viernes, 13 de diciembre de 2013

GOLPE AL SUEÑO AMERICANO


Presunto. Quien no conozca este término que levante la mano. Actualmente todo el mundo es presuntamente algo. Ahora está muy de moda, pero el asunto viene de lejos. Ciñéndonos a formatos fílmicos convencionales, en el cine se presumía que el héroe era un valiente. Douglas Fairbanks y Errol Flynn lo dejaban bien claro. Y Bob Hope a la inversa también. Y así fue hasta que llegó Fred Zinnemann y dejó a Gary Cooper sudando solo ante el peligro. El pueblo murmuraba y el patio de butacas también. Y algunos directores como Hawks y  Fuller opinaban: si el sheriff no vale para hacer su trabajo mejor que deje la placa a alguien con carácter. El debate cinéfilo dio para muchos artículos sobre la  profesionalidad y valentía en el ejercicio de las funciones al amparo de los arquetipos clásicos.
Sin embargo el asunto no era nuevo, ni terminaría ahí. Y para ello, vamos con tres presuntos cobardes en diferentes etapas del cine. Tom Destry, Jim Mackey y Urbano Cagigal. Mucho antes de perseguir obstinadamente su Winchester 73, James Stewart es en “Arizona” Tom Destry, un amante de la no violencia en pleno far west, bebedor de vasos de leche que ha de soportar continuas bromas pesadas. Acusado de cobarde, lo lleva con humor, aplicando agudas réplicas a los insultos de los vaqueros y a las insinuaciones de falta de hombría que le hace nada menos que Marlene Dietrich.


Mackey (Gregory Peck) empieza con mal pie. Nada más comenzar “Horizontes de grandeza” tres vaqueros borrachos pretenden dejarlo en ridículo delante de su prometida Carroll Baker. Sin embargo, Mackey no tiene intención ninguna de vengarse y considera lo ocurrido una broma, una novatada sin la mayor importancia. Su novia y su futuro suegro comienzan a mirarle como… pues sí, como presunto cobarde. Y él comienza a verlos a ellos como…en fin, no nos desviemos.
Urbano en “Luz de domingo” parece otro aspirante al trono de la cobardía. Cuando le retan en la cantina a un pulso, dice que no le apetece. Prefiere irse a pintar. Y cuando violan a su prometida y a él mismo por seguir sus principios parece no reaccionar.
Lo curioso es que por supuesto, ninguno de los tres lo es. James Stewart  simplemente no desea usar las armas, pero cuando ha de hacerlo es un gran tirador.
Mackey tampoco. Su filosofía de vida le permite demostrar que si lo desea es capaz de domar al caballo más indómito o mantener una pelea interminable contra Charlton Heston. Simplemente su política es otra.


Y Urbano Cagigal, con calma, citará al retador de la cantina a un pulso en privado. Y por supuesto piensa vengar la afrenta que destrozó su noviazgo. Aunque como él dice, a su debido tiempo. Otro que también tiene su política. Y que curiosamente, como Gregory Peck, debe lidiar con mano izquierda entre dos intestinos clanes enfrentados durante décadas. Ambos tienen su particular forma de hacer las cosas. Y a los tres se les podría aplicar el famoso aserto “la paciencia es la fortaleza del débil y la impaciencia la debilidad del fuerte” salvo por el hecho de que ninguno de los tres es débil. Bien mirado, los tres representan otra forma de heroísmo.
Dos películas recientes abordan el tema de nuevo desde perspectivas insólitas. Y ambas deben de padecer el marchamo publicitario de presentarse como remakes de dos “presuntos” clásicos. Se trata de las nuevas versiones de “Perros de paja” y “Carrie”. Las cuales cuentan con dos antecedentes de postín dirigidas por dos autores de peso. Nada menos que Sam Peckinpah y Brian de Palma.
No se va a proceder a un análisis comparativo de las diferentes versiones. Básicamente por una razón. Ni “Perros de paja” de Peckinpah me parece una de sus películas más afortunadas, ni la versión de la novela de Stephen King realizada por Brian de Palma me parece, ni mucho menos, uno de sus mayores logros. Y lo curioso es que las nuevas versiones, sin alterar demasiado el desarrollo, configuran dos lecturas completamente ajenas y originales, autónomas y compactas.


El caso de “Perros de paja” dirigida por Rod Lurie es sorprendente. Con una simple decisión (trasladar la acción de Inglaterra a Estados Unidos) varía completamente el desarrollo dramático y permite articular un discurso muy potente, el cual se entiende que haya fracasado comercialmente en su país. La historia de un matrimonio de ciudad que se traslada al campo y vive una progresiva espiral de violencia adquiere un nuevo y rico significado. Sobre todo por la visión y el diagnóstico que se hace de la sociedad norteamericana.
La llegada al presuntamente idílico pueblo se verá progresiva y milimétricamente alterada a través de una narración de raíz clásica. Todo contribuye a crear una sensación de extrañeza. Recuérdese que el marido y aspirante a cobarde (James Marsden) es el forastero y ambos van al pueblo de la chica….la cual experimenta una ambigua sensación de sordo temor mezclado con un íntimo placer asociado a  costumbres atávicas con aromas de liberador carácter sexual.


Y lo que Peckinpah dibujaba como una extrema visión del choque entre el cosmopolita de ciudad y el campo asilvestrado aquí adquiere otros matices. En una apuesta de raíz socio político, Rod Lurie realiza un diagnóstico demoledor de los usos y costumbres de la America profunda dinamitando sus ritos uno por uno. En esa falsa arcadia feliz, el antiguo y exitoso entrenador del equipo de rugby (James Woods) ahora es un pendenciero borracho con tendencia a la violencia al que hay que aguantar sus batallitas y su ego. Un auténtico juguete roto.
El antiguo capitán del equipo de rugby local y sus amigos, ya no son los héroes de antaño, los elegidos para la gloria. Su tiempo ya pasó. Ahora se dedican a beber cerveza, cazar y maldecir su efímera suerte con amargura. Rod Lurie dibuja un pueblo por el que el sueño americano pasó de forma fugaz y lo que resta es un fantasmal panorama sombrío. Una amarga pesadilla al abrigo de las verdes praderas. Y cuyos habitantes son despojos de un sistema que los devoró hace tiempo como a juguetes de temporada. Restos inertes y resentidos que ven cómo su momento de gloria solo es un vago recuerdo ahogado en alcohol. Patéticas sombras ancladas en un pasado ilusorio que jamás volverá.



Por si lo anterior fuese poco, en ese barbecho rural de las marchitas esencias patrias, ahora el sheriff resulta que es un negro. Demasiado para la adrenalina de los presuntos hijos del pueblo elegido. Autoengañados por un sistema disfrazado de romerías locales, tartas de arándanos, música country, rezos dominicales y más partidos, que ahora se ven desde la grada. Uno de los momentos claves a la hora de hacer saltar por los aires las añejas costumbres americanas se produce en la oblicua filmación de la fiesta local y el partido de rugby, convertidos en un amasijo de gente vociferante, machismo, bebedores de cerveza e himnos fanáticos al compás de una narración que remarca el rechazo por el deporte convertido en rito pagano y culto fanático.  
Para los antiguos dioses deportivos que un día creyeron en el paraíso del sueño americano y le han visto desmoronarse entre cervezas y rezos, como Tom Cruise en “nacido el 4 de Julio”, encerrados en su particular jaula americana, la intolerancia para preservar la pureza ideológica alcanza a todo lo diferente: disminuidos, negros y claro está, forasteros.
Y lógicamente la tensión y los decibelios van subiendo. Al principio todo son falsas cortesías. Pero pronto James Marsden se enfrentará a un doble peligro que le hará preguntarse si es un cobarde. Atrapado entre la espada de la intolerancia local y la pared de su esposa, que desea que demuestre su hombría.
 
La tensión se mastica amparada en tres pilares. La rotunda solidez narrativa y visual de Rod Lurie. Su contundencia política y social, imprimiendo una mirada crítica, muy acerada. Y las interpretaciones sobresalientes de Kate Bosworth y sobre todo de Alexander Skarsgard, antiguo novio de la chica. Ambos desarrollan una ambigüedad malsana plagada de matices sexuales y miradas felinas y turbias, en la que el riesgo viaja en múltiples direcciones.
Otro tanto cabría decir de “Carrie” en su versión dirigida por Kimberly Peirce. Interesante, complejo y nada complaciente film fantástico que aborda, como la anterior, la más oscura y siniestra cara del sueño americano a plena luz del día. La atemorizada y cobarde joven, de naturaleza tímida y frágil, deberá afrontar el desarrollo de su propia personalidad anulada, su sexualidad y su singularidad adolescente en un ambiente adverso muy bien retratado. No obstante su único problema no son sus compañeros de instituto que se burlan de sus complejos. En un análisis muy agudo que valora la perniciosa influencia de los ritos, tanto religiosos como paganos, la chica se encontrará sometida a una tensión de fuerzas poderosas que intentarán tirar de ella como un poderoso imán.



Por una parte su madre (Julianne Moore) de pavoroso y distorsionado fanatismo religioso, que reprime a Carrie y ve demonios de la carne por doquier. El arrebato místico de la atribulada sacerdotisa, configura una relación tortuosa en la que ambas son víctimas en este tenso y arrebatador relato de amputaciones anímicas y psíquicas. Pero no menos interesante es la fuerza pagana encarnada por la profesora de gimnasia (Judy Greer) quien con su simpatía y su melosidad cargada de buenas intenciones, intentará integrarla en sociedad.
Lo lamentable es que en ese contexto no existe otra cosa que ese mundo falso y podrido de fiestas de instituto, capitanes de rugby, ponche de arándanos, bailes de graduación y demás parafernalia caduca y egocéntrica. Un mundo en el que quien lee un libro es un bicho muy raro y con el que Kimberly Peirce no muestra compasión alguna y sí otra acerada y lacerante visión crítica.


Inmersa Carrie en el centro de dos tornados (religioso y pagano) el film termina por diagnosticar que es tan peligrosa una fuerza como la otra. La fe llevada al fanatismo que anula al individuo y lo aísla de la sociedad, resulta tan funesta como esa falsa normalidad repleta de animadoras, maquillajes, tartas de manzana y chicos que te recogen para ir a fiestas de cartón piedra. Un american way of life de plastilina que esconde oscuras frustraciones y rincones amargos. Un mundo aparentemente idílico y “normal” que Rod Lurie en “Perros de paja” ya nos ha explicado que es efímero y pernicioso. Y que Kimberly Peirce estruja aun más, cargándolo de caprichosas chicas barbi princesa, musculitos de encefalograma plano, hamburguesas caducadas, embarazos no deseados y un grado de sadismo adolescente y culpa interior nada cómplice y sí muy crítico.


Afortunadamente, nuestra aspirante a eterna cobarde, la pusilánime Carrie no se dejará abducir ni por los salmos ni por ese otro mundo de caramelo con veneno. Y aunque la tentación edulcorada de esa falsa normalidad de instituto la tienta mucho, finalmente se rebelará contra ambas formas de fanatismo en un arrebato que no es de ira purificadora. Lo que parece una espiral de delirio es en realidad un producto de su razón, que tras tanto dormir agazapada se libera y despierta en forma de catarsis.
Carrie, contra todo pronóstico, no sólo desarrolla su propia individualidad como persona, sino que en un acto más revolucionario que reaccionario, dinamita el sistema sacando sus propios bazokas a la calle. Que sea su mente y no la fuerza bruta la desencadene el caos es toda una declaración de principios. Una nueva reformulación del superhombre de Nietzche.


Ambos films convierten el sueño americano en una pesadilla espectral. Sin ser redondos, sí que resultan francamente interesantes. Su discurso compacto golpea desde el primer plano, mostrando nítidamente una realidad distorsianada. En definitiva, dos películas nada cobardes, aunque puedan parecerlo por presentarse como remakes. Ambas se resumen en la frase lapidaria del cacique local en el film de Garci: “las mujeres y las leyes están para violarlas”. A lo que podríamos responderle con Sartre: “a los violentos y a los verdugos se les reconoce por su cara de miedo”.

30 comentarios:

  1. Con tu análisis has hecho enrojecer mis inveterados prejuicios contra los remakes. Bien es cierto que las obras de las que parten las dos películas actuales que reseñas nunca estuvieron entre mis favoritas ni mucho menos, y por eso mismo mi rechazo previo era aún mayor. Sin embargo, cabía la posibilidad de que la vuelta de tuerca que le dieran hoy a las historias de Peckinpah y De Palma mejorase los originales, y al parecer, según se desprende de tus palabras, es lo que ha ocurrido. Ah, pero es que cuando por ahí aparece el rostro de Gregory Peck, cuando empiezas a hablarme de un cierto tipo de cine y una cierta actitud contraria a la lucha, que podía ser también la de Monty Clift en “De aquí a la eternidad” o la de “Shane” la primera vez que entra en la cantina, mi alma cinéfila emprende otros vuelos. En todo caso, es realmente admirable como sabes enlazar tus argumentaciones y la coherencia interna de esos giros inesperados que incluyes siempre en tus textos. Un saludo.

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  2. Qué maravillosamente analizas y describes, rompiendo el dicho de que nunca segundas partes fueron buenas. Siempre dependerá de quién las haga y su inteligencia para narrar.
    El machismo es tan cerril en la america profunda como el un pueblecito de la montaña gallega, desgraciadamente.
    Por eso algunas películas tienen éxito: sabemos qué quieren decir.

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  3. Yo he visto las dos películas precedentes a estas nuevas versiones y al saberlas, no me inspiraron demasiadas ganas de remover la visión que tuve de ellas entonces, pero leyendo tu crítica va a ser que tendré que echarles un vistazo y comprobar esos cambios, esos giros tan interesantes de los que hablas.
    Ya te diré.
    :)
    Besos, maestro.

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  4. Mi querido Victor..., me encanta el texto que has elaborado. Quería saber qué me ofrecían los remakes de Perros de paja y Carrie o por qué merecería la pena acercarse a verlos. Y he encontrado la respuesta.
    Y cómo siempre un texto plagado de reflexiones. Para leer despacio y releerlo. Y qué fuertes tus colofones finales...

    Por otra parte efectivamente el concepto de cobardía y cómo plasmarlo es interesantísimo en el mundo del cine. No hay héroes ni cobardes sino momentos heroicos y cobardes y una misma persona puede experimentar ambos momentos. Y esos 'falsos cobardes' dan riqueza a los personajes pues los vuelve más cercano a lo humano. Un hombre o un mujer puede ser en un momento dado el más valiente y en el siguiente el más cobarde. Por otro lado, como bien reflejas y explicas está ¿qué es considerado valiente o cobarde por la sociedad que observa y rodea?¿Cuándo hay que 'demostrar' valentía o cobardía?

    ... ¿Ves?, nos haces pensar y filosofar... y claro no ponemos freno...

    Beso
    Hildy

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  5. No he visto los dos remakes precisamente por el "sambenito" que siempre les acompaña, aunque hay algunos ejemplos que desdicen el tópico (pocos, todo hay que decirlo) sobre todo porque cuando uno tiene memoria, sobre todo la sentimental es dificil que algo con el mismo título y premisa supere el recuerdo de las impresiones que en su momento nos causó el visionado del "original". A mí los perros de paja de Peckinpah me dejaron un regusto amargo, un estremecimiento ante la violencia desatada de unos y otros, provocadores y hombre que defiende lo suyo, ese estudio del comportamiento humano/bestia, claro que quizás cuando la ví yo era mucho más suceptible. Y la Carrie de Brian de Palma otra que me dejó hecha polvo ( no es mi tema favorito) demasiados frentes abiertos y odiosos todos ellos.
    No sé si la versión americana me resultará superior, más "asimilable", mucho me temo, estoy casi por asegurar, que consigues convencernos con tu análisis de la "bonanza" de las películas, resultando mejores en el papel de lo que realmente son, al menos si pasan la prueba de superar el recuerdo que dejaron las anteriores, te daré la razón.
    Casi prefiero verlas pensando que son distintas.
    De presuntos y cobardes hay ejemplos a patadas, todas ellas historias encomiables y aleccionadoras. Siempre resultan ser mucho más atractivos esos cobardes/héroes en la sombra que los gallitos del corral. La america profunda da para mucho..o no tan profunda.
    Me quedo con el McKey de The Big Country, estupendo western del artesano William Wyler, pero se me ocurren muchos más. Las lista pasa por el clásico irremediablemente(atemporal) sin descartar algún que otro personaje más de ésta generación, o de éste momento presente, pero me cuesta añadirles a la cuenta..y haberlos, haylos.
    Estupenda entrada, Victor. Insisto nos las vendes muy bien.
    Un abrazo

    P.d. Tengo La ciudadela que veré a ser posible hoy mismo.

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  6. Juan Herrezuelo. No te falta cierta razon a la hora de poner tierra de por medio cpn ciertos remakes. En algunos casos son innecesarios ya que vplver sobre ciertos clasicos indiscutibles no conduce a nada. Y el ejemplo de psicosis puede servir.
    En otros casos el remake como ejercicio no solo no me mplesta sino que me despierta curiosidad.
    Viendo la trayectoria de Rod Lurie, director interesante, ver que habia hecho con perros de paja me apetecia mucho. Y el resultado no es una magna obra. Tiene sus defectos. Pero resulta muy estimulante. Otro tanto diria de carrie.
    Ahora bien. Suponia tu querencia a esos clasicos que nunca envejecen. Aunque simplemente he escogido tres ejemplos.
    Los que tu pones son igualmente validos. Hay un film con Alan ladd en la que intrrpreta a un cuaquero en la marina. En un destructor en la segunda guerra mundial. Que ppr principios se niega a disparar. La vi hace tantos años que apenas recuerdo cosas. Es mas no recuerdo ni el titulo. Pero estaba bien. Gracias por tus palabras. Un abrazo.

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  7. Paradela. Pues si. Hay comportamientos humanos que da igual el lugar. Se reproducen como setas. Pero no creas. Las dos peliculas actuales no han sido ningun exito. Cosas. Gracias y un abrazo.

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  8. Marinel. Lo entiendo. Las dos versiones primeras fueron muy controvertidas. Y ambas por su empleo crudo de la violencia entre otras cosas.
    Estas tambien tienen dos o tres escenas fuertes pero su objetivo creo que es otro. Son dos cocteles politicos con muchas referencias a la religion y el papel que juega el sexo como dominador elemento en el marco de relaciones adultas. A mi me han sorprendido ambas. Aunque claro esta no son obras cumbre. Y no soy maestro jaja. Un abrazo.

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  9. Hildy. Muchas gracias. Me alegro mucho de dejarte pensando. De eso un poco se trata...que yo no tengo la llave maestra de nada.
    Jerry lewis tambien interpretaba una y otra vez a cobardes y miedosos cpmpulsivos. Y Woody en alguna ocasion tb lo ha usado con su hipocondria.
    Pero me interesaban como bien dices perspnajes que no lo son y optan por no ser violentos. O que las circunstancias les impulsan a salir de su planteamiento inicial aunque no lo deseen.
    Yo si que fui muy interesado a estas dos nuevas versiones. Lo admito. Gracias y un abrazo.

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  10. Abril. Si las dos versiones anteriores te dejaron regusto amargo y la otra peor...cosa que entiendo...aunque van por otro lado pues no se. Igual yo no te las recomendaria aunque es verdad que ahora seras menos susceptible...
    Ademas si tienes a tiro de dvd la de VIdor...la cosa esta clara. Estas dos me parecen interesantes, curiosas y no estan nada mal. Pero la ciudadela son palabras mayores. Es otra division. Es el cine en estado puro y por tanto nohay comparacion posible.
    Por cierto. Si por casualidad te lee Josep decir que Wiler es un artesano...aunque lo pongas en cursiva...preparate y ponte el sombrero.
    A mi me parece the big country buena pelicula. Pero creo que estando bien y con ese reparto...algunas otras suyas me gustan mas. Esta como dice un amigo mio tiene un unico pero. Que como su titulo dice todo es demasiado grande. Puede ser eso. De todas formas muy interesante.
    Y sobre los cobardes...esos tres no lo son. Por eso estan ahí. Lo de ahora puesss ya sabes. Han vuelto Arnold y Sly. Un abrazo.

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  11. Los tíos sensatos solemos parecer cobardes, pero preferimos un bourbon, huimos de la leche y sabemos que el tiempo nos regalará ocasiones más propicias. Inevitablemente, me identifiqué en su momento con todos esos cobardes que enumeras y, de ser el sheriff, sé que me quedaría solo ante el peligro. Es terrible que el sueño americano consista realmente en un heroe pacífico que actúa rodeado de auténticos cobardes. Es el sueño al que aspuran los cínicos. Pero les queda/nos queda el cine para narrar esa verdad que todos callamos. Abrazos

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    1. PD: mi cobarde favorito es el tipo que no supo matar a Liberty Valance. Stewart fue muchas veces el paradigma de cobarde sensato que acaba perdiendo la sensatez. Como todos

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  12. Jose Luis. Exacto. La cobardia en sus mas variadas formas nos tiene rodeados. Aun asi no renunciemos nuestros sueños.
    Esas nuevas formas de jauria humana se pueden combatir de muchas formas. Y una de ellas es la del hombre que no mato a liberty. Un tipo en el fondo nada cobarde. Es verdad que en un duelo del oeste tiene poco que hacer. Pero sus armas son otras. Sus libros. Y muy importante. La educacion en la escuela y su palabra.
    Inolvidable. Un caballero que no olvida a sus amigos. Un abrazo.

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  13. Está en la naturaleza de las cosas de este mundo que cada cosa y cada ser tiene su contrario, incluso dentro de sí mismo, por lo cual ese sueño americano tan bien desmenuzado por tu pluma analítica tiene también su reflejo en forma de pesadillla, de terrible pesadilla.
    Lo mejor y lo peor. Y cuando la masa se comporta como tal es para echar a correr.
    Magnífico, como siempre.

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  14. Es un principio del Tao que la fortaleza despliega todo su poder cuando es capaz de amansarla.
    Las dos películas las vi en su primera versión, y en esa época era una atolondrada incapaz de apreciar las sutilezas que refieres.
    James Stewart, el hombre con quien iría confiada a dar un paseo por el bosque, demostraba a la perfección cómo se podía dar pa'l pelo a los secuaces con virtudes como la generosidad, el sacrificio personal y la tenacidad en no dejarse vencer.
    Y Carrie, con el poder de su pensamiento, es la precursora de los mangas japoneses, con protagonistas que conocen a la perfección cómo retorcer la mente para que el mastuerzo de turno deje de fastidiar.
    Corren tiempos en los que necesitamos un milagro: el nacimiento de un nuevo individuo, incluso individua, que fuera un cruce entre Stewart y Carrie. Sería maravilloso poder ver cómo la violencia de tipos como esos que son capaces de decir la frase ominosa de violar leyes y mujeres, son enviados al espacio estelar con solo echarles el ojo encima.
    Gracias, Victor, esta entrada me va a hacer soñar durante unos cuantos días.
    Un abrazo

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  15. El tema de los falsos cobardes en el cine daría para mucho más que esos ejemplos que ofreces de aperitivo, Víctor y así, a vuelapluma, se me ocurren dos clásicos: la Pimpinela Escarlata y El Zorro, aunque ambos, ciertamente, son figuraciones estratégicas y no coinciden con los mentados.
    En lo que hace a esas revisiones, que no sé si se ajustan al mero "remake" -yo prefiero refrito- he de confesar que Carrie no me interesa nada -como no me interesó la primera, en su día- al punto que he desaprovechado un extraño programa doble: Carrie + Blue Jasmine (que sí he visto).
    De Perros de paja diré que sí me ofrece curiosidad precisamente por el giro en su planteamiento que intuí en un tráiler y que tú me confirmas, siendo así que la película de Pekinpah me resultó -y me sigue resultando- aborrecible más que aburrida a causa de su guión y también, ciertamente, por las interpretaciones, aunque puede que sufran desconcierto por culpa del director.
    De modo que tomo nota de esa revisión, al parecer afortunada, y trataré de verla así que se me ponga a tiro.
    Un abrazo.

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  16. Isabel. Un profesor que tuve planteo para debatir si la masa es siempre borreguil. Como interrogante. Y recuerdo que hubo opiniones para todos los gustos. Tu comentario me lo ha traido al recuerdo.
    La naturaleza humana creo que se rebela ante ciertos sueños cuando se descubre que son prefabricados. Salvo que se desee ignorar la cuestion.
    Aqui el diagnostico sobre una sociedad endogamica y que vive prisoonera en su propia autoconplacencia es bastante lucido. Gracias y un abrazo.

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  17. Amaltea. Pues no conocia ese principio pero de eso intentaba hablar en gran parte.
    Uno de los aspectos autenticamente revelador en Carrie es como junto a su desarrollo sexual y personal enfrenta los muchos problemas que tiene con la mente. Y como eso a ojos del vulgo es una rareza. Incluso ella misma esta a punto de sucumbir al desear por un momenyo ser " normal". Sin darse cuenta de que esa aparente normalidad es una falacia. Afortunadamente despierta. Es algo muy similar a lo que le ocurre a Peggy Sue en el film de Coppola que se da cuenta de que ese mundo es un cuento pero aun asi al final lo acepta.
    No se si necesitamos un milagro. Mientras llega o no cpnfiemos en la capacidad del ser humano que es mucha. Gracias y un abrazo

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  18. Josep. Ante todo decirte que asi me gusta. Te veo como no podia ser de otra forma en muy buena forma.
    Y por supuesto que el tema del cobarde que no lo es daba para muchiiiiisimo mas. He puesto tres ejemplos simplemente. Y los que tu aportas me valen tb.
    En mi opinion, es en parte verdad que se hace mas de un refrito precalentado. Pero no siempre.
    Por razones que seria largo explicar la historia y la posibilidad de ver una nueva perspectiva sobre Carrie me apetecia no mucho. Muchisimo. Me parece que el potencial literario de base ofrece muchas posibilidades que en la pelicula de de Palma quedaron reducidos ala minima expresion. Me parece una historia muy compleja y no me corto al afirmar que estaba esperando el estreno de la nueva version hace meses. Pero entiendo que no te interese. Cada cual tiene sus apetencias.
    Perros de paja me apetecia mucho por que era un proyecto personal del director. Y es un director que me gusta. Aunque tenga algun altibajo.
    Y por lo que leo...seria un placer contrastar pareceres sobre blue Jasmine. Pelicula sobre la que admito un gravisimo error en su conclusion. Pero que en general y salvo alguna cosilla me ha parecido mas que aceptable. Un abrazo

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  19. Tus viajes por la sala oscura tiene mucho de luz y brillo. Para mí es como llegar al lugar donde siempre aprendo y además, reflexiono sin que me obliguen.
    El sueño americano, como todas las generalidades esconde otros planos. Planos que como contraposición, suelen ser violentos, miserables, tristes. Ahora mismo en EEUU hay como cincuenta millones de pobrespobres y en muchas partes del resto del mundo se sigue creyendo en ese sueño. Puro marketing. Y los americanos saben mucho de eso.
    Recuerdo Perros de paja como algo muy novedoso, un escenario llevado al límite de muchas situaciones que se pueden vivir aún hoy, aunque con otros medios más sutiles, pero siempre jugando con esa parte animal que cargamos y que,según muchos estudiosos es más fuerte de lo que creemos .
    No creo que alcance a ver ninguna de las dos, pero el tema de la cobardía es tan eterno como poco comprendido.
    Que sepas que cuando me pongo a comentarte, me concentro más que con cualquier otro blog...y tanto más!
    Un fuerte abrazo, para mí es un orgullo transitar tu espacio.

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  20. Virgi. Bueno esa es la idea. Aunque bien pensado no. Yo no ilumino nada ni a nadie. Si que intento indagar en las películas. Lo que no evita que disfrute viendolas. No se trata de ir al cine a tomar apuntes.
    El objetivo por tanto es que disfrutes de los textos. Si además te haces un par de preguntas, que es lo que a mi me pasa, pues tanto mejor.
    Si que se ahonda en esa parte animal que todos podemos sacar en algún momento. Y estoy de acuerdo, detrás de todo sueño hay una posible decepción que puede generar en pesadilla. El orgullo es mio al recibir tu visita.Un abrazo.

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  21. Sinceramente me gusta mucho este texto,bueno,como todos los que escribes,amigo.Pero este es algo especial,sobre todo porque te enfrentas a la palabra maldita de "remake",porque no siempre son malos y porque mayoritariamente las historias deben renovarse ya sea por estética o acorde a los tiempos.Haces un repaso fenomenal a una serie de películas que me encantan.Y saliendo un poco del tema,o no,también he defendido siempre el superventas,no todos,pero sí a muchos escritores que me parecen fenomenales y que son o fueron criticados,sobre todo por escritores mediocres que no se vieron capaces de hacer lo mismo porque es difícil de cojones.No sé ahora me viene a la memoria el excelente Michael Crichton o Stephen King.Nadie debería ya de cuestionar a estos grandísimos narradores de grandes historias,¿no crees?,en fin que el tema da para mucho.Es lo que pasa cuando uno entre en blogs tan ricos como el tuyo.

    Un fuerte abrazo,amigo.

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  22. Francisco Machuca. Pues no sabes cuanto se agradece. Muchas gracias. Es verdad que el remake como tal está mañ visto o tiene mala prensa. Pero tienes razón. No es cuerstión de generalizar.
    Pasa lo mismo con el escritor de éxito. Los dos casos que pones son claros de un volumen de trabajo enorme. Yo no lo he leido todo de King, pero lo que he leido no me ha parecido mal. Parte de ideas sugerentes.Tal vez para mi su talón de aquiles es que extiende sus obras más que yo las entradas jaja. Tuve en la mano la cúpula y finalmente no la compré ya que eran casi 900 páginas si no recuerdo mal. Y pensé que no lo iba a leer por su extensión. Pero igual me equivoqué.
    No se si has visto "un invierno en la playa" en la que un joven aspirante a escritor recibe una llamada telefónica de Stephen King..y claro el chaval alucina. Un abrazo

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  23. Me gusta pensar en los motivos por los que se producen coincidencias. Sin haber leído tu entrada, en la mía de hoy hablo de la arcadia feliz. Me resultan indigestas las propuestas que se piensan perfectas, superiores, milenaristas y/o redentoristas, propuestas que todo lo solucionan.

    El estereotipo de hombre valiente, la patria, el estilo de vida norteamericano... y podríamos seguir dando ejemplos que la literatura, el cine y la realidad muestran con claridad.

    En otro orden de cosas, no me gusta la cobardía pero entre la valentía del gallo de pelea y la cobardía hay muchas posibilidades y esas son en las que se puede investigar a través del cine o de cualquier otro arte. Por esa dirección parece que van tus propuestas si no lo he entendido mal.

    Un abrazo!!

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  24. El tema de la cobardía es interesante. Hay un tratamiento medianamente profundo en Llegaron a Cordura, de Rossen, protagonizada por Gary Cooper. Está bien, aunque te queda una sensación agridulce.
    A mí Carrie de de Palma no me entusiasma (lo cierto es que este director no es de mis favoritos, una Hitchcock un tanto descafeinado y a veces excesivamente extravagante); casi hasta creo que me gustaría más la nueva versión. La que sí me había gustado, como todas las de Peckimpah, es Perros de paja; eso no quita para que la nueva versión trasladada a Norteamérica pueda estar bien, pero no sé por qué me da que va a tirar más por lo comercial.
    Que pases unas buenas fiestas, V. La entrada es genial. Hasta otra.

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  25. Laura. Pues si que resultan curiosas esas y otras coincidencias. Será que el ambiente colectivo activa el subconsciente en identica dirección.
    Estoy muy de acuerdo con lo que dices. Lo peor de esas sociedades endogámicas es su autosuficiencia. Un abrazo

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  26. Javier Simpson. Gracias. Si que es interesante. Hasta el punto de que la entrada está cortada ya que salían muchos ejemplos. Al final lo reduje a tres. Las películas...bueno hay quien se queda con los originales. No es mi caso. Sin ser obras maestras, estas nuevas versiones le dan una vuelta muy interesante e inesperada que me sorprendió. Felices fiestas para ti también. Un abrazo

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  27. Una entrada muy interesante, y una visión muy personal sobre estos largometrajes, un saludo desde Colombia: http://asaltovisual.blogspot.com/

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  28. Siento este gran retraso en visitarte.
    He buscado el remake de la película Perros de paja (2011) y he comprobado que la vi hace tiempo. Hay momentos muy angustiosos, como la violación de la protagonista, el momento en que van a cazar... también he comprobado que la versión original está protagonizada por Dustin Hoffman. Carrie no fui capaz de verla en su momento y ahora menos...
    Está claro que la cobardía continuada, envuelta en humillación, desprecio, vergüenza acaba por explotar, manchando todo lo que tiene a su alrededor. Pensaba en mi hijo, en su época adolescente sufrió en silencio la burla y el desprecio de un compañero suyo. Esto ocurrió durante varios cursos, hasta que ya no halló otra solución que enfrentarse a él, peleándose. Ahora resulta que no son tan enemigos. Pero te puedes imaginar su sufrimiento oculto y silencioso y, mi pesar de no haber estado más atenta a sus miedos...
    la respuesta brutal no es solo norteamericana, creo que es la más humana.

    un abrazo amigo :)

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  29. Teniendo en cuenta lo tardísimo que llego a esta entrada tuya, me temo que mi presunción de inocencia pasó a mejor vida y el fallo inapelable que e espera es la condena pero... como yo sé que eres un juez magnánimo, quizá me concedas un indulto de última hora y si no es total, con trabajos en beneficio de la comunidad redima mi culpa... jo! creí que ibas a hablar de matar a un ruiseñor de mi adorado Gregory o ese testigo de cargo que al final resultó ser todo al revés de lo que presuntamente parecía ser, pero te has ido a la América profunda y su presunto lirismo con olor a tarta de manzana casera descuartizado por el tiempo que inexorablemente termina con todas las presunciones... no puedo decirte que intentaré verlas porque te mentiría ( jamás lo hago:-) tengo tal fila esperando que mi presunta buena intención no puede con tanto como quiero ver y estas dos presumiblemente me iban a dejar hecha un trapo, aun así mil gracias y subo arriba a ver si así me gano el tercer grado:-)

    Un beso graaande y sorry por el retraso...

    Estoy a punto de salir de viaje a mi casa y eso ha hecho que el trabajo fuera lo primero para poder ser lo último por unos días:-)

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