por esas me atrae Monte Carlo... vamos, que tengo prevención hacia estas pelis....... pero también la tengo hacia el cine de autor.

    Dicho ésto, xd como he disfrutado leyéndote... el panorama del cine, parece el de un escenario tras la batalla..... Por cierto... ¿qué opinó la compañera ehhhh?

    Un abrazo!!

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  8. A mí V, me parece bien tu razonamiento y creo que está bien hacer la crítica de cualquier película (yo también he hecho de pelis a priori poco apetecebibles, aunque a veces obligado un poco por deber elegir una cada semana). Y lo del tema de la predisposición, creo absolutamente en tu palabra y en tu firmeza, aunque a veces no es difícil dejarse llevar por una idea preconcibida. A mí a veces me ocurre, aunque lucho contra ello. Por ejemplo esta semana quería que "El árbol de la vida" me encantase y hacer una crítica de traca y hermosa, pero como no ha sido así he sido sincero conmigo mismo. Aunque quizás mi comentario de entrada parezca raro sería todo un tema que creo tiene relación con tu post. Un abrazo.

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  9. Laura.Si no recuerdo mal tu eres una confesa peliculera. Luego fuera prevenciones. Yo veo de todo, de autor, sin autoría y mediopensionista. Veo hasta esta ¿por que no?.
    La que se sienta conmigo alucinó igual que yo con el paisaje y el estado de la sala. Hacía tiempo que no veíamos nada igual. Respecto de la película, paso el rato, como yo, y coincide en que hemos vistos peñazos peores firmados por presuntos autores con firma.Un saludo.

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  10. David. Voy a decirlo claro de una vez por todas. En mi opinión, lo preconcebido es pensar de antemano que esta película es una nulidad total. ¿Que uno puede caer en esa facil tentación? Puede ser. Pero el caso es que esta es una película a la que todo el mundo pone un cero sin haberla visto. Esa es la realidad ante la que yo intento rebelarme. Por eso voy a verla. Y resulta que esta película, creemé, no es ni mejor ni peor que otras tantas que andan circulando por ahí con mucho más predicamento. Luego está lo que uno desea. En tu caso, deseabas ver un Malick asombroso y a ti no te lo ha parecido. Pues nada, se dice y punto.Yo no veo el problema. Ahora, lo que yo no debo esconder es que me he reido en algunos pasajes de Monte Carlo. Lo elitista y falso sería ocultarlo y decir que es un bodrio. Pero la verdad es que en algunos tramos me reí, que le vamos a hacer...Un saludo

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  11. No puedo estar más de acuerdo... ya sabes lo que opino de las de Almodovar.

    ¿Es que no va a ver "La deuda" y "El árbol de la tierra"?

    Abrazos!! y transmíteselos también a la que se sienta contigo :)

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  12. Laura. Pues muchas gracias. Por supuesto que esas dos películas no se escapan de tener su crítica. Y además por ese orden.
    A la que me soporta, no hace falta transmitirle saludos y abrazos. Como lee todo esto, ella misma los recoge encantada, estoy seguro. Es más, ella me animó en esto de escribir, y diseñó el propio blog de arriba a abajo, algo que yo por mi mismo hubiera sido incapaz. Un abrazo.

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  13. Estoy absolutamente de acuerdo contigo en el planteamiento respecto al cine que se ve y a los prejuicios con que en demasiadas ocasiones aquilatamos la oportunidad de ver una película. Eso nos pasa a todos, creo, y por culpa de ello nos perdemos alguna que otra joyita.

    También es cierto que si uno hace caso de lo que lee según donde, pensará que alguna película vale la pena más que otra, y lo que ocurre es que la primera dispone de más fondos para publicitarse favorablemente y no quiero ahora meterme en camisa de once varas contra la crítica "profesional".

    Esa primera media hora que analizas debió ser una sorpresa: luego llegaría el productor y puso todo "en orden": cuantas películas se pierden por ser políticamente correctas, agradables a la gran mayoría...

    Un abrazo.

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  14. Uno de mis vicios confesables son las comedias románticas yanquis. Las adoro, aunque muchas de ellas sean de lo más ñoño, sexista y petardo. Al final me quedo solo con unas pocas (que suelo volver a ver de vez en cuando) pero de primera me las trago casi todas.
    Una de mis preferidas es "Tienes un e-mail".

    Tu reseña impecable de esta peli.

    Sue.

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  15. Josep. He de confesar que yo mismo he debido dejar de lado más de un prejuicio para ir a ver esta película. Sobre la crítica profesional habría mucho que decir, efectivamente. Y tienes razón respecto del productor, siguen mandando tanto como Jack Warner en sus tiempos. Un saludo.

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  16. Sue. Si te gustan las comedias románticas no lo consideres un vicio. Ya te adelanto que tebndrás ocasión de disfrutar de la próxima de Tom Hanks y Julia Roberts. El otro día vi el trailer. La adorarás seguro.Un saludo.

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