Tal vez sea una casualidad o fruto de la coincidencia. Aun así, resulta cuando menos curioso que el estreno comercial de “Lo imposible” haya coincidido puntualmente con la efemérides de otra tragedia de esas que nadie olvida. Concretamente el 40 aniversario. Fue un 13 de octubre de 1972, cuando el vuelo 571 del ejército urugüayo se estrelló en la cordillera de los Andes con 45 pasajeros a bordo. De ellos solo 16 sobrevivieron. Con motivo de ello tv emitió una entrevista con Nando Parrado, recordando todo lo acontecido. Ya se sabe que Parrado, que había perdido a su madre y a su hermana en el accidente, fue junto con Roberto Canessa uno de los líderes del grupo y quien se lanzó a tumba abierta en la expedición final hasta conseguir ayuda. Habían pasado 72 días tras el accidente. Una proeza humana en condiciones extremas de la que se suele decir en términos coloquiales que resulta tan increíble como “imposible”. Existen libros y documentales sobre ello y Frank Marshall entregó un film “Viven” en el que disertó sobre la eterna dialéctica entre voluntad, razón y fe, y como ambas fueron, según los testimonios recogidos, claves para superar un reto que parecía “imposible”.
Ahora llega el film de Juan Antonio Bayona. Basado en lo vivido por una familia española durante el tsunami que arrasó la costa de Tailandia. Al sentarme en la sala lo primero que aparece en pantalla son unos rótulos que informan que este macro espectáculo está financiado entre otras instituciones con el apoyo del Ministerio de Cultura y de la Generalitat Valenciana. Que cada uno extraiga sus conclusiones. El primer plano de la película es un innecesario e inesperado vuelo de un avión a velocidad del sonido que cruza la pantalla de improviso y que casi se lleva por delante al espectador. ¿Las razones? Las ignoro, aunque me inclino por la idea infantil de dejar al espectador boquiabierto desde el primer fotograma. Es el primer golpe de efecto de una película que abundará en ellos.
Enumerar la catarata de ideas manidas, ineptitudes fílmicas, plagios sin descaro y soluciones argumentales de patio de colegio de esta cinta puede resultar tan cansino que no se si merece la pena.
En lo que si conviene detenerse es en la deriva del nuevo cine español. ¿Esta es la hoja de ruta a seguir? ¿debemos sentirnos orgullosos simplemente con batir records de taquilla mientras nos tapamos la nariz por el hedor? ¿Podemos auto engañarnos afirmando que una operación comercial y especulativa como esta es tan lícita y ética como cualquier otra? ¿Cuántos juguetes caros y defectuosos como este nos podemos permitir? ¿no ha sido precisamente por jugar a nuevos ricos que estamos donde estamos? Si este es el nuevo e internacional cine español, orgulloso de poder “competir” en el box office con las grandes producciones, con todos los respetos, prefiero quedarme con el antiguo, incluida “La tonta del bote”. Antes que buscar un cine auténtico y sincero que narre historias de ahora mismo que conmuevan, hay quien anda mirando de reojo a la taquilla, mientras pretenden engañarnos vendiendo un tsunami espectacular con la coartada de que esto es un sensible drama humano universal. Veamos con que resultados artísticos.
En “Lo imposible”, Bayona nos vuelve a entregar su particular ración de anhelos y delirios adolescentes. De cinefilia muy mal entendida y peor asumida. Este director pertenece a esa generación que como Martin Luther King tienen un sueño. Consiste no en potenciar y dar rienda suelta su personalidad, sino en llevar a la práctica y concretar como cineasta el cine con el que disfrutó horrores siendo adolescente. En su megalomanía, intentará no solo emular, sino sobrepasar a los que considera sus maestros, a los que se ve que no ha entendido en absoluto.
Mucho se ha dicho respecto de las influencias de este film. De entrada podría decirse que cualquier obra está incluso inconscientemente influenciada por los libros que se han leído, la música que se ha oído, las películas que se han visto, los museos que se han visitado, los viajes que se han realizado….Es algo inevitable. El gravísimo problema aquí no es que se detecte una influencia u otra, sino que todo el proyecto está pensado sobre la base de la imitación, del calco, del ejercicio de cine sobre cine sin auténtica personalidad. En el presente caso, el asunto es mucho más aterrador de lo que parece. Es evidente viendo el film que Bayona disfrutó con el comienzo de “salvar al soldado Ryan”, con “El imperio del sol” de Steven Spielberg y con “La delgada línea roja” de Malick. También es evidente que solo se ha quedado con la cáscara, con la envoltura formal de aquellos films complejos y desgarradores y que los copia sin descaro, sin profundizar en absoluto, y lo que es peor, sin adoptar una mirada personal. Sin embargo, ojala fuese ese el único grave atasco de este film. Al fin y al cabo, sería un mal menor. Esto es mucho más aberrante.
Lo peor de este lujoso espectáculo con tsunami incluido disfrazado de docudrama es que está confeccionado, pensado y concebido desde su inicio para ver con palomitas en una mano y un refresco en la otra. Un viaje aparentemente hiperrealista estratégicamente calculado como una visita a un parque de atracciones con emociones fuertes y final feliz, en el que no se arriesga más que algún escobazo, como en el tren de la bruja. Estamos ante un viaje guiado por Port Aventura, Terra Mítica o Eurodisney. En definitiva, un parque temático. ¿Y cual es el parque temático cinematográfico por excelencia? Esta claro “Parque Jurásico” de Spielberg, película con la que “Lo imposible” guarda muchísimas semejanzas. El gravísimo error de Bayona es que pese a que habrá visto esta película varias veces, no ha comprendido su significado en la carrera del director, el cual tuvo la aguda perspicacia de darse un toque de atención a sí mismo.
Sin tener en cuenta la carga irónica y sobre todo autocrítica que el propio Spielberg aplicó al film, Bayona ejerce aquí de Richard Attemborough, aquel tierno profesor Hammond que como él también tenía un sueño: Poblar una isla de dinosaurios. Construir un espectáculo prefabricado tan aparentemente inocente como a la postre delirante. Jugar a ser más listo que la propia naturaleza y dar gato por liebre al visitante.
Spielberg siempre ha considerado al personaje del profesor Hammond como un aviso, el perfecto ejemplo de lo que el cine moderno (incluso su cine) estaba a un peligroso paso de convertirse: Un falso parque de atracciones turísticas donde todo es de mentira aunque parezca muy espectacular. Lo curioso es que Spielberg fiel a su discurso, se olvidó progresivamente de espectáculos grandilocuentes y se adentró en apuestas más personales y adultas. Esa es una de las razones por la que los falsos fuegos de artificio como “Twister” (Jan de Bont) no los dirija él y se los encargue a otros. Él prefiere “Inteligencia Artificial”.
Al final de “Parque Jurásico”, el multimillonario John Hammond, cuando su proyecto infantiloide se va al garete, admite haberse equivocado en su megalomanía al pretender recrear un sueño artificial con pies de barro.
Poco podíamos sospechar que en el año 2012, un director español, no solo no tomase debida nota, sino que se erige en el nuevo Hammond a la búsqueda de su imposible sueño cinéfilo, maniqueo, lacrimógeno, efectista y manipulador.
Bayona construye su parque temático, su Excalestric particular, su Ibertren de siete pistas basándose en tres pilares básicos: el impacto a cualquier precio, el efectismo a ultranza y el calco de sus fetiches cinéfilos. Solo un personaje tiene entidad propia y desarrollo en la cinta, el hijo mayor Lucas (Tom Holland). El resto son meros arquetipos, simples marionetas a la deriva, figurantes sin entidad propia ante los que el espectador no siente ninguna empatía, con particular mención para la “esforzada” composición de una Naomi Watts que ha de sacar a flote un personaje de la nada.
Y como los personajes no están debidamente construidos dramáticamente, en el momento del impacto se pierde una de las razones de ser del cine: la citada empatía, la identificación y el imperioso deseo desde la butaca de que se salven. Aquí, como estamos inmersos en un parque temático, el tsunámi y sus efectos forman parte del espectáculo entre palomita y palomita. Es vistoso, faltaría más, pero sin fuerza dramática.
Lo que viene después tiene el armazón dramático de cualquier telefilm de tercera división. No hay una visión global de la magnitud de la tragedia y su impacto en la población local, no hay reflexión alguna sobre el hombre sin brújula en mitad de la aldea global. Solo una obscena exhibición de escenas cargantes y presuntamente fuertes, que no potencian en modo alguno la angustia del relato. Se puede seguir arrastrando a Naomi Watts 50 metros más por el lodo, que tanta acumulación sin construcción dramática satura por exceso. Al final queda una versión caramelizada de “No sin mi hija”. Y una pedestre y trasnochada demostración del viejo aserto de que la unión familiar puede más que cualquier tormenta, tsunami, crisis o lo que venga. Comparar esto con películas como “Missing” de Costa Gavras o incluso la reciente “Monsters” es una pérdida de tiempo. Y mejor obviar la peripatética aparición de Geraldine Chaplin y sus cursis metáforas sobre las estrellas.
Para colmo de males aún queda lo peor. Como Bayona es un tipo avispado, sabe que no puede pasarse hora y media de hospital en hospital mostrando horrores. Y en un ejercicio bochornoso de aparente suspense se permite regalar al espectador la traca final de su castillo de fuegos artificiales. Otra ración de furia acuática submarina, una escena vergonzante en la que Bayona recrea la supuesta belleza interna del tsunami, una hermosa coreografía de objetos, luces y cuerpos bañados por la luz del sol. Es el toque personal, la firma del autor que pese a todo nos viene a decir que “el tsunami es bello”. Se le olvidó a Bayona introducir en esa escena los compases de “así habló Zaratustra” de Richard Strauss para completar el ridículo.
El balance final deja al espectador y al cine español como a los protagonistas. Solo que nosotros y nuestro cine seguimos a la espera. No sabemos si acudirá un agente se seguros al rescate y nos flete un avión en exclusiva ¡para nosotros solos! Mientras tanto, con las salas haciendo caja pero víctimas de un cine desahuciado artísticamente, huérfano, solo atisbo una solución momentánea en espera de tiempos mejores. Ir buscando refugio en algún internado. Perdón orfanato.
¡Ay que no la he visto y apenas acierto a leer algún párrafo y me temo lo peor ( que no es el tsunami )...
ResponderEliminarMe perdonarás que pase de puntillas..pero por si voy al cine a ver que pasa, lo dejo pendiente.
un abrazo
Despues de consultarlo con la almohada y de leerte creo que finalmente no pasaré por taquilla.
EliminarEl cine de catástrofes tan en boga en los 70 y luego retomado en éste siglo me deja fria y si no es así tampoco quiero sufrir en vano.
Lo que sí me ha sorprendido es que un cineasta español acometiera tal empresa..
ya veo por lo que dices que se queda en la superficie que falta profundidad, que no aborda el impacto en el resto de los que sufrieron la tragedia en ese lugar( comer palomitas y no atragantarse viendo como la gente se ahoga me parece surrealista)
Bien mirado sí que debe recordar a Parque Jurasico con la diferencia de que ahí si sabiamos qué estabamos viendo.
Por eso todas esas pelis El dia de mañana o cosas así tan de Hollywood tan irreales si no se apoyan en los personajes en sus miedos y la reacción ante la tragedia, si no invitan a la reflexión poco o nada nos dejan al espectador.
Lo del cine español es de juzgado de guardia( con poquisimas excepciones)..y hasta ahí puedo decir.
Un abrazo Victor
Querido Victor, me vuelvo a quitar el sombrero ante tu análisis de Lo imposible. Expones varias cuestiones interesantísimas y haces pensar y reflexionar sobre lo visto. Ya sabes que para mí Lo imposible no engaña al espectador, creo que uno sabe lo que entra a ver... pero tu mirada me ha aportado un montón de elementos en los que pensar.
ResponderEliminar-El recordatorio de cómo coincide el estreno de Lo imposible con el aniversario de otra tragedia de resultados ‘imposibles’. Lo de ¡Viven! siempre llamó mi atención. Recuerdo tanto el libro como la película.
-Los continuos golpes de efecto a lo largo de Lo imposible que al final dejan al espectador frío.
-El debate sobre cuál es el camino a seguir del cine español. Por qué tipo de películas se apuesta. Cómo se apuesta por ellas. Cómo salen adelante… etcétera. ¿No vale la convivencia de varios caminos a seguir? ¿Cómo se hace que convivan las distintas propuestas? ¿Puede existir un cine que lleve a los espectadores a la sala y que además sea un cine que tenga algo que decir, algo que mostrar? ¿Puede además apostarse por un cine creativo e innovador que siga la senda del cine como arte?
-Maravillosa toda la parte que hablas de las influencias y del manejo que se hace de estas influencias. Brillante la metáfora del profesor Hammond de Parque Jurásico. La sensación de Lo imposible como un parque temático teledirigido…
-El ver un atisbo de ‘construcción de personaje’ en el único que a veces sorprende (y en el único que se ve alguna evolución), el hijo mayor (Tom Holland)…
-… Y así podría continuar y continuar largo y tendido.
¿Verdaderamente pensabas dejarnos sin este análisis?
Besos
Hildy
Yo no la he visto, pero después de leer tu estupenda reseña, veo que viene... por donde me imaginaba.
ResponderEliminarSobre lo que dice Hily, yo también me hago esas mismas preguntas.
Igual lo que voy a decir es una tontería, pero creo que deberíamos mirar más hacia, por ejemplo, cosas el cine Coreano, en todas sus temáticas y géneros, haciéndolo a su manera, han conseguido desbancar en los estrenos incluso a las películas producidas por las grandes majors USA, no tengo ahora los datos, pero el porcentaje de cine Coreano consumido sale ganador del global por un tanto por ciento considerable. A mi es una cosa que me llama mucho la atención. No tengo ni idea si allí dan subvenciones, pero la industria del cine funciona a todo tren, siendo un país con una población casi igual que la nuestra y con un PIB también muy parecido, en las estadisticas andamos muy a la par en todo, menos en la gente que va a las salas (Imagino que con las marcas que tienen todos tendran sus dvds y sus Bluerays) a consumir su propio cine. Ojo, tampoco digo que todo lo que se hace allí sea agua bendita, que truños haylos igual que en todos los sitios, lo que me refiero es al impecable funcionamiento de su industria.
Y es que el cine español ha perdido su identidad hace tiempo, sólo hay extremos, no hay clase media, aunque eso no tiene nada que ver para que de vez en cuando salgan títulos y directores potables, claro. Somos como saturno devorando nuestras propias filminas. Ahora también te digo, yo no pago 8.40€ por ir a ver esta, ni posiblemente otras, vengan de donde vengan.
Saludos, y enhorabuena por tu reseña.
Roy
Por lo que dices, y sabes que te tengo como referente, ni se me ocurrirá perderme en este baño de agua y sangre, ya que incluso las imágenes son un tanto sangrientas...
EliminarNombras "Viven" y debo decir que prefiero escuchar el relato de sus protagonistas, que se adentran en el misticismo, el espíritu de equipo y el instinto de supervivencia para narrar su experiencia, que la versión cinematográfica que se ha exhibido de la tragedia.
Es un análisis minucioso y detallado que, como siempre, enseña al lego como quien escribe e ilumina al cinéfilo y sin dejar dudas. Y es una pena que el cine español no nos regale obras tan bellas como "Los lunes al sol" o "Mar adentro", para nombrar sólo dos de las que más me han gustado.
Ni siquiera cabe pensar en la excusa de la crisis económica para explicar que las producciones bajen su calidad, porque bien sabemos que el presupuesto poco tiene que ver con la calidad de un buen film en definitiva. Se puede hacer mucho con poco y de las crisis surgen muchas veces maravillosas películas. Además, imagino que ustedes en este momento de lo último que necesitan oír es de tsunamis.
Un abrazo, querido Víctor.
Te confieso una pequeña maldad: ésta película la han visto personas que van a ver a la bruja Anne Germain 'Más allá de la vida', por tanto, cuando supe que estaban esperando con mucha ansiedad el estreno de esta película hizo que perdiera cualquier tipo de interés por mi parte. Ahora después de leerte me confirma la primera impresión, no merece la pena verla. Gracias por esta visión, siempre acertada por sus contrastes, bien documentada y sobre todo, realista y sincera.
ResponderEliminarUn abrazo :))
No la ví y creo que no la veré. Sin dudas que a la hora de pasarse un rato viendo una película,cada quien elige el formato, la temática,etc.. Las películas con estos fondos de tragedias naturales no son lo mío. Me gusta que el entretenimiento me aporte,además de un buen rato, un sedimento en el cual pensar.La tragedia de los Andes, será que la vivimos día a día cuando ocurrió, es mucho más que la película que se hizo. De todas maneras, Marshall resolvió bien el tema, aunque ví escenas nomás de la misma. El cine español, muy visto por estos lares, creo yo que tiene mucho tema por delante y no un tsunami,pero bueno....así es el negocio a veces,no?. Se producen con fondos públicos estas películas y quedan proyectos más personales y de mejor contenido en el cajón del olvido, una pena. Un beso
ResponderEliminarV, te has quedado a gusto, ja,ja.
ResponderEliminarA ver, la verdad es que no quiero erigirme en un defendor de la película de Bayona, que tras ver en Sitges me llenó de indiferencia, pero ante tu rajada voy a posicionarme un poco en el otro lado para dar vidilla a ésto. La verdad es que estoy de acuerdo en la falta de carácter del director español, que copia arquetipos con descaro (ya lo hizo en El orfanato) y en algunas cosas como esa lamentable escena con Geraldine Chaplin. Dicho ésto, y partiendo del tipo de película de la que se trata, me parece que es un film bien realizado y que logra acercarse a los objetivos que en un principio pretende. A mí hacer espectácula de una desgracia reciente me parec moralmente discutible, pero si vamos al cine y ya sabemos de que va la película, en primer lugar hat que reconocer que las escenas del tsunami sestán muy bien realizadas y merecen el elogio. Luego el tema personajes sin profundidad, pues es cierto V, pero en realidad la historia no creo que pretenda presentarnos unos personajes complejos. Es algo sencillo, una familia que por un desastre natural queda separada y lucha por reencontrarse, así de básico. Así que lo de profundizar en personajes no sé si es necesario, la verdad. Y es cierto que hay una cierta manipulación sentimental para lograr el llanto del espectador, pero en primer lugar lo esperaba mucho peor y en segundo lugar, habría que ver que parte es inventada y que parte se trata de lo que ocurrió en realidad y por lo tanto es justa de incluir en el film.
En conclusión y para no alargarme demasiado, es un film que yo no disfruté en exceso, pero que dadas las premisas y los objetivos está bien realizado y sobretodo muy bien interpretado, así que sin duda lo aporbaría, sin demasiado entusiasmo. Un abrazo, V.
Antes, yo era un tipo que iba al cine con cierta frecuencia. Ahora estoy criando y te juro que lo único que echo de menos de mi vida anterior es una sala de cine. Pero hay que ser positivo: me estoy ahorrando varios bodrios como éste. Un placer leerte. Abrazos
ResponderEliminarAbril. Pues como suele decir un amigo común,"de pe a pa". Cualquier escena real que se pueda ver en you tube grabada por un video aficionado sobrecoge mucho más que esta película-espectáculo confeccionada para ver con la pepsi a mano.Si, es así de alucinante. Me di cuenta el otro día cuando en tv sacaron los micrófonos a la salida de un cine, y muchos adolescentes decían que era guay, que menuda pasada, y que tenían que volver a verla...Como tu dices surrealista. De todas formas creo que va para los dosmillones de espectadores en solo una semana... Igual el que va por el carril contrario soy yo, aunque me temo que no. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias Hildy.De eso se trata,de arrojar un poco de luz.Aunque me equivoco como el que más.
ResponderEliminarAl aficionado esta película le sirve para reflexionar sobre el cine español y una de las grandes mentiras que se nos contó con la llegada de la democracia. Supuestamente, a partir de ahí se acababa el cine cateto, el landismo y películas como "los subdesarrollados".También terminaba la censura y a partir de ahí ibamos a ver el auténtico genio libre de nuestros cineastas.
El tiempo, salvo excepciones, nos lleva a películas como esta,imitadoras de lo peor del tan denostado cine usa. Y para colmo nos avasallan haciendonos creer que este es un cine moderno e internacional.
El otro día volví a ver "cuando ruge la marabunta" y le da mil vueltas a este docudrama de lujo.
Y respecto de las influencias también da mucho que pensar. Admito una cierta influencia que se puede vislumbrar en una obra. Lo que no es de recibo es la calcamunía. Y encima cuando vas de autor por la vida.
Te agradezco tus palabras.Un abrazo.
Roy Bean. Pues la verdad es que creo que gran parte derazón tienes. He deconfesar que no estoy muy puesto en el cine coreano,pero si tengo la idea de que tienen conceptos propios e ideas propias que finalmente en muchos casos se terminan exportando por falta de ideas en el campo del guión.
ResponderEliminarSobre esta pelicula, no voy añadir más. Y no creas, que en el fondo lamento ver como el cine español se va por el precipicio con operaciones como esta. Y Victor Erice en casa.Un abrazo.
Fer. Completamente de acuerdo. A mi también me interesan mucho más los documentos y entrevistas sobre "viven" que la propia película. Por eso el rechazo a esta película es mayor. Acababa de ver la entrevista con Nando Parrado, sobria, seria y demucho interés, analizando todo lo que tu comentas con mucha reflexión.
ResponderEliminarY claro,luego voy a ver esto, basado en una historia real,y se me cae abajo. Un Espectáculo con maneras de telefilm que solo puede engañar por que su diseño deproducción es muy caro. Un abrazo.
Esilleviana. Me he fijado muchas veces en todo el márqueting que rodea cada aparición de Ann Germaine. Su gestualidad, sus miradas,su estudiada voz, su cadencia al hablar...Me parece que lo que hace tiene otros motivos más crematísticos. Supongo que por eso lo de bruja.Te entiendo.
ResponderEliminarDetodas formas esta película también viene arropada por un marqueting espectacular que está funcionando de maravilla. Aunque como veo no todo el mundo muerde el anzuelo. Un abrazo.
Fiorella. Claro, tu y todo el pueblo urugüayo debeis tener grabado en la memoria perfectamente los sucedido en Los Andes de primera mano.
ResponderEliminarDesde luego, el cine español puede abordar muchos temas.Ahora mismo incluso el tsunami real que vive nuestra propia sociedad. Ver como cuando estamos cercanos a la quiebra financiera, nos gastamos los dineros públicos en espectáculos de este calibre, no se entiende muy bien. Pero en fin, es lo que hay. Un placer tenerte por aquí Fio. Un abrazo.
David.Estamos mucho másdeacuerdo de lo que crees. El problema de este proyecto lo dices tu mismo:es muy básico. Aplastantamente básico.
ResponderEliminarPero no creo que la idea dela película sea la de reunir a una familia que se separa. Esa es la excusa.La idea base es yo puedo hacerlo más grandey más potente. Y para tsunami el mio. ¿te imaginas esta película sin el tsunami? ¿En off narrativo? Podría haberse hecho y ahondar más en los personajes.Pero si le dices eso a Bayona le dasun disgusto. Aquí delo que se trata es de disfrutar como un niño con un parque temático puesto a su disposición.
Y por cierto,la última escena de Naomi Watts en el avión llorando en primer plano en busca de premio me parece...En fin. Sin comentarios. Un abrazo.
Jose Luis. Ya te dije en otra ocasión, si no recuerdo mal, que lo que te impide acudir al cine es la auténtica aventura de la vida.Mejor que mil películas juntas.De todas formas,creo que no te pierdes nada. Aunque no lo creas esta película ya la has visto.Montones de veces.Uno de sus defectos es que la originalidad brilla por su ausencia. Un abrazo
ResponderEliminarQuerido Víctor; un análisis mayestático y sin fisuras. Voy a emular al maestro Gracián lo bueno, si breve, dos veces bueno. La ciudad de la luz y suena un fanfare: Tachan, tachan. Se nos aparece Cassen sosteniendo un candil. Berlanga jugando con una muñeca hinchable, Bardem comiéndose un bocata de sardinas y Buñuel rompiendo un tambor de Calanda—con puro en ristre— en plan John Bonham. Todos subidos en el Motocarro de Plácido. Buenas soy J. Bayona: —Ya tengo BMW serie 3 cabrío… Es tan chachipiluli… Un abrazo
ResponderEliminarNo pensaba verla ni la veré. Sólo con el bomobo y platillo que le han dado en la tele, ya me escamaba. Tanto tremendismo y efectos especiales y el buen cine no precisa de tanta parafernalia.
ResponderEliminarComo siempre (y aunque fuera una película que me gustara), amplías la visión de los que te leemos y pones tu opinión con limpieza.
Me encantas, vaya!
Pero eso, ya lo sabías.
(por cierto ¿te había dicho que Fish tank me gustó muchísimo?)
Besos, V.
Muchos (después de aplaudirte)
J.C Alonso.Efectivamente. La elección del vehículo es muy acertada.Ya sabes lo que dice el anuncio ¿te gusta conducir? o lo que es lo mismo ¿te gusta jugar con la cámara?. Siendo en la Ciudad de La luz, los convocados me parecen ideales, aunque me cuesta creer que no andase muy lejos Berlanga. Vaya tiempos aquellos. Irrepetibles.Un abrazo.
ResponderEliminarVirgi. Que amable eres, da gusto. Tienes razón,tantos años quejandonos de la sobredosis del marqueting publicitario de tantas películas comerciales,y ahora resulta que lo practicamos nosotros.
ResponderEliminarIntento dar y ampliar la visión, es verdad.Ese es el objetivo. En todo caso no deja de ser una visión muy subjetiva.
A los dos nos gusta Fish Thank.De todos modos,los carteles que aparecen en el lateral están ahí debido a que me gusta o me parece curioso el propio cartel.Hay películas con presentación atractiva que luego no me entusiasman. Y al reves.
Y para encanto el tuyo.Un placer recibir tu visita, y un lujo. Un abrazo.
Le das por todos los lados habidos y por haber xD No, que me lo esperaba asi en realidad, aunque obvio que la quiero ver y sacar mis propias conclusiones ;) Creo que Bayona tiene talento, sí, pero quiza lo esta mal utilizando. Por ejemplo a mi El Orfanato en cuestion me parecio muy buena, con sus cosillas pero muy bien elaborada, a lo mejor ha echado los tiros por el cine comercial dramatico y tragico que "se vende" mas, habria que darle mas oportunidades para que se defina. Tu analisis como siempre notable.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y esta gente es la que encuentra patrocinador...habiendo tantos genios con cosas que contar.
ResponderEliminarVaya, eres bien duro. ¿Sabes que es la primera mala crítica que leo de esta película? No hago más que leer alabanzas y de repente me encuentro este revés tuyo. Me gusta que sea así, que no te dejes llevar por la opinión general y construyas tu propia idea según tu criterio.
ResponderEliminarNo soy muy aficionada a películas relacionadas con desastres naturales, supongo que porque dan pie a la lagrimita fácil, a tocar la fibra del espectador y de esta forma hacer un producto comercial, que vende. Pero, ¿y la calidad?
Tal y como lo explicas, si los personajes no están bien perfilados, si se basa más en el efectismo y en convertir el escenario en un parque Jurásico más... a lo mejor destino mis 9 € que vale aquí el cine en fin de semana a ver otra película...
Un abrazo, V!
Me alegra comprobar, Víctor, que te quedas tan a gusto desbrozando milimétricamente una pieza que todavía no he visto y que tampoco es que me apetezca mucho: el género de catástrofes nunca me ha resultado atractivo aunque reconozco una cierta curiosidad por ser la película -teóricamente- perteneciente al cupo español.
ResponderEliminarQuizás lo que más me ha llamado la atención son tus disquisiciones al albur de Jurasic Park en las que me parece entrever una cierta condescendencia hacia Spielberg que no comparto del todo y que ya me gustaría profundizar en otra ocasión; como apunte rápido te recuerdo que después de ese punto de inflexión que tú dices se sirvió dirigir dos truños como La guerra de los mundos e Indiana Jones y la calavera de cristal.... :-(
No creo que sea malo para el cine español que de vez en cuando alguien se ocupe de realizar películas de palomitas; pero sí me preocupa que esos entretenimientos se rueden con subvenciones y que luego no reporten los beneficios suficientes como para reintegrar esas subvenciones.
Por preferir, claro, preferiría que el cine español siguiera produciendo películas críticas como El verdugo, que de ilusión, dicen, también se vive...
Un abrazo.
Vaya, vaya así que este pájaro es el de "El Orfanato"... ya sólo ese es un motivo más que suficiente para no ver esta película.
ResponderEliminarAunque sin conocer ese dato, yo ya había argumentado en otras casas cinéfilas las razones por las que no iba a ver la película esta del tsunami.
No me va el docudrama, pero sobre todo no me va nada el "exploiting" de los contenidos melodramáticos.
Una de las cosas que más odio en el cine es que traten me manipularme emocionalmente de forma grosera; ojo que esto no quiere decir que rechace el cine que produce emociones ¡Ni mucho menos! Entre despertar emociones de cualquier tipo y forzarlas hay una linea muy gruesa, perfectamente visible, los realizadores que no son capaces de verla o que gustan de traspasarla sin pudor alguno son los que me repelen.
Creo que Bayona es de estos últimos.
No la veré, tu texto (muy bien argumentado) sólo corrobora mis prejuicios.
Saludos
Daniel. Que esta película se esté convirtiendo en un acontecimiento es digno de estudio. De por donde va nuestra maltrecha cultura en pleno siglo 21.
ResponderEliminarTampoco me entusiasmó "el orfanato" otro mix recalentado de películas mil veces vistas. Me parece muy bien que saques tus propias conclusiones. Es lo que yo haría. Saludos.
paradela. Pues si, ahora jugamos con dineros públicos y privados a confeccionar los juguetes comerciales que tanto tiempo hemos denostado. Y algunos talentos en la nevera. Muy curioso que las películas españolas más taquilleras sean "torrente" y ahora este otro "torrente" acuático. Un abrazo.
ResponderEliminarJosep. A mi tampoco me molesta que se realice un film comercial. Si me molesta, y bastante, que te intenten disfrazar esto como un sensible drama humano. Para Bayona lo importante es recrear el tsunami como nadie. Se nota que ha dedicado mucho más tiempo a eso que al guión.
ResponderEliminarRespecto de las influencias, si que tienes razón,Spielberg en algunas ocasiones da la de cal y en otras la de arena. A ver que toca con Lincoln.
Lo peor es que un joven cineasta no tenga personalidad propia y se detecten influencias y plagios a destajo. Lo de las subvenciones hay que dicirlo con la boca pequeña, al parecer, ya que sino corres el riesgo de ser un resentido que va contra el cine español.
Lo que está claro es que tu y yo hemos contribuido a la realización de este aquaparq. En mi caso dos veces, ya que además me cobraron 7,50 € por verlo. Un abrazo
Dona Invisible. Pues como es costumbre y a riesgo de equivocarme opino lo que pienso, es verdad. Ya se que más de 2 milloners de espectadores y la mayoría de críticos opinan lo contrario. Y es muy respetable. Pero las cifras de recaudación me vienen a dar la razón: si esto fuese la tragedia que fue y no un lacrimógeno melodrama con aquaparq incluido el público no hubiese respondido de esa forma.¿a alguien le apetece ver las imágenes reales que están en la red? pues hay que tener mucho estómago.
ResponderEliminarSin embargo con esta edulcorada película sobre la familia feliz que sobrevive a la super ola de port aventura la cosa cambia. Y curiosamente a la gente le apetece...Un abrazo.
David. Te explicas perfectamente.Y lamento decirte que esto es un docudrama en toda regla. Y que se explota descaradamente el sentimentalismo más manipulador también. Y que eso tiene un efecto en el público es evidente.
ResponderEliminarA mi tampoco me gustó "el orfanato" película en la que Bayona demuestra que no tiene nada propio que contar y trabaja como un disc-jockey que mezcla y abusa de material ajeno y sobado.
Me alegro de coincidir en lo referente a que hay líneas que resultamuy alarmante traspasar. Gracias por tus palabras. Un abrazo.
Yo pienso que no es el cine que me gustaría ver, ni que el cine español derivase a este punto, lo único bueno que le veo es que ha conseguido hacer taquilla, y es bueno para el cine Español, a mi entender, aunque esta película resultase fallida para nosotros, el que se apueste por un cine más visual y ambicioso, claro está sin manipulaciones y con mejores guiones.
ResponderEliminarUn saludo.
Emilio. Entiendo lo que expresas y te agradezco la visita. Pero si lo único bueno es que consigue hacer taquilla, mal asunto. En mi opinión ese no es el camino. Y además no nos lo podemos permitir. Un abrazo.
ResponderEliminarCuando escuché, en una emisora con mucha audiencia, la promoción de esta película, la anunciaban muy impresionante capaz de provocar desmayos, desvanecimientos y toda clase de emociones en los espectadores que se encontraban viendo la película. ¿Es para tanto?
ResponderEliminar:))
La promoción ha llegado a tales extremos que han difundido noticias sobre taquicardias en pleno cine, ansiedad y bajadas de tensión con desmayos. Es cierto.Es un truco tan viejo como el propio cine. De esemodo se potencia la sensación en elpúblico de que va a vivir una experiencia nunca vista.
ResponderEliminarEn la sala en la que la vi todo fue muy normal. Esi, a mi me sobrecogen mucho máslas matanzas en Siria o el terremoto de Murcia. Cualquier telediario es cien veces más escalofriante. Saludos
No me gusta Bayona y no me gusta su cine?
ResponderEliminarNo le conozco personalmente, pero en todas sus apariciones veo en él mucha pose, mucha superficialidad de cara a la galería.
Tampoco entiendo como se le está encumbrando. Solo ha realizado dos películas por dios!
La primera infumable. "El orfanato" es un desastre, no hay por donde cogerla. Un sin sentido aburrido hasta la extenuación.
Y de esta última, la cual has realizado un análisis espléndido, me parece más de lo mismo.
Marketing, publicidad, etc, etc, para un contenido vacío. Una historia que en muchas ocasiones da verguenza ajena.
Has dado en el clavo con esas imáganes tan "chachi-piruli" de tsunami. Hombreee, por favor! Que es una desgracia!
Los actores naufragan en esta experiencia, una pena.
Me quedo sin duda con la de Eastwood, un maestro. Bayona, por ahora, becario...
Un abrazo.
C Noodles. No es necesario mencionarlo,pero para que no quede ninguna duda, que conste que le deseo a Byona en lo personal,e incluso en lo profesional una larga y provechosa carrera.
ResponderEliminarDicho esto, tiendo a pensar que él es en gran parte responsable de las dos películas que ha entregado. A mi juicio muy mediocres,no me voy a extender más.
Lo que no tengo tan claro es si la campaña de promoción estratosférica que ha recibido esta película, que se intenta que llegue al rescate del cine español, es responsabilidad suya.
En mi opinión el tema promoción se les ha ido de las manos completamente. Y creo que eso va a perjudicar a la película. En taquilla el negocio ha salido redondo.
Me alegro coincidir con alguien que sí la ha visto. En mi opinión hay quien se pasó media vida criticando el buen cine americano, y ahora resulta que copiamos el malo. Ver para creer.Saludos
Vaya, vaya, me han hablado mal de ella voces menos expertas que tú y no me fiaba, pero ahora me fio. Si le falta personalidad no merecen la pena los 9 euros que cuesta. Se siente.
ResponderEliminarY eso que yo abogo siempre por el cine de la tierra, pero claro, bodrios... pues tampoco.
Un saludo.
Sue. Veo que el cine en la capital está un euro más caro que en provincias. Esto no es cine de la tierra, no hay más que agua por todas partes. Creo que sales ganando si te pones cualquier otra en casa.Un abrazo.
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