viernes, 11 de mayo de 2012

MEMORIAS DEL TRIO CALAVERA




Un manantial inagotable. La obra de arte presenta muchas caras. Es un objeto de placer, un cauce para que brote espontánea la más sincera emoción y hasta proporciona motivos de reflexión. Pero no lo olvidemos, también es un objeto consumible y susceptible de especulación. Son facetas que no por conocidas dejan de formar parte del fenómeno artístico. No es necesario citar a Stevenson y a su complejo doctor para revelar que el arte presenta tantos matices y caras como la propia naturaleza humana. Trazar una férrea línea, marcar una frontera como si fuese el río Pecos camino de El Paso, y decir aquí termina el arte y comienzan otras cosas no resulta conveniente. Quien desee convertirse en inquisidor implacable de lo artístico, se mete en un auténtico campo minado, unas arenas movedizas donde se corre el riesgo de tropezar. Y es que no solo la noche se mueve que diría Arhur Penn, el arte también. Y la perspectiva del que observa. Cuestión aparte es la necesaria libertad para expresar, opinar y hasta equivocarse. Y para denunciar con firmeza la adocenada y servil ración adulterada que a menudo nos venden como cosa culta.






Viene todo ello a cuento de cierta costumbre existente por aquí de repasar viejas entrevistas que se guardan debido a que en su momento llamaron la atención. En algunos casos deparan jugosas sorpresas. En este caso se trata de un extenso reportaje y entrevista que un suplemento dominical dedicó a Woody Allen. Con motivo del estreno de “Vicky Cristina Barcelona” el judío de la gran manzana habló sobre la película y lo que le llevó a realizarla. Pero como la entrevista es más extensa de lo habitual (casi cuatro páginas) da lugar a que este personaje a quien todos creemos conocer de memoria nos hable por una vez no solo de si mismo, sus gustos y aficiones, también opina sobre otros.
Algunas respuestas resultan tópicas, sobre todo las relativas a su afición por la música de Cole Porter, Louis Armstrong o George Gershwin. Eso más o menos ya lo sabíamos. Admite vivir al margen de la psicodelia y aprovecha para lanzar loas a la cultura europea, su arquitectura, sus letras y su música. Y como no podía ser de otra forma se declara admirador de Picasso, Dali y el impresionismo, incluso antes de comprender mínimamente su esencia.





Luego entra en el apartado cinematográfico. Supongo que por estar promocionando una película en Europa cuando se le pregunta por sus directores preferidos cita lo que puede considerarse su biblia de cabecera: Bergman, Fellini, Buñuel y Jean Renoir. Cuando se le piden sus tres actrices favoritas, al decir del propio reportaje, sin dudar un instante coloca el top de la siguiente forma y por este orden: Rita Hayworth, Vivien Leigh y Ava Gardner. Sobre los actores tampoco parece tener dudas. Humphrey Bogart, James Cagney y Edward G Robinson. Es en ese momento cuando saltan algunas alarmas. La siguiente pregunta manifiesta su sorpresa por cuanto un comediante como él no haya citado a los grandes clásicos de la comedia americana, y también por los directores y actores escogidos.


En ese momento decide ampliar la respuesta con una explicación muy curiosa.  Expone que se le han pedido tres, y que no los cambia aunque por supuesto  que hay muchos más. Y añade que admira a otros directores fundamentales, caso de Lubistch, Fritz Lang, Mitchell Leisen u Orson Welles. O más modernos como Kubrick o Bertolucci. Sobre las actrices, parece que el podium lo tiene muy claro y se ratifica, aunque existan otras grandes como Ingrid Bergman, Marlene Dietrich, Liz Taylor o Anna Magnani. Y no parece tener mucho más que añadir. La siguiente pregunta es obvia y hasta obligada. Luego entonces ¿no le entusiasman los grandes cómicos clásicos, los mitos del cine mudo? ¿No son su auténtica fuente de inspiración? Woody Allen, al decir de la entrevista sonríe. Su respuesta es que si, que por supuesto, que entre ellos hay auténticos genios. Y añade que supone que todo el mundo estará pensando en cuatro o cinco nombres. Y en parte acertará. Pero que todos se sorprenderían sobre cuales y de quién son las películas cómicas que sin duda alguna más ve en privado, incluso muchas más veces que “Ladrón de bicicletas” que considera una obra de arte.


Aunque parece fácil, el entrevistador prefiere que resuelva el enigma el propio director y le invita a que lo comparta. Y Allen se explaya aclarando que por supuesto que adora a los hermanos Marx, y que si tiene que decidirse por uno de ellos, no hace falta, le gustan todos. Que puede citar a Buster Keaton o a Chaplin, en su opinión dos auténticos genios. Y que podría seguir con Harold Lloyd, Laurel y Hardy, Mary Pickford, Betty Grable, Claudette Colbert, Jerry Lewis, Cary Grant o William Powell. Todos estupendos. Y que podría decir que la película que más veces ha visto en su casa es “Arsénico por compasión”, una maravillosa película. Pero que no es así. Aun siendo todos ellos unos genios la comedia disparatada que dice haber visto montones de veces es “La gran noche de Casanova” (Casanova big`s night) con Joan Fontaine y Bob Hope. Momento en que Allen se lanza y por fin revela sus cartas.
Y explica como él puede disfrutar mucho de un drama histórico, de una película de suspense de Hitchcock o de un melodrama estupendo con Jane Wyman y Rock Hudson (cuyo título no recuerda, se referirá supongo a ”Sublime obsesión”). Y como el descubrimiento de Bergman o de Vittorio de Sica fue muy importante en su formación como persona y cineasta. Pero curiosamente las películas que con más asiduidad afirma ver y con las que disfruta como un adolescente una y otra vez, son las que componen la serie "the road to..." que realizaron Bing Crosby, Bob Hope y Dorothy Lamour a lo largo de más de una década. Para él, un trío  divertidísimo con guiones estupendos. Y remata diciendo que Bob Hope es un auténtico incomprendido, un cómico excelente, maravilloso y de grandes recursos, un personaje que  le ha servido de inspiración y que junto a los otros dos formaban un reparto insuperable para la comedia. Todo ello siempre en opinión del director de la gran manzana.





Allen se refiere a la serie de películas “Camino de…” que los tres protagonizaron en los cuarenta y cincuenta con enorme éxito. La carpintería argumental era casi siempre muy similar. Cada película localizaba las aventuras en un lugar exótico diferente y el trío se fue camino de Río, de Singapur, de Marruecos, de Bali, de Zanzibar o de Utopía. Bing Crosby encarnaba al pícaro seductor, Bob Hope por supuesto al patoso metepatas y Dorothy Lamour era la hermosa chica que ambos codiciaban y se disputaban. Entre medio había aventuras, humor, romance, exotismo y alguna que otra canción. Resulta curiosa la vigorosa reivindicación de estos films en principio coyunturales y que pese a su enorme éxito no han pasado a la historia del cine con mayúsculas. Que empezaron en blanco y negro y terminaron en color. Y que por cierto siempre han sido considerados cine menor.









Hace unos días, y supongo que por equivocación pusieron una de ellas en tv “Camino a Singapur”. Sin ser nada del otro mundo, destaca en ella su fluidez y frescura como comedia, sus diálogos chispeantes y la química existente. Y sobre todo la impresionante belleza de Dorothy Lamour. Exótica, elegante y pícara a partes iguales. Bing Crosby borda su papel irónico y juerguista lleno de dobles intenciones y Bob Hope, pues que quieren que les diga. Es Bob Hope. Se interpreta una vez más a si mismo desplegando su interminable arsenal de muecas, su cobardía patológica y su curioso sentido del slapstick. Insoportable para muchos, entrañable para otros, seguro que Jim Carrey ha visto más de una película suya. Hay cosas calcadas por no decir mal plagiadas. El original siempre es mucho mejor que la fotocopia. El resto de films de la serie los pusieron hace muchos años en tv y guardo un recuerdo muy vago para poder opinar sobre ellos.
Cabría preguntarse por tanto si resulta sano el eclecticismo que practica Woody Allen. Su proclamada neurosis compulsiva le permite combinar sin problemas un severo film de Bergman con una cinta exótica de Bob Hope intercambiando chistes con Bing Crosby mientras intentan conquistar a Dorothy Lamour. Sencillamente excelente. Y también cabe preguntarse si este conjunto de películas reivindicadas hace unos años por un director de culto obliga a reconsiderarlas y tal vez revisionarlas, tras haber dormido en el olvido durante décadas.



Woody Allen demuestra una vez más que vive a su ritmo y deja bien claras dos cosas. La primera, que no se deben poner puertas al campo y que el concepto de clasicismo y de belleza, como bien observó Italo Calvino, es más complejo y mutable de lo que parece. Y que su altar cinéfilo es muy particular. La segunda conclusión el propio Allen la ha llevado a efecto en su propia vida real. El afirma en la misma entrevista que le encantan esas películas “camino de” por que suponían la evasión total de su barrio de Brooklyn corriendo aventuras con sentido del humor por diferentes lugares del mundo. Justo lo que él ha terminado haciendo camino de Londres, Barcelona, París y ahora Roma. Exactamente igual que sus inmortales héroes de la pantalla. Y para muestra dejo un pequeño botón. 
                

31 comentarios:

  1. No he visto las pelis de la serie "Camino a..." Y si vi alguna de crío, no la recuerdo. De qué es arte o deja de serlo, no tengo ni idea. Eso es una cuestión de fe .
    De todas formas, que a un artista le gusten ciertas cosas, no quiere decir que estas sean arte de por sí o tenga mérito artístico... Y por otra parte, las cosas que le gustan a un artista que te gusta, no tienen por qué necesariamente gustarte a ti.
    Lo que sí sé es que hoy en día como decía Huston en Chinatown pasado un tiempo todo se vuelve respetable y siempre hay gente dispuesta a revalorar, reexaminar y a poner en pedestales obras que en su día pasaron sin pena ni gloria y que a lo mejor deberían seguir así (no digo que sea el caso de esta serie, ¿eh?; hablo en general...)
    Un saludo.

    (

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  2. Los genios son así. Yo firmaría todo lo primero con ciertas puntualizaciones, pero del excéntrico colofón me desmarco. Es otro tipo de cine que no pondría en casa. Sólo eso. De todas formas, con el cine pasa como con la Rojas: cada uno tenemos nuestro once. Y este tiene mucho más que ver con nuestro recuerdos y experiencias ante la pantalla que con el cine como producto u obra estudiada objetivamente. Abrazos allenianos

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  3. Entiendo que en su formación como cineasta resultaron determinantes ciertos directores de evidente calidad –y complejidad- artística, pero que para llegar a desear ser un cineasta, o simplemente para amar las películas, jugaron su papel las películas que más inocentemente le deslumbraron de niño. En su querencia por Hope, Crosby y Lamour interpreto una fidelidad con ese preciso instante en que descubrió que el cine le proporcionaba una felicidad no comparable con ninguna otra, como cualquiera de nosotros la sentimos en un rinconcito de nuestra memoria por vete a saber qué película de Abbott y Costello, pongamos por caso. Sólo después hemos sabido todos que el cine no sólo ha de proporcionar felicidad, y empezamos a ver más allá de cada escena. Y aprendimos también a admirar a un creador nato como Woody Allen (y a detestar minuciosamente “Vicky, Cristina, Barcelona”).
    Es siempre un placer seguir con atención el hilo de tus bien fundamentados razonamientos.
    Un saludo.

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  4. Veo a Allen como un desmoldado,un atípico cineasta que como bien dices,sigue sus propias directrices sin inmutarse lo más mínimo.
    Creo que ahí radica su especialidad, ese misterio que lo envuelve como alguien paradójico,casi místico y por supuesto,envidiable.
    Y tan anhelado!
    Denota sin tapujos una extensa sabiduría cinéfila, pero no deja de admitir sin pudor sus preferencias, que no tienen porqué ser las que la mayoría esperaba o intuía.
    Y es cierto que tras saber su opinión, sus inclinaciones por éstas u otras películas, nos haga apetecernos volver a ver algunas de ellas y ver otras no vistas,siempre desde la perspectiva de saber lo que él vio o ve en ellas.
    Genial este hombre en mi opinión.
    Un abrazo.

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  5. David. Ante todo decir que estoy muy de acuerdo contigo, salvo algún pequeño matiz. Igual es conveniente aclarar que no soy un incondicional de Allen, ni tampoco un fan que le tiene como un genio. Me gusta, unas veces más que otras, pero hasta ahí.
    Por tanto, sus opiniones me generan solo curiosidad. No me influyen. Pese a sus elogios, sigo teniendo la misma opinión que ya tenía de Bob Hope, sobre todo después de ver la película hace un par de semanas.
    De todas formas ya digo en el texto que son las opniones de Allen, no las mías.
    La película me resultó entretenida, pese a Bob Hope, que es el de toda la vida. Si me gustaron algunos diálogos entre Crosby y Lamour. Y ella, que hacía muchísimo que no la veía, me pareció muy guapa y muy resuelta en la comedia.
    Esta serie no pasó sin pena ni gloria. Al contrario, tuvo un tremendo éxito,por eso la fueron prolongando con nuevos enclaves.Pero si todas son como la que yo he visto,que supongo que si, en mi opinión son un exótico pasatiempo. Igual por eso pasaron al olvido.
    Que Allen las reivindique creo que apunta en una dirección que ya le he escuchado en otras ocasiones y es la de quitarse él mismo ese sambenito de autor sacrosanto. Su humildad le lleva a decir que se lo pasa pipa con estas comedias y con Bob Hope. A veces creo que lo dice por que es verdad. Y otras pienso que le gusta chinchar un poco a los críticos franceses diciendo que admira a Bob Hope o con esa película sobre Casanova que no he visto pero que me puedo imaginar. No se...
    Sobre el arte. He leido con atención esa entrada. Muy buena. Tienes mucha razón. Desde luego yo no me considero artista haciendo esto (ya solo faltaba)ni se muy bien como se mide dónde está el arte. Tampoco se si es cuestión de fe. Igual hay que llamar otra vez a la pareja de la guardia civil para que lo certifique...
    El tema que planteas es muy interesante y se palpa mucho por ejemplo en la fotografía. Sobre si es arte o no se ha discutido mucho.Y muy encendidamente. Yo no me pronuncio aunque hay fotos que realmente sobrecogen por su belleza o tratamiento.Un abrazo.

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  6. Jose Luis. Completamente de acuerdo. Lo que más me llama la atención viniendo de un director de culto como él es esa modestia que le permite admirar a Bergman y luego reivindicar estas olvidadas películas que sin estar mal, no son comparables a los grandes clásicos de la comedia. Pero no es la primera vez que le veo reivindicando al gordo y el flaco o a Bob Hope, cuando todos esperamos que hable de Groucho Marx o Buster Keaton, que también legustan,ojo.Lo que tu dices que cada uno tiene su once. Un abrazo.

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  7. Juan. Pues apuntas en una dirección que me parece muy elocuente y posiblemente acertada. Es muy posible que vea a menudo esas películas por que le recuerden a su memoria cinéfila. Y que siga disfrutando con ellas por que tal vez le traigan ciertos recuerdos quizás adolescentes asociados a sus primeras vistas al cine de su barrio. Podría ser. Algo parecido le sucede (nos sucede)con la música. Sus bandas sonoras siempre remiten a esos clásicos a los que se niega a renunciar. No obstante, creo que soy de los pocos que aprecian su película barcelonesa,mucho más que otras obras suyas más reputadas.Igual un día lo explico.Un saludo

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  8. Marinel. Lo que no puede negarse a este hombre es su singularidad. Es cierto (y es lo que más me gusta de todo esto) que no se esconde tras su imagen de genio y sin ningún problema admite que disfruta con películas sencillas que no han pasado a la historia del cine.
    Que él las reivindique no las convierte automáticamente en obras maestras,pero si que demuestra un eclecticismo muy sano. Un abrazo.

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  9. Ya me imagino que tendrían éxito (no sé si tanto como enorme, pero éxito al fin y al cabo) para que se hiciera una serie de pelis similares.
    Vale, igual está mal la expresión "sin pena ni gloria". Pero como había dicho, no me refería a esta serie en concreto, sino a otras pelis que a lo mejor en su día no las salvaba nadie (ni crítica ni público) y que de repente, y a pesar de que siguen siendo "las mismas",se reivindican por yo qué sé qué motivos...
    Claro que la fotografía es arte...como el cine, la novela, o la música...otra cosa es si todo lo que hay en esas artes merece recibir el mismo calificativo.
    Por cierto, como no sé si vas a pasar por Safari, te pego una cosa que te digo allí en relación al último post.
    Hay otra entrada en otro blog (muchísimo mejor que la mía) que se centra en uno de los personajes de la Warner y que está francamente bien. Por si te interesa: Aquí
    Otro abrazo.
    PD: Antes de decorar mi casa o comprar un cuadro, un disco o ir al cine yo siempre llamo a la benemérita para que me aconsejen ;- )

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  10. Después de leer tu espléndido post aún me cae mejor Woody Allen. Creo que si encontrásemos la posición intermedia de las cosas nos iría a todos mucho mejor... éso es el eclecticismo.

    He buscado el resumen de la película el “Ladrón de bicicletas” de Vittorio De Sica y la biografía de Bob Hope. Tomar como referencia los grandes directores y actores de otra época es un buen referente para tener una idea de cómo se hace buen cine. Este aprendizaje vale para todas las profesiones.

    Un post formidable.

    un abrazo

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  11. David. Estoy de acuerdo también. A veces se sacan cosas de la manga que andaban por ahí desaparecidas comop si fuesen el último tesoro que en fin...
    Ya pasé y ya vi. Muy interesante también.Con esos decoradores como asesores tendrás una casa espectacular. Ahora, dudo mucho que la benemerita aconseje escuchar a ciertos melenudos. Igual hay que dar parte... Saludos

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  12. Esilleviana. Gracias por tus palabras. Realmente va a su ritmo. Mira, traducido al castellano,lo que viene a decir es que el reconoce por ejemplo los méritos de "Tristana" de luis Buñuel. Pero que a la hora de la verdad lo que máspone en casa son comedias de Conchita Velasco con Toni Leblanc. Y que le encantan. La verdad, que un icono como este diga eso descoloca un poco a todos esos especialistas que le situan como un genio. El con su modestia huye de cualquier elitismo admitiendo ver esas comedias, que por otro lado, tampoco están tan mal, ojo. A mi me cautivó Dorothy Lamour, `por eso he puesto el vídeo.Un abrazo.

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  13. Está claro que los grandes directores no nacen como un "bolet" de la nada y que beben de referencias más o menos de culto. Pero esta selección tan ecléctica de Allen demuestra que es especial y que su criterio es transversal, va más allá de un estilo de un director o actores. Tras estas referencias que nos indicas se esconde una gran personalidad y criterio. Y eso se transmite en sus películas (creo). No soy ninguna experta en Allen ni las he visto todas, pero no se le puede negar su sello propio, que bebe de fuentes muy diversas (muchas de las cuales desconocía, gracias por compartirlas).
    Un abrazo grandoooooote ;-)

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  14. Dona Invisible. Es verdad.Aun cuando se puede decir que Allen tiene una personalidad propia e inconfundible, él mismo se declara muy aficionado al cine clásico y muy mitómano. Tal vez por eso escoge a dos mitos como Bogart y Rita como sus actores de cabecera.
    Creo que más allá de sus virtudes como actores influye lo que para él significaron de chaval como espectador que veía a las estrellas del cine.Y a las de verdad,no las de ahora que lucen poco.
    Cruzar luego hasta Bob Hope,pues si, demuestra una transversalidad a prueba de bombas.Un abrazo.

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  15. Un puntazo a Woody por citar a Edward G. Robinson entre los mejores y por toda su defensa del cine clásico.
    Me gustan todos lo que cita, excepto el señor Hope, pero ya se sabe que sobre gustos...
    Muy ameno, como siempre, y estupenda la referencia a Italo Calvino (son detalles que me atrapan, bien lo sabes).
    Abrazos.

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  16. A mi Allen me cae muy bien y no solo por lo que le guste o deje de gustar pero dices bien, cuando alguien como él habla de sus referencias o de sus filias te interesa sobre todo por tener una idea del personaje, porque es un tipo interesante y su estilo inconfundible a la hora que contarnos sus historias demuestra inteligencia. Puedes coincidir o no pero supongo que por ser quien es, su opinión tiene un poquito de más peso, no es determinante pero no vamos a negar que posiblemente le prestamos más atención que a un sr. anónimo. Claro que cuando el sr. anónimo nos parece tan inteligente, original y cáustico como pueda ser Woody tambien quisieramos saber algo más de él y sus referentes culturales...o a qué dedica el tiempo libre, pongo por caso jeje :-P

    Un saludito

    P.D. Me ha gustado mucho tu exposición.

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  17. De entrada decir que ya me gustaría darle un vistazo a esa entrevista para satisfacer curiosidades: me ha encantado que la saques a colación para apuntar el aspecto que más te ha interesado, porque veo que esa supuesta preferencia por el cine negro indicada en los protagonistas masculinos queda en agua de borrajas y decididamente lo que podría considerarse un exabrupto intelectual es lo que recibe mayor atención.

    Creo que Mr. Allen ha sido bendecido por la crítica cultureta europea que se le rinde llegando a extremos irrisorios y él se ha situado en las bandas proclamando su fe en Ingmar Bergman pero dándole que te pego a la comedia.

    Como llego atrasado y en realidad soy un pelín raro, te diré, ahora que no nos oye nadie, que si en una isla desierta tuviera sólo dos películas, una de Bergman y otra de Bob Hope, segurísimo que la de Hope se gastaba antes, pero mucho antes. Ya quisiera que en las comedias actuales los diálogos tuvieran la gracia y el doble sentido de los que podemos escuchar en esa serie que vi hace años en sesiones sabatinas: que Mr. Allen con su numerosa prole se dedique los sábados a partirse la caja de risa con las tonterías de Hope no me extraña nada, francamente.

    Creo que en ocasiones se confunde lo serio y trascendental con lo estupendo y magnífico, como si la comedia hilarante fuera propia y exclusiva de ignorantes, lo cual no deja de ser un dato informativo a tener en cuenta respecto del emisor...

    Un abrazo.

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  18. Isabel. Este texto viene a demostrar un poco eso,los acusados contrastes que pueden existir en cuanto a gustos se refiere. Woody parece aprovecharlo todo, desde Edward G Robinson(magnífico) hasta Bob Hope, que genera filias y fobias. El ensayo de Calvino sobre los clásicos es una maravilla. De eso se trata. A ti tampoco se te escapa nada. Un abrazo.

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  19. Abril.Allen cae bien a todo el mundo. No te puedes imaginar la cantidad de gente que se fotografía junto a la estatua que tiene en Oviedo en plena calle. Casi hay que hacer cola. Sobre el anónimo ese inteligente, supongo que igual te refieres al loro que comenta debajo de ti. Curioso personaje, tienes razón. O al de los gorros verdes. O a pintoras con apartamento. Esos son enigmas dificiles de descifrar. O no. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo.

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  20. Josep. No te falta razón. Se parte de la base de que esas películas del trio calavera son malas. Y al menos la que vi yo hace unas semanas era muy refrescante. Desde luego mucho mejor que cualquiera de las que nos meten con calzador hoy en día. ¡Y lo guapa y chisposa que sale Dorothy Lamour!.
    En esa isla desierta se puede alternar el discurso de Bergman con la fiesta continua de esos tres. Y tienes razón. A mi tampoco me extraña que Allen disfrute de ese cine de evasión, que tenía su chispa, su glamur, y diálogos que ya quisiéramos hoy. Lo que sucede es que muchos expertos tal vez hubieran preferido que diga que solo ve cine expresionista alemán. Bob Hope puede sacarte de tus casillas o no. Me le imagino haciendo de Casanova y conquistando a Joan Fontaine en esa película que cita y no puedo sino sonreir. Saludos.

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  21. ¡Uhi querido amigo, reunir a esos anonimos en una isla desierta para charlar y tocar el ukelele seria toda una fiesta ! ;-D
    más o menos así

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  22. Abril. No se que decirte. Todos esos juntos incluido el que escribe lo mismo montan una fiesta a lo Hemingway que un apocalypse now. Pero aun corriendo ese riesgo yo me apuntaría. Y si hay ukelele mejor. Un abrazo.

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  23. Abril. no se que pasa con los comentarios que luego salen cortados. En el anterior falta la mitad.´Decía que Me troncho de risa viendo como el incorregible Hope no puede con Jane Russell. Y luego decía que esa fiesta me gusta y luego lo que sigue en el anterior comentario. Saludos.

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  24. Me cautivó Allen en todas sus primeras películas. No sé si fue después de La rosa púrpura, que ya empecé a verlo repetido. Aún así, no dejo de pensar en su lucidez y sentido fabuloso del humor.
    En definitiva, creo que ahora mismo me gusta más como persona que como director.

    Un abrazo, Víctor, visitarte es ampliar el horizonte del cine.

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  25. Virgi. Es cierto que en muchas ocasiones toca unas cuantas con leves variaciones. Con los años se ha puesto más serio y reflexivo,aunque sus constantes no han variado mucho. Curiosamente en su última película romana le han criticado de repetirse y ser muy tópico. Pero eso es justo lo que le pide su público. Muy agradecido. Un abrazo

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  26. Pero esta manifestación de nuestra incomodidad, del inconformismo con todo lo que nos están obligando a acatar (no solo recortes, sino también subida del irpf, falta de crédito, injusticia en lo que no se cercena -la iglesia no ha sufrido ni sufre ningún tipo de rebaja-,...), acabará por desaparecer, por tanto, sí me pareció interesante recordar que hace un año en España despertamos de cierto letargo y que tal vez, en un futuro próximo todo ésto deje de existir...

    un abrazo :)

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  27. No conozco las películas que citas (que cita Allen) y por tanto en mi caso nos erá necesaria una revisión sino el primer visionado de alguna de ellas, ni que sea por curiosidad. Por otro lado sus citas de cineastas dramáticos parece bastante normal, ya que yo creo que cine de Allen es cine de comedia por accidente. Y bueno, su pasión por Bergman es conocida y obvia. Quizás lo que si me sorprende es la exclusión de Wilder, ¿no crees? Un abrazo.

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  28. Esilleviana. En tu casa te digo y aclaro. Un abrazo.

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  29. David. Lo que ocurre con esto de las preguntas sobre referencias o gente favorita es que igual hoy le haces la misma entrevista y responde icluyendo otros nombres, Wilder por ejemplo. Estoy de acuerdo. Hay algunos que parecen elementales,pero luego como se ve en la aclaración que hace podría incluir muchísimos más. Un abrazo.

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  30. Siempre me vendieron a Woody Allen como cosa culta. Como tú afirmas, afortunadamente el arte se mueve y la perspectiva del que observa sin pretender convertirse en un inquisidor implacable también. Llegué a disfrutar de sus creaciones, sobre todo de "Medianoche en París", donde gracias a su magia y a sus gustos confesos que sabe combinar ecléctica e ingeniosamente como nadie, me transformé en Cenicienta por un rato y desde ese lugar gocé esa película como pocas. Lamentablemente, mis conocimientos de cine no me permiten apreciar todas las referencias que él hace en esta entrevista, pero igualmente aprendí a disfrutar de sus creaciones.

    Un abrazo, Víctor.

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  31. :)
    gracias por tus palabras.

    un abrazo y que la llama continue encendida.

    :)

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