Las paradojas del cine en ocasiones tienen poco de casual. En 1990 Carole Bouquet ganaba el premio Cesar de interpretación femenina por su soberbio e inmenso trabajo en “demasiado bella para ti” (trop Belle pour toi). En ella su estilismo, su gélida belleza y su magnetismo nada podían hacer para salvar su matrimonio y su personaje veía como una mujer muy poco agraciada y entrada en carnes se llevaba el gato al agua y le limpiaba en sus mismas narices a base de sentido del humor a su pareja. La película jugaba con los estereotipos femeninos para darlos la vuelta sin ser tal vez demasiado consciente de que se estaba poniendo en imágenes una realidad que a la postre podría entenderse como un resumen de su propia carrera.
Una actriz hermosa, enigmática, de mirada penetrante, una auténtica delicatessen que no obstante no ha tenido la trayectoria cinematográfica fulgurante que auguraban sus comienzos. Es su caso el de un relativo fracaso cuyas causas pasamos a analizar.
No todo el mundo comienza con un maestro como Luis Buñuel. En “ese oscuro objeto del deseo” se convirtió en obsesión con mayúsculas de un maduro Fernando Rey. La película la iba a protagonizar María Schneider, pero finalmente el papel de la juguetona muchacha con la que se mantiene un continuo tira y afloja se repartió entre dos actrices, Carole Bouquet y Angela Molina. Ambas encarnaban a Conchita, personaje que se iba alternando como objeto inalcanzable incluso dentro de una misma escena provocando una sensación extraña en el espectador. Un experimento realmente atrevido, original, surrealista y sorprendente. Al parecer todo surgió de una idea absolutamente extravagante del autor de “nazarin” que al ser puesta en práctica resultó mucho más sugestiva de lo esperado.
De ahí, y tras un par de films que dejan patente que entre ella y la cámara existe una relación especial, caso de “buffet froid”, da el salto a un film comercial siendo fichada como chica bond en “solo para sus ojos” (for your eyes Only) junto a Roger Moore. Su presencia la situa de inmediato como una de las chicas de la saga que encaja con mayor verosimilitud en el espíritu propio de la serie: glamour, sofisticación y dry martinis le vienen a la francesa como anillo al dedo, superando ampliamente al propio protagonista.
Tras transitar por films como “special police” de Michel Vianey, “grosse fatigue” o “double messieurs” vuelve a obtener el éxito con “lucie Aubrac” de Claude Berri, junto Daniel Auteil, filme épico y romántico que aquí se tituló “amor en tiempos de guerra”. Y participa dirigida por Francis Coppola en el episodio “life whithout zoe” perteneciente a la película “trilogía de Nueva York”.
Pero conviene indagar en que pasó después. Lo más facil, ya se sabe, es echar la culpa de todo lo concerniente a su trayectoria y dispersa filmografía a Chanel. Ella fue su imagen durante algunos años y ello siempre quiere decir dos cosas: la primera que es incuestionable su innegable belleza la cual resalta aun más en el posado. Pero la segunda es que tal vez ahí, en su gélida y a la vez sensual belleza están sus límites, y su carrera cinematográfica por ello no progresa. Da la sensación de que aceptando suculentas ofertas donde presta su elegancia y característico charme francés da a entender que en cine ya ofreció todo lo que tenía que dar y que ahora solo resta contemplar su figura y su encanto en las vallas publicitarias, los anuncios de tv y las revistas. Y aunque la publicidad potencia su imagen icónica, es un hecho que su potencial filmico se resiente y se estanca.
Consciente de ello Carole Bouquet, actriz de verdad, no conviene olvidarlo, vuelve a escena con una interesante coproducción titulada “nordeste” dirigida por Juan Diego Solanas, donde vuelve a dar sobradas muestras con una interpretación sobresaliente de sus variados registros, tal y como también sucede en “Wasabi” junto a Jean Reno.
Otros films posteriores son “les fautes d’ortographie”, “besen a quien quieran” o “el infierno” corrosivo e inquietante film de Danis Tanovic. Pero sus apariciones son ya en roles secundarios. Es indiscutible que estamos ante una actriz extraordinaria con una capacidad de sugerencia innata que sin embargo no puede presentar un curriculum acorde a sus reales posibilidades. Hoy en día uno se la pude encontrar inmersa en un auténtico laberinto en cualquier suplemento dominical o cualquier revista femenina anunciando cualquier potingue, tinte de pelo, suavizante, champú o por supuesto perfume de última generación ya que como dice el anuncio “nosotras lo valemos”. Por lo tanto, su rostro no ha desaparecido, pero su imagen fílmica se ha devaluado.Y ella no es una Jenniffer Lopez del montón por poner un ejemplo. Por cierto no es la única que somete su imagen a un escarnio sin paliativos. Ver hoy a Jane Fonda anunciar en tv laca para el pelo y maquillajes varios es uno de los ejercicios de autoinmolación más sangrantes que recuerdo en mucho tiempo, y que por supuesto impulsan a cambiar de canal de inmediato.
Su último papel estrenado en España que recuerde es un modesto y amable film titulado “obras en casa” en el que encarna a una sofisticada abogada progresista y muy formal que contrata sin saber como a un puñado de ilegales sin papeles para realizar las obras de su casa. Un divertimento futil que sirve para poner en solfa las contradicciones, en este caso respecto a la inmigración, con que nos encontramos en occidente. Tambíén sirve para comprobar que la madurez le sienta estupendamente. Sirvan por tanto estas líneas como clara reivindicación de una actriz genuina, una mantis seductora nata, cuyas dotes van mucho más allá de lucrativos anuncios publicitarios y eventos de moda.
Yo siempre he tenido una teoría que ahora expongo, y es que, toda la gente que quiere diversificarse, tiende a bajar en su rendimiento, puesto que muchas veces no saben a lo que atender, malgastan su potencial, en vez de centrar todos sus sentidos en hacer su trabajo al 100%.
ResponderEliminarUn saludo.
Pues en este caso, la recuerdo perfectamente de la cinta de Buñuel, que pese a ser su último film es de los primeros que recuerdo ver del maestro aragonés, dejándome fascinado (la película y las dos actrices). También la recuerdo brutalmente bella en Solo para sus ojos y poco más, aunque como dices su imagen está bastante presente. Un abrazo.
ResponderEliminarSí, sí, la recuerdo perfectamente en la película de Buñuel, un director que me gusta a rabiar y del que he visto casi todo (además lo conocí en vivo, y era un hombre de fuerte personalidad).
ResponderEliminarLa recuerdo entre nebulosas en alguna otra película.
Es una mujer muy hermosa, la segunda fotografía es impresionante. La verdad es que las actrices lo tienen muy mal en cuanto sobrpasan los 40 años, así que no es raro que se dediquen a la publicidad.
¿Una mantissss.......? No me transmite esa imagen.... seductora lo es pero me parece que es más en plan suave...... pero claro de eso no entiendo, cuando quieras hablamos de actores seductores....... jajajaja.... es una bromita.
Un abrazo!!
Es una mujer hermosa, su esposo es el afortunado Gerard Depardieu, decir que la recuerdo en la película de Buñuel pero no en Wasabi, eso de que no logró hacer una carrera ascendente es una pena, tenía toda la dulzura y personalidad como para hacerlo, pero como dices su imagen es ubicua en productos de belleza. Un abrazo.
ResponderEliminarMario.
Emilio. Efectivamente hay quien opina que se aburguesó, se acomodó y ello repercutió en su carrera. Cuando ha querido retornar ya era un poco tarde. Un saludo.
ResponderEliminarDavid. Resulta inolvidable en esas dos películas que citas, y tanto Fernando Rey como Roger Moore lo pasaban fatal.Su belleza era tal y como dices muy salvaje. Luego se fue desvaneciendo. Pero aun así en "nordeste" estaba genial.Un saludo
Laura, comenzando por el final. Una de las caracteristicas propias de toda mantis es que no lo parece,no son arrebatadoras y explosivas mujeres fatales tipo Jane Mansfield, sino que aparentan ser inofensivas y frágilescomo es el caso. Y tomo nota, habrá que ir pensando una entrada similar masculina, que también los hay.
ResponderEliminarPero lo importante es que conociste al genio aragonés. Menuda primicia.Eso hay que contarlo, por favor. No se debe privar al mundo de semejante experiencia que no está al alcance de todos.Saludos.
Mario. Efectivamente. La bella y la bestia en carne y hueso. Es una pareja que me confirma lo dicho antes sobre esta fiera con piel de cordero. Un saludo.
m
¡Muchisimas gracias por dejar tan cariñoso comentario en mi blog apesar de que el motivo es tristisimo !
ResponderEliminarSe nos ha ido un amigo, de verdad te lo digo. Alguien especial.
Un abrazo
Completamente de acuerdo.Es que en este caso se juntan una excepcional persona y una enciclopedia con mayúsculas. Y pensar que justo hace un par de días rememoraba vuestros debates...Increible. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, V. Pues yo tampoco había venido por aquí...pero al igual que abril en paris, decirte que tus comentarios en su blog y en el de Anro me han parecido tan emotivos que he pasado a ver ese comentario que te había hecho Anro en la peli de Woody... Y después me he encontrado con que habías dejado comentario en el mío.
ResponderEliminarCuando has dicho lo de copyright... No recuerdo en qué entrada le escribí Un abrazo (+te) Coyright Anro... y le hizo mucho gracia. En fin...
Un abrazo.