miércoles, 5 de diciembre de 2012

DOS HEROES INVOLUNTARIOS




Uno de los últimos fallidos fenómenos a nivel cultural es la resurrección de los superhéroes. No ya el héroe a secas sólo ante el peligro, sino el superhéroe. A grandes males, grandes remedios. Los sociólogos lo asocian a un movimiento pendular propio de todo periodo de crisis. Si quienes debieran ocuparse se ven incapaces, de forma espontánea y como reacción última siempre habrá quien se atreva a explorar más allá de la frontera. El deterioro de la sociedad de consumo y la quiebra de los pilares democráticos pueden empujar a algunos a buscar soluciones ensoñadoras, fantasmagóricas y ubicadas en el reino de la fantasía. El superhéroe entonces, no sería ya solo un mero divertimento que corre múltiples aventuras, vence a los malos y salva a la chica, sino que se convertiría en el guardián de la sociedad entera y sus valores olvidados.
Sin embargo, hasta ellos han sufrido un gran desprestigio. Hoy, en estos tiempos de ilusiones perdidas, todos sabemos que no será Batman con sus artilugios quien nos saque del atolladero. Eso sirve como fútil evasión, pero la realidad es tan aplastante que el malestar de la cultura implica que ya nadie espera milagros con capa y disfraz. Tampoco andamos sobrados de intelectuales que piensen y maduren soluciones globales a corto plazo. De ello ya se ocupó Nietzche  en su demoledor ensayo “El ocaso de los ídolos” en el que de forma furibunda aplicaba su filosofía a martillazos tanto a los pensadores antiguos como a los valores decadentes de occidente.



Ante este panorama restan otras opciones: Por ejemplo, contratar a los achacosos mercenarios reclutados por Stallone. Mal negocio. Otra cosa. Se podría apostar por la respuesta contracultural. Pero Andrew Potter ya nos explicó que la contracultura se ha convertido en otro gran negocio. Existe también la opción de enfundarse uno mismo el pijama a lo Kick Ass, de resultados discutibles. En último término, como siempre, queda agarrarse y confiar en el ciudadano anónimo, el hombre o mujer de la calle que es capaz de alzarse y remover conciencias e incluso intentar con otros iguales dar un giro a la situación. Es curioso que finalmente nos acordemos por fin de ese que tantas veces fue descrito como el hombre sin atributos.
Por tanto, olvidando a Thor, Batman, el Capitán América, James Bond y cía ¿Qué nos ofrece el cine contemporáneo como ejemplo de hombre corriente e incluso héroe involuntario? ¿Quiénes son los Juan Nadie a día de hoy? Dos ejemplos van a servir para trazar una curiosa dialéctica. Dejemos que se presenten ellos mismos. El primero fue aquel que dijo “puede que yo no sea muy listo, pero sé lo que es el amor”. También dijo aquello de “Se puede decir mucho de una persona por como son sus zapatos, a dónde van, donde estuvieron, yo he tenido un montón de zapatos” y por supuesto dejó claro que “tonto es el que dice tonterías”. Por supuesto, es Forrest Gump. Un tipo ingenuo y muy entrañable, genuino, fiel amigo de sus amigos y enamorado de Jenny incluso antes de verla, cuando sólo había escuchado su voz. Aunque su niñez en Alabama fue difícil, un cúmulo de circunstancias puramente casuales y sus habilidades físicas le llevarán a ser todo un fenómeno de masas. Su expresión de incertidumbre mirando a su hijo pequeño y dudando de su capacidad como padre debido a que es consciente de su propia condición borderline, es de esos momentos impagables que de vez en cuando nos regala el cine.



El segundo es también otro tipo ingenuo e idealista, muy célebre en su comunidad y en el planeta entero por su vitalismo. Vive en una falsa burbuja- urbanización de lujo llamada Seaheaven. Una isla de la que no ha salido jamás. Debido a ello posee una mentalidad preadolescente. Mirándose al espejo por las mañanas imagina historias y dice cosas como “si no llego vivo a la cima, utilizad mi cuerpo como alimento alternativo ¡qué guarrada! pero aún así ¡comedme maldita sea, es una orden!”. También está enamorado perdidamente y a piñón fijo de una mujer, Silvia, a la que solo ha visto un par de veces. Se llama Truman Burbank y es observado en dos dimensiones. Por todo el planeta en la trama, y a su vez por el público en la sala de cine.
Ambas cintas nos presentan a dos tipos peculiares, distintos y únicos que se convertirán en el centro de la atención global. Pero ambas películas son muy diferentes. Mientras que “Forrest Gump” se encuadra dentro del clásico film río a la americana que apuesta por los sentimientos, “El show de Truman” es un incisivo film de tesis. Aunque bien mirado, ello es así sólo en teoría, por cuanto en la práctica ambos son dos auténticos concentrados de píldoras ideológicas, cada uno a su manera.



No voy a cometer la torpeza de meterme con el personaje Forrest Gump, al que resulta imposible odiar. Todo lo contrario, derrocha humanidad a raudales y a uno le encantaría tenerlo como vecino. Pero ello no impide decir algunas cosas respecto de quienes han configurado ese personaje y cuál es su papel en la trama. No se debe olvidar que el propio eslogan del film dice “the World will never be the same once you`ve seem it through the eyes of Forrest Gump” o bien “el mundo no volverá a ser el mismo una vez lo hayas contemplado a través de los ojos de Forrest Gump”. Luego no estamos sólo ante un melodrama autónomo de carácter sentimental, sino ante una fábula con moraleja y mensaje. Ningún problema habría si se tratase de lo primero, pues la película funciona estupendamente y posee muchos buenos momentos líricos en los que se logra la buscada empatía con el personaje y sus peripecias.
Todo da un giro muy importante y de gran calado cuando uno detecta y descubre que no sólo se va a ver el mundo bajo el prisma del entrañable Forrest, sino que el director y el guionista también tienen mucho que decir. Forrest hará las veces de correo diplomático. Es por ello que resulta coherente que Forrest no sea capaz de apreciar que es utilizado como objeto en un campeonato mundial de ping pong para estrechar lazos con el bloque del este. Del mismo modo que es coherente que Forrest no sepa a que ha ido a Vietnam. Su condición de borderline se lo impide. Su coeficiente intelectual le permite desarrollar su bonhomía y todo aquello que su aplastante sentido común y un corazón inmenso son capaces de dar. Por eso todas sus motivaciones son fruto del amor, la amistad o la lealtad. Lo que no es poco.



Sin embargo Robert Zemeckis y su guionista Eric Roth, edulcorando la novela de Winston Groom, no pueden evitar impartir lecciones de ciudadanía y consejos morales convirtiendo a Forrest Gump en un ejemplo del que todos tendríamos mucho que aprender. Un modelo a seguir a partir de un sinfín de enseñanzas. En el fondo, nuestra vida sería mucho mejor y más rica si no tuviésemos la fastidiosa manía de pensar. Todo se convierte automáticamente en más fácil y simple. Sin cuestionar nada ni plantearse ningún interrogante sobre el mundo en que se vive. Acogiéndose a una máxima que sirve para todo y que se convierte en leit motiv de la película. Esa que dice que “el mundo es una caja de bombones y nunca sabes cual te va a tocar”.
La doctrina Forrest, que más bien habría que denominar doctrina Zemeckis & Roth, pese a estar tamizada por el barniz sentimental emerge cristalina. Pasando por el mundo de puntillas se sufrirá menos ya que sólo se tendrán problemas sentimentales, como Forrest. El resto parece ser que nos los buscamos nosotros solos. Y como muestra sólo hay que ver el tratamiento que se da al resto de personajes de la función. A Jenny (Robin Wright) el azar le llevó a equivocarse de bombón. Y eso marcó su destino para siempre. Va de problema en problema y el guión termina castigándola muriendo de sida. Y sólo debido a que tuvo el valor de vivir y equivocarse. Debió hacer caso a Forrest y no haberse metido en líos.
El teniente Dan (Gary Sinise) también recibe lecciones éticas del presunto retrasado. No es conveniente pensar y atormentarse sobre las razones que te llevaron a participar en una guerra injusta y acabar mutilado en Vietnam. Mejor olvidar cuanto antes, o en todo caso dejarse adoctrinar y considerar que tuviste mala suerte y que, nuevamente, te tocó el bombón equivocado de la caja. Y por supuesto debe borrarse todo cuestionamiento político de la guerra  y de la sociedad en la que vives y buscar lo simple. Por ejemplo, ir a pescar gambas en barco. Forrest te está esperando. Como dice la canción d’ont worry, be happy.



Una vez asumido el mensaje todo cuadra en la boda de Forrest, a la que todos los protagonistas acuden dóciles y solícitos con la lección aprendida y con la sumisión como bandera.  Navegando por el río de la vida sin meditar ni cuestionar absolutamente nada. Sin hacerse demasiadas preguntas y atribuyendo cada avatar o desgracia a un bombón defectuoso. Estamos ante una representación inequívoca de “El hombre unidimensional” según Herbert Marcuse.
No obstante, un aspecto debe quedar claro y en ello la película es muy hábil. No puede exigirse otra cosa a Forrest dada su condición intelectual. La trampa dramática y moral consiste en que la película (no el personaje) pretende que todo el mundo se aplique esa misma doctrina, la cual conduce a lo que todo sistema de poder ansía. Y no estamos tan lejos del íntimo deseo controlador y en el fondo represor que ya reflejó Orwell de 1984, aunque el ambiente costumbrista lo impide.  Estamos más cerca de Aldous Huxley en “Un mundo feliz” un modelo que puede hacerse extensible a todo sistema y que tiene un único propósito: fabricar una sociedad anestesiada en la que cada individuo termina por considerarse afortunado pese a mil desgracias propias o ajenas, ya que la vida es un don sin atenuantes de ningún tipo. Un mundo en el que se deben dar gracias continuamente olvidando injusticias y atropellos, como si ambas cosas fueran incompatibles.



Por suerte hay ejemplos distintos y personajes diferentes. Sin ir más lejos Ron Kovic, nacido el 4 de julio y cuya vida fue llevada a la pantalla de forma lúcida, brillante y acerada por Oliver Stone. Pero estábamos con Truman Burbank. Este, como Hamlet, practica el arte de hacerse el loco ya que hay cosas que no le cuadran en su entorno. Debido a ello está a punto de dar un vuelco a su vida: “Creo que me están manipulando ¿nunca has pensado Marlon, que tu vida ha sido conducida en determinada dirección? Estoy pensando en largarme”.
Truman es el perfecto ejemplo del ser racional que cuestiona el mundo en el que vive, un habitat carente de toda mutación, negado a lo ilusorio. Ello lleva a hacerse interrogantes y sacar conclusiones muy claras. Ante todo, Truman percibe que es el centro y paradigma de ese axioma con visos de conjetura que dice que toda realidad oculta un misterio. Incluso antes de desvelarse lo que oculta la tramoya ya piensa que su destino no debe estar construido sino que el rumbo lo ha de trazar él. Parece que hubiese leído a Habermass cuando decía que no se debe confundir tolerancia con sumisión. O más bien el ensayo de Vance Packard “Las formas ocultas de la propaganda” en el que se pone de manifiesto como determinados psicólogos y sociólogos se han convertido en publicistas con el fin de vendernos ideas de todo tipo para confundirnos.
Lo curioso es que toda la carga sentimental que nos ofrece “Forrest Gump” en “El show de Truman” es puesta al descubierto como un ardid para atrapar al personaje. Los recuerdos del álbum familiar, el reencuentro con el falso padre perdido o la amistad prefabricada del amigo son utilizados para remover el corazón de Truman y de la masiva audiencia televisiva del programa. Pero su falacia no se oculta al espectador en la sala de cine, que por cierto, ha pagado su entrada por ver una ficción, no para recibir revelaciones. Peter Weir pretende que tanto Truman como el espectador descubran al tiempo el final de la utopía. Truman ve el anzuelo y decide romper cadenas, cuestiona la autoridad del padre y ejercita su libertad al precio que sea. Detrás está Crhistoff (Ed Harris).Y más atrás Peter Weir. Pero la gran cortapisa de Weir (que también maneja hilos) es que puede hacer libre a Truman, pero no al espectador cuando salga por otra puerta, la del cine.

Un ejercicio curioso de carácter interactivo que aprobaría H.G Welles podría consistir en colocar a cada uno de ellos en el contexto del otro y ver que pasa. Si situamos a Truman en el Alabama de “Forrest Gump” sería como ver lo que ocurre con el personaje justo tras hacer mutis y finaliza el “Show de Truman”. Comprobaría que tras atravesar la puerta de su decorado artificial, los problemas en la vida real son aun más graves que los de la figurada, pero con una diferencia: dispondría de cierta libertad para pensar, actuar y se rebelaría contra las injusticias y el orden establecido. No obstante se debe realizar una precisión. Debemos tener en cuenta que trasladar a Truman al contexto Forrest supone instalarlo no en la realidad, sino en otra ficción, ante la cual volvería a rebelarse. En todo caso el resultado sería una redundancia.
Colocar a Forrest Gump en el marco idílico de Seaheaven es una ecuación que conduce a la nada más atroz. Viviría encantado de la vida, y no haría absolutamente nada. Seguiría la rutina marcada sin problemas y se sentiría francamente bien gozando del aprecio de sus falsos vecinos. Disfrutaría de su nuevo corta césped en un lugar de ensueño. Y si un día le da por correr, se toparía con un incendio de pega y daría media a vuelta a casa sin cuestionar nada. Todo ello nos podría llevar a considerar que “El show de Truman” es un film más audaz y valiente y que “Forrest Gump” resulta más conformista. Aunque no todo es tan claro.  Pese a todo lo visto, no hay que olvidar que la principal motivación de ambos es amorosa, y que el final de la película de Zemeckis es más realista e incluso agridulce, mientras que el de Peter Weir resulta triunfalista y un tanto tramposo, ya que Truman no ha vencido al sistema practicando su particular rebelión en la granja, sino que su lucha acaba de comenzar.



Otro jugoso experimento podría consistir en buscar su conexión ¿Qué pasaría si Truman se encontrase con Forrest en la famosa parada de autobús? Seguramente Forrest intentaría contarle algún pasaje de su vida. Como Truman es educado escucharía, pero en cuanto saliese el tema de que la vida es como una caja de bombones, Truman, a estas alturas ya curado de espantos, replicaría como hace al comienzo de la película cuando su falsa mujer dice que “viven una vida llena de bendiciones” a lo que él responde “cuéntame algo que yo no sepa”. Aunque a decir verdad, me inclino más por la idea de que antes de despedirse con cortesía (no exenta de grandes dosis de ironía) le aplicaría la frase que a él también le enseñaron desde niño: “por si no nos vemos luego, buenos días, buenas tardes y buenas noches”.


Independientemente de lo que cada cual pueda disfrutar con cada film, aplicando el imperativo categórico de Kant surge una pregunta ¿qué preferimos? Y el interrogante no persigue decantarse por una cinta o por otra. Intenta dar un paso más. Desde luego resultaría digna de análisis una sociedad adormecida repleta de adorables conformistas, felices Forrest Gumps y tenientes Dans anestesiados por su propia caja de bombones, por más que los personajes resulten tipos entrañables. Otra opción sería una sociedad plagada de Trumans y Silvias, idealistas, críticos, capaces de llegar a defender sus ideas aunque desde el control aumenten la presión de la marea y el oleaje. Expuestos a ser considerados alucinados o locos delirantes cuando exponen y llevan a la práctica sus razones. Personas ingenuas pero tenaces y con criterio. Ciudadanos que jamás se dejarán manipular. Las películas duran dos horas. Una vez en la calle, a cada cual le corresponde preguntarse (o no) en que sociedad vive.

61 comentarios:

  1. He omitido leer la parte del Show de Truman porque aun no he podido ver el film por A o B circunstancias jeje; pero me he devorado todo que dices sobre Forrest, y es que Zemeckis sabe cómo inyectarnos del interés suficiente para encariñarnos con este héroe peculiar. Tu disección es brillante Victor, creo que el film reboza de muchas enseñanzas aleccionadoras que deberiamos practicar constantemente, y quizás nos hagan mejores ciudadanos, lastimosamente tenemos el otro lado de la moneda que Von Trier ya lo retrató a la perfección en Dogville en el que mostró que no toda en la raza humana es bueno.
    Una de las particularidades del gran corazón de Forrest estaba en nunca guardar rencor, como un niño, su inocencia traspasaba límites; y otra de las partes que más me gustaban era su relacion de amistad con Bubba ;)

    Un abrazo V :)

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  2. Un minucioso y detallado análisis, impecable y agudo como siempre, mi querido y respetado amigo Víctor.

    No sé qué edad tienes. Yo tengo 44 y a mi edad, te soy franca, creo cada vez más, como ya te dije en el jarro, que la vida se parece mucho a una caja de bombones, y que se la pasa mejor sin ser tan críticos de la realidad que nos toca vivir. Pero esa condición no se elige, como tampoco qué bombones nos tocan...

    Mi abuela española debió huir de su tierra por la guerra civil y la consiguiente miseria en la que se encontró, agravada por el hecho de que a uno de los pilares masculinos de su familia, quien se resistió a luchar y se escondió donde pudo, fue encontrado y pagó con su vida por ello. Las mujeres que dependieron de él hasta entonces no tuvieron otro remedio que venirse a América: así comienza la historia materna de mi historia. No eran border, eran ciudadanos con principios y valores que me fueron transmitidos, y sin embargo les tocó ese destino que no escogieron, tal como le sucede a Forrest, y no tuvieron otra opción más que acatarlo.

    Truman me seduce por su sagacidad, y porque de niña, como tantos otros, creía como él que el mundo era un gran estudio donde se creaban fantasías, y yo, su protagonista, a quienes todos espiaban por alguna rendija. De más grande creí en el poder de elegir mi vida y decidir sobre mi destino y finalmente las circunstancias de la historia me han hecho ver que soy capaz de elegir sólo hasta cierto punto. Hay bombones que vienen en la caja que me tengo que tragar aunque preferiría no hacerlo. Y esto le pasa a todas las generaciones en todas las latitudes de la tierra, irremediablemente.

    Para mí, son dos películas antológicas que pasaron ya a la historia del gran cine. Forrest tiene además, en mi humilde visión, el mérito de hacer un repaso autocrítico y mordaz de los errores históricos cometidos por los norteamericanos en su historia más reciente.

    En definitiva, creo que en realidad somos una mezcla de ambos héroes involuntarios, aunque poco tengamos de heroicos, y aunque nuestra voluntad sea nada más y nada menos, como diría otro Víctor, pero con "k", Viktor Frankl, la voluntad de encontrarle algún sentido a nuestra biografía con los recursos que nos han sido dados.

    Un fuerte abrazo y un verdadero gusto el haber sido partícipe de este intercambio de ideas!

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  3. Me llena de admiración ver con cuanta minuciosidad analizas lo que para mi pasa desapercibido.

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  4. Suscribo el comentario de MªJesús de Paradela, me asombra y pasma comprobar como relacionas dos películas, en apariencias sencillas y para todos los espectadores, con la cruda actualidad o realidad: qué deseamos, vivir una existencia sin problemas, aceptando lo que nos sucede y sin tratar de rebelarnos contra las injusticias, no dándole vueltas a los asuntos que nos perjudican o bien, tratar de descubrir lo que verdaderamente nos sucede y mejorar el ambiente en el que se desenvuelve nuestra vida...??
    Una combinación de ambas películas sería lo deseable. Hay momentos en los que tienes que ignorar ciertas cuestiones y tratar de sobrevivir del modo más cómodo y en otros instantes, hay que manifestar lo que realmente nos menoscaba y fastidia porque así se llega muy lejos :))

    es siempre un placer leerte, psicólogo :)

    un fuerte abrazo

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  5. Nunca podré entender como a la gente le gusta Forrest. En esta película Zemeckis juega a ser Capra, y le sale muy mal la jugada. No me encariño con el personaje ni me emocino, y el tono de fabula moral me aburre y me espanta. Hanks y Zemeckis dieron un mensaje más vitalista y honesto con la genial "Naufrago". Esa si que habla como hacer frente a las dificultades de la vida y el precio que hay que pagar por ello.
    Truman es otra cosa. Cuenta el proceso de toma de conciencia y emancipación moral de la sociedad y el precio a pagar, que es casi la propia vida, como demuestra toda la terrible tormenta final. Como bien dices, aunque parezca lo contrario, esta más cerca de Huxley que de Orwell, con esa felicidad obligada, en la que preguntarse cosas es castigado. En cuanto, a su final, no creo que sea en absoluto feliz y optimista. El personaje se precipita a traves de la puerta a una oscuridad que no sabemos que va a deparar. Y la sociedad (o audiencia, que hoy en día es practicamente lo mismo) en lugar de plantearse su vida después de lo que han visto, se dedica simplemente a cambiar de canal. Un panorama desolador.
    Buena entrada. Saludos.

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  6. A mi no me avergüenza decir que las dos me gustaron y que incluso cayó alguna lagrimilla porque precisamente uno no es inmune a ese efecto "tramposillo" que tiene el cine : provocar emociones haciendote creer que 'vives' realidades que solo son fingidas. ¿Quien puede resistirse a esa inocencia a ese hombre que lamenta no salvar a su amada y que se siente pequeño al pensar que su hijo puede ser como él ? Cortito era pero no tonto efectivamente. Un cuento, una fábula. el mensaje es claro todos cuando nos secamos las lagrimas y las sonrisas nos damos cuenta de lo que hemos visto. No hay engaño posible, en mi caso me provocó esa desazón que intentan evitarte con lo de la caja de bombones. Aceptación de tu realidad pero yo no veo que alli nadie se conforme, todos buscan el modo de superarse y solo parece un final feliz, en realidad no lo es. Ha perdido al amor de su vida, a su madre y como compensación le queda su hijo e imaginamos que su vida no será tan facil. El repaso de la historia americana se puede interpretar como uno quiera.. está ahí con banda sonora y todo.
    De Truman ¿qué decir si lo has explicado tú tan brillantemente ? De las dos sales pensado y gritando ¡ lucha lucha..corre corre Forrest, Truman..!
    ¡Me ha gustado mucho tu análisis y que hayas utilizado a los dos personajes 'sin capa' pero con muchas agallas.

    Un abrazo y que la vida te regale el bombón adecuado :-P

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  7. mmmm... La entrada está muy bien (pero se hace un poco larga para leerla de seguido, ¿no?).
    Planteas muchas cosas. Demasiadas. De entrada, no creo que el personaje de Gary Sinise no se plantee "las razones que te llevaron a participar en una guerra injusta y acabar mutilado en Vietnam". Y olvidar le cuesta... Pero por otra parte, lo que apunta la peli es que podría haber dos opciones...vivir amargado y con rencor el resto de su vida o aceptar lo ocurrido y seguir para adelante. Forrest Gump, a pesar de sus aspectos dramáticos, sus trampas y todo lo que tú puedas señalar...es una película de "good feeling"... Y se mueve en ese registro. Hace mucho que no he vuelto a ver la de "El show de Truman" (que me gustó menos de lo que esperaba tal vez por todo lo bien que la pusiero; pero las pelis de Peter Weir me gustan bastante).
    Lo de colocar a los personajes en sus respectivas pelis...mmmm... ¿Y cómo sabes que a Forrest no le diría alguien que le están engañando y acabaría por librarse de la ciudad ficticia y salir de ahí? Estás subestimando a Forrest. Y al final, y ya que has citado a Huxley...mira lo que escribió: "No conociste a mi madre; lo siento porque era una mujer maravillosa. Trev era el más parecido a ella. Acabo de leer otra vez lo que me escribió poco antes de morir. Dice al final de su carta: "No seas demasiado crítico con los demás, y ama mucho"; he llegado a comprender cada vez más cuán sabio era su consejo. Apuntaba a mi propensión al orgullo y al egoísmo, y es toda una filosofía del vivir."
    En fin... A mí Forrest Gump me gusta (aunque Josep no se lo crea).. y me encantó una reseña que colgué en mi blog (pero no es mía).
    Un saludito.

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  8. Me ha gustado tu análisis y me parecen unos argumentos muy interesantes pero aunque creo que hay una parte muy coherente también está la implacable subjetividad y el enfoque libre que cada uno gracias a ser inteligentes y creativos se nos da. Por ende aplaudo aunque no comparto totalmente el enfoque porque creo que existen otros también notorios a tener en cuenta, creo que Forrest Gump aunque vive despreocupado del mundo aun siendo un ganador en constantes "imposibles" y siendo un retardado, la exageración de un contexto a favor, una ilusión o una sobredimensión positiva sin duda, también se trata de convencernos que somos capaces de vencer muchos obstáculos y sobresalir, un llamado al hombre medio y hasta menospreciado a revelarse a un conformismo con las naturales limitaciones, si yo critico algo es el halo de fantasía del personaje, solo es un aparente realismo, pero no es más que un cuento con mensaje bonito, pero también el mundo necesita ese idealismo. Truman es una metáfora más audaz , estoy de acuerdo, y aunque es paranoica es muy racional y quizá el límite es muy pequeño, hasta que punto uno puede confiar en la inteligencia d ela población, de todos pidiendo su personalidad y ser escuchados, es también algo que llama al caos, cuantos retardaos e incapaces que quizá se creen inteligentes o solo quieren imponerse tendriamos que manejar, la libertad también conlleva a ese peligro, la anarquia peligrosa, no el lugar ideal en que todos comparten y viven racionalmente, sino ese en que nadie puede moverse porque como el cangrejo todos luchan por salir del balde. Creo en la libertad pero en esa lucha de los Truman por salir de esa burbuja limitadora, un triunfo del fuerte, y aunque suene un poco terrible. Adoro tu diálogo, no soy de elogiar y hasta diría que me canso leyendo o no estoy tan animado a veces a poner mis ideas en contraste, pero eres muy productivo, generas diálogos muy interesantes, valiosos. Me ha dado gusto haber visto estos dos filmes para conversar. y sí Gump es feeling, Truman ideas poderosas y rebeldes. Un abrazo.

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  9. Para aclarar algún punto, creo en que uno debe lograr por si mismo vencer obstáculos, en todo sentido hasta contra esa paranoia de un mundo como 1984 visto en una cierta medida equilibrada y entra a tallar quienes estén en el poder, del tipo de Truman que se justifica en un mundo tan complicado a su verdadero libre albedrío aunque tampoco creo en esas distopías, Truman como rebeldía no me sirve salvo que se gane su lugar, que lo demuestre, por ello prefiero a Gump, no se queja, lo hace, se gana el lugar, es un mensaje de vamos tu tienes también que intentar ser un ganador. Lo del balde de cangrejos es que cada que vez que uno se asoma hacia afuera otro lo derriba, nuevamente creo en un cierto individualismo y en todo caso contar con muchos líderes pero ganándose un lugar, no es bonito decirlo, porque estamos muchos condenados a la derrota, pero por lo expuesto, el caos, es mejor así, hasta que realmente evolucionemos y eso es una utopía. Un abrazo, nuevamente Víctor.

    PD: Me gusta Nietzche y compartimos pensamiento, él cree en ese superhombre hecho por si mismo, de a uno por uno.

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  10. Daniel.Pues muchas gracias pero en realidad lo que hace en parte este texto es poner en cuestión esas enseñanzas aleccionadoras colocando a Forrest como ejemplo y guía decómo debiéramos ser todos.
    Es verdad, hay ejemplos de como la naturalezahumana no es tan aleccionadora y semuestra hasta vil, como el ejemplo que tu pones.Un abrazo.

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  11. Fer. Muchas gracias.Desde luego la vida tepuede golpear de mil formas y regalarte un bombón envenenado cuando menos te lo esperas. No hay duda. La cuestión que se plantea es la actitud de cada cual ante esos golpes inesperados.Si se aceptan sin más o se trata de evitar el próximo.
    Estoy muy de acuerdo en que la vida te permite elegir hasta cierto punto.Por eso el final de Truman me parece un tanto triunfalista ya que vence todas las adversidades,mientras el de Forrest lo veo más acorde con la realidad que se nos ha contado a lo largo del film. E incluso un tanto agridulce pese a que todo vuelva a empezar de nuevo con el niño que se sube al autobus.
    No obstante, me niego a asumir como filosofía de vida lo de la caja de bombones, aunque alguno pueda caer.Llevándolo al absoluto, supone restar al individuo gran parte de su potencial como ser racional con capacidad de decidir y hasta equivocarse. Y creo que impide el legítimo derecho al pataleo.
    La edad poco tiene que ver Fer,aunque si es cierto que la vida y las experiencias enseñan de un modo u otro. Y sino peor.Un fuerte abrazo.

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  12. Paradela. Eso igual sucede debido a que uno pierde su escaso tiempo en estas cosas en vez de en otras más productivas, tal y como tu haces.De todas formas, gracias.

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  13. Esilleviana.Gracias. Me has captado perfectamente. La idea no era enfrentar en un púgil a ambos personajes para ver quien vence. En absoluto. Curiosamente se trataba exactamente de lo que tu expones y de como nuestra actitud ante la vida puede provocar que se pase por ella de forma conformista y sin sobresaltos o cuestionando el mundo en el que se vive. El placer es contar con tu compañía. Un abrazo.

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  14. León. Bienvenido y gracias. A mi no me espanta Forrest Gump, pero desde luego creo que similar desarrollo está mil veces mejor expuesto en "náufrago", película que no goza de tantos parabienes y con la que comulgo mucho más. Estoy de acuerdo.
    No tengo muy claro si Zemeckis intenta emular a Capra, ya que estamos hablando de un director que en mi opinión, escondía bajo aparentes fábulas amables discursos de gran calado y mucho impacto. Auténticas lecciones decine y vida en donde la comedia y el drama de la vida se daban la mano.
    Muy de acuerdo en todo lo referente a la película de Weir. Y si que tienes razón en ese apunte final sobre la sociedad que se limita a cambiar de canal cuando elespectáculo ha terminado.Si yo me refería a triunfalismo lo hacía respectoalpersonaje de Truman que parece vencer al sistema, cosa que no es así. Un abrazo

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  15. Abril. Por supuesto que no debe avergonzartem disfrutar de ambas ¡faltaría más! Yo mismo he visto a Gump un par de veces sin ningún problema. Al otro más.
    Como ya he dicho la idea no es comparar ambas películas o ambos personajes para anular a uno y encumbrar al otro.Y si se vuelve a leer el texto se aprecia.
    Coincido contigo en el hecho de que el final de Forrest Gump me parece un tanto amargo y agridulce, y por tanto más realista, mientras que el de Truman, pese a todo es un tanto más peliculero. Pero no deja de ser una apreciación personal.
    Y tienes mucha razón dan ganas de pedirles a ambos que corran, como se dice en la película.Gracias por tus palabras. Un abrazo.

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  16. David. Gracias. No sé si la entrada es larga o corta. Y el objetivo de esta página es plantear cosas, cuantas más, mejor. Por tanto te diré que a punto estuvo esta entrada de ser aún más larga, por cuanto estuve a punto de incluir las similitudes de Truman y su espacio físico y anímico con el que vive Marty Macfly en "Regreso al futuro" cuando viaja a 1955. Los dos se dan cuenta de que están viviendo una mascarada y los dos desean salir de ahí como sea.Pero desarrollado me parecía que sería aun más largo.Aprovecho y lo cuelo ahora.
    No comparto plenamente tu apreciación sobre el teniente Dan. No se trata de una disyuntiva que te lleve o a amargarte o a superarlo. Por supuesto que el teniente se cuestiona muchas cosas, pero el mensaje de la película es muy claro: Es mejor no hacerlo, olvidar y dedicarse a otra cosa cuanto antes. Como tu bien dices "aceptarlo". Lo principal olvidar y aceptar. Y es precisamente ese mensaje el que no termina de convencerme. Ver llegar al teniente a la boda de Forrest con la lección aprendida es (al menos para mi) uno de los momentos más descorazonadores de toda la película. Es un personaje en regresión, camino del encefalograma plano, sobre todo si se le compara con sus primeras apariciones. No se que pensaría Ron Kovic en "nacido el 4 de julio" viendo eso.
    Me pasa lo contrario que a ti, he visto más veces la de Truman. Y lo de colocar a un personaje en el contexto del otro es un juego como otro cualquiera. Y creo que en el texto queda claro que no menosprecio a Forrest. Me parece que si te toca de vecino tendrás un fiel amigo para toda la vida. Con Truman también,pero va un paso más allá.
    Y respecto de la cita de Huxley, decirte que ambas cosas son compatibles, amar y ser crítico cuando proceda. Y que por aquí seguiremos practicando ambas cosas.
    Leí la entrada rescatada, interesante y aunque no la comparta al cien por cien, se agradece el enlace.Un abrazo.

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  17. Mario.La idea de esta entrada, como de casi todas no es pontificar. Es justamente la que tu expones.En este caso establecer una dialéctica y poder dialogar y encontrar reflexiones muy distintas sobre el tema.En este caso, se habla de una película muy conocida y de un personaje como Forrest Gump, que casi se ha convertido en un ídolo contemporáneo.
    Y la cuestión es ponerle junto a otro héroe involuntario que tal vez no ha corrido tanta suerte popular.Y no se trata de buscar quien gana a los puntos o por K.o técnico, sino de hablar de las películas y otras cosas adyacentes que tienen que ver con el individuo y su papel en la sociedad.
    A mi Forrest me parece ejemplo de una sociedad determinista,mientras que Truman lo sería deuna sociedad en contínua transformación.
    Por lo demás, puedes exponer yu extenderte cuanto gustes.Siempre un placer.Un abrazo.

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  18. Se puede ser crítico y amar...Pero amar siempre es mejor (jaja)

    Y lo del personaje de Sinise...buuufff...es complicado.. A ver si un día tomamos un café y lo hablamos ;-)
    Otro abrazo.

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  19. No he visto “El show de Truman” pero sí "Forrest Gump", lo que me basta para hacerme una idea de lo que intentas transmitir, que me parece muy valioso.
    Contigo, creo que no obstante ser entrañable y adorable el personaje de Forrest, no se debe tender a un ideal idiotizado, feliz y lleno de sonrisas al margen de todo lo que sucede su alrededor. Soy más incisiva y crítica: prefiero las visiones que no se engañan, aunque duelan. Solo desde una comprensión total, comprometida y crítica podremos crear un héroe de los tiempos actuales, quizá un tipo, o una tipa, que acabe con las patrañas y corruptelas de los políticos, o que desenmascare los turbios intereses de algunas de las veinte familias que dominan el mundo. Un héroe en esta línea nos hace falta para salir de este laberinto de sinrazón en el que nos hallamos inmersos.
    Abrazos llenos de admiración hacia ese cerebro tuyo que nos conduce donde quiere.

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  20. Una muy buena entrada V. Los dilemas que planteas sobre las dos películas son más que interesantes. Si no he entendido mal en un momento comparas la manipulación que sufre el espectador a partir de las doctrinas que se nos calzan por la tangente en Forrest Gump, con la manipulación física y vital que sufre el propio personaje de Truman. Muy acertado.
    Respecto a los films, me ha hecho gracia cuando dices que a Forrest Gump no se le puede odiar. Quizás si existiese alguien así no lo odiaría, pero lo veo un personaje tan artificios, probablemente tan vehícula para lograra algunas de las doctrinas que tu has mencionado que a mí sí que me causó un gran rechazo. Y la película no me gusta nada. Distinto es "El show de Truman", una de las grandes películas modernas, según mi parecer. Un abrazo.

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  21. David. Confiesa. Sucede en "Forrest Gump" algo por lo que medio planeta se dejaría cortar un brazo: Y es que no todo el mundo tiene la posibilidad de compartir plató de tv con Juanito Limón...¡y charlar con él!
    Acepto lo del café, faltaría más. Un abrazo.

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  22. Isabel.Muchas gracias.Y solo derte que cuando termines tu gira literaria ahí tienes una película que te encantará,me refiero a la de Truman.
    Como siempre y en mucho menos espacio que yo, has capatado perfectamente la idea. Es exactamente tal y como lo expones. Tu comentario lo suscribo hasta tal punto que no añado ni quito una coma. Simplemente me descubro,ya que lo tienes claro sin necesidad de ver película alguna. Un abrazo

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  23. David Amorós. Gracias.Efectivamente, estoy convencido de que en "el show de Truman" ponen al descubierto las coartadas sentimentales que llevaron a que medio planeta llorase con la película de Zemeckis.
    Soy consciente de que Forrest como personaje genera tantas adhesiones como alguna fobia como es tu caso. A mi no me molesta Forrest personaje, me parece un buen tipo, pero si me mosquea que los responsables de crearlo a través de su persona nos intenten colar el mensaje de que todos debemos ser como él y no cuestionar nada de cuanto nos rodea en absoluto.
    Me pareció curioso poner a los dos en una misma tesitura. La película de Peter Weir me parece extraordinaria. Hoy coincidimos. Un abrtazo.

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  24. Estimado Victor aprecio en grado sumo toda tu sucesión de razonamientos tan bien articulada, así como también me parecen sumamente interesante la pregunta final sobre el modelo que preferimos. A lo único que le pongo pegas es a la identificación de Forrest y Truman como dos héroes tipo de nuestro tiempo; dos héroes equiparables a los John Doe o Jefferson Smith del cine de Capra. Estos últimos encarnan un modelo de individuo propuesto por el New Deal (una filosofía que parte de un modelo intelectual y político) con el fin de impregnar a la sociedad con el mismo y sacar adelante a todo un país. Por eso están dotados de un idealismo propio(que algunas veces bordea el boyscoutismo) pero también de inteligencia, raices y capacidad de lucha. Y este potencial de ejercer como modelo los convierte en auténticos héroes.
    ¿Pero quien de nosotros tomaría al bueno de Forrest o a Forrest como modelos válidos?
    Tras ellos hay más crítica, aleccionamiento o sentimenatalismo que una ambiciosa propuesta de cambio.

    Un abrazo.

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  25. Querido Victor :
    si hay algo que no me gusta es caer en la demagogia. No sé si me comentario habrá dado esa impresión.
    Yo tampoco creo que para ser feliz y que todo te salga bien hay que ser "idiota" o ajeno a la realidad. Más bien es una triste gracia.
    Si era esa la intención de los productores, guionista o director de Forrest a mí no me han ganado para su "causa".
    Como bien señalas Forrest es un buen tipo con suerte, bastante suerte diria yo pero no es la situación ideal, no para mí, ni para nadie..y ni siquiera el teniente Dan( el personaje) me parece que se recupere así tan facilmente sin sentirse "estafado" amargado, aunque de hecho hay gente que supera esos traumas, a todos les marca de una forma u de otra, una experiencia tan traumatica.
    De eso iban Los Mejores años de nuesta vida, creo.
    Otra cosa es la emoción, lo facil que es si está bien hecho, llegar a tocar la fibra. Ahí está el truco.
    Truman aprende otro tipo de lección y ésto sin la dificultad de ser "idiota". De todas formas hace mucho tiempo que la ví y hay cosas que no recuerdo pero me gustó mucho en su momento. No creo que sean personajes opuestos, en realidad. El entorno es diferente.

    Otro abrazo

    P.d. Desde luego el momento 'Juanito Limón' es de los memorables jaja ;-P

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  26. Me parece un post genial y pertinente. Yo tengo mi propia teoría sobre el asunto.Pero más o menos es convergente.
    Los superheroes, lo que hacen es incentivar nuestro sentido de omnipotencia frente al desencanto. Cuando somos niños proyectamos esos entimientos en nuestros padres, luego, con el desencanto, colman ese espacio los superheroes.

    Y en el sentido de la peli del show de Truman, yo pienso en ese vacío que nos deja el mundo postmoderno, en el que todo vale, todo es espectáculo, y en que el hombre, para hacerse hombre, debe romper el cascarón del huevo que lo fagocita. Antes el cascarón era Dios, ahora... ¿qué es? La sociedad desencantada de todo, crisis de valores, crisis económica, etc.

    Un saludo y enhorabuena por el post.

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  27. Ufff,vaya dos películas que has elegido para hacernos ver,siempre a tu manera,por medio de la cinematografía,lo que pudiéramos preferir en este mundo real,alejado o no del celuloide...

    No voy a negarte que mi interior me grita la solidaridad que me provoca Forrest por esa ternura infinita,por esa bondad ilimitada,pero también por ese esfuerzo,tesón desmedido e incansable adherido a un alma limpia como la suya.
    Impagable, lacrimógeno para alguien como yo,no voy a negarlo.
    Me encanta esa película que ya he visto unas cuantas veces.

    Y lego está ese Show que acaba impepinablemente por recordarnos la vida que llevamos todos,en lo que se ha abocado el mundo en ese descarrilamiento progresivo y feroz.
    Los personajes de sendas películas, a la postre y salvando las distancias, ponen el mismo empeño aunque de distinta forma en ser ellos mismos, en reivindicar su forma de sentir y ver,de vivir desde la profundidad de sus ideas sin que nada las coarte.

    ¿Con qué tipo de actuación me quedaría?
    Supongo que mi ideal es la de Truman y Silvia,pero con grandes dosis de la ternura de Forrest. Una mezcla imposible,¿verdad?

    Magníficas las dos,con, en cada una de ellas,personajes que nos llevan a pensar más allá de lo aparente.
    Por eso me gustan las dos mucho,por más que la primera me haga sentir un cosquilleo especial.
    ¡Qué grande Tom!
    Besos.

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  28. David. Gracias.Estoy muy de acuerdo. La verdad es que comparar a cualquier héroe cotidiano con los de Frank Capra es hasta un tanto injusto. En realidad, y creo que se ha dicho ya en algún otro comentario cada uno responde a una coyuntura diferente. Simplemente me pareció que ponerles frente a un espejo común podría ser interesante. Cada cual tiene sus razones para sentirse máscerca de uno o de otro, o de ambos, o de ninguno.
    Lo que si mantengo es su condición de iconos involuntarios. Ninguno de los dos busca la fama ni ser modelo de nada. Eso es algo que cada espectador o la audiencia situa desde fuera. Creo. Un abrazo.

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  29. David. La verdad es que me río mucho en esa escena con las exprersiones de los dos. Está muy,muy logrado el momento.Saludos

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  30. Emilio. Gracias. La verdad es que resulta un tanto chocante que precisamente en estos momentos salgan tantas películas de superhéroes que salvan el planeta. No se si ahora mismo estamos en condiciones de sentirnos omnipotentes...está la cosa un tanto delicada.
    La película de Peter Weir permite también esa lectura,sobre una sociedad anestesiada y lo que es peor controlada. La cinta analiza eso pero sobre todo invita a despertar,creo. Un saludo.

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  31. Abril. Vuelvo a leer tu primer comentario y no veo demagogia por ningún lado. Esta muy claro lo que expresas. Y te diré más,coincido con muchas de las cosas que dices.
    Que quede claro que en ningún caso se ha planteado esta entrada pensando que una película es para "cortitos" y la otra para "listillos". En absoluto.
    Si en algún momento da esa impresión, que quede claro que no era esa la idea.
    Es más, he visto las dos con el mismo entusiasmo y respeto antes de hacer la entrada.
    E icluso he curioseado un poco. Una de las cosas que más me llama la atención es que existen páginas que tu misma puedes visitar en la red en la que se destacan frases de Forrest como si fuesen salmos y se le propone como modelo a seguir. Y eso me parece un tanto excesivo. No es Gandhi, creo.
    Una cosa es que sea un tipo entrañable y buena persona y otra que pueda ser considerado una especie de mesías de la nueva era. Ese es el paso que yo no doy.
    Respecto del teniente, que ya he comentado con David, apuntas una cosa muy interesante. El teniente Dan en mi opinión,vista su evolución está muy lejos como personaje de cualquiera de los que protagonizan el film de William Willer. En "los mejores años de nuestra vida" me lo creo todo mucho más y me emociona todo mucho más. Y los personajes son mucho más complejos, creo.El ejemplo es perfecto.
    De todos modos, no quisiera dar la sensación de que intento psicoanalizar a los dos personajes.
    Y tienes razón en otra cuestión: ambas son ficciones. Y muchas veces disfrutamos más con la ficción aunque tenga trucos, que con esos temibles "basado en hechos reales".
    La cuestión clave aquí es que ambas películas tienen una intencionada y clara lectura sociopólítica e ideológica.
    Y por otra parte ¡lo bien que lo pasamos con estos debates!¿no cuenta? Yo creo que si, incluido el momento limonero que no me he resistido a poner. Un abrazo



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  32. Marinel.Gracias.Creo que yo mismo he provocado involuntariamente le debate con el último párrafo al interrogarme sobre que tipo de sociedad es preferible. Por una parte me alegro, ya que nos ha permitido a todos cuestionar y hacernos la pregunta.
    Pero por otro lado, esto no se trataba de elegir entre uno y otro, o quedarse con uno y rechazar al otro.Ambos tienen sus luces y sus periecias parten de un principio idéntico. Los dos se sienten distintos en una sociedad que no comprenden. Luego uno prefiere amoldarse y le va bien y el otro rebelarse contra la farsa.
    Te agradezco tus palabras. Un abrazo.

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  33. Amigo, Víctor. Fantástico artículo, que roza el ensayo en esa alegoría del concepto de héroes y antihéroes(los que son por accidente). Un brillante análisis de dos films. Arrancas con una de las mejores obras de la filosofía contemporánea del ínclito Nietzsche y su brillante lectura de los mitos. De Truman de Mr. Weir (cineasta con casta) y el mito de la Caverna, mientras Calderón de la Barca hace dudar a Segismundo en la vida es un sueño hasta llegar a la liberación del individuo en una piragua. Pivotando con el personaje más amado de la sociedad Norteamericana el entusiasta, F. Gump versus T. Hanks quemando “zapas” Nike. La obra de W. Groom escrita en 1986 por la que Zemeckis subió al altar de los altares (un director que ni fu ni fa, correcto) exceptuando esa joya, que fue “Naufrago”. Comercialmente un fracaso de la Paramount, pero incluso, se barrunta una posible secuela. Así va Hollywood. No fue el caso de su maravillosa Soundtrack, un lujo y una máquina de vender Cd,s. Entre medio el paralelismo de los mundos idílicos de ser humano y aparece Kant. No contábamos con Crhistoff-Matrix el hombre que mece la cuna. Me quedo en el mundo real y manipulador del capitalismo. No quiero perderme por ningún gulag de la Habana. A pesar de esa vergüenza llamada Guantánamo, aunque como dice el corredor de Alabama; "cualquiera puede llegar a triunfar en aquello que se proponga..." Releeremos a Orwell. Un abrazo

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  34. Hola!
    Por fin leo un comentario tuyo en el que hablas de dos películas que he visto!
    Nunca se me habría ocurrido comparar las dos películas, ya que me parecen muy distintas, pero tiene sentido tu argumentación como ejemplos de dos actitudes ante la vida.
    Tengo que reconocer que me pareció en su día mucho más interesante "El show de Trumann", por la dinámica interna que plantea: como ficción dentro de ficción. Además, me hizo cambiar totalmente mi perspectiva sobre Jim Carrey, a quien no había tomado muy un serio y a quien tenía como el que hace las muecas de la máscara.
    Sin embargo, no se debe menoscabar a Forrest Gump, cuyas frases "La vida es como una caja de bombones" o "Tonto es el que dice tonterías" ya forman parte del imaginario colectivo. Tras esa inocencia se esconden unas cuantas sentencias sobre la vida que por lo menos han dado mucho que pensar. De todos modos, cuando los americanos se ponen en plan "moralista" no hay quién los aguante, a mi entender. Y por eso prefiero la película "El show de Truman", donde al menos hay una reflexión un poco más profunda (no digo que esté exenta de moralidad también, pero al menos hay algo más de crítica...).
    De todas formas, ambas son grandes películas y me ha gustado mucho el supuesto que planteas de cambiar los personajes principales entre una y otra...
    Un abrazo!

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  35. JC Alonso. Muchas gracias. El mito de la caverna y Segismundo están ahí en la trsatienda a poco que se escarbe.
    Alparecerhubo sus másy sus menos entre el novelista Groom y la adaptación. No he leido la novela,pero al parecer plantea una ácida y corrosiva visión de la sociedad en la que hasta el más tonto es capaz de llegar a lo más alto.Pero ya te digo, no la he leido.
    A mi también me convence mucho más Naufrago, que por cierto creo que naufragó en taquilla.
    No conozco ningún sistema perfecto,aunque los que visitan Cuba creo que van ala playa.Muy, muy bueno lo del gulag. Y muy interesante, como de costumbre tu aportación.Un abrazo.

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  36. Dona Invisible. Gracias. Sí en tRuman se trabaja sobre la ficción dentro de la ficción, es verdad. Yo creo que Jim Carrey es una buena elección para el protagonista,ya que hace como de niño grande, y aquí no abusó de las muecas típicas.
    Ambas películas presentan su propia tesis, creo. Como películas se puede disfrutar de las dos, cada una en su estilo. Luego cada cual puede quedarse o no con las tesis de una u otra.
    Personalmente, sin menospreciar a Forrest,que me parece entrañable,me quedo con Truman y su forma de afrontar la vida. La película también me gusta más. Aunque esto no era una competición entre ambos. Los dos son dos héroes involuntarios con actitudes distintas ante la vida. Un abrazo.

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  37. Empezaré por el final porque ahora mismo no tengo ni idea en que sociedad vivo. Yo creía que sabía "algo" de "algo" de "algo", pero después de este par de años de fracasos, mentiras y corrupciones no llego a estar segura ni siquiera de lo que pensaba o de lo que quería.
    Podría verme, incluso, manipulada como Truman e ingenua como Forrest.
    Así que te leo y trato de recordar las dos películas (éstas dos sí que las ví) para ir encajando con lo que leo.
    Lo que sí pienso es que el cine americano da muchas pistas para entender ese "algo" de la vida, pero luego, mientras nos ponemos a pensarlo, nos sorprenden por la espalda con nuevas y reales historias que ya nos explicarán en un futuro no muy lejano. No sé si me explico...
    Lo cierto es que has escogido dos iconos de esta época, distintos y a la vez parecidos, porque ninguno ha sabido estar en la realidad...
    ...
    ¿y quién sí sabe estar?
    ...
    ...
    ¡uy, menudo lío!


    Mejor te dejo un par de besos :D :D :D

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  38. Virgi. Eso pretenden. Confundirnos,marearnos y que ya no sepamos muy bien que pasa o porqué sucedió tal cosa.
    En nuestras manos está impedir que nos manipulen por los cuatro vientos. De vez en cuando se destapa una coraza que te muestra que lo que creías es confuso y te obliga a pensar por ti misma. Si, otra vez, partiendo de cero.
    Y sobre el resto te entiendo muy bien. Un fuerte abrazo.

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  39. Muy interesantes reflexiones, Víctor, relativas a dos películas que vi de estreno y no he vuelto a ver a pesar que las tengo ambas en dvd, una regalada (mal) y la otra adquirida.

    ¿Adivinas cual me compré?

    Por cierto: la duración de ambas no es la misma: el amigo Gump está dando la tabarra durante cuarenta minutos más.

    Cuarenta minutos que, como los que preceden, me parecieron insufribles desde que me pareció un clarísimo intento de adoctrinamiento dirigido a gentes de buen corazón y buena fe, alejados del sano escepticismo que entiendo hay que practicar para mantener aireada la azotea. Cierto que hay una relativa bondad en el personaje, pero el maniqueísmo es de tales proporciones que únicamente la incredulidad de la propuesta alcanza.

    Salí del cine bastante cabreado y para más inri raramente puedo sostener mi criterio sin recibir miradas de incredulidad. Suerte del sombrero...

    La propuesta de Weir me pareció muchísimo mejor, con un cierto retintín artificioso que le resta carga pero desde luego más interesante y fecunda y por supuesto menos manipuladora.

    Eso en cuanto a las ideas (valga decir el guión): respecto a la cinematografía y las interpretaciones, de nuevo, no hay color: los premios recibidos por Hanks me parecen fruto de una orquestadísima mercadotecnia (lo mejor) y desde luego le sobran bastantes más que esos cuarenta minutos largos: agarras Forrest Gum, la pasas a B/N y la dejas en 90 minutos y te queda una de esas películas propagandísticas de finales de los cuarenta con guiones revisados personalmente por Edgar Hoover.

    Un abrazo.

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  40. Un placer siempre pasar por tu rincón y saboraer buen cine.

    Maripaz

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  41. Uf, por fin te puedo comentar...no me dejaba hacerlo. No sabes como te agradezco este magnífico blog de cine. Estoy enganchada.
    Mil gracias por compartir.
    Maripaz

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  42. Josep. Muy jugoso tu comentario. Coincido en muchas cosas, aunque para ello tengamos que hacer uso del sombrero.
    Si uno no traga con Forrest, lógicamente la película, que dura 140 minuto, tienes razón, se puede hacer eterna ya que está permanentemente en acción.
    Yo también detecto cierto tufillo de buenrollismo,lo que no tengo claro es si está realizado con buena o mala fé.
    El personaje genera muchas adhesiones, tal vez por su condición, aunque como verás no hay unanimidad. Yo he preferido cargar más contra el perfil que le dan sus autores que contra él mismo.
    Pasa lo mismo con la interpretación, se la ama o resulta cansina. Pero en este caso te comprendo muy bien, antes de decirlo hay que tener el sombrero a mano...
    Y claro que hace 50 años cualquier estudio te hacía algo en hora y media.Walter Mitty sin ir más lejos. Un abrazo.

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  43. Maripaz. Muchas gracias. Eso se intenta al menos. Ya lamento que tuvieses problemas con el comentario. De todas formas te agradezco los ánimos.Un abrazo.

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  44. No se donde leí que deberíamos recuperar el espíritu Capra. Supongo que en los días que nos toca vivir, queremos aferrarnos a algo milagroso y a los hombres de buenas intenciones.

    Sobre "Forrest Gump" es una película que difícil pueda no gustar, y al tipo ¿odiar? imposible, al contrario, nos encontramos con legiones de fans. A mi me produce indiferencia, ya ves. Como película me parece muy mediocre. Y como personajes e icono para el cine, muy rebuscado y manipulador.

    Otra cosa es "El show de Truman", un film adelantado a su tiempo, que nos avisaba de lo que nos podía pasar. La película es magnífica, con un mensaje y discurso demoledor.

    Es díficil encontrar héroes anónimos, sin capa ni espada. Por citar otro ejemplo, ( y este me encanta) sería "El protegido", otra visión más cercana a la lucha entre el bien y el mal, pero esta es otra historia.

    Estupendo post. Nos estás mal acostumbrando ;)

    Un abrazo.

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  45. Ambas me impactaron en su momento. A Truman lo tengo algo descuidado, pero Forest me acompaña continuamente. No sabría explicarte el porqué. Es una de esas devociones que surgen de forma inexplicable. Una de esas devociones que uno disfruta tanto. Abrazos

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  46. C Noodles. El espíritu de Cpara siempre es bienvenido. Tienes mucha razón, es muy dificil encontrar héroes anónimos. La película de Shyamalan, excelente, nos muestra a uno que no sabe que lo es y lo descubre. Gracias por el comentario y por el apoyo. Espero no mal acostumbrarme...Un abrazo.

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  47. Jose Luis. En ocasiones no hay una razón especial.Hay libros o películas que como bien dices se nos pegan. Buscar explicación no es ni necesario. Te gusta y punto. Y claro está que se disfruta de la compañía. Pese a lo que pueda parecer yo no descarto a ninguno de los dos. Un abrazo.

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  48. " ..Y lo bien que lo pasamos con éstos debates..! ;-D
    Diste en el clavo al traer las dos peliculas a tu sala oscura querido amigo. No hay más que leer los comentarios incluido el de Mr. Parrot
    "..Cuarenta minutos que, como los que preceden, me parecieron insufribles desde que me pareció un clarísimo intento de adoctrinamiento dirigido a gentes de buen corazón y buena fe, alejados del sano escepticismo que entiendo hay que practicar para mantener aireada la azotea."......¡cuanta condescendencia ! ;-P
    ( sin acritud) (risas)

    Otro abrazo

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  49. Abril. Nuestro amigo el loro, ha comparecido con contundencia y sentido del humor, como es habitual.
    Aunque, salvo que haya disfrutado de puente, me da que ha preferido comentar al final y con sombrero puesto no sea que tu misma o David le atizeis un cachiporrazo virtual...Un abrazo.

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  50. Me emociona, y mucho, la de “Forrest”, pero me inclino por la de “Truman” por lo que tiene de fábula endiablada. El inconveniente de “Forrest” es esa especie de filosofía que se montó alrededor de su estreno: esa filosofía se cae al suelo con ese brillante juego que propones, intercambiar personajes y medios; en efecto, mientras te leía pensaba en la conclusión a la que llegas: Gump sería plenamente feliz en una falsa vida televisada. Gump no cuestiona. Gump no sería muy útil en esa revolución que tanto necesitamos.

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  51. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  52. Me quedo con Forrest Gump, una peli lograda y realmente entrañable.

    Saludos,

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  53. Otra vez por aqui Victor...¡ que nooo que yo no daria ningún cachiporrazo ni virtual ni literal y más porque basicamente estamos de acuerdo.( No hace falta que defiendas a Mr. parrotr que se basta el solito jiji )

    Amamos al hombre bondadoso( Forrest) pero no deseamos ser pasivos ante la realidad.
    El hombre/mujer que no se cuestiona nada que no pregunta que no duda y que no pasa a la acción está ya muerto en vida( estamos con Truman). ¿ Me he explicado bien ahora ?

    Otro abrazo más y van...;-D

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  54. Juan Herrezuelo. SAe agradece tu comeback. En ocasiones me gustaría saber expresarme en un párrafo tal y como tu lo has hecho.Tengo la sensación de que consumo demasiada gasolina para decir lo que tu has expuesto de forma precisa en un solo párrafo. Cuestión aparte es que existan otras opiniones, que las hay.Un abrazo

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  55. Jorge Ampuero. Bienvenido y gracias por comentar. Si te sirve de algo como películas unas veces apetece una y otras otra. No descarto ninguna. Cuestión diferente es si entramos en profundidades. Pero me parece muy respetable tu opinión. Saludos

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  56. Abril. Todas tus visitas son bienvenidas. Y tus comentarios también. Vaya, con lo bien que estaría una batalla de cachiporrazos virtuales. Precisamente por dos razones:son virtuales, luego no hacen daño, y además el cachiporro no lanza torpedos,sino buen humor entre amigos.
    Te explicas estupendamente. Es lo que Gustavo Bueno denominó "el pensamiento Alicia". Un abrazo.

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  57. Ya sé que no se trata de elegir, así que no lo haré. Ambas películas despertaron rapidamente mi interés y sus protagonistas me enternecen extraordinariamente. Es posible que a Truman le tenga más en mente, pero Forrest no queda lejos. Héroes anónimos o no tan anónimos que se plantean un paso más en su existencia y que rompen el molde en el que fueron creados. No hay nada más gratificante que envidiar a personas o personajes que logran subirse al tren de la revolución a tiempo.

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  58. Sue. Pues si,de la estación salen muchos trenes.Viendo como va todo hay quien dice aquello de paren esto que yo en la próxima me bajo ¿era mafalda?.
    Y luego otros se suben al tren para cambiar cosas.La vida es así.Un abrazo

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  59. ¡No puedo evitarlo contigo! ¡Siempre leo tus textos de un tirón y me fascinan! Porque no sólo alimentas mi pasión por el cine sino que me haces reflexionar y me enseñas a filosofar. De verdad. Parece que esto es una adulación continua de tus textos pero es que me resultan tremendamente interesantes. Incluso si discrepásemos tus planteamientos siempre son originales, diversos, complejos (en el buen sentido) y ricos...

    Y así generas unos comentarios (que también me los leo todos) super interesantes y unos debates en red enriquecedores.

    En este texto en concreto todavía sigo dándole vueltas a la cabeza. Tu disección de los dos personajes Forrest y Truman son fascinantes y las películas muy interesantes para diseccionarlas una y otra vez.

    Con Forrest reconozco que siento una debilidad y que la veo de vez en cuando y siempre me termina enganchando... Me quedo con el cuento. Pero estoy de acuerdo en que es una película con doble cara. En el fondo una película tremendamente perversa y por ello buenísima (porque esa perversidad del discurso está realizado de una manera muy inteligente)... Es una película con un planteamiento conservador (vida Forrest-vida Jenny así como la plasmación de la historia americana)... pero yo reconozco siempre caigo en sus redes... Es de esas películas que ofrece varias miradas y capas. Y una película interesantísima para el análisis y el debate.

    El planteamiento de Truman y tu disección también es apasionante. Peter Weir también ofrece una película 'aparentemente' sencilla (como Forrest) y sin embargo de una profundidad evidente más tras leer tus palabras.

    Las dos posiciones de estos 'héroes' frente a la vida son absolutamente reconocibles... ¿aceptar la vida según viene... corre, Forrest, corre? ¿Tratar de rebelarse y tratar de fomentar, dentro de los margenes posibles, nuestro libre albedrío?

    Besos
    Hildy

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  60. Hildy. Después del muestreo se ve que Forrest llega más al corazón de la gente que Truman. Tal vez debido a su inocencia, tal vez a esa perversidad del guión que tu apuntas. Veo que existe una inclinación por proteger a Forrest,cuando en realidad los dos son dos buenazos metidos en un gran circo humano. Para mi la diferencia está en la actitud de cada uno ante lo que el destino les depara. Pero eso no quiere decir que se deba escoger a uno y tachar al otro.
    Eres un encanto Hildy. Un día de estos hasta me lo creo y todo. Cosa que tardará en suceder.Un abrazo

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